Eran las 6pm, Ashton llegaría en una hora y yo aún no encontraba un vestido adecuado.
Había estado más o menos una hora en la tina pensando y aclarando algunas cosas. Debía llegar a una conclusión aún.
Encontré una falda negra que empezaba desde la cintura y caía holgada hacía varios dedos antes de la rodilla, esta venía a conjunto con un top rosado que cambié por uno gris y encima me puse un suéter delgado de color blanco con encajes simples.
Sequé mi cabello y gracias a Dios no se esponjo, así que lo deje natural hacía el lado.
No me maquillaba nunca, pero hoy sentí que era necesario, sentía que debía lucir "linda" o mejor dicho decente para Ashton. Entonces hice todo eso que hacen las chicas a diario en su rostro.
Mierda los zapatos.
Corrí al closet a buscar algunos que hicieran juego, al final de 5 minutos encontré unos botines cortos, negros y con cierre dorado.
Esto servirá.
Los deje al lado del espejo, no andaría sobre ellos todo este tiempo.
Hablando de tiempo...
¡Mierda faltan 5 minutos!
Lo que me asustaba era que cuando Ashton Irwin quería ser puntual, lo era.
Fui a buscar el bolso y guarde cosas claves, ya que era pequeño, tan solo faltaba mi celular, ¿donde mierda lo deje?
Trote hacía la sala a buscarlo y efectivamente estaba ahí. También aproveche y fui a la cocina a buscar una cajita de tic tac's.
Oh maldita obsesión.
Justo en el instante que cerré el bolso sonó el típico 'toc toc' de Ashton.
-Ay mierda, mierda, mierda, ¡YA VOOOOY!-Chillé mientras corría atravesando la sala hacía mi cuarto.
Me arregle el cabello, retoque el maquillaje un poco, enderece mi ropa, me puse algo de perfume y los zapatos para echar la última mirada.
Vaya no esta tan mal después de todo eh.
Camine intentando recordar como era que se hacía con estos tacones, -así como las modelos querida- me decía mi conciencia.
Cuando llegue a la puerta lance un fuerte suspiro y la abrí.
Santo Dios estoy enfrente del Dios Griego.
-¡Oh mi Dios, luces hermosa! -Grito Ashton apenas al verme. En cambio yo no sabía que decirle.
-Podría estar en pijama y me dirías lo mismo. -Dije alzando una ceja.
Se acerco a mi y me abrazo por la cintura. -Sabes que eres hermosa siempre para mí, y ahora mucho más pequeña. -Beso mi mejilla.
-Luces muy muy muy guapo, espero no perderte en el camino. -Dije correspondiéndole el gesto.
-Linda. -Besó mi frente.-¿Vamos?
Caminamos juntos de la mano hasta la salida del edificio. Era una noche realmente espectacular.
Una vez afuera Ash me guió hasta el auto abrazándome por la espalda.
-Lo siento linda pero si no lo hago no será sorpresa. -Dijo una vez dentro del auto mientras ponía una bandana roja tapando mi visión.
-Ash las sorpresas me ponen muy nerviosa. -Dije haciendo sonar mis zapatos en el piso del auto.
-Tranquila, no es muy lejos.
Media hora más tarde nos bajamos afuera de un restaurante bastante lindo.
-Dudo que aquí tengan pizza para cenar. -Dije recordando mis cenas con Ashton.
-Digamos que hoy seremos algo más refinados. -Reímos mientras nos tomábamos las manos.
-Buenas noches, tenemos reservación, para dos, Ashton Irwin. -Dijo al sujeto con pinta de usar botox en exceso.
Luego que el señor confirmara en su lista nos acompaño a nuestra mesa.
-Así que señor Irwin. -Dije imitando al tipo que nos atendió.
-"Que bella dama es la que lo acompaña, señor." -Imito él también.
Así entre bromas y con nuestros dedos entrelazados nos pasamos toda la cena.
-Gracias Ashton, estuvo realmente genial. -Dije una vez fuera con una sonrisa estúpida.
-Esto y mil cosas por ti linda, pero aún no se acaba la sorpresa así que debes volver a ponerte esto. -Señalo la bandana.
Lo deje que la amarrara y me guió para entrar al auto, viajamos unos 40 minutos y llegamos a un lugar donde no había mucho ruido, en realidad no había ruido alguno.
-Listo, ahora déjame abrir la puerta, ¡no te la quites! -Chillo saliendo del auto. Yo sólo reí.
Una vez fuera, abrazados me comenzó a indicar el camino. Como note que había pasto decidí quitarme los zapatos haciendo parar un segundo a Ashton.
-Bien, ya llegamos linda. -Susurró en mi oído quitándome la bandana.
-¡Oh por Dios esto es precioso Ash! -Grité emocionada como una niña pequeña, jamás había estado en un lugar tan bello.
-¿Verdad que es maravilloso? -Dijo mirándome por sobre mi hombro.
-Ash esto es realmente hermoso, este es un gran detalle de tu parte, ¡no puedes ser más dulce! -Dije tomando con mi mano libre su mejilla.
-Hmm, yo creo que merezco algo... -Dijo estirando los labios.
Así que bese su mejilla.
-¡Gracias! -Chillo sarcástico.
Yo solo reí y me dedique a avanzar para acomodarme en el pasto y tener una mejor visión.
-¡Espera! es por aquí. -Me señalo a mi derecha.
Efectivamente era hacía allá, ya que había una manta grande estirada a lo largo y, sí, una caja de pizza.
-Esto es increíble. -Dije sonriendo mientras nos acomodábamos juntos.
-¿Que te parece?
Sonreí. De hace mucho no hacían un detalle tan grande para mí.
Nos estiramos recostándonos en la manta mientras observábamos la gran cantidad de estrellas que teníamos a nuestra disposición.
Ashton me tomo por la cintura y yo lo abrace apoyando mi cabeza en su hombro.
-Hey Ash.
-¿Hmm?
-Eres el mejor.
El acaricio mi espalda provocando que lo mirara y así quedando muy cerca el uno del otro.
-Y tú sabes lo especial que eres para mí. -Me sonrío.
Al fin, le di lo que había estado esperando. Me acerque un poco más y lo bese haciendo líneas sin sentido con mis dedos en su pecho.
Fue suave, lento, tierno y eterno.
-Creo que lo único que puedo decir, es que me tienes malditamente enamorado. -Dijo apenas nos separamos.
Así pasamos gran parte de la noche, disfrutando el uno del otro, embriagándonos con nuestros aromas, y siendo uno solo.
Porque ya había tomado mi decisión.