Soltó un sollozo al ser abrazada por su mejor amiga, Ino.
-Sakura... ya debiste de suponer desde que Sasuke llegó con Karin.-
Se separó un poco de ella para limpiarse las lágrimas que caían sin piedad.
Tenía razón, desde aquella misión que se le había asignado a Sasuke hace meses con el grupo Taka desconfiaba ciegamente hacia la pelirroja no atractiva de lentes de botella.
Hace años a Sasuke se le había perdonado su venganza hacia Konoha, con tal de hacer misiones de rango S, no importaría si llegara a la aldea de la hoja vivo o muerto.
Era una muestra de lealtad y arrepentimiento por lo que había hecho en el pasado. Era una orden del Consejo de Konoha al mostrar interés por el poder del Uchiha.
-No... yo pensé que estaba comezando a amarme.-
La rubia bufó a lo bajo acariciando su espalda para calmarla.
-Son años frentona, tres años siendo esposos.-
Intentaba no gritarle, para no deteriorar el estado de la pelirosa.
Ino admitió en algún momento que sentía esa envidia hacia ella hace años cuando Sasuke regresó a Konoha, pero halló el amor hacia su tonto novio, Sai. Olvidándose completamente del Uchiha.
Y desde ese entonces Sakura ya estaba con Sasuke viviendo juntos y se casaron de la noche a la mañana.
-Eso no era amor, él sólo quería que le dieras hijos para restaurar su clan.-
Aclaró su garganta incómoda, la pelirosa la miró abriendo sus ojos rojos por haber llorado.
-Él...me prometió que intentaría amarme, para así ser felices.-
-Por Dios Sakura, Sasuke no es un puto principe azul.-
Claramente no lo era después de ver a su esposo entrando a un hotel con su compañera de equipo.
-Dime, ¿Lo han hecho?-
Sakura tragó duro y afirmó duras apenas. Su rostro mostraba coraje y rencor en ese momento y se aguantaba las ganas de romper todo lo que veía.
-Si lo hemos hecho... pero a veces él no quiere y pues... casi no lo veo ya que se va a misiones y no hay tiempo.-
Hizo muchas pausas para respirar, su rostro estaba totalmente rojo ya que debía ser sincera con Ino, era la única que podía ayudarla en esos momentos.
Ino soltó un suspiro y le dibujó una sonrisa hacia ella.
-Ven, vamos a mi casa. No creo que quieras ver a Sasuke, ni yo.-
Le tendió la mano cuando se levantó del sofá, la pelirosa la siguió hasta la salida de la enorme casa.
Eran las doce de la noche, y Sasuke no daba señales de humo de su presencia.
Sakura caminaba atrás de Ino con la mirada baja, pensando en qué haría ahora que descubrió que Sasuke tenía una amante.
Su garganta se secó.
-Hemos llegado.-
Sakura levantó la mirada cuando la rubia la hizo pasar a su casa.
Sonrió falsamente al ver a Sai en el comedor, este lo notó.
-Hola, Sakura. Cuanto tiempo.-
Su ex-compañero del equipo siete había terminado junto con su mejor amiga y ahora vivían felices como novios.
Sakura no respondió y sólo atinó a mover la cabeza en forma de saludo.
-Ehh! Amor, llevaré a Sakura a la habitación de huéspedes.-
A la vista del pálido ambas desaparecieron por las escaleras hacia arriba.
-Necesitas descansar.-
Le abrió la puerta hacia una pequeña habitación muy cómoda y básica que consistía en una cama, televisión, un ropero, un baño completo y un gran ventanal.
-No te preocupes, hay mucha ropa extra en el ropero.-
-Gracias.-
-Nos vemos mañana.-
Cuando escuchó la puerta cerrarse, rompió a llorar otra vez.
-Sasuke...-
Se sentó en la cama mientras ocultaba su rostro con sus manos.
Necesitaba estar sola.
No quería verlo nunca más.
Esas imágenes de Karin y Sasuke entrando al hotel eran una tortura en su mente que no podía borrarse.
-Será... la última vez que llore por ti.-
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Bueno! Como vi un comentario por ahí decidí seguirlo, depende mucho del apoyo de este fic, si no lo tendré que pararlo. Muchas gracias por leer~