"De repente tengo dudas sobre ti en mi corazón, me pongo de pie y empiezo a deambular, buscándote.No quiero decir adiós.
No quiero decir adiós...
....adiós."
LOSE- FTISLAND
Capítulo Final
El plan era uno maldito.
Aquellos que no son fáciles, pero ¿Cuándo tuvieron la oportunidad de hacer las cosas simples? Un miembro de Hide&Seek lo sabía, lo cumplía y daba la vida por ello. Se entregaba el corazón y cada quien dependía de sus propias habilidades.
Cargaron armas, todos detrás de un punto ciego, esperando la orden. Mientras el equipo MAZE y SeokMin se dedicaban a rescatar a los niños, el equipo CARAT, el Duo Mortem y el equipo LOTTO tratarían de llegar al núcleo de aquella mafia desde distintos puntos. La idea principal era que, quien fuera quien llegase primero, debían conseguir el tiempo suficiente para que el cargamento llegara a salvo a la frontera.
Aun así, no estarían solos.
La mafia china había aceptado escoltar al equipo MAZE hasta la frontera, mientras que 0318 y lo demás atraerían a los guardias del perímetro de la ciudad hasta el punto central. Cuando lograran acabar con la mayoría podrían huir del desastre hasta el mismo punto de encuentro, lejos de aquella ciudad, lejos de todo. Vernon recordaba aun las palabras de sus compañeros, vio a sus costados y solo observaba espaldas repletas de responsabilidad. Cada miembro de SEVENTEEN sostenía su propia carga, sus propios miedos y, como habían conversado en diferentes noches, muchos comenzaban a soñar con unas vacaciones. El mundo podía esperar un poco, ellos no tenían que limpiar la mierda más pesada, estaban seguros que existían más agentes que pudiesen realizar su trabajo ¿o no?
El camión de policía robado, conducido por MinGyu, se desplazó como un gato lejos de la sospecha de la gente. Dos controles en los que tuvieron que colocarse las máscaras para evitar ser reconocidos además de decir que estaban listos para posibles ataques. Aquello era tan malditamente sospechoso como la desconfianza que crecía en su pecho. Vernon creía que eran idiotas, o solo los dejaron pasar a algo mucho peor. Sus pensamientos fueron nuevamente interrumpidos cuando la mano suave de SeungKwan se posó en su muñeca izquierda, enseguida conectó miradas y vio aquellos ojos brillantes detrás de la máscara policiaca. Sin dudar demasiado, su mano libre atrapó la mano contraria presionándola.
—Esta es nuestra parada.
Odiaba cuando en la dulce voz de 0116 se mezclaba el afecto que sostenían y el miedo de perderse el uno al otro, era una ridiculez pensarlo y era otra no sentirlo. SeungKwan temía que aquella vez fuese la última a pesar de que su boca lanzara aquellas porquerías positivas de no rendirse y no morir, pero Vernon tenía tantas cicatrices como para probarlo que casi era un sujeto con más de nueve vidas. Las puertas se abrieron, ambos se levantaron para verse por última vez hasta que se reencontraran en la frontera. SeungKwan sintió el fuerte agarre en sus manos y notó que en los ojos del americano le hablaban desesperados. No hacía falta decirlo delante de todos, porque el agente LOTTO desconfiaba de alguien y, pedía a gritos que se cuidara.
—Nos vemos en Shenzhen. Cuidaré que esos tipos malos no vayan por ti y te vuelvan uno de ellos. —se atrevió a bromear mientras bajaba del carro con JiHoon.
Vernon lo vio irse hasta que las puertas se cerraron y por primera vez, no dijo palabra alguna.
[♥♦♣♠}
Varios hombres se paseaban frente a las puertas de aquel depósito de carga abandonado. Tenían armamento pesado, municiones de guerra y uniformes de policía, esperaban pacientes el ataque del que su jefe les había informado. Esperaban algo fenomenal, algo de otro mundo, miles de enemigos enojados que se les abalanzarían como fieras en cualquier película de cine. Los tipos a los cuales se enfrentaban habían hecho mucho daño en los últimos días, eran los asesinos del hermano de su líder, eran quienes se habían infiltrado hasta en lo más recóndito de los grupos rebeldes que se les oponían. Esperaban tipos profesionales, no aquello que se les presentó esa tarde. Un tipo de rubios cabellos, llegó caminando por el camino principal como si fuese un turista.
—Así que en este feo y maloliente lugar tengo que colocar mi legendario trasero. —sonrió como si aquello fuese un chiste, sus ojos convirtiéndose en finas líneas atrapadas arriba de unos adorables pómulos. —¿Qué? ¿Controlan la ciudad entera y eligen este lugar para recibirme?
Los guardias avisaron a los demás por radio mientras levantaban sus armas y le decían a ese idiota que retrocediera o dispararían.
—Oigan, tranquilos. Solo vengo a facilitarles el trabajo. —ni siquiera dio un paso atrás solo hizo un movimiento de manos. —Déjenme presentarme, soy Hoshi, agente Diamond y vengo a matarlos sin piedad alguna, pero tranquilos podemos llegar a un arreglo. Ustedes fingen que no me han visto a mí o a mi equipo y yo les perdono la vida ¿Qué dicen?
La tensión creció. Ambos guardias se miraron de reojo porque ese tipo estaba malditamente loco ¿Quién en su sano juicio entraría por la puerta del frente? ¿A qué se refería con equipo si en realidad allí no había nadie? En poco tiempo serían cuatro o seis contra uno y de ese tipo, solo quedaría un cuerpo lleno de agujeros que luego tendrían que tirar al mar.
—¿No? ¿No quieren hacer un trato? —lentamente y mientras seguía diciendo idioteces, sus manos iban escondiéndose detrás de su espalda. — Yo pensaba en dejarles el veinte por ciento de sus extremidades, pero ya que no quieren cooperar y seguro vienen en camino sus compañeros para acabar conmigo les voy a decir que...
Aquellos guardias no supieron que tan rápido se movió el agente que estaba delante porque la vida los abandonaba gracias a dos balas directas en el corazón. Hoshi estaba de píe con dos armas de fuego en sus manos que no acostumbraba a usar al menos que la situación lo requería. Jun llegó en segundos, su espada goteaba sangre fresca.
—¿Tenías que ser tan bullicioso? Sólo tenías que dispararles desde una buena distancia. —Hoshi guardó las pistolas en los compartimientos que tenía en cada pierna y sacó los sais que amaba usar, mientras que Jun lo reprendía como siempre.
—¿No le viste las caras? Este rostro deja a todos muertos por su belleza. —se atrevió a bromear a la vez que comenzaban a caminar hacia las puertas que The8 y Chan ya abrían desde el interior.
—No fue precisamente tu cara, fueron dos balas.
—Estas celoso, eso pasa. Si vamos a morir en esta ciudad del infierno, prefiero ir con mi orgullo intacto.
No hizo más que pasar la puerta que sacó uno de sus cuchillos livianos y lo lanzó contra un guardia que asomaba de la espalda de Chan. Jun se adelantó un poco más y mató rápidamente a quien aparecía en la misma dirección.
—Ya, trae tu trasero aquí y estaciona ese camión en la entrada. No tenemos todo el día. —The8 sonrió por la forma en la que su líder ordenaba a 0218 como si fuese nada y a la vez discutían con Jun por su elevado ego. Luego se les unió junto a Chan para bajar a los subsuelos de ese lugar y enfrentarse al nido de serpientes que los esperaba.
SeokMin bajó del tráiler de carga que pertenecía a la mafia china y arregló su traje mientras los disparos resonaban, los gritos eran ecos de dolor que llegaban desde el fondo de la tierra y quienes los custodiaban, mataban a sangre fría a quienes salían a defender el fuerte. Lentamente contó los cuerpos que allí habían. Eran muy pocos. Menos de lo que esperaba y maldijo por lo bajo ¿A quién se le ocurría dejar tan desprotegido el aguantadero? Suspiró decepcionado, uno de los cuerpos tenía algo brillante entre sus manos y sabía perfectamente lo que era, caminó entre los charcos de sangre para tomar el prendedor que tenía ese cadáver hasta que una explosión cercana a la base, obligó a cubrirse. El suelo retumbó y los disparos llegaron desde otro lugar, era una emboscada y los hombres que estaban de su lado comenzaron a defenderse. 0218 sacó sus armas y también ayudó, dando por muerto a quienes entraban como ratas por los huecos oxidados de las paredes.
—¡Están llegando más! Hoshi, SeokMin necesita ayuda. —Laars habló por la radio, ya que él tenía la mejor visión de lo que pasaba allí por lo monitores.
—¡Vamos en camino! —había gritado el líder de MAZE mientras rompía el ultimo candado y le daba paso libre a todos esos niños que corrían detrás de Chan. Esperó a que la última estampida pasara frente a él para tomar a Jun del brazo y hablarle bajo. —Ve con SeokMin en el camión. Asegúrate que Chan esté en el auto negro, ayudaré a MingHao a bloquear el camino aquí.
—¡No! El plan era que nos aseguraríamos hasta estar en China.
—Jun, ya no existe tal plan si alguien sospecha de nosotros. Esas explosiones de allá arriba significa algo. —la sonrisa que Hoshi le mostró al chino era leve y un poco nostálgica. —Asegúrate de que lleguen a salvo a la frontera, nos veremos allí. Cuida de Chan, es el único que no sabe de todo esto.
—Pero.
—¡Vamos vete!
Jun no dijo más solo sintió el apretón en el hombro que su líder le dio como muestra de afecto de todos esos años. Entonces, corrió detrás de los niños y cumplió las ordenes que Hoshi le dejó, Chan era empujado al auto negro bajo miles de preguntas que no fueron contestadas, MingHao cerró la compuerta del tráiler y el mayor de los chinos, observó desde la escalera hacia atrás a sus compañeros que allí quedaban. El fuego hacía rechinar el metal que rodeaba la estructura, otros hombres se habían quedado a ayudarlos, pero pudieron hacer el tiempo para que la caravana se alejara lo suficiente. Hoshi se acercó a The8 y le dio un beso rápido a pesar del momento en el que estaban.
—Recuerda que me tendrás que dar un beso por cada tipo que mate.
—Recuerda, que aún me debes los míos.
[♥♦♣♠]
—MAZE logró el objetivo, Hoshi acaba de decirnos que van en camino a la frontera. —JeongHan tomó el AK47 que tenía uno de los cadáveres y disparó a los policías que se atrevieron a salir entre la calle frente a él.
Joshua sacó el auricular de su oreja y lo lanzó a un costado porque estaba dañado. Había golpeado el receptor en su espalda con la fuente de la plaza y aquello fue suficiente para estar fuera de toda comunicación con el equipo. Ahora era 1004 quien se acercaba lo suficiente para matar y comunicarle el procedimiento del plan. A penas habían comenzado a disparar y ya tenían a decenas de policías encima suyo atacándolos por todos los flancos posibles. Sudaban, olían a pólvora y sangre, pero su objetivo era evitar que la mayor cantidad de efectivos llegaran hasta el equipo LOTTO.
—Uno de nosotros debe entrar a la iglesia y llegar a disparar del campanario. — dijo el Seek, mientras recargaban detrás de un coche y las cosas se calmaban un poco. —Pronto llegarán más y aun escucho disparos en la zona donde 0116 y 1122 están ayudando.
—Hazlo, a mí no se me da el matar personas religiosas. —Joshua observó la sonrisa maliciosa de JeongHan al realizarle la broma y se la tomó como tal. —Y recuerda que tienes mejor vista que yo.
1230 sonrió y se apresuró a cruzar la calle hasta que entró en el edificio. No había tiempo que perder por ello se apresuró a subir hasta el campanario una vez que encontró la iglesia extrañamente vacía. Cuando JeongHan miró a las alturas, reconoció el viejo lenguaje a señas que Joshua le comunicaba.
—Iglesia solitaria. Disparos en la zona CARAT. Dos camiones estacionando frente a la posición. —el Angelus Mortis traducía en voz baja para sí mismo y vio como Joshua volvió a mirar en dirección de la zona de JiHoon y SeungKwan. —Los choferes salieron corriendo. —dos disparos retumbaron en la lejanía. —Ambos murieron.
1004 volvió a pensarlo, casi en sintonía con Joshua que arrugó el entrecejo al ver tal comportamiento de los conductores que huyeron apenas dejaron los camiones frente al otro punto de referencia. No salió gente de los camiones y por lo que logró escuchar de los agentes CARAT, es que estaban expectantes a lo que sucediera. Luego, como si ambos hubiesen resuelto el misterio, se miraron y Joshua comenzó a gritar.
—¡Diles que salgan de allí, ahora! ¡QUE SE VAYAN DE ESE MALDITO LUGAR!
JeongHan tomó el intercomunicador, pero no había señal, apenas JiHoon oía su voz.
—¡Maldita sea! ¡Laars! —gritó sin saber que el nórdico buscaba las falla entre los miles de cables que estaban allí conectados desesperadamente. —¡SALGAN DE AHÍ, AHORA!
La desesperación del mayor no pudo ser peor cuando escuchó los llamados de su compañero en las alturas y observó como otro camión de policía, iba lentamente por la calle directo hacia él. Corrió, su objetivo era tener refugio junto a Joshua y este gritaba su nombre desesperadamente mientras iba en su encuentro. Con razón allí no había civiles y los cuerpos a los que dieron muerte ya estaban muertos antes de que ellos les dispararan. Logró pasar las puertas de madera cuando encontró a Joshua corriendo hacia él por el pasillo que venía desde el altar. Aquellos segundos fueron como horas y esos metros, se sintieron como kilómetros.
[♠♣♦♥]
La caravana encontró pase libre por la carretera que los alejaba del puerto y, dentro de él, el silencio entre ambos agentes era casi tan sepulcral como la muerte. En sus oídos, había dejado de retumbar las preguntas de Chan por la sorpresiva decisión de la pareja Diamond y sinceramente, SeokMin entendía menos allí, así que quiso tratar de cortar la incomodidad con su viejo rival.
—Pronto llegaremos a la frontera, todos estarán bien.
—Prométeme algo, SeokMin. —dijo el chino mirando por el espejo retrovisor como ya comenzaban a salir de la ciudad. Solo debían cruzar el puente y ya estarían a salvo. —Y juro que haré de este escape el más sencillo que has tenido.
SeokMin dejó sus nudillos blancos por la presión que ejerció sobre el volante del gran vehículo y su mandíbula se tensó. Jun lo miró a los ojos, su mirada era tan afilada como las hojas de sus espadas y por ello no le quedó más que asentir.
—Él no tiene la culpa, sabes que no nos ha dejado en paz, sabes porque Hoshi y The8 se han quedado atrás por eso, no puedes seguir fingiendo conmigo.
Chan estaba enojado, iba en un auto sentado mientras sus compañeros y hermanos peleaban por tratar de evitar que dieran con ellos. Lo único que lo reconfortaba es que sus hyungs debían sentirse igual detrás en aquel camión, sabía perfectamente que, a pesar de su carácter tranquilo, Jun-hyung también rezaba porque algo más interesante sucediera. Bostezó por enésima vez y miró por el espejo retrovisor, por un momento creyó que la puerta del camión estaba abierta. Miró nuevamente a SeokMin manejando pero no divisaba a Jun. La desesperación lo invadió junto a una corazonada y giró su cuerpo hacia atrás para ver mejor dentro de la cabina del camión. El frío del metal de un revolver en su sien lo inmovilizó mientras observaba la figura solitaria de Seek0218 al volante y un asiento vacío.
La caravana que llevaba a los niños a la frontera con China, frenó abruptamente más allá. Él salió lejos del auto negro que la lideraba y corrió de regreso por la carretera hasta que vió múltiples explosiones que acababan con los puntos en dónde el resto de SEVENTEEN debía estar. Cayó de rodillas en el asfalto.
—¡NOOO!
—Lo siento... Chan.
[♣♦♥♠]
No había un alma en las calles a pesar de que estaban hartos de matar escoria humana de aquella pandilla. No eran más que inútiles bastardos que apenas podían disparar sin morir primero. Lentamente, en su cabeza todo estaba tomando forma.
Vernon lo sabía, aquel era el principio del final y todo aquello había sido montado para deshacerse de cada agente que conformaba a SEVENTEEN.
Lentamente logró levantar la vista al final de la calle. Había vidrios rotos por doquier, cuerpos, escombros y dados. Sus párpados se cerraron con pesar a ver a quien les había jodido la vida en esa ciudad. Sus compañeros aún luchaban, el equipo MAZE estaría lejos con los niños o eso esperaba, mientras los gritos de Jeonghan avisando de esa presencia pasaban a segundo plano, junto a eco de los disparos y las explosiones. El equipo LOTTO llegaba a su lado con armas robadas y lo poco que quedaba en ellas. Eran ellos frente al gran estratega.
—Les mintieron... equipo LOTTO.
La forma en la que pronunció cada palabra fue con absoluta burla y una risa irónica escapó al final. Estaba armado, pero abría los brazos mientras caminaba para demostrar que antes de la acción abría una declaración.
—Vinieron a morir definitivamente. ¿Oyen eso? Son sus compañeros peleando por algo que no va a suceder, no saldrán de aquí con vida porque nuestro plan, si funcionó. Vinieron como moscas a la miel.
—¿De qué hablas? No hay forma de que ustedes supieran que de existimos. —SeungCheol exclamó con rabia, no estaba para juegos.
-Claro que lo sabemos. Lo sé todo.
—Sacrificaste a tu hermano. —Vernon habló de golpe, bajo la vista consternada de sus compañeros. -Todo se planeó, hasta la visita de Joshua aquí, ¡lo de los niños fue una excusa!
—Tin, tin, ton ¡Tenemos un ganador! —Rió a pesar de que el menor del equipo lo apuntaba con un arma. -—Eres bueno. Tan bueno como me dijeron que serías. Pero, creo que aún te falta la pieza fundamental del rompecabezas. Dime, 0218, ¿sabes quién los traicionó?
—¿De qué habla Vernon? —SeungCheol lo miró, Vernon solo apretó sus puños con fuerza. Podía sentir como su equipo lo observaba y él no tenía fundamentos. —¡Dime de una vez! ¿Quién diablos es un traidor?
Vernon abrió y cerró la boca, mientras que su mano derecha apuntaba al sujeto que les había robado el sueño muchas noches, pero era solo un peón de toda la operación. Los ojos de su líder le pedían respuestas y pronto, recordó los ojos de SeungKwan la última vez que lo vio ese día.
—¡Habla maldita sea! ¿Cómo te atreves a pensar desconfiar de nosotros?
—Tranquilo Hyung —MinGyu subió su arma también en contra de Zei Da. —Solo quiere volvernos locos entre nosotros, nadie pudo traicionarnos, todos estamos en su contra.
—¿Qué tal si ayudo a su agente líder a descartar posibles traidores?
—¡Equipo LOTTO!—Laars lograba la restaurar la comunicación, tenía que comunicarlo, las cámaras de la ciudad se lo decían. —Diamond10:10 y 1107 se quedaron en el puerto, es una trampa toda la maldita misión es una-
Un crujido infinito se escuchó por los auriculares, Zei Da sonrió en el momento justo que una explosión resonó en el lado noreste de la ciudad, luego otra en la zona de la capilla y luego, otra allí donde los agentes CARAT estaban. Los edificios volaron en pedazos, la campana de la iglesia se desmoronó rompiendo todo a su paso, los vidrios y el polvo ardían más allá mientras que miles de trozos de metal volaban por los aires en la zona del puerto. Lo que vino después no fue mejor, aun se escuchaban escombros cayendo en la lejanía, revotando como un eco en los corazones del equipo LOTTO que comprendían que ya no contaban con los demás.
Las cámaras de Laars fallaron una a una por las explosiones, cargó su arma al escuchar cómo se acercaban a su posición y luego, 0318 cruzó la puerta con un arma apuntando en su cabeza. Laars observó a la chica apuntándole con un arma, pero no logró vivir para ver como ella misma se apuntó en la sien, acabando con su propia existencia.
El equipo LOTTO estaba en shock. Luego del silencio que llego de las explosiones, Zei Da comenzó a carcajearse como si todo aquello fuese una gran broma. Cegado por la furia y el dolor, MinGyu disparó, alcanzando a su rival en una de las piernas que cayó arrodillado cuando WonWoo le disparó en la otra.
—¡¿Quién te envió?! —gritó SeungCheol apuntando en el corazón, sabiendo que Vernon aún seguía apuntando la cabeza. Tenía que vengarse, tenía que hacerlo por JiHoon y sus compañeros, ellos tenían que estar vivos.
—Les... daré un número. Pero... antes —Zei Da levantó su cabeza y sonrió, susurró aquel número de cuatro cifras y cayó en el pavimento mientras se desangraba.
Eso no le impidió accionar el último explosivo que quedaba. MinGyu cubrió a WonWoo en un acto reflejo que al final, solo dejó escombros.
Vernon cerró los ojos creyendo que este era el peor sueño de todos y que despertaba en su antigua cama luego de pasear en su moto por las calles de Seúl. Allí donde no existía un LOTTO o un SEVENTEEN, allí donde no conoció el valor de la amistad y el amor. En su mente, pasaron los miles de misiones que tuvieron juntos, las risas, los problemas, los primeros días allí. La sonrisa de Joshua, la amabilidad de JeongHan, las locuras del equipo MAZE, la exigencia de JiHoon, sus hermanos, su equipo LOTTO y luego aquel muchacho de mejillas regordetas que cuidó de él hasta último minuto. Pero... detrás de él estaba ese sujeto de sonrisa grande, aquel que desde el primer momento desconfió y al que nunca debió dejar en paz.
—02...18. —A penas dijo cuándo se encontró con aquel rostro observándolo de arriba mientras su cuerpo y sus huesos rotos estaban entre cemento y polvo. —Hijo de perra.... Ma-mataste a todos... tu... maldito.
—Aquí termina Hide&Seek y contigo, termina SEVENTEEN. Ya nada de eso existe...algún día lo entenderás.
Vernon observó como 0218, levantó su arma y le apuntó directamente. Si este era el fin, entonces se iría viendo el rostro del hijo de puta quien los había traicionado. Allí terminaba su vida, allí en la forma más patética y horrenda en la que jamás pensó.
Ese era el fin del equipo MAZE.
El fin del Duo Mortem.
El fin del equipo CARAT.
Aquel era el fin, del equipo LOTTO.
Un disparo resonó en el eco de una ciudad de dados, una ciudad que le dio fin a Hide&Seek.
♡◇♧♤
Antes de que me maten y digan "este no puede ser el final" les digo que lamentablemente, este es el final...
de la saga LOTTO.
Así como leyeron.
Lo que quiero decir es que aun falta el epílogo
y obviamente no los voy a dejar con un final como este.
Cuando publique el Epílogo en esta semana, se darán cuenta de ciertas cosas.
Además, necesito dedicarme a lo que se viene con más tiempo ;)
Vendrá una sorpresa más adelante, no se preocupen.
Estén atentos a lo que publico en los expedientes. Y... al video que les dejé en multimedia, allí hay muchas pistas.
¡Gracias fans de LOTTO!
Por cada leída, voto y comentario. Por su amor incondicional. ♥
No se me aloquen que ustedes, más que nadie, saben que se merecen el mejor final de esta historia. ♥Les dejo el soundtrack: