Renacer

By YotssannyOjeda

403K 40.4K 6.8K

¿Creés en las almas gemelas?, Para Bastian y Alexandra es difícil no creer cuando han vivido con su alma geme... More

Advertencia
Sinopsis
Prefacio
Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VI
Capítulo VII
Capítulo VIII
Capítulo IX
Capítulo X
Capítulo XI
Capítulo XII
Capítulo XIII
Capítulo XIV
Capítulo XV
Capítulo XVI
Capítulo XVII
Capítulo XVIII
Capítulo XIX
Capítulo XX
Capítulo XXI
Capítulo XXII
Capítulo XXIII
Capítulo XXIV
Capítulo XXV
Capítulo XXVI
Capítulo XXVII
Capítulo XXVIII
Capítulo XXIX
Capítulo XXX
Capítulo XXXI
Capítulo XXXII
Capítulo XXXIV
Epílogo
Agradecimientos
Nuevo proyecto
Comunicado especial

Capítulo XXXIII

6.5K 822 115
By YotssannyOjeda

Capítulo XXXIII
Verdad

Bastián

Han sido dos semanas pesadas, no sé cómo llegamos a esta situación y obviamente cuando acepté esa campaña lo que menos se me pasó por la mente fue este lío.

Pero después de todo fui yo el que nos metió en esta situación, ahora Liz y Samantha están en peligro y yo no puedo hacer más que ver y esperar, maldición, odio esperar.

Sinceramente no imaginé que una simple campaña pudiese comprometer nuestras vidas, pero lo ha hecho y ahora no sé qué hacer, cómo mejorar esta situación.

Siento que los tres en este momento somos prisioneros inocentes de cualquier  crimen, pero al fin y al cabo estamos encerrados pagando algo que no hicimos. Estamos en este maldito lugar, que aunque es hermoso, nos mantiene en cautiverio.

Nunca he sufrido de claustrofobia, pero he estado tanto tiempo dentro de esas cuatro paredes que incluso hay días dónde siento que me falta el aire, pero debo ser un pilar, somos tres en este lío pero quiero ser su apoyo.

Recuerdo claramente cuando una vez Alexandra me dijo que odiaba los lugares tan silenciosos que le causaban estrés, en aquel momento me pareció una locura, pero ahora la entiendo, porque extraño el ruido de la ciudad, y jodidamente extraño abrazar a mi hija.

Ese es otro punto que me tiene al borde de la locura, no sé nada de ella o de mis padres, según las personas que nos custodian están en perfectas condiciones y comunicarnos con ellos solo harán que los coloquemos en peligro, lo entiendo, pero eso no quita que quiera abrazarla o aunque sea escuchar su voz.

Odio está situación, Sam tiene muchos problemas, su madre aún no está completamente recuperada y se que eso la tiene mal, que ella también quiere saber de su madre, maldito el día que acepte este trabajo.

Lo único bueno que se puede rescatar de esta situación es que he pasado más tiempo con Samantha, y he podido conocerla mejor, hablar largas horas. Esta chica no me decepciona, cada minuto que paso a su lado me gusta más, pero aunque me encanta pasar tiempo con ella, la jodida situación en la que estamos no me deja disfrutarlo completamente.

Desde que empezó todo esto he tenido un mal presentimiento, de verdad espero que nada salga mal ya que la vida me ha jodido suficiente.

¿Y si salimos mal librados de todo esto?

Desde que llegamos nos hemos esforzado en el trabajo que teníamos acumulado —cosa que es una pérdida de tiempo, porque ni siquiera podemos mandarle esto a las personas en la empresa —eso nos distrae, pero poco a poco el trabajo va acabándose y como no podemos entrar a nuestro correo, pronto nos estaremos sin nada que hacer, muriendo del aburrimiento.

Miro el papel frente a mi y lo leo por segunda vez y terminó firmando, maldita sea es el último contrato que me queda para revisar.

Quedarnos sin que hacer equivale a dejarnos más tiempo para pensar libremente, para encerrarnos en esas imágenes horribles que no dejan de aparecer en mi mente de todo lo que podría pasar sí esa gente llegará a encontrarnos.

Veo a Liz frente a mi y también tiene una mueca en el rostro, sabe que va a pasar, sabe perfectamente que tras firmar este papel ya no queda nada.

—Y ya no tenemos nada que hacer —susurra mi amiga, causando que suspiré, ¿Qué carajo vamos a hacer ahora? Vamos a morir de aburrimiento, claro, si no vienen los malos y nos matan primero.

—Esto es una mierda, no debí aceptar esa campaña —me digo nuevamente, pero esta vez en voz alta.

Paso mi mano por mi cabello despeinandolo con desesperación, se siente horrible no poder hacer nada para mejorar todo esto.

—Bastián —me llama Liz para que le vea a los ojos, cuando lo hago me dice. —Que yo recuerde no tienes dotes de adivino, nadie podía adivinar que esto terminaría así, no te angusties más en algo que no tienes el control total. —Sé que Liz tiene razón, pero aún así me siento culpable por no estudiar más la campaña antes de aceptar, nunca pensé que terminaría así, pero de alguna manera debía predecirlo, ahora estamos en este lío del cuál no sé cómo salir.

—Sé que tienes razón, pero eso no quita que me sienta responsable. —Le veo negar y suspirar, Liz me conoce muy bien, tenemos años de amistad y es consciente de mi problema con el sentimiento de culpa.

—No te agobies con esto, tú no tienes nada de lo cuál culparte. —De verdad deseo que mi mente lo entienda, pero parece que será más difícil aceptar el hecho de que no es mi culpa, porque por alguna razón sigo pensando que debí ver las señales. —Iré a mi habitación, no hay más que hacer y me vendría bien recuperar horas de sueño.

La veo levantarse y salir del lugar que usó como oficina temporal, suspiro tratando de encontrar una manera de arrancar este sentimiento de culpa de mi pecho, debo hacerle caso a Liz lo sé, pero ¿Cómo se hace eso?

Llevo años combatiendo con esto, tengo años tratando de hacerme entender a mi mismo que no soy culpable de nada, que simplemente era algo que debía pasar, una prueba más de la vida que he tardado mucho en superar.

Y al pasar los años le he sumado más culpas a la lista, siempre he sentido que lo malo que pasa a mi alrededor tiene que ver conmigo y sé que no está bien, lo entiendo, me ha llevado años hacerlo, pero aún no lo asimiló. Sé que hay cosas que no puedo controlar y no es mi culpa, pero mi mente se empeña en decir otra cosa.

Odio pensar en exceso, suena extraño pero es la realidad, cuando lo hago termino con la mente revuelta y sintiéndome una mierda, así me encuentro ahora.

Maldita sea.

El dolor de cabeza es un poco intenso, eso se debe a qué tengo aproximadamente media tarde pensando en qué carajos tenía que haber hecho diferente, pero aún no llegó a la respuesta.

Masajeo mis sienes tratando de calmar el dolor y decido que un trago podía ayudar, no sé que me hace llegar a esa resolución, pero no me lo cuestionó, simplemente me levanto y voy a la sala de aquella casa, dónde se encuentra un mini bar, me sirvo un vaso de whisky y me siento frente a la chimenea.

Admito que este es mi lugar favorito de la casa, ver a la madera consumirse es relajante, por un segundo me pierdo en ello, hasta que un pequeño cuaderno en la mesa a mi costado llama mi atención.

Lo veo sobre la mesa y creo que antes se lo ví a alguna de las dos, pero no recuerdo a cual, si a Liz o Sam. Y aunque sé que está mal, decido abrirlo para descubrir cuál es la dueña.

Por alguna razón que no entiendo mi corazón empieza a latir rápidamente, como si estuviera a punto de hacer algo malo, o algo así. Empiezo a leer la primera página y al instante se que esto marcará mi vida.

Reconozco en seguida la letra de Samantha, y lo siguiente que me doy cuenta es que es como una especie de diario, pero lo más extraño fue leer el primer párrafo, reconozco lo que está narrando, malditamente reconozco todo lo que dice ahí.

Siento mis manos temblar y a la vez mi cuerpo colocarse de piedra, ¿Cómo es posible? ¿Cómo sabe…? Esto solo lo he vivido con Alex.

Algo en mi mente dice que no siga leyendo, pero no puedo parar, leerlo es como escarbar en mis recuerdos, pero desde otra perspectiva. ¿Cómo sabe Samantha estas cosas? Hay anécdotas que solo sabíamos mi esposa y yo.

Mis manos tiemblan muchísimo, mi mente trata de buscarle lógica, pero nada de lo que viene parece ser creíble. ¡Esto debe ser una maldita broma de mal gusto!.

Pero si no es así, me estoy asustando.

No es posible, simplemente está mierda no es posible. Mi corazón parece querer salir de mi pecho, mi respiración es un desastre, no puedo entrar en un ataque de pánico, no es momento.

A lo lejos escucho el sonido de unos pasos que corren hacia donde estoy, saber que se acerca me hace tensar, no sé si quiero verla en este momento, no se que carajos está pasando. Definitivamente esto no ayuda a la situación que estamos viviendo.

Necesito una explicación lógica y racional. Pero no sé si ella podrá darme la. ¿Es que acaso hay una?

—Bastián —la escucho susurrar, la habitación está en tal silencio que le oí perfectamente ¿cómo debería actuar? Solo quiero salir corriendo de este lugar.

Muy lentamente me levanto y me volteo, está ahí parada frente a mí, su rostro más pálido de lo normal con una expresión de angustia que me confirma que lo que está ahí escrito es sobre mí, un gran nudo se acumula en mi garganta impidiéndome hablar por un segundo.

—Bastián yo... —empieza, pero ella misma se interrumpe y por su expresión no sabe cómo seguir, ¿Qué clase de explicación me puede dar? ¡Esto es una maldita locura!

—Yo solo quería ver de quién era —digo mirándola sin entender aún que esto es real —pero ¿Qué carajo es esto? —Mi voz es la más calmada qué puedo tener, ni yo sé cómo estoy logrando controlarme, porque dentro de mí parece un huracán querido salir para devastar todo a su paso.

—Yo... —La veo menear la cabeza negando y suspirando —No sé cómo contarlo sin parecer una loca.

—¡Yo necesito una puta explicación para no volverme loco! —Y así se fue todo mi autocontrol, le veo sobresaltarse por mi grito y trató de calmarme, no puede perder la cabeza. —¿Cómo carajos sabes estas cosas?  nadie más lo sabe, joder, es que ni siquiera habías nacido cuando muchas de estas cosas sucedieron.

—Sé que es mucho para ti en esté momento... —Empieza a decir y me es inevitable no reír con sarcasmo.

—¿Mucho? Literalmente estoy a nada de volverme loco Samantha, necesito que hables ya, porque en este momento estoy pensando que eres una loca acosadora que de alguna manera consiguió esta información, y sinceramente no entiendo para qué la usarías —digo tratando de sonar racional y no como un maniático, creo que estoy reaccionando muy bien, cualquiera en mi lugar estuviese mucho peor.

—Sientate, te contaré todo —dice haciendo una seña al mueble atrás de mí y aunque quisiera decirle que solo empiece de una vez simplemente le hago caso, joder, es que incluso mis piernas tiemblan.

—Solo empieza de una vez. —Ante la rudeza de mi voz ella tiembla un poco, pero asiente mientras también se sienta, y puedo ver sus manos temblar se que para los dos es difícil la situación.

—Cuando tenía diez años tuve un accidente, según mi mamá estaba jugando con una pelota y está se me escapó y la seguí, el punto es que un carro me atropelló. —No sé porqué me está diciendo esto y que tiene que ver con lo que quiero saber. —El punto es que no recuerdo nada de mi vida antes de eso, cuando desperté era como una persona nueva, y aunque no estoy segura creo que eso tiene que ver con mis sueños.

—¿Sueños? —Me atrevo a preguntar y ella solo asiente, se nota su nerviosismo, las pecas de sus mejillas sobresalen en su piel pálida.

—Desde esa edad tengo sueños extraños contigo, y por alguna razón puedo recordar perfectamente cada uno. —Escucharla me hace creer que todo es una locura, no es lógico simplemente no es posible, parece una jodida película.

—Es imposible —susurro confundido porque algo muy dentro de mi me dice que lo que me cuenta es real, pero mi parte racional me dice que es una completa locura.

—Parece así ¿verdad? —Le veo sonreír con tristeza y simplemente no sé qué creer. —Por un momento creí que eras parte de mi imaginación, mi madre creía que tenía un amigo imaginario, pero en sueños. Supe que eras real cuando tenía como once o doce años, no recuerdo bien, pero ese día fui con mamá a visitar a la tumba de mi padre, tú estabas ahí, pero visitando a tu esposa.

》Me acerqué y cuando leí el nombre de aquella lápida entendí que todo era real, Alexandra, solías llamarme Alex en mis sueños. —Cierro los ojos por un segundo deseando que todo sea un mal sueño, una simple locura ¿Me está queriendo decir que ella es Alex?

Tengo años tratando de superar a Alexandra y ahora viene la primera mujer en la que me interesó después de tanto tiempo a decirme que es mi esposa, o algo así.

—¿Pretendes que te crea esto? —Le veo sonreír nuevamente con tristeza negando con resignación.

—En realidad no, sé cómo se oye, es una jodida locura, pero ¿Le puedes conseguir otra explicación? Cada cosa que sueño la escribo ahí, es como una manera de hacerlo real. —Juega con sus manos de forma nerviosa. —Tu mismo lo dijiste, en muchas de las cosas que escribí ni había nacido, ¿Como iba a conseguir esa información?

—No puedo…

—Lo sé, me llevó años aceptar lo que me estaba pasando, no fue fácil, creí estar loca. —Me mira a los ojos y me sonríe con amor. —Te amo Bastián, y aunque no me creas te seguiré amando.

Sus palabras me golpean con fuerza, porque en este momento no sé qué siento por ella, más que miedo. 

—No sé si pueda creerte. —Es la verdad, es difícil creer todo esto.

—Aquella noche cuando saliste con Alexandra en plena tormenta, tu teléfono sonó, empezaron a discutir, se perfectamente las últimas palabras que le dijiste —Susurra y la miro en pánico.

—No puedes saberlo…

—Pero lo hago. —Me vuelve a interrumpir— "Tu que carajos vas a saber Alex, si lo único que tienes que hacer es limpiar la maldita casa". —Escucharla me golpea fuertemente, nadie sabe eso, nunca fui capaz de contarle mi idiotez a nadie, ni a mí psicólogo.

—¿Cómo mierda...? —Mis manos tiemblan, esto no es posible, es una pesadilla definitivamente.

—No sé, si realmente soy Alexandra o solo tengo alguna especie de súper poder que me permitió ver su vida —dice con voz temblorosa —Pero desde que he tenido esos sueños siempre he sabido, que debía estar a tu lado, por esos sueño te busque y conocerte en persona es mucho mejor que solo tenerte en sueños. —Trato de mantenerme cuerdo porque sé que en algún momento despertaré de esta locura, no puede ser real. —Yo también necesitaba respuestas, por ello te busqué, pero me enamore.

—Yo no... Esto es... Yo.... —¿Qué se supone debo decir? Estoy en blanco.

No parece que me esté mintiendo, aunque lo que me dice tiene cierta lógica, es imposible o eso se empeña en creer mi cerebro ¿cómo puede ser algo así verdad?

—Entiendo que no me quisieras cerca de ti, se que parezco una loca con lo que digo, pero puedo jurarte que es verdad  —Sus ojos están nublados de lágrimas que quieren recorrer sus mejillas y la simple visión de ella así me hace querer correr y abrazarla, pero mi parte lógica me detiene, no sé cómo actuar después de lo que me acaba de decir.

—Creo... Creo que necesitó tiempo, ¡Esto es una locura! —Sin más me levantó, necesito estar solo, necesito pensar, mientras me alejo le escuchó decir.

—Toma el tiempo que quieras Bastián, siempre estaré esperando por ti. —Y por alguna razón esas palabras me pesaron aún más mientras deseaba esconderme en mi habitación.

No sé cómo creer en esto, es imposible que sea verdad.

Pero el te amo de Samantha me pesa en el corazón en este momento.

Miel, Venezuela. 30/01/18
Editado: 17/10/21

¡Este es el penúltimo capítulo!
¿Pueden creerlo?
¿Que les pareció la reacción de Bastián?
¿Emocionados?

Por cierto chicos en mis redes suelo dar spoiler pequeños o decir cosas de las historias en curso, sobretodo en IG y Twitter que es @yotssanny95, si desean se pasan por ahí.

Tenemos grupo de WhatsApp y telegram si quieren pertenecer mandenme un mensajito.

Nos vemos prontito

Continue Reading

You'll Also Like

47.6K 3.5K 33
Aurora Ferretti es la segunda hija del hombre más poderoso de toda Italia. Cuándo la joven es atacada después de que saliera con su hermano, el jefe...
291K 40.1K 44
*Fueron los libros los que me hacían sentir que quizá no estaba completamente sola, y tú me enseñaste que el amor solo es una debilidad.* Isis descub...
2K 139 27
-Hola a todo, soy Wendy Torres, ha pasado un año desde que mis amigos y yo descubrimos que somos Sailor Scouts que luchan por el amor y la justicia y...
3.2K 118 5
Aquí los humanos han perdido conexión con los digimon ya que algunos humanos intentaron usar a los digimon como armas y por esa razón los dioses del...