Dulce: Sabes bien que No. Y tú?
Christopher: De hecho, no. Soy muy timido- bromeó, Ella rió- Tienes una risa muy sensual.-siseó él-
Dulce:¿Ah, sí? Y porque me preguntas eso del sexo
Christopher: porque lo podemos jugar Dulce, un buen rato
Dulce: estas loco, pero que quieres hacer
Christopher: solamente dejate llevar por mis palabras
Dulce: sigueme contando que mas harias Chris?
Christopher: Hmm, sí. Amo ese sonido musical que es envidia de los angeles cantores. Oh Pues no es lo único que amo de ti.- La declaración hizo que el calor que ella sentía se avivara-
Dulce: Estoy escuchando.
Christopher: Adoro de ti que eres una mujer con una meta en la vida. Que eres valiente, íntegra, y tiene un cuerpo estupendo.
Dulce: Siempre vuelves a lo físico, ¿no?
Christopher: Porque te deseo -respondió con voz ronca.-Quiero hacer un retrato tuyo. Dime qué tienes puesto ahora -dijo de improviso.-
Dulce: Me he quitado los pantalones del piyama sólo llevo la camiseta y las bragas -dejar en libertad ese lado juguetón de él, a ella le producía una pequeña emoción-
Christopher: Excitada?
Ella tragó saliva. Podría haberlo negado. Si no podía tocarla, con toda segundad no lo sabría. Salvo que la delataran el temblor de la voz y la rapidez o lentitud de su respiración.
Dulce:Sí -admitió.-
Christopher: ¿Tienes los pezones de punta? Si estuviera allí en el dormitorio , ¿los vería a través de la camiseta?
Bajó la mirada y vio las puntas gemelas perfiladas por la tela suave.
Christopher: ¿Dulce?
Dulce: Sí –susurró-
Christopher: Y sentirías placer si pasara la mano por esas extremidades duras.
Dulce: Sí.
Christopher: Pero no estoy allí, entonces tú tendrás que hacerlo en mi lugar.
Dulce:¡Chris!
Christopher: ¿Sientes vergüenza?
Dulce: Si,esto es raro. Nunca lo he hecho.
Christopher: Pero sientes... el ardor. Tócate tú. Hazlo como si fuera yo.como si estubiera alli contigo en la cama. Desnudo. Abrazando tu cuerpo contra el mío. Mi pene duro contra tu cintura.
Ella prorrumpió en un sonido estrangulado e hizo lo que él le había pedido.
Christopher: Oh, eso es hermoso –murmuró-
Dulce: ¿Me sentiste hacer eso?
Christopher: Sentí. Si. Sentí.- respondio agitado-
Dulce: Christopher...-suspiró-
Christopher: ¿Tienes las piernas juntas? ¿O separadas?
Dulce: Juntas -dijo en un susurro-
Christopher:Porque la presión te calienta más?.
Dulce: ¡Basta!-avergonzada
Christopher: Abre las piernas para mí.
Dulce: ¿Por qué?
Christopher: Para que pueda imaginarte de esa manera. Ábrete a mí, recibiéndome, lista para que yo entre con cuidado dentro de ti.
Dulce hizo lo que le pedía y encontró que le subía el calor al seguir sus indicaciones.
Dulce: Dios, eso es bueno.- murmuró ella con voz pastosa.-
Christopher: Ah, sí. Puedo imaginar ese salto de calor dentro de ti.-Respiraba con dificultad. Luego prosiguió.-Si estuviera contigo allí, pasaría mis manos por la parte interior de tus piernas, por los muslos arriba, y encontraría... -se interrumpió y ella supo que estaba sonriendo-. No existe una palabra adecuada para esa parte tuya, ¿no es cierto? Quiero decir una palabra bonita. -hizo una pausa- cuando te toco allí, siento que tiemblas por mí.-Ella pronunció un sonido estrangulado.-Me encantaría acariciarte mientras tiemblas. Hundir dentro el dedo, luego acariciarte hasta el clítoris. Precisamente en el centro de ese valle cálido, henchido.
Las palabras eran como una caricia en aquel lugar resbaladizo, doloroso, que le quitaba la respiración.
Christopher: ¿Estás mojada por mí?
Dulce:Sí.- logró pronunciar una sílaba-
Christopher: Tócate allí por mí. Yo no puedo hacerlo; estoy demasiado lejos.
Dulce: Eso es demasiado para mí.
Christopher: Pero estás tan caliente... Sientes tanta necesidad...
Dulce: Sí.
Christopher: Déjame tocarte. Soy yo tocándote, sólo que no puedo hacerlo personalmente. Tienes que ayudarme. Puedo sentir que la necesidad crece dentro de ti. Puedo sentir lo caliente y lo mojada que estás
Christopher: Dulce, me duele por ti.- dijo como si tuviera dificultad para respirar.-
A Dulce Le gustó la forma en que él lo dijo, asi ella pudo imaginar la excitación del cuerpo del hombre. Aquel pene duro, tensándose por delante de él.
Dulce: Lo sé. -Tragó saliva-. Si tú puedes pedirme que me toque, me das indicaciones entonces yo hare lo mismo .Quiero que te abras los boxers, si todavía no lo has hecho. Saca tu pene. Acaricialo con tu mano hacia arriba y hacia abajo.
Christopher: Oh, sí -contestó él.-
Ella cerró los ojos. se lo imaginaba acostado en su cama, la cabeza echada hacia atrás contra un cojín, la mano acariciando su pene rosado, hinchado. Lo estaba haciendo ahora. Dulce sentía cómo se elevaba su confianza en sí misma, cómo se intensificaba su propio placer. Aquello era increíble. Jamás serían suficientes los gemidos que escapaban de los labios de Chris, ni los sentimientos que evocaban en ella. El regocijo, la excitación. Aprendió a excitarlo cada vez más profundamente, llevándolo hasta el límite, pero sin dejarlo caer en el abismo. Sintió que el calor se desarrollaba en su propio cuerpo.
Christopher: ¿Te gustó decirme lo que tenía que hacer?¿Te calentó más?- agitado
Dulce: Sí –susurró-
Christopher: ahora me toca a mí. Quítate tú la camiseta por mí, como si fuera yo. Y las bragas.
Puesto que ahora no tenía alternativa, apoyó el celular y se sacó la ropa. Volvió a levantarlo para escuchar que le preguntaba.
Christopher: ¿Ya lo has hecho?- Quisó asegurarse de que no fuera su imaginación. De que no estaba fantaseando sobre sus bellos senos; la hermosa curva de su cadera; el tentador triángulo en la parte superior de las piernas.
Dulce: si- susurró- También te deseo desnudo...
Christopher: ok- regresó unos veloces minutos después, con preguntas más cargadas de erotismo.- Dime Dul... ¿qué querrías que hiciera con tus pechos? ¿Alzarlos entre mis manos? ¿Encerrar los pezones con mis dedos, apretarlos?
Dulce:Sí – exhaló-
Christopher: Hazlo por mí.
Ella hizo lo que él le pedía, gimiendo de placer, sabiendo que él sentía su respuesta tanto como ella sentía la de él. La respiración de Dulce se aceleró a media que la excitación crecía.
Christopher: Necesitas acabar, ¿es así?- Preguntó en un gemido-
Dulce:Tú también.-con la voz espeza y agitada-
Christopher: Dios, sí. Pero no puedo acabar salvo que tú lo hagas.- prosiguió- Acaricia con tu dedo tus dulces pliegues. Hunde tu dedo en la vagina. Juega con el borde donde eres tan sensible. ¿Estás usando un solo dedo? ¿O dos?¿Dos es mejor?
Dulce: Dos -jadeó.-
Siguió sus instrucciones, con la respiración que llegaba con pequeños jadeos a medida que sentía que el climax aumentaba para ambos.
Dulce sabía que él estaba acostado en la cama, desnudo, su pene tirante elevándose hacia el techo mientras se acariciaba rápidamente con la mano. Ella sabía que él no estaba fingiendo la escena. Y sabía que él también lo sabia.
Debía sentirse avergonzada. Aquello era demasiado personal, pero como los dos jugaban el mismo juego, podía hacerlo.
Dulce hizo lo que podría haber hecho sola en su cama, desarrollando su propio placer, hasta que los músculos internos se contrajeron y el climax se apoderó de su cuerpo. Dulce gritó y alcanzó el orgasmo. Arqueó la espalda. Abrió la boca jadeante. En su cabeza explotaron un millón de estrellas. Brillantes, cegadoras. Los espasmos continuaban uno tras otro, como si nunca fueran a terminar.
La siguió hasta el final, el semen chorreando del pene mientras se sacudía en su mano.
Christopher: Dulce - pronunció su nombre silenciosamente, ella respondió bañada por pequeñas olas de placer.
Dulce se desplomó contra la almohada. Instantes después un sonido le hizo abrir lo ojos.
Alguien golpeba suavemente la puerta de su habitacion
Alma: Dulce mi amor estas bien?
Mis amores disfruten del capítulo de hoy y tengan espectacular día espero sus comentarios los amo locos 😗😗😗😗