Todo era genial, como nunca antes, el amor se respiraba por los aires, todo era de caramelo ambos estábamos felices. A cada segundo nos decíamos lo mucho que nos amamos.
Wade era muy fuerte y en el aspecto intimo siempre fue muy rudo, me encantaba que lo fuera, lo teníamos todo, cada mañana era un nuevo amanecer para ambos.
No nos importó dejar el colegio o trabajo, aunque mis padres me dijeron "Eres muy joven para casarte" ignoramos todo eso por completo, no nos importó vivir en un barrio pobre o si no teníamos para comer, solo queríamos estar juntos pero, por fortuna nada de eso pasó, gracia a mis padres.
"Te amo" era una frase que se escucha a diario en nuestro hogar.
Día uno: No sabíamos cocinar, así que tuvimos que encargar comida, vimos películas y hablamos un poco sobre lo que queríamos en un futuro.
Día dos: De nuevo tuvimos que pedir comida por esa parte estábamos mas que felices, esta vez pedimos pizza, jugamos un rato videojuegos y luego limpiamos un poco la casa también planeamos comprar un perro.
Día 3: Comimos comida china, Wade dijo que no estaba tan rica como la pizza del día anterior, comenzábamos a ver que raza de perro queríamos.
Día 4: Intentamos cocinar fue todo un caos y de nuevo tuvimos que pedir comida, llegamos al acuerdo que no íbamos a comprar al perro, lo adoptaríamos.
Día 5: Salimos a comer
Día 6: Wade dijo que extrañaba a sus amigos.
Día 7: Nos estábamos quedando sin dinero por tanto comprar comida, pero aun así fuimos a alquilar unas películas y, por la noche hicimos el amor, fue maravilloso.
Semana dos: Habíamos probado toda clase de comida, seguíamos en discusión acerca del perro.
Semana tres: Comencé a ver tutoriales sobre como cocinar, puedo decir que funcionó.
Semana cuatro: Wade necesitaba un trabajo.
Semana cinco: Wade estaba enojado porque no había encontrado trabajo.
Semana seis: Tuve que rogarle a mi padre para que aceptara a Wade en su empresa y le dio el puesto de "asistente" al menos era un trabajo.
Semana siete: Todo estaba bien. Wade tenía un trabajo, yo estaba aprendiendo a cocinar, acordamos que el perro tenia que esperar.
Semana ocho: Decidí pintar la casa de rojo con azul, cuando Wade llegó me miró para luego preguntar "¿Qué has hecho?" Me sentí mal.
Semana nueve: Wade llegó tarde a casa y estaba borracho pero dijo "No lo estoy" le serví la cena e intenté mantener una conversación coherente con él.
Semana 10: Wade llegaba de madrugada, se bañaba y se metía a la cama, a veces cuando no llegaba cansado hacíamos el amor.
Durante la semana diez las pocas veces que Wade llegaba temprano lo hacia irritado y de mal humor, entonces se iba a la habitación y suponía que quería estar solo.
Semana once:
Wade llegó temprano, sonreí demasiado y corrí hacía él para abrazarlo con fuerzas y decirle que lo había extrañado.
—Hazte a un lado —Fue lo único que dijo para luego empujarme—. ¿Ya esta lista la cena?
—Si amor —Le cogí la mano para guiarlo hasta el comedor—. Aunque estaba optando por no cocinar, ya que siempre llegas tarde, gracias al cielo papá te dejó salir temprano
—Ese viejo me explota
Le serví la comida pero por cosa del destino hice un mal movimiento y toda la sopa caliente terminó sobre el cuerpo de Wade.
—PETER ERES UN INÚTIL
Desde ese día mi esposo siempre se encarga de recordarme que no soy bueno en nada, no me interesa aun así lo amo.