Querido HyunJin.
El día de ayer me dirigiste la mirada mientras me dirigía a mi salón, fue por tan sólo unos segundos, aunque para mí fue una eternidad, una eternidad en la cual las mariposas en mi estómago parecían hacer una fiesta y mi corazón se agitaba al ritmo de ella. Luego de aquello podría jurar que las personas me confundirían con un tómate de verdad... claro, si al menos me notasen.
-YJI
HyunJin recogió delicadamente el rosado sobre que había caído al suelo en cuanto abrió su casillero y, con curiosidad, lo abrió descubriendo un blanco papel dentro de él.
¿Qué hacía aquel sobre en su casillero?.
Cuando por fin se atrevió a ver el contenido de la carta, pudo observar a simple vista, que el contenido estaba escrito en una perfecta ortografía, junto a una pequeña luna y estrella dibujada en la esquina inferior derecha de ésta, con una pequeña firma colocada al final del todo.
Leyó tranquilamente cada una de las palabras escritas en tinta negra, frunciendo su ceño mientras ojos se movían al compás de su lectura.
—¿Esto es algún tipo de broma? —dijo en un susurro mientras volvía a leer el papel en busca de algo que le confirmara que era una broma, una de muy mal gusto.
—¡HyunJin, apresúrate o nos quedaremos sin almuerzo! —se escuchó una voz gritar sacando así, al recién llamado de su pequeño análisis del objeto que se hallaba entre sus largos dedos.
—¡Voy enseguida! —dijo para posteriormente guardar la carta en el bolsillo de su chaqueta y tomar rápidamente el libro que necesitaría para su próxima clase.
—¿Por qué te demoraste tanto? —interrogó su amigo cuando llegó a su lado.
—Luego les cuento, MinHo —dijo para luego encaminarse juntos a la cafetería.