—¿Cuál té crees que le gusta al invitado, mamá? ¡Oolong, Herbal, Chamomile...!— decía una taza de té saltando de allá por acá por la cocina del castillo, buscando los jarrones de hierba para el té.
— ¡Deja de saltar Stephen, recuerda la última vez que te hiciste un rayón!
—Ah, Peggy ¿Ya empezaron con la cena? — cuestionó Layafette que acaba de entrar a la cocina en un apuro, se subió a la mesa que se encontraba en el centro de la cocina para echarle un ojo al libro de recetas. Y por supuesto también estaba Hercules, pero este se mantenía callado junto a Lafayette.
La tetera "Peggy" dió un suspiro, mirando a Lafayette desde las gavetas, dándose por vencido en tratar de detener a cierta taza de té. — Lafayette, hazme un favor y ayúdame con la cena, tú también Hercules. No es fácil cocinar cuando todos mis ayudantes se están fregando para el festín. —dijo, refiriéndose a los platos que se encontraban en el fregadero.
—¿Yo? Peggy te asegu... — iba a quejarse Hercules pero fue interrumpido por el joven amo.
— ¡Lafayette! — gritó la bestia, entrando repentinamente en la cocina, se notaba que estaba molesto.
Hercules empezó a hacer ruidos incoherentes pero antes de que le dijera una bobería al amo Lafayette le dio un suave golpe. — Calma. Déjame hablar. — dijo el candelabro. Hercules se calló.
— ¡¿Le están haciendo la cena?!
— Bueno — Lafayette dio un paso adelante en la mesa, mirando con total confianza a Laurens. —, pensamos que usted apreciaría la compañía.
En eso la bestia le dedicó una mirada molesta a Hercules, por supuesto, él era el jefe.
— Escuche amo — dijo Hercules, tratando de arreglar las cosas para no meterse en problemas. — Solo quería mencionarle que yo no formo parte de este plan. Uh, preparándole la cena, — empezó a balbucear. — Diseñándole un traje, ofreciéndole... ¡Ofreciéndole una habitación en el ala este!
— ¿Le diste una habitación? — preguntó Laurens molesto.
— ¡No! Él le dio una habitación. — aclaró Hercules señalando a Lafayette que se mantenía de pie con su característica sonrisa.
— Oui, él tiene razón. — admitió. — Pero si este chico es capaz de romper el hechizo, puede usted usar la cena para impresionarlo. — dijo tratando de convencer, a la bestia. Luego le susurró a Hercules. — Bien pensado, mon ami. — Solo obtuvo un casi inaudible "¿qué?" del reloj.
— ¡Es un hombre! — refunfuñó Laurens.
— No va a ser el primer hombre con el que ha salido. — dijo Lafayette, de alguna manera manteniendo la calma.
Hercules jadeó del susto por el repentino atrevimiento del otro. Peggy, que estaba escuchando todo desde su lugar dijo —¡Já! ¡Jaque mate! — lo suficientemente bajo para que el amo no la escuchara.
Laurens soltó un rugido. —¡Qué ridículo! ¿impresionar al prisionero?
— ¡Amo, tiene que intentar! Cada vez nos volvemos menos humanos. — suplicó Lafayette.
— Él es parte de una familia de ladrones ¿Que tipo de persona crees que eso lo hace?
— Oh Laurens, — dijo Peggy, llamando la atención del mencionado. — No puedes juzgar a alguien por como es su familia ¿verdad que si?
———————
perdón si me tarde en esta cap tan corto ando tanto ocupada jaja