Casados [Spideypool]

Capítulo 2

Nos terminamos de duchar en silencio, gracias al agua fría mi erección se bajó por si sola, el primero en terminar de ducharse fue Wade, se enrolló una toalla a la cintura y salió del baño.

—Debo de hablar con mi padre, Wade no debe trabajar tanto

Después de unos cinco minutos terminé de ducharme, me sequé todo el cuerpo, me puse los boxers y luego la pijama y salí del baño, al salir me encontré con la televisión encendida sin embargo nadie la estaba viendo ya que Wade estaba mirando algo en su móvil mientras sonreía, me acerqué a él y rápidamente bloqueó el aparato para dejarlo a un lado.

—Amor ¿quieres cenar ahora o es muy temprano?

—Ya he cenado, si tienes hambre puedes comer ahora, tu decides

—Me acompañas por fis... por fis amorcito

—como molestas —se puso de pie—. Vamos

—Gracias amor —le besé la mejilla.

Bajamos al comedor, él se sentó a mi lado, en varias ocasiones le di de comer en la boca mientras que Wade, susurraba "ya he cenado"  rodó los ojos, se miraba tan adorable.

—Cielo ¿cómo te va en el trabajo?

—¡Pesimo! mi linda suegrita a cada rato me dice ¡Wilson el café, Wilson las galletas, Wilson si lastimas a mi hijo te mataré, Wilson eres un vago, Wilson no tengas sexo con mi hijo!

—Papá es un poco exigente pero así lo amamos ¿verdad?

—Tengo que amarlo porque es tu padre —me dio un corto beso en los labios—. Y porque gracias a él comemos, pero igual prefiero a Steve, aunque es un poco anticuado

—Te super amo

—Yo también, y ya, termina de comer que tengo sueño

—Oh por Dios amor, aún es muy temprano ¿Quieres ver una película?

—Claro, tu no tienes que levantarte a las 6 de la mañana para ir a trabajar en un lugar que no te gusta, todo el día estás sin hacer nada

—Wade, te he dicho en varias ocasiones que me gustaría trabajar pero tu...

—Pero nada, no estás hecho para tener un verdadero empleo, apenas y puedes con la casa

—Está bien, está bien, ya no te enojes

—Entonces no digas estupideces

Le sonreí aunque por dentro tenía unas enormes ganas de llorar, Wade tiene razón, no estoy hecho para trabajar y eso me hace sentir como un maldito idiota el cuál depende únicamente del sueldo de su marido.

—Amor ¿te gustaría que mañana vayamos al cine?

—No —respondió rápidamente—. Ya tengo planes con mis amigos, tendrá que ser otro día

—No importa Wade ¿puedo acompañarte?

—CARAJO NO PUEDES, ERES COMO UNA MALDITA GARRAPATA, TODO EL TIEMPO QUIERES ESTAR PEGADO A MI

Mi corazón comenzó a latir muy de prisa, Wade estaba realmente enojado y, de cierta manera me eso me hizo temblar ,yo no quería ser como una garrapata, tampoco quería hacerlo enojar.

—Perdoname Wade... no te enojes —Intenté sonreir—. No te preocupes, puedes salir con tus amigos, yo... ¿regresarás temprano?

—No sé ¿por qué?

—Es que quiero hacerte algo bonito, te lo mereces por ser el mejor esposo del mundo mundial, y el más guapo

—Sonaste como una estúpida mujer, si quiera a alguien con vagina no estaría contigo —me sentía humillado  pero aún así sonreí—. Está bien llegaré temprano, y te traeré flores

—Oh Dios, amorcito te amo tanto, muero por que sea mañana

—Si, si, yo también. Ahora ¿ya terminaste de cenar?

—Sipi amor

—Vete a dormir, yo lavaré los platos

Mierda y mil veces mierda, lo amo tanto.