Me quité la ropa con las manos temblorosas, una vez que estuve desnudo me acerqué a Wade, por primera vez no tenía ni la menor idea de que hacer, cerré los ojos por unos minutos, al abrirlos de nuevo me encontré con mi esposo totalmente desnudo, ninguno de los dos tenía una erección, por lo cual por un segundo creí que no haríamos nada.
—¿Sabes baby boy? —Él soltó una risa que me asustó más de lo que ya estaba—. Me he dado cuenta que me gusta el sexo duro ¿Podrías soportarme o te pondrías a llorar?
—Wade, siempre lo he sabido, me lo has demostrado
—Que inocente mi bebé —se acercó, me abrazó y sentí como sus enormes manos me golpeaban la nalga derecha, gemi—. Siempre hemos tenido sexo normal —casi me caigo si no fuera por los brazos de Wade, él introdujo un dedo dentro de mi.
—Wade... —sentí como me sonrojaba cuando el comenzó a mover el dedo al cabo de un minuto metió dos dedos mas...Joder.
—A las putitas les gusta fuerte ¿no? —me susurró ¿realmente me había llamado puta?— ¿O también a las mojigatas?
—Amor... —no podía siquiera hablar, el comenzó a introducir los dedos de manera brusca.
—Dios bebé, te la quiero meter toda de golpe, hacer que grites como la perra que eres
—Mmm...s-si —me sujeté a el.
—Dime que quieres y lo tendrás, lo que sea, dilo ahora mismo
—Q-quiero q-que llegues m-mas temprano a casa y ... —gemi cuando sus dedos se enterraron con hazaña—. ¡Ahh!
—Mierda Pet, eso no es lo que tenías que decir, pero si es lo que quieres, entonces dile al viejo de tu padre que ya no me explote —Asentí, tener sus dedos dentro no era tan malo—. Y que me suba el sueldo porque ya no nos alcanza
—M-m... Si..mañana p-podriamos i-ir a mi c-casa y h-hablar con él
Wade rió por no se que razón, después sacó los dedos de golpe y los acercó a mi boca.
—Lame mis dedos —me Miró fijamente—. Total, estuvieron en tu culito de nadie más —negué un poco avergonzado—. ¿No que?
—No quiero lamerlos —dije, para luego acercarme a los labios de Wade e intentar besarle, pero el corrió el rostro, evitando el beso.
—Tampoco quiero besarte
Cogió toda su ropa, subió las escaleras de prisa, yo sólo tengo una pregunta ¿que estoy haciendo mal? Ya no quiero que mi esposo se vuelva a enojar conmigo.
Me puse la ropa y cuando estuve vestido subí las escaleras para ir a la habitación, al entrar me encontré a Wade terminando de ponerse la ropa, me dedicó una mirada de reproche mientras negaba, con disimulo miré a su entrepierna, la erección se había ido por completo, me acerqué a él.
—Lo siento, no fue me intención hacerte enojar, Wade ¿estamos bien?
—¿A qué te refieres?
—Me refiero a que siempre llegas tarde, todo el tiempo estás enojado y ya no me besas
Él rubio acortó la distancia que nos separaba, por primera vez en mucho tiempo pude ver una sonrisa sincera en sus labios, sujetó mis manos para depositar un beso sobre ellas.
—Amor, el trabajo con mi suegrita me tiene muy estresado pero en definitiva estamos bien
Sonreí al escuchar la respuesta de Wade.
—Ahora que mencionas a mi padre me encantaría que nuestro matrimonio fuese como las de mis padres, llevan tantos años juntos y siguen enamorados como el primer día
No dijo nada, únicamente unió sus labios a los mios, Sonreí en medio del beso. Espero que las cosas vayan mejorando.