ANTERIORMENTE EN ZONA DE AMIGOS:
Aarón fue a conversar con Dyl mientras que Hernán se sentó conmigo. —¿Por qué no estas mirando en las tiendas? —preguntó.
Aarón se inclinaba, acercándose cada vez más a mi rostro y mi habilidad para pensar había regresado, así que, naturalmente, entré en pánico. Abrí los ojos grandes y giré mi cabeza hacia la tienda de zapatos.
—Estas sonrojada —Dyl sonrió retorcidamente
—Minnie, ¿Quieres que te lleve a tu casa? —Hernán interrumpió.
—Yo la voy a llevar —Aarón dijo.
—Sobre eso... gracias, pero... pero me entregarán mi auto hoy —le dije tímidamente.
—¡Mierda! Grace me está preguntando que qué hay entre tú y yo —Hernán me dijo.
—Ariiiiiii ¡vamos, déjame ver tu foto! —lloriqueé.
Aprovechándome de su distracción, me le lancé encima para arrebatarle las fotos, pero rápidamente las escondió detrás de su espalda así que terminé cara a cara frente a él. Mis brazos estaban cargando todo mi peso apoyados en el suelo a los costados de Aarón.
En cualquier momento mis brazos me podían fallar y podía caer rendida sobre Aarón... literalmente.
Lentamente se inclinó más y sus ojos regresaron a los míos como si pidieran permiso.
Yo sólo cerré los ojos.
--------------------
Para olvidar no hay atajos
Su nombre quiebra tu voz
Pero el tiempo hace el trabajo
De juntar los pedazos si se rompe el amor
-Otras Se Pierden de Morat -
Sentí como sus labios rozaban los míos, a nada de tocarse. Los dos contuvimos la respiración en anticipación.
Luego nuestros labios colisionaron a toda fuerza cuando mis brazos me fallaron, y caí rendida sobre él.
Y el hechizo se rompió.
—¡Lo siento! —murmuré escondiendo mi cara en su cuello. Estaba recostado en el suelo conmigo encima de él.
—Minnie, levántate —la voz de Dyl sonó.
Alcé mi cabeza y ví la expresión frustrada de Aarón, así que, decidí hacer lo que Dyl me dijo. Me senté y Aarón siguió mi ejemplo.
—¿Qué estaban haciendo? —Dyl nos preguntó.
—Ari no me quería enseñar sus fotos, traté de arrebatárselas, pero las escondió y me caí —intenté sonar indiferente.
—Ah... —Dyl murmuró pensativo, sentándose junto a mí.
—¿Qué estas haciendo aquí? —Aarón le preguntó.
—Vine a visitarlos mientras espero por Emily —respondió.
—Y tenía que ser en este preciso momento... —Aarón murmuró sarcásticamente. Afortunadamente, Dyl no lo escuchó.
—Hernán va a hacer una fiesta el viernes después de la ceremonia de graduación —Dyl nos informó.
—¡Genial! Una fiesta es justo lo que necesitamos —Aarón dijo emocionado.
—Vas a ir, ¿verdad? —Dyl me preguntó.
—Nah —respondí.
—¿Por qué? —Aarón me preguntó confundido.
—Porque soy demasiado perezosa como para ir a fiestas —respondí, encogiéndome de hombros.
—¡Claro! —Aarón me sonrió malignamente.
La bruja y Grace aparecieron con sus brazos enredados, riéndose de su propio chiste, pararon enfrente de nosotros y Grace me fulminó con la mirada. ¡Ahora ya sé quien me esta difamando! Pensé fulminando a la bruja con la mirada.
—Estoy lista, Dylan —la bruja anunció.
Dyl suspiró antes de ponerse de pie —los veo luego, chicos.
Pero justo antes de que el momento se convirtiera incómodo, afortunadamente, Elena llegó para salvarme.
—Minnie, vas a ir a mi casa, ¿verdad? —me preguntó.
—Sip, tenemos que estudiar mucho para el examen de mañana —contesté.
—Ya nos vamos —me dijo y miró a Aarón preocupada de haber sido grosera.
—Me tengo que ir, Aarón —le sonreí.
—No te preocupes, cuídate —me besó en la mejilla antes de levantarme para seguir a Elena.
Esa noche, las chicas y yo no tuvimos tiempo para chismear o ver películas; estabamos estudiando como locas hasta que nos quedamos dormidas.
En el examen me puse muy nerviosa; las respuestas de la mayoría de las preguntas eran desconocidas para mí. Todo lo que estudié había sido en vano. ¿Cómo se suponía que iba a saber quién rayos era el presidente de Kazajstán? Yo vivía en Nilvezú, ni siquiera estaba cerca y ¿por qué es relevante ese conocimiento para mi carrera? Era un misterio.
La facultad iba a publicar los resultados en su página de internet el día siguiente de la ceremonia de graduación. Así que me pasé toda la semana deprimida, diciéndole a todo el mundo que no iba a pasar y que iba a terminar sin trabajo viviendo sola bajo un puente.
El día de la ceremonia de graduación decidí olvidarme de los resultados de la universidad y disfrutar el momento.
Estábamos reunidos en el auditorio de la preparatoria. Nuestros padres estaban ahí para tomarnos fotos, animarnos y llorar cuando nuestros nombres fueran mencionados.
—¡Déjame tomarte una foto! —mi mamá dijo cuando la ceremonia se terminó. Yo amaba las fotos, así que, no tenía problema con eso. Sólo di "foto" y yo posaré en un parpadear.
—Ponme la cámara por favor —le dijo a mi papá, dándole su celular ya que no era buena con la tecnología.
—¡Te ves hermosa! —dijo observando su celular después de tomar la foto. Incluso la publicó en Facebook diciéndole al mundo lo orgullosa que estaba. Con la ayuda de mi papá, claro.
—Hola, Minnie Mouse —Aarón fue lo suficientemente valiente para acercarse, a pesar de que mi papá le estaba lanzando dagas con la mirada.
—Oh, Ari párate junto a Minnie, quiero tomarles una foto juntos —mi mamá empujó a Aarón mientras él la veía con los ojos bien abiertos por haberlo llamado por el apodo que yo le di. Nos tomó la foto y después les habló a las chicas para tomar otra.
—Vas a ir a la fiesta, ¿verdad? —Aarón preguntó lo suficientemente alto para obtener la atención de mi mamá.
—¿Qué fiesta? —Mi mamá le preguntó, y yo lo fulminé con la mirada. ¡Eso fue un golpe bajo!
—Vamos a ir a celebrar nuestra graduación —Libby contestó. Y con ese comentario mi papá suspendió su desafío de matar a Aarón con sólo su mirada para ver a Libby.
—¿A dónde vamos a ir a celebrar? —mi papá preguntó, su humor mejorando.
—Cuando Libby dice "vamos," se refiere a nosotros... Los adolescentes —le aclaré.
—Y Minnie no quiere ir —Aarón agregó, lo cual hizo que mi papá regresara a su tarea de fulminar a Aarón.
—Pues nosotros ya nos vamos a la casa, deberías ir y divertirte —mi mamá dijo arrastrando a mi papá antes de que pudiera hacerle daño a Aarón, quien ignoraba el odio de mi papá.
—No llegues tarde —mi papá me dijo. —¡Y ten cuidado! —agregó ojeando a Aarón.
—¡Wow! Tu papá si que odia a Aarón —Libby comentó cuando mis papás se fueron.
—No es el único —Kayla murmuró lo suficientemente bajo para que Aarón no la escuchara.
—¡¿Qué?! ¿Por qué? —Aarón me preguntó.
—Piensa que todos los hombres se quieren acostar conmigo —me encogí de hombros como si no fuera la gran cosa. No lo era, ya estaba acostumbrada. Mi papá tendia a ser un poco sobreprotector conmigo. Sólo tenías que ignorarlo.
—Entonceeeeees, la fiesta... —Kayla nos recordó.
👠💄💋
La casa de Hernán era enorme. Había removido todos los muebles de la sala para hacer una pista de baile ahí. Tenía una alberca donde los adolescentes ebrios estaban salpicando agua y un grande jardín donde casi todas las parejas estaban besándose apasionadamente detrás de los arbustos.
—¡Vamos a jugar a la botella, Minnie! —Aarón tomó mi mano para arrastrarme hacia esa dirección.
—¡No, no, no, no! —me quedé clavada en mi lugar.
—¿Por qué no? —me hizo un puchero.
—Quizá luego, es muy temprano para eso —mentí.
—Puedes adelantarte —hice un gesto de "shuu" con mis manos. Se encogió de hombros y se fue a jugar.
Me mantuve pegada a las chicas ya que no quería terminar a solas con Aarón y tener una repetición de aquel casi beso, el cual estaba segura diría que era un error apenas recobrara sus sentidos.
Libby y Kayla estaban bebiendo, y de repente desaparecieron para bailar con unos chicos, dejándome con Elena. Evité el área de la botella como si fuera una plaga y vagué por los alrededores con mi amiga.
—¡Sabía que vendrías! —Dyl dijo cuando me vió.
—Es culpa de Aarón y las chicas —respondí.
—Bueno, pues gracias —Dyl le dijo a Elena.
—¡Ah, lo olvidaba! Elena, él es Dyl. Dyl, ella es Elena —los presenté.
—Hola —Elena dijo.
—Así que, tú eres la famosa Elena, he escuchado mucho sobre ti —Dyl le dijo.
—Yo también he escuchado mucho sobre ti —Elena sonrió educadamente.
—¿Y dónde está tu novia? —le pregunté a Dyl.
—Bebiendo en algún lado de la casa con sus amigas —Dyl se encogió de hombros.
—Claro, con sus amigas —dije sarcásticamente.
—Vuelvo enseguida —Elena me dijo, apresurándose hacia la sala.
—¿A dónde va? —Dyl me preguntó confundido, ojeando cómo Elena se alejaba.
—Probablemente vio a su novio —respondí, encogiéndome de hombros.
—Ah —murmuró. —Entonces, ¿qué quieres hacer? —me preguntó.
—No sé, vamos a relajarnos lejos de la multitud —le dije, buscando en los alrededores por un lugar isolado. No lo encontramos, así que, terminamos sentados en la orilla de la alberca con las piernas dentro del agua.
—No puedo esperar por los resultados de la universidad mañana —Dyl comentó.
—No me recuerdes —me quejé.
—Vas a pasar —me tranquilizó tomando mi mano. —Relájate y bebe una cerveza conmigo —me ofreció.
—No voy a beber —rodé los ojos.
—Ahora que ya te vi sonrojarte, mi nueva meta en la vida es verte ebria —me informó.
—No va a pasar —le dije con confianza. Pero si pasó, en mi siguiente cumpleaños.
—Y... ¿Por qué te sonrojaste? —dejó ir el tema del alcohol.
—Por nada —hice círculos con mis pies, moviendo el agua, solo por tener algo que hacer.
—Sí y Aarón estaba jugando a ser un tomate —Dyl dijo sarcásticamente.
—No sé... hacía calor ahí —evité su mirada. Había una pareja en medio de una acalorada sesión de besos intentando escaparse al jardín, era ridículo. Y aún así, deseaba poder actuar así, sin preocupaciones.
Suspiró y pasó su brazo alrededor de mis hombros, sosteniéndome cerca de él —mira Minnie, Aarón es mi mejor amigo y todo, pero a ti te quiero mucho, él ya te dijo que sólo te ve como una amiga, no le des el poder para herirte.
—Casi nos besamos... —confesé en un susurro, levantando mi cabeza para mirarlo a la cara.
Miró hacia abajo para sostener mi mirada con sus profundos ojos marrones —me alegra que no lo hayas hecho —se levantó y me ayudó a ponerme de pie.
—¡Vamos a hacer algo divertido! —alzó sus cejas sugestivamente y entrelazó nuestros dedos mientras yo solté una risita.
👠💄💋
¿Persona madrugadora? ¿Quién en su sano juicio es una persona madrugadora? Definitivamente yo no. Amaba dormir hasta tarde, especialmente si no tenía una razón para estar despierta temprano. Pero odiaba aun más ser despertada por el incesante timbre de mi celular.
Abrí un ojo para ver el reloj. Nueve de la mañana. ¿Quién está despierto a esta hora de la madrugada? ¡Ni siquiera había dos dígitos en el espacio que marcaba las horas! Cerré mis ojos gruñendo. Tal vez se rindan si no contesto... Pensé con esperanza.
Cuando dejó de sonar, suspiré con felicidad y me preparé para dormir otra vez, ¡pero la maldita cosa timbró de nuevo! Tomé el celular y contesté sin ver quien era.
—Bueemno —murmuré.
—¡Minnie, pasé! Soy oficialmente estudiante de la UM... ¡PASÉ! —escuché la entusiasmada voz de Dyl.
—Felicidades, pero Dyl... estoy dormida —le dije con voz ronca.
—¿Pasaste? —me preguntó ignorando mi muy directa indirecta.
—No lo sé, mi facultad es normal y va a publicar los resultados en la tarde —respondí con los ojos cerrados.
—Ah... tienes que decirme en el momento que sepas —me dijo.
—Sí... te juro que amo escuchar tu sexy voz, PERO SON LAS MALDITAS NUEVE DE LA MAÑANA, DYL —levanté la voz.
—¿Crees que mi voz es sexy, bebé? —me preguntó de una manera coqueta.
—¿Escuchaste lo que dije después de eso? —le dije irritada.
—No, me perdiste en la parte de "sexy voz" —me contestó como si nada.
Suspiré derrotada —Sí, Dyl, tu voz es muy sexy —solté una risilla tonta medio dormida, lo cual estoy segura fue para nada atractivo.
—Te voy a llamar más seguido entonces —dijo con su sexy voz.
—¡Preferentemente cuando esté despierta! —le dije severamente.
—Sí sí, ¿qué vas a hacer hoy? —me preguntó.
—Voy a ir a comprar vestidos para la fiesta de graduación con las chicas —le infromé.
—Aww, yo quería pasar tiempo contigo —murmuró triste.
—Después de la fiesta, te lo prometo —le dije solemnemente.
—¡Wuuuuuu! —exclamó feliz.
—Ok, ya te voy a dejar dormir —finalmente se apiadó de mí.
—¡Gracias, eres un amor! —respondí agradecida.
—Adiós, bebé —dijo.
—Bye —respondí.
—Cuídate —agregó.
—Tú también, besos.
—¡Ah, no! No digas "besos," tienes que tronarlo, quiero escucharlo —demandó.
—No voy a hacer eso —respondí, mirando mi celular como si fuera un objeto extraño.
—Por favor, bebé, yo también lo voy a hacer —prometió.
—Esta bien, tú primero, corazón —lo reté.
Entonces lo escuché, de verdad escuché su beso a través del celular.
—Tu turno —dijo. No tenía opción ya que él también lo había hecho, así que, le soplé un beso a través del celular.
—¡Awww, que linda! —balbuceó.
—No me avergüences —escondí mi cara con mi mano libre, a pesar de que no me podía ver.
—Ok ok, sueña conmigo.
—Claro... ¡extráñame!
—Siempre...
Silencio.
—¿Por qué no cuelgas? —le pregunté.
—No sé, ¿por qué no cuelgas tú? —me preguntó de vuelta.
—No sé —murmuré.
—Sabes, las despedidas contigo son mil veces más largas que las de Emily, literalmente ella sólo me dice "adiós" —comentó.
—¡Ash! Me cae mal —le dije con disgusto.
—Lo sé, también le caes mal a ella —soltó una risita.
—Y en verdad no me importa —le dije.
—Ok, Dyl, en verdad necesito colgar ahora, hablamos luego.
—Ok, adiós —cantó antes de que le colgara. Si no le colgaba hubiéramos estado ahí por horas y tenía cosas importantes por hacer como, por ejemplo, una cita con mi almohada.
👠💄💋
Las chicas y yo estabamos recorriendo todas las tiendas en búsqueda de los vestidos perfectos para la fiesta. Yo estaba mitad buscando y mitad mirando mi celular, era muy tarde y aún no habían publicado los resultados, me estaba angustiando cada vez más.
Kayla estaba modelando un vestido rojo, luciendo sensual.
—Creo que este es mi vestido —dijo emocionada.
—¡Qué sensual! Yo si me la echo —Libby bromeó fingiendo una voz pervertida.
—Definitivamente mi vestido —Kayla sonrió satisfecha.
—¡Minnie, deja de mirar el celular! Si vas a pasar —Elena dijo.
—Fácil para ustedes, ya saben que si pasaron —dije deprimida.
—Te voy a distraer. Ayúdame a escoger un vestido —Libby me arrastró enfrente de dos vestidos, uno verde lima y uno morado.
—Creo que el verde se ve mejor con tu tono de piel —le dije. Tenía una radiante piel morena y el verde la daría más vida que el morado.
—Buena elección —agarró el vestido y se fue a los probadores.
—Nunca nos dijiste que pasó en el centro comercial —Elena dijo casualmente, mirando los vestidos que estaban colgados.
—Aarón y yo casi nos besamos —solté. Era mejor hacerlo rápido y sin pensar.
—¡¿Qué?! —las tres casi gritaron, bueno, Libby si gritó desde el probador.
—¿Cómo? —Elena preguntó, dejando los vestidos y volteando a verme. Movió un mechón de su cabello castaño detrás de su oreja con una expresión de preocupación.
—No sé, por un momento estabamos ahí sentados y después estabamos a sólo unos centímetros de distancia y.... entré en pánico —terminé patéticamente, pasando mi celular de una mano a otra sin cesar.
—Pues, que bueno que no lo besaste —Kayla dobló su vestido rojo sobre su antebrazo.
—Sí, quiero estar presente cuando finalmente se besen —Libby gritó.
—¿Por qué no lo besaste? —Elena preguntó curiosa.
—Tengo miedo. A pesar de que fue una cosa mutua, estoy segura de que después me va a decir que fue un error —les dije, mirando hacia abajo.
—Ese bastardo no te merece —Kayla dijo tranquilamente, tomando mi mano.
—¿Por qué? ¡Se ven lindos juntos! —Libby apareció, luciendo espectacular con su vestido.
—¡Wow! —exclamé. Tenía razón sobre el color, se veía preciosa.
—Ese es tu vestido, Libby —Elena dijo emocionada.
—Libby, Aarón esta jugando con Minnie, al bastardo sólo le gusta la atención —Kayla interrumpió.
—No podemos elegir de quien nos enamoramos. Lo importante es que Minnie sea feliz —Elena dijo, volteándose hacia los vestidos de nuevo.
—¿Por qué Elena siempre tiene que tener la razón? —Kayla preguntó al aire.
—¡Ay, Elena! Éste vestido esta muy lindo, es perfecto para ti —Libby le dio a Elena un vestido celeste, que combinaba con sus ojos, y la empujó hacia el probador.
—¡AAAAAHHHH! —grité de repente.
—¿Qué? —me preguntaron sobresaltadas.
—¡PASÉ! ¡WUJUUU! —grité, mirando mi celular.
Comencé a hacer mi distintivo baile de la victoria alrededor de la tienda hasta que Kayla me detuvo.
—¡Felicidades! Pero ahora ve a celebrar con este sexy vestido para la graduación —me mostró un vestido color naranja con café, era muy sexy, pero a la vez elegante. Grité emocionada y corrí a el probador.
Ahora estaba lista para la fiesta de graduación.
Después de un año ves que sigues con vida
Pues nadie ha muerto al intentar olvidar
Y aunque su amor dejó una llama prendida
Estás a un beso de poderla apagar
- Otras Se Pierden de Morat -
Copyright © 2019 PinkGlitterKiss
Pendientes el 22/03 para el próximo capítulo: Bailar de Leonel García
N/A:
Ahora saben la razón por la cual Minnie no besó a Aarón la primera vez, tiene miedo de que la rechaze después.
Capítulo dedicado a jd1028 Gracias por leer y votar por cada uno de los capítulos, aprecio mucho tu apoyo a ésta historia (:
21/03/19:
Ayer me quede dormida mientras editaba el capítulo hahaha pero aquí está.
Estoy muy enojada porque se me borró un pedazo del día 6 (aun no lo termino porque esta larguísimo) era como media hoja hahaha pero como quiera era importante y lo había escrito de esas veces que tenía inspiración y ahora no encuentro ese pedazo! Se esfumó 😭 intentaré recordar cómo iba.
Les escribo luego (:
Bye 👋🏽
Los quiero ❤️
Besos color rosa y con brillitos 💋