– Alumnos, el maestro de gimnasia ha vuelto les recuerdo que traigan sus uniformes, el horario no ha cambiado – la mestra informaba antes de terminar clases – tambien mañana en la última hora de clases habrá una reunión con todos los alumnos y maestros para informarles sobre el itinerario para el Mes Floral.
Aunque trataba de no pensar en ello, había descubierto lo mucho que quería a Jeno y no tenía el suficiente valor para decírselo.
– ¿Que es el Mes Floral? – salía junto a Félix del salón.
– Es un mes donde la escuela organiza concursos y otras actividades recreativas, es como un mes para que todos socialicen y se diviertan – le expliqué.
Sus ojos se iluminaron y empezaba a sonreír.
– Que divertido – jalaba mi saco.
No opinaba lo mismo pero para los demás debía de ser divertido e igual de emocionante como él lo sentía.
Quería salir rápido de ahí, no quería hablarle a nadie más.
Deje a Félix a que esperara a su mamá, le dije que tenía algo de prisa.
Cuando ya estuve lejos de la escuela baje la velocidad de mi caminata, llegué a la escuela de Ji Sung y tuve que esperar un momento hasta que él saliera, había llegado un poco antes.
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Tres horas corriendo fue la tortura más grande de mi vida, ese diabolico maestro había vuelto con más animos de hacernos sufrir que antes. Su rostro se veía tan resplandeciente cuando le rogabamos un descanso y él sonrientemento nos susurraba un NO.
Conté cada segundo para terminar esta maldita clase, cuando termino la hora usé lo último que me quedaban de fuerzas para correr lejos de la cancha de fútbol, donde eran clases.
– ¡Voy a morir! – grite en cuanto pude echarme agua en la cara.
Félix llegó atrás mío he hizo lo mismo que yo.
– No puedo más – se tiro al piso.
La campana sonó, lo que me hizo recordar que teniamos que ir al gimnasio para que nos informaran sobre el Mes Floral, obviamente no hiba a participar pero tenía que estar ahí, no tenía permiso para salir antes de la escuela.
Salimos camino al gimnasio, Félix había pasado su brazo por mis hombros ¡Yo estaba más cansada que él! ¿Como pretendía que lo llevara?
Al llegar ya la mayoría de alumnos estaban ahí.
El gimnasio tenía un aspecto parecido al de un coliseo, aqui se llevaban a cabo los partidos de basquet y las actividades como el Mes Floral.
Al caminar por el espacio recordé que odiaba este gimnasio, tenía unas graderias gigantes y tenebrosas por lo altas que eran, era tan cansado subir hasta la última, porque obviamente no me hiba a sentar abajo, ahí ya estaban sentados todos.
Resople fuerte al pararme al pie de las graderias y ver todo lo que tenía que subir.
Estaba subiendo bien hasta que sentí algo jalandome, Félix subía atras mío agarrado de mi sudadera. Subir fue más dificil y cansado cuándo lo jalaba.
Cuando al fin llegué a la última gradería y pude sentarme sentí que sería muy dificil pararme de aquí, mis piernas no tenían fuerza.
Entró la directora y todos los alumnos dejaron de hacer ruido y le prestaron atención. Yo no prestaba mucha atención a lo que decía ya que detestaba el Mes floral, era tan tonto, para mí.
Tenía sueño y estaba durmiendome a ratos, sacudí mi cabeza para despertar, al voltear a ver donde se supone estaba Félix el lugar estaba vacío, traté de buscarlo con la vista y lo ví más abajo con los del equipo de básquet, rodé los ojos al ver que era la unica sentada en la última gradería. Traidor
Las directora seguía hablando y en un pizarrón explicaba cuales sería las fechas y los concursos llevados a cabo para el siguiente mes.
– Bien alumnos eso es todo, para los alumnos que quieran apoyar en la organización pueden decirle a la maestra Kim. Pueden retirarse.
Los alumnos empezaban a pararse y salir.
Yo tenía que bajar todas estas demoníacas graderías y lo pensé mucho antes de pararme y bajar la primera.
Hiba bajando bien, lento pero seguro, me faltaba aún la mitad, me detuve un momento, respiré hondo y las otras diez que me faltaban las baje rodando, no se en que momento tropecé y caí; mi cabeza se golpeó de mil y una formas.
Sentía a lo lejos los gritos de los alumnos.
Al llegar al suelo intenté levantarme pero parecía como si mi cabeza estuviera pegada al piso, mis brazos temblaban y todo estaba borroso
– ¡____!.
Lo último se sentí antes de perder el conocimiento fue unos brazos levantarme del suelo. ¿Jeno?
Desperté muy adolorida.
– ____ – una voz a mi costado, no era Jeno.
– ¿Tú? – Hyun Jin estaba sentado al pie de la camilla en la que estaba recostada.
– ¿Como te sientes? ¿Que te duele? Caíste muy fuerte – podía ver su mirada de preocupación y angustia. ¿Porqué le importo? – No te quedes mirándome así, respóndeme.
– Pues he caido de unas diez graderías de medio metro de altura cada una, me duele todo – respondí tratando de sentarme – ¿Donde estoy?
– No te esfuerces, estamos en el hospital – se acerco y me ayudó a sentarme.
– ¡¿Hospital?! – todas las paredes eran blancas y el lugar olía a medicina, era el hospital.
– La maestra Kim recogió a tu hermano, ella esta con él afuera – como si me hubiera leído la mente respondió las preguntas que no lograba ordenar en mi mente.
Sentí un fuerte dolor en mi frente, lleve mi mano a esta.
– Tienes un golpe en la cabeza – agarró mi mano y la quitó de mi frente.
– No tienes que hacer esto, no tienes que preocuparte por mí.
Él solo sonrió y me miró.
La puerta de la habitación se abrió y entro un hombre de bata blanca.
– La señorita Choi no ha tenido heridas muy graves, el golpe de la cabeza afortunadamente no ha dañado nada – habló leyendo unos papeles que llevaba en la mano – ya puede irse a su casa, eso sí, tiene que descansar.
Dicho esto salió de la habitación.
– Nos podemos ir – habló Hyun Jin.
Se levantó de donde estaba sentado y estiró su mano para que la tomara.
– ¿Porque haces ésto? – miré dudosa su mano.
– Me preocuparé quieras o no, no hagas preguntas – agarró mi mano y me ví obligada a ceder.
Cargo mi bolso con mis cosas y me ayudó a pararme para salir de ahí.
Mis piernas me dolían y no podía sostenerme bien. Hyun Jin paso mi brazo por su cuello y me sostuvo de la cintura para que no cayera.
A salir de la habitación pude ver a Ji Sung sentado an las bancas de los pasillos junto a la maestra Kim. Al vernos, ambos se acercaron corriendo.
– ¡Hermana! – mi pequeño se acerco corriendo y me abrazó fuerte, con la mano que tenía libre le devolví el abrazo.
– ¿Como se siente Choi? – la maestra Kim se veía preocupada.
– Estoy mejor – le sonreí levemente, esta tipa me estaba agradando.
Salimos del hospital.
– Por favor Hwang – habló la maestra cuando estuvimos fuera – lleva a la señorita a su casa.
Hyun Jin solo asintió, no podía decir que no, sola jamas hubiera llegado a casa.
Hyun Jin no me soltaba. Paró un taxi y nos embarcamos a casa.
¡Hello!
Espero que sea de su agrado este capítulo.
Gracias por sus votos y comentarios.
Las amo 😘😘😘💜💜💜