¿Qué hora me dormí ayer?, ¿Cómo llegué a mi cama?. Al abrir mis ojos ví que estaba en mi habitación. ¿Por qué no recuerdo que hice antes de despertar?.
Entonces cuando traté de sentarme en mi cama, sentí que alguien sujetaba mi muñeca. Y al ver, era mi padre. El estaba dormido, y sus ojos mostraban algunas lágrimas casi secándose.
¿El durmió conmigo así?, ¡Sólo su cabeza está apoyada en la cama!, literalmente se durmió arrodillado en el suelo. Pero más importante... ¿Por qué lloraba?.
Entonces vi ingresar a Marie, traía un recipiente con agua y un pañuelo.
- Shss, él debe estar cansado -me susurró con una sonrisa. Dejó entonces el recipiente en mi mesita de noche, y sumergió el pañuelo en él- ¿Te sientes mejor? -me preguntó.
Y yo asentí.
- Aún tienes las mejillas rosadas, tienes aún un poco de fiebre, te pondré este pañuelo en la frente, estará algo frío, no te asustes -me sonrió y me recostó.
Entonces puso ese frío y húmedo pañuelo en mi frente.
- ¿Qué pasó anoche Marie? -le dije algo preocupada, pues no recordaba absolutamente nada.
- Oh, anoche estabas cenando con tu padre y de repente te desmayaste, nunca ví tan desesperado a tu padre, nunca lo ví gritar por ayuda tan preocupadamente de ese modo. Tú padre si que se llevó un buen susto -sonrió- Tenías una fiebre muy alta y provocó que te desmayaras. Estuviste diciendo cosas raras mientras tratabamos de quitarte la fiebre, ¿Sabes lo preocupado que estábamos todos?, tu padre especialmente. Pero no te preocupes pequeña, ya casi no tienes fiebre ahora -susurraba Marie mientras me comentaba.
Entonces por eso mi padre durmió aquí y por eso había llorado. ¿Qué habré dicho?, no recuerdo nada, lo último que recuerdo es que mi padre me estaba cortando la carne... así que realmente me... ¿Desmayé?, ¿Qué es desmayarse?, ¿Perder el conocimiento?... no sé.
Luego Marie despertó a mi padre. Le habló delicamente mientras le sacudía levemente de los hombros.
Mi padre despertó de a poco, lo primero que hizo fue verme. Y una sonrisa de alivio se reflejó en él.
- ¿Qué tiene Camille, Marie? -dijo mi padre notándose preocupado.
- Al parecer sólo pegará un pequeño resfriado, no hay nada de que preocuparse. Solamente que tenemos que tomar su temperatura constantemente. Para evitar que se le vuelva a subir a niveles tan altos como anoche -dijo tranquilamente Marie.
A mi padre no le convencía esa respuesta. Se le notaba en la cara.
- Yo me quedaré con ella, llama a un doctor -dijo mi padre serio.
- ¿Estás seguro que podrás? -dijo algo dudosa Marie.
- ¿Sólo debo controlar la temperatura cierto? -dijo algo confuso mi padre.
- Sí, si está muy caliente vuelve a mojar el pañuelo y déjaselo en la frente de nuevo.
- Entendido -dijo serio mi padre.
Era muy chistoso esto, mi padre parecía un niño al que enseñas algo y el simplemente asiente. Pero no me preocupo, estoy segura que mi podrá saber hacer esto, ¿Cierto?. Suena... fácil.
Y entonces Marie se retiró. Mi padre tomó de mi mano y me miró preocupado.
- ¿Te sientes bien?, ¿Te duele algo?, ¿Tienes calor?, ¿Frío?, ¿Tienes hambre?, ¿Quieres ir al baño?, ¿Necesitas algo? -aaalto papá, muchas preguntas me marean.
- N-nada, estoy bien -dije sonriendo.
Pero mi padre obviamente ignoró el "estoy bien" y siguió preocupado.
Constantemente me tocaba las mejillas y los brazos, y me preguntaba lo mismo una y otra vez. Creo que de verdad si está muy preocupado, demasiado y de sobra diría yo.
- Me siento inútil... no pude darme cuenta anoche de que estabas mal -sus ojos nuevamente se cristalizaron y amenazaban con dejar escapar sus lágrimas- y no puedo ni siquiera hacer nada por ti en éstos momentos -sus lágrimas empezaron a descender- no puedo protegerte de las enfermedades, soy un incompetente, dije que te protegería ayer y mira... estás tan débil y vulnerable en tu pequeña camita -el seguía llorando y sujetaba fuertemente mis manos sin dañarlas claro.
Nuevamente el estaba llorando. No me gusta verlo llorar.
Y entonces en medio de su llanto el susurró algo. Quizá el no quería que yo escuchase, pero claramente lo oí, el dijo "Por favor Dios, no me la quites, no te lleves a mi Camille, moriré lentamente si me la quitas". Papá de verdad está muy preocupado. ¿Acaso tener fiebre era tan malo así?. ¿Es peligroso tener fiebre?.
Mi padre se secó las lágrimas. Y Marie volvió.
- ¿Y el médico?, ¿¡Dónde está!? -dijo preocupado.
- Está en camino no te preocupes -dijo Marie- deberías ir a desayunar, yo me quedaré con... -y no pudo terminar porque fue interrumpida.
- No, no me apartaré de ella -dijo serio mi padre quien aún tomaba de mi mano.
Luego de un tiempo llegó el médico, me revisó y dijo que ya estaba mejor. Y dejó algunos jarabes y remedios que debían darme en caso de que mi fiebre volviera.
Mi padre se mostró un poco más aliviado.
Ese día fuí muy consentida por mi padre. Y casi me sofocaba de tanto que no se separaba de mí. Ni siquiera usaba su celular, ni atendía llamadas. Si Evan le avisaba algo. El decía que lo resuelvan los demás.
Nunca ví a mi padre por tanto tiempo en un día. De verdad no se separaba de mí. Al no ser cuando iba al baño. El esperaba afuera por mí. A decir verdad me sentiría incómoda si el entrara conmigo, je.
En la tarde vinieron a visitarme mis amigos, excepto Sasha, porque estaba en Brasil y no pudo venir. Fue una excepción, ya que ya me habían visitado ese mes.
Fue un día muy divertido. En mis 4 años de vida, era la primera vez que me enfermaba tan "grave" como dice mi padre.