capítulo 30 La Llamada

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Dulce: Sabes bien que No. Y tú?

Christopher: De hecho, no. Soy muy timido- bromeó, Ella rió- Tienes una risa muy sensual.-siseó él-

Dulce:¿Ah, sí? Y porque me preguntas eso del sexo

Christopher: porque lo podemos jugar Dulce, un buen rato

Dulce: estas loco, pero que quieres hacer

Christopher: solamente dejate llevar por mis palabras

Dulce: sigueme contando que mas harias Chris?

Christopher: Hmm, sí. Amo ese sonido musical que es envidia de los angeles cantores. Oh Pues no es lo único que amo de ti.- La declaración hizo que el calor que ella sentía se avivara-

Dulce: Estoy escuchando.

Christopher: Adoro de ti que eres una mujer con una meta en la vida. Que eres valiente, íntegra, y tiene un cuerpo estupendo.

Dulce: Siempre vuelves a lo físico, ¿no?

Christopher: Porque te deseo -respondió con voz ronca.-Quiero hacer un retrato tuyo. Dime qué tienes puesto ahora -dijo de improviso.-

Dulce: Me he quitado los pantalones del piyama sólo llevo la camiseta y las bragas -dejar en libertad ese lado juguetón de él, a ella le producía una pequeña emoción-

Christopher: Excitada?

Ella tragó saliva. Podría haberlo negado. Si no podía tocarla, con toda segundad no lo sabría. Salvo que la delataran el temblor de la voz y la rapidez o lentitud de su respiración.

Dulce:Sí -admitió.-

Christopher: ¿Tienes los pezones de punta? Si estuviera allí en el dormitorio , ¿los vería a través de la camiseta?

Bajó la mirada y vio las puntas gemelas perfiladas por la tela suave.

Christopher: ¿Dulce?

Dulce: Sí –susurró-

Christopher: Y sentirías placer si pasara la mano por esas extremidades duras.

Dulce: Sí.

Christopher: Pero no estoy allí, entonces tú tendrás que hacerlo en mi lugar.

Dulce:¡Chris!

Christopher: ¿Sientes vergüenza?

Dulce: Si,esto es raro. Nunca lo he hecho.

Christopher: Pero sientes... el ardor. Tócate tú. Hazlo como si fuera yo.como si estubiera alli contigo en la cama. Desnudo. Abrazando tu cuerpo contra el mío. Mi pene duro contra tu cintura.

Ella prorrumpió en un sonido estrangulado e hizo lo que él le había pedido.

Christopher: Oh, eso es hermoso –murmuró-

Dulce: ¿Me sentiste hacer eso?

Christopher: Sentí. Si. Sentí.- respondio agitado-

Dulce: Christopher...-suspiró-

Christopher: ¿Tienes las piernas juntas? ¿O separadas?

Dulce: Juntas -dijo en un susurro-

Christopher:Porque la presión te calienta más?.

Dulce: ¡Basta!-avergonzada

Christopher: Abre las piernas para mí.

Dulce: ¿Por qué?

Christopher: Para que pueda imaginarte de esa manera. Ábrete a mí, recibiéndome, lista para que yo entre con cuidado dentro de ti.

Dulce hizo lo que le pedía y encontró que le subía el calor al seguir sus indicaciones.

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