Damien.
Llevar a las almas era un trabajo duro ahora que estaban muriendo sin que debieran por culpa del imbécil de Xavier, después de haber dejado a las almas me fui al edificio de siempre, aun me parecía ver su brazo ahí, sentí una punzada en mi pecho, como maldita sea la extrañaba. Quería sentir su olor, ver sus hoyuelos y su sonrisa , Dioses me arrepiento tanto de haberla avergonzado aquel día, de no ser así ella estuviera aun a mi lado. Me tiré en el suelo de la azotea y miré el cielo. No me explicaba ¿por qué ella? ni siquiera estaba envuelta en nada de lo que estaba sucediendo, no había sentido un dolor tan grande como lo que siento ahora, es lamentable que por culpa de mi estupidez no me haya dado cuenta antes de lo que sentía. Cerré los ojos y repetía en mi cabeza una y otra vez cuando estábamos los dos solos en este lugar.
Una lagrima cayó por mi mejilla, a esa perra maldita la iba a destrozar con mis manos, la iba a disfrutar torturando, peor que ella hizo con mi chica, se arrepentirá de haberla tocado, mi soñadora Vasariah, Dioses, maldita vida, te juro que te voy a vengar, por lo menos tengo que hacer eso.
Me levanté frustrado y me tiré del edificio sin abrir mis alas, quería sentir que iba a morir, pero mi cabeza sabía que nunca sería así, me tocará vivir sin ella, toda la maldita eternidad. Cuando estaba a punto de tocar el suelo, extendí mis alas y volé. Las personas no podían verme, no quería mas escandolos, suficiente con los de Xavier. El cielo estaba oscuro, no había casi personas en las calles ¿y quien lo estaría? después de que se está causando tanto caos, solo espero que puedan buscar un lugar alejado cuando la guerra empiece... Vasariah... no podia sacarla de mi cabeza, odiaba tanto haber esperado mucho para darme cuenta de mis sentimientos hacia ella, la hice llorar, la lastimé, la avergoncé y nunca le dije que me gustaba, que me encantaba, que creía que me estaba enamorando de ella, se fue sin saber nada de eso... me la quitaron sin siquiera haber peleado por defenderla, ni siquiera le permitieron defenderse. Desaparecí y aparecí en mi casa, maldita fuera esta casa, me parecía verla en la puerta sentada en el suelo esperando por mi... pero no era ella, era Vash . Se me oprimió el pecho, Vash corrió hacia mi y empezó a maullar en mi pierna, lo tomé en brazos y sobé su cabecita.
- Hola Vash - le dije mientras le daba mimos .
El maulló como si me contestara.
- ¿Cómo te saliste del cuarto? - le pregunté. Debería dejar de hablar con gatos, pero era mejor así, esto no me hacia sentir tan solo.
Pasé por el corredor, no había visto en estos días a ninguna mujer en esta casa, papá estaba bebiendo una copa de vino sentado en el sofá. Me acerqué con Vash en brazos, papá miró al gato y luego a mi.
- Hola - dije sentándome en frente de él. No se que me llevaba a hacer eso pero solo quería y después de perder a Vasariah no iba a perder el tiempo odiando sin sentido o alejando personas de mi.
- ¿Todo bien Damien ? - me preguntó papá preocupado.
Era tan extraño verlo preocupado... Vash se acurrucó entre mis brazos, segui sobando su suave pelaje.
- La extraño, mamá me decía que debía abrirme a otras personas, Vasariah me amaba, pero yo por andar con la cabeza en otra parte nunca le di la atención que se merecía ese tema. Estaba empezando a sentir cosas por ella, cosas intensas , ahora la veo en todas partes y la extraño - dije cansado mirando a Vash .
- ¿La amabas? - preguntó papá.
- Si, lo hacía, pero me di cuenta demasiado tarde - dije.
- Entiendo... Es lamentable lo que le sucedió, decirte que todo estará bien seria mentirte. Creo que esas cosas nunca se superan pero se aprende a vivir con ello, Vasariah era el ángel oscuro con mas luz, era una chica con ojos soñadores, ella se quedaba en el mundo de los humanos observando la naturaleza, creo que le gustaba mas ese lugar - dijo papá con una sonrisa - bueno no la culpo este lugar se ve sombrío, creo que deberíamos darle un poco mas de luz, de vida - dijo papá.
Levanté una ceja.
- ¿Y a ti que te sucede? - le pregunté preocupado por sus ideas.
- Creo que a tu madre le gustaría si estuviera lleno de vida - dijo de la nada.
Ah... mamá eh... ahora todo cobra sentido. Sonreí.
- Mamá eh... - dije.
- Si ¿crees que le guste? tambien podriamos montar un lugar para Vasariah, en honor a ella, como un campo verde y puro para que puedas ir y sentirte cerca de ella, lamento tanto haber esperado tanto para darles algo mejor a todos ustedes - dijo papá.
<<Puedes ir y sentirte cerca de ella>> me parecía bien...
- Me gusta la idea, creo que a mamá igual. ¿La vas a recuperar? - le pregunté curioso.
No es que me interesara tener a mis padres juntos, pues no sabia que era eso, pero si veía el amor que ambos se tenían y creo que deberían arreglar sus diferencias pese a lo que sucedió cada quien tenia sus razones para actuar de esa forma.
- Lo haré. Cueste lo que cueste, la recuperaré - dijo papá seguro.
Me levanté del sillon con Vash en mis manos.
- Estoy practicando en el mundo de los Dioses en la academia de Isis, estamos compartiendo conocimientos en cuanto a combate se trata - le dije .
- Esta bien, ten cuidado - dijo papá pensativo por lo que dije.
Asentí y me fui a mi recamara.
Le di de comer a Vash y me tiré en mi cama mirando hacia el techo. Esta vida seria una tortura sin ella.
Malenka.
No faltaba mucho para que Xavier diera sus pasos, estoy segura que no iba a esperar demasiado tiempo. Las dos espadas pequeñas estaban listas, respiré y cerré mis ojos. Luego los abrí y caminé hacia esa cabaña alejada, entré y tenia los ojos abiertos.
- Hola - le dije mientras tocaba su cabeza.
Ella me miró confundida.
- Tienes fiebre - dije.
- ¿Qué es todo esto? - preguntó con voz rasposa.
En que problema me había metido, negué con la cabeza.
- Bueno eso es una historia larga de contar, lo bueno es que ya despertaste, estaba preocupada por como sería tu reacción pero estas bien, ¿te duele algo? - le pregunté con cariño.
Ella empezó a moverse, viendo si algo le dolía, levantó un brazo y luego el otro, luego se quedó mirándolos y me observó.
- ¿Qué fue lo que sucedió? - me preguntó con desesperación .
- ¿Recuerdas algo? - le pregunté curiosa.
- Lo hago - dijo con una mirada penetrante.
- Bien, trata de mantener la calma y entender todo. Te necesito en esa pelea cariño - dije.
- Aun no me lo creo - susurró.
Saqué una inyección llena de la sustancia que los hacia sanar y la inserté en su brazo, ella miraba cada movimiento mio, cuando saqué la aguja de su cuerpo volví a tocar la frente de ella, la fiebre se había ido. Me tocará contarle lo sucedido y después de esto dormiré estoy cansada.
- Bien... lo que sucedió fue...- empecé a relatar.
Isis.
Todo esto no estaba bien, algo estaba pasando, caminé hacia la habitación de Malenka pero no estaba, así que entré, me senté en un sillón que ella tenia dentro y me dispuse a esperarla, miré su recamara digna de una reina, pero tan solitario. Así era ella, todo se lo guardaba, haciendo movimientos dignos de una mente maestra pero actuando sola, sé que algo pasaba pero no quería hablar, pasé mi mano por mi estomago.
- Hola cariño - le dije en voz baja al bebé que traía en mi estomago.
Una energía me invadió era fuerte, era mi pequeño bebé, Dioses te voy a cuidar tanto eres la muestra de amor entre Dan y yo, te prometo que no moriré tienes que vivir mi guerrero. Me quedé así por lo que parecieron horas, hasta que la puerta se abrió y entró una cansada Malenka.
Ella me miró confundida, pero aun así cerró la puerta y se tiró en su cama. Se le veía tan cansada.
- Isis - dijo ella cerrando los ojos.
Se veía tan vulnerable... me levanté y me senté a su lado. Ella giró su cabeza y miró mi estomago sonriendo.
- ¿Cómo está? - me preguntó.
- Bien, creciendo, fuerte - le dije con una sonrisa.
Ella se quedó mirando mi estómago con un brillo en sus ojos, como de esperanza.
- Dime que pasa Malenka - le dije calmada.
Ella se mordió su labio, como si se debatiera entre decirme o no. Luego suspiró.
- Isis, somos las únicas que podemos mantener todo bajo control, necesito que lo que te voy a contar lo guardes, tenemos dos mundos que cuidar, este y el de los humanos, sé que me he guardado tantas cosas pero todo siempre tiene una razón, conozco tu manera de pensar pero te pido que solo me dejes llevar las cosas a mi ritmo - dijo ella.
En realidad era así, ella había hecho muchas cosas graves pero todo era por nuestro bienestar, era una perra con una mente maestra, nos había puesto en riesgo siempre por algo mejor para nosotros. Ella quería hablar y yo tenia que respetar su posición.
Asentí.
- Esta bien - dije.
Ella cerró sus ojos.
- No es que quiera ser desconfiada pero siento que algo va a salir mal en la guerra con Xavier, ya sabes creé esas armas y estoy teniendo la esperanza que Damien, Caleb e Isabella puedan lograrlo, ellos tres son los que lo pueden lograr, porque nosotros vamos a estar distraídos cuidando de otras cosas Isis, tengo tanto peso encima, mi hogar, realmente no quiero que maten a mis guerreros, a los Dioses, maldita sea es mi hogar, los humanos pueden ser lo que quieran, pueden haber hecho la mierda que hayan hecho pero siguen siendo humanos, y están tan débiles ante nosotros es injusto que solo estén muriendo, tengo que cuidar su mundo también Isis y se que tu también lo harás. Así que bueno, eso me llevó a que Caleb fuera convertido por la muerte, a que la muerte fuera convertido por los ángeles y por mi, y que Isabella fuera convertida por la muerte y nuestro mundo. Sé que los puse en riesgo, pero conocía los ideales y almas de ellos, sabia que se iban a salvar, se enojaron tanto conmigo, sabia que lo merecía pero en realidad todo fue por un bien - dijo ella aun con sus ojos cerrados.
Su melena rubia estaba en la cama haciéndola lucir como una hada que flota en el agua, empecé a sobar su cabello, nunca había estado en esta posición con ella pero la entendía. Recuerdo que en cada uno de sus movimientos llegamos nosotros a discutir, pelear con ella, ella solo se mantenía en su posición, se aguantó una que otra cachetada, arrugué mi nariz, ya me imagino lo que pasaba por la cabeza de ella. Todo por mantener el control en los dos mundos.
- He estado observando a Xavier, no sé donde se esconde pero he estudiado sus movimientos, la hija de él es una impulsiva, es normal lo que hizo con Vasariah, seguramente Xavier no sabia nada de ello, no creo que fuera tan estúpido de crear una ira irreparable en Damien, yo vi todo... vi cuando Cristina y sus secuaces tomaron a Vasariah - dijo ella.
- ¿Y no hiciste nada? ¿por qué? - le pregunté sin creerlo.
- La tenían - dijo ella.
Traté de tranquilizarme y escucharla pero me molestaba que teniendo la oportunidad hacer algo solo se hubiera quedado de brazos cruzados.
- Pudiste habernos avisado, iríamos por ella - dije.
- Lo sé, pero eso era un riesgo que no iba a correr, los necesitaba a todos a salvo - dijo ella - No sabía que hacer, en cierta parte necesitaba esa ira y dolor de Damien, eso lo hacia un arma mortal y él iría por Xavier de una vez porque le había quitado a su amor, entonces era una vida por salvar todo esto - dijo.
- No puedo creer lo que estás diciendo - le dije sin poder creer que de esa manera tuviera que funcionar las cosas.
- Se que piensas diferente a mi, pero de esta manera he podido mantener el orden en ambos mundos, por esa clases de cosas que tanto odias es que están todos vivos, es que mi mundo se mantiene puro, es que los humanos pueden seguir su curso normal, una vida , una vida por miles, una vida, un dolor intenso por derrotar a Xavier, creo que si tuvieras el peso que cargo entenderías mi punto- dijo ella.
Pasé mis manos por mi cara , estaba frustrada pero maldita sea la entendía.
- El punto fue que esta vez, he creado lazos de cariño por todos ustedes y no me quedé de brazos cruzados, sé que me metí en tremendo problema pero solo algo me llevó a no quedarme solo viendo. Vaya problema eso del amor, así que bueno... - dijo ella abriendo sus ojos y mirándome con una sonrisa.
Mi sonrisa se hizo grande. Ella se levantó y se sentó a mi lado.
- Necesito que me ayudes a controlar a esos seres llenos de ira, por ahora no podré revelar nada a ellos, necesito a Damien así, además él está sintiendo y creo que eso puede ser bueno para su futuro, tienes que mantener todo en prudencia, aun no está lista, estoy moviendo hilos Isis, creando armas y preparándome para todo - dijo.
Le di un abrazo a Malenka, creo que era el primero que le daba desde que nos conocimos.
- Todo va estar bien, gracias de verdad. Ahora muestramelo , quiero ver en que puedo ayudar - dije firme.
Xavier.
Era simplemente magnifico , ver todo ese ejercito, definitivamente esta vez lo voy a conseguir.