Reto de los 30 días (OsoKara...

Oleh Tia-Fran

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fui vilmente nominada para escribirles 30 mini historias diarias por lo que les llenaré de one-shots bien lem... Lebih Banyak

Reto (Día 0)
Día 1: Cita romántica
Dia 2: Parque de diversiones
Dia 3: Celos
Dia 4: Pelea de parejas
Dia 5: Propuesta de matrimonio
Dia 6: Fantasía sexual
Dia 7: M-preg
Dia 8: Doctor y enfermero
Dia 10: Sugar daddy
Dia 11: Omegaverse
Dia 12: Adaptación de alguna película Disney
Día 13: Ninja 1/2
Día 13: Ninja 2/2
Día 14: Piratas
Día 15: Una situación vergonzosa
Día 16: Profesor y alumno 1/2

Día 9: Diferencia de edades

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Oleh Tia-Fran

El protocolo de un buen caballero incluía estrictamente hacer actos de buena fe como salvar vidas o ayudar a la gente en la comunidad. Karamatsu era muy conocido y querido por muchas personas por usar las recompensas que ganaba con sus arriesgadas hazañas contra temibles monstruos que atormentaban a los indefensos pueblos de la región. Ya sean ogros, magos malvados o dragones, el valeroso bienhechor siempre se encargaba de proteger a los habitantes de la región.

Hace unos días le alertaron sobre una enorme criatura que causó graves destrozos en el bosque causando enormes incendios, el dragón rojo escupe fuego ya había acabado con muchos de los grupos de caballeros y caza recompensas con una brutalidad sorprendente, dejando rastros de sus pisadas y caminos de cenizas por doquier. Nadie sabía exactamente de donde había aparecido o como había crecido tanto, pero era ahora su responsabilidad tratar con tal Bad Guy.

Es por eso que en esos momentos estaba batallando con el animal colosal cortando con su espada sobre las escamas brillantes, este enfurecido soltó un gran alarido junto a su característico aliento de fuego que fue esquivado por el caballero de forma audaz devolviendo los ataques consiguiendo encestar el filo de su arma en el hombro izquierdo de la criatura yendo con velocidad admirable a su espalda clavando justicia por aquí y por allá sintiendo su corazón latir con fuerza por todas esas veces que vio el alargado hocico del animal tratar de alcanzarle a fin de sacarlo de su lomo.

Y lo consiguió, en un descuido su capa fue apresada por sus filosos dientes alzándolo con intención de devorarle, Karamatsu desesperó por un momento agitando su espada lastimando uno de los ojos filosos del monstruo quien le soltó recomponiéndose con dificultad luego de la caída que sufrió. El dragón amenazaba con lanzar con violencia un torbellino de fuego hacia el humano cuando este vio con dificultad su punto débil al descubierto arrastrándose hasta su espada con rapidez al notar el humo que se escurría por la boca del animal acercándose furioso. En un golpe de suerte apenas alzó su arma con firmeza y atinó al pecho del temible adversario, justo en su corazón, volviendo este a rugir con fuerza antes de desplomarse en el suelo agonizante.

--Ah.... Ah...--Karamatsu trataba de normalizar su respiración levantándose usando la espada de apoyo, más tarde iría a curarse las heridas que había sufrido pero antes debía comprobar que había derrotado al malvado dragón que atacaba a las inocentes personas. Cuando se acercó notó que ese enorme cuerpo desprendió luz reduciéndose bajo su mirada asombrada a un figura humana, el caballero se acercó a lo que parecía una mujer muy mal herida, los cuernos rojos enroscados y cola puntiaguda del mismo color le dio a entender que se trataba del mismo ser que acababa de herir a muerte, aun así en sus ojos de rubí empapado en lágrimas vio reflejado la desesperación y sufrimiento que sentía en esos momentos. Angustiado, se agachó a un lado tomando el torso de la mujer entre sus brazos tratando de articular palabra para aclarar todo ello.

--¿C-como es que usted.... Un valeroso hombre de honor pudo hacer esto?-Habló ella con voz suave- ¿Es acaso t-tan imperdonable que una madre... cof... quiera proteger a sus hijos? -Esas preguntas descolocaron al oji-azul ¿Hijos? ¿A qué se refería? ¿Acaso lo estaba engañando? Al voltear en dirección de donde había estado el dragón reposando cuando él llegó había varios hombres rompiendo con sus picos y palas enormes huevos que estaban en lo que parecía un nido de tierra y hojas de árboles, aquellos huevos iban liberando a las criaturas semi-humanas muertas a medida que los hombres que siguieron al caballero a hurtadillas los iban despedazando. Volvió a ver a la mujer de cabello castaños con horror y confusión, según esos pueblerinos aquel ser que tenía entre sus brazos atacaba sin razón alguno creyendo que era una verdadera amenaza sin control ¡Le habían engañado!

--Y-yo n-no...Y-yo no sabía.... -Esta sin embargo sonrió débilmente al ver las lágrimas asomarse por esos orbes color cielo, ella como un hibrido había heredado el poder de sus antepasados, su parte humana le impedía alterarlo pero le permitía observarlo a través de los ojos ajenos y tanto el pasado como el futuro de ese hombre le eran muy interesantes, solo le mostró verdad en su camino. -Lo lamento.... ¡Lo siento mucho!-

--Así se ve... lo entiendo, te perdono-Cerró sus ojos escarlata, quería descansar-Parece que ambos fuimos víctimas de los humanos -Karamatsu guardó silencio soltando algunas lágrimas de lo frustrado que se encontraba ¿Cómo pudo haberle hecho eso a una lady? Iba en contra de todo en lo que creía como un caballero, la inmensa culpa recayó sobre sus hombros al manchar con sus manos manchadas de sangre inocente deseando remediar su error.

--Osoko...-- Murmuró con dificultad.

--¿Eh...?-

--Ese es mi nombre.... Re....recuérdalo y cuídalo ¿sí?-Entreabrió sus ojos un momento viendo al caballero asentir un tanto confundido, no importaba, lo sabría más tarde. La mujer satisfecha los cerró nuevamente soltando un suspiro, el último, que anunció su partida.

Kara se sobresaltó al oír algo caer cerca de ambos, se trataba de una bolsa con monedas de oro en su interior, su pago por cumplir la misión que se le había encomendado el día anterior. Alzó la vista encontrando a tres de los aldeanos mirarle socarronamente.

--Parece que el monstruo ya murió, ahí está su paga-Habló quién era el líder de la aldea-Sentimos no decirle antes, pero si queríamos estar a salvo teníamos que deshacernos de esa cosa y de sus crías también-

--Me han mentido desde el inicio-Lentamente acostó a la joven en el suelo incorporándose con una expresión iracunda- ¡No les había hecho nada! ¡Solo se defendía de sus ataques!-Les apuntó con su espada-

--Tranquilícese y por favor pónganse en nuestro lugar ¿Qué hubiera hecho si su familia y usted vivieran cerca de un monstruo escupe fuego? Era necesario, como un animal tenía instintos y no se puede saber con exactitud como actuaran, en cualquier momento pudo habernos atacado y sería peor con sus crías. Entiéndanos-El sujeto hablaba sin ninguna pizca de sentimiento que estremeció al sensible corazón del azul quien abatido bajo la espada, había fracasado como caballero-Esperamos que venga a la celebración de su victoria esta noche, buenas tardes-Los tres hombres voltearon dejándole allí completamente solo viendo el nido del dragón en llamas quemando lo que pudieron ser su felicidad, y todo por su culpa... era un asco de persona.

Dos horas se tomó para enterrar el cadáver de la hibrido dejando una cruz encomendando su alma a Dios implorando que le perdone por tal acto deshonroso y cruel. -Por favor señor mío escucha mis plegarias... desde hoy prometo no dejarme llevar por las apariencias, ilumíname camino y muéstrame quien es el verdadero inocente y...... algún día hazme pagar por esta cruel hazaña mía que mancillo mi honor por el resto de mis días. Cobra venganza por su alma sobre mí y lo aceptare con la devoción que tengo, cualquiera que sea está bien, incluso si... -Tragó en seco- Si tuviese que cumplir con el propósito con el que me ha mandado desde un inicio... por favor déjeme purificar mi alma pecadora con lo que sea... amén-

Terminó su oración arrodillado levantándose para dirigirse al nido destruido rodeado por el bosque, pobres criaturas... ni siquiera se les concedió el derecho a nacer. Pasó su mirada azulina por el lugar quedándose quieto al encontrar rastro de algo extraño, parecía que una cosa rodó por ahí saliendo de los límites del nido hacia la hierba alta entre árboles, curioso siguió el rastro quitando el pastizal o contándolo con su espada hasta encontrar el objeto faltante, un huevo de los que habían allí completamente intacto, al parecer se separó del grupo durante la batalla contra su madre y gracias a eso quizás los pueblerinos no lo notaron, por unos momentos examinó detenidamente su composición y color extraños llegando a la conclusión que aquel ser debía estar supuestamente vivo aún.

Con un aura de esperanza miró al cielo en busca de una explicación ¡Eso era! Quizás... si le protegía y cuidaba con cariño pudiese remendar su error, se lo debía a la señorita Osoko después de todo. Con sumo cuidado tomó el huevo emprendiendo marcha a su hogar solitario cruzando las colinas lejanas, no quería volver a verle la cara a aquellos que osaron engañarlo por temor y menos en una celebración de su "Victoria" No es que les deseara el mal, pero lo que sea que hayan gastado para eso seguramente se desperdiciará por su ausencia, se lo tenían bien merecido en todo caso. Caminó por horas agotado sin beber ni comer absolutamente nada hasta que encontró algunas familias campesinas quienes le brindaron alimento y refugio por un par de noches, también adquirió una cesta con manta para abrigar el exótico huevo y transportarlo más fácilmente hacia su destino que le tomaría 3 días de caminata por el bosque, los que fue cantando todo el camino de regreso deteniéndose en tanto para descansar y comer manteniendo resguardo de su nuevo compañero.

De vez en cuando miraba la canasta en donde estaba con curiosidad.

"¿Cómo sería aquel baby?"

Frustrándose cada vez que recalcaba que debía esperar un poco más para comprobarlo, creía haber visto libros útiles sobre huevos entre sus estantes ¿Sería similar a un huevo de pájaro? Esperaba por su bien que sí. Cuando llegó por fin a su linda y acogedora casa a mitad del bosque rodeado únicamente de naturaleza y rayos de sol y luna, perfecta para un guilt guy como él. Primero tomó un descanso y se aseó antes de atender a su protegido desde hace unos días tragando consigo un par de libros del tema.

--Veamos... Ovíparos...... Ah... -Suspiró-necesitan de su madre para recibir calor, lamento que no puedas recibirlo little dragon- Acarició con delicadeza la cascara del objeto con una expresión triste, realmente le costaría superar la muerte de aquella dama inocente-Te prometo que daré lo mejor de mí para que vivas a gusto y con una sonrisa mientras esté con vida, si es necesario seré una good mother para ti- Entró nuevamente en la lectura encontrando para su suerte una buena cantidad de información sobre los huevos de reptil y supuso que era quizá lo más parecido a su caso siguiendo al pie de la letra por algún tiempo hasta que un día, regresando de coger algunos frutos y hierbas, vio un leve movimiento en aquel objeto ovalado haciéndose más y más persistente y se acercó con emoción a la mesa en donde estaba notando que el cascarón comenzaba de a poco a resquebrajarse mostrando una pequeña mano sobresalir, abrió sus ojos en grande sabiendo que era momento de recibir al pequeño trayendo agua caliente y toallas inmediatamente, al volver encontró el huevo desecho y un pequeño ser acurrucado entre las mantas con un rostro pacifico.

Karamatsu quedó asombrado, jamás una criatura le pareció tan tierna y vulnerable, una carita angelical que mostraba las características que pudo identificar en su madre; cuernos encorvados, cola puntiaguda y pequeñas alas de tonalidades rojos, le destapó un poco descubriendo que se trataba de un macho. De un momento a otro la pequeña criatura se removió un poco bostezando lo más que podía, colmillos afilados se asomaron en su diminuta boca volviendo a tomar posición para dormir sin antes agitar su cabeza despacio en busca de algo. El caballero por intuición llevó uno de sus dedos hasta la mejilla del dragón en donde este le sostuvo con ambas manos hasta llevárselo a la boca comenzando a succionar con sus ojos aun cerrados y con eso hizo sonrojar al mayor.

"¡Q-que lindo!" Pensó este, había prometido a su Dios que cuidaría del recién nacido en nombre de su madre y así lo haría, se aseguraría de darle alimento y techo, enseñarle música y el noble arte de la lucha ¡Sería todo un guerrero!


Sonrió con un sentimiento de esperanza sin querer aguardar a tener platicas amenas con...--Osomatsu...-- Le llamó en honor a su difunta madre. ¿Quizás cuánto tiempo tardaría un dragón hibrido en crecer?

Apenas dos habían pasado con rapidez y el de rojo había tomado la apariencia de un hombrecito pequeño ¿No acaso era un niño? De los libros que adquirieron durante ese tiempo las investigaciones afirmaban eso, la temida raza crecía con una velocidad increíble alcanzando la madurez a los 28 meses, pero en el caso de su protegido supondría que tardaría un poco más al tener sangre humana por sus venas.

Pero en lo que llevaba de tiempo había aprendido a hablar, caminar, leer y algo de vuelo, al oji-azul le era fascinante la capacidad del menor en aprendizaje... claro que eso contrastaba con su personalidad tan traviesa típica de un niño que lo obligaba a dejarlo sellando en la cabaña cada vez que salía al pueblo más cercano por comida y materiales. No es como si lo abandonara, él lo llevaba cada vez que tenía una misión a escondidas, pero era un verdadero dolor de cabeza al no encontrarlo cuando le indicaba en donde debería estar y en lugar de eso se encontraba muy cerca del peligro o de los humanos que podían cazarle, cada vez que pensaba en eso... realmente no podía dejar de preocuparse y esperar lo peor

--"¿Este era el verdadero castigo...?"-Se preguntaba antes de dormir junto a su pequeño, por la forma en que crecía supuso que lo mejor era criarle como un hermano y no como padre, puesto que quizás en poco tiempo le alcance en edad y madures. Era solo una etapa ¿Verdad?

--Karamachu~ ¿Dónde vas hoy?-Preguntó estirando sus brazos sobre la mesa al terminas de devorar su plato.

--Voy a la Iglesia de los monjes dominicos a consultar si hay alguna new mission que completar-Dijo el mayor mientras bebía de su tazón de sopa con calma algo irritado de los malos modales del hibrido al comer, no era lo que su perfect teacher le había inculcado.

--Ohh~...--Calló unos momentos, al caballero se le hizo extraño que no contestara habitualmente ¿Será que ya aprendió?- ¡Yo también quiero ir!-Ah no...

--Será mejor que te quedes aquí protegido de cualquier peligro ¿Understand, my little Osomatsu?---Levantó su dedo índice con una sonrisa segura.

--¡No! ¡No! ¡No! ¡Yo quiero salir con Karamachu! ¡No es justo! ¡no es justo!-Cuando calló para ver la reacción del mayor se encontró solo en la habitación, había salido silenciosamente mientras Oso pataleaba sellando con un conjuro la puerta a fin de encerrarlo, realmente le dolía hacerlo.... Pero tenía comida y agua suficiente como para soportar unas horas allí dentro.

Hace un tiempo había conseguido un corcel con sus ahorros con los que le facilitaba sus salidas rápidas, el bello animal blanco galopaba dejando al viento su crin mientras la capa del caballero hondeaba grácilmente portando una mirada de determinación al horizonte. Cabalgó durante toda la mañana por el sendero del bosque hasta llegar aquel centro religioso donde fue recibido con gusto por los monjes quien lo llevaron con el párroco más antiguo, el líder de todos ellos. El anciano sentado es su silla de madera bien tallada invitó a Karamatsu a tomar asiento en frente de él obedeciendo inmediatamente, no aceptó ninguno de los manjares que este le ofrecía pues no se sentía merecedor de ello, pero pudo sostener una buena platica con el mayor quien comió y bebió hasta reventar, aun así no se tocó el tema de su nueva misión y el de orbes cielo comenzó a impacientarse ¿Cuánto más faltaría para volver con su little dragon?

No fue hasta que el Dominico se levantó haciendo un ademán para que le siguiera, cosa que volvió a obedecer sin rechistar, saliendo hacia una de las torres retomando su plática-Y bueno... con respecto a su misión no hay ningún peligro por ahora, pero he notado algo distinto en usted... suele tener prisa, como si quisiera volver en busca de algo ¿Acaso tiene a alguien con usted?-

--¿E-eso cree su excelencia?-Respondió algo dudoso, no sabría que le pasaría a su pequeño compañero si ellos se enteraran.

--Así es, los rumores dicen que se trata de un hibrido de dragones ¿eso cierto?-Su mirada inquisidora se posó sobre Karamatsu quien resignado no vio de otra más que aclararlo, sería un problema si le miente al líder Dominicano.

--S-si... Le suplico que no le hagan daño, por favor no piense mal... no es un chico malo en lo absoluto, es un buen niño.... Si pudiera enseñarle actuar correctamente le aseguro que será como cualquier humano normal, su madre era lo mismo, por lo que tiene más parentesco con nosotros que con esa raza-Bajo la mirada rogando con un todo sumiso-Le prometo que haré todo lo que sea posible para que sea un guerrero digno al servicio de nuestro señor-

El párroco le miró desconfiado por unos momentos meditando la situación, no le agradaba la idea de que su mejor caballero cuidara de un monstruo pero tampoco dejaría pasar la oportunidad de que, usando a aquel ser, pueda ser posible recaudar más fama y fortuna por las generosas donaciones que daba el oji-azul a las iglesias, e iría en aumento si ese ser llamaba la atención por su origen y destreza en las luchas, era un buen negocio después de todo.

--Está bien, puede conservarlo Sir Karamatsu, pero recuerde que por más que trate de inhibirlo aquella criatura posee en sus venas generaciones de dragones come hombres que han causado destrucción y masacre a los nuestros, sería prudente que tuviese mucho cuidado cuando sea mayor, no vaya a ser usted el devorado-Declaró con su voz tranquila, el de armadura asintió algo aturdido por aquellas palabras que habían tocado fondo ¿Su pequeño Osomatsu devorarlo? Puede que aquel hombre tuviese razón pero aun así no podía verlo de esa forma, no sería posible que ocurriese ¿Verdad?- Eso es todo por hoy, fue un gusto recibirlo una vez más aquí Sir Karamatsu, que tenga un buen día y que Dios le acompañe en su viaje de vuelta- El mencionado al oír esto inclinó su cabeza en señal de respeto.

--Igualmente fue un honor ser recibido por vuestra generosidad su excelencia, que Dios le acompañe- Sin más el párroco se retiró dejando al caballero pensativo hasta que sintió un pequeño jalón en su capa azulina volteando curioso la causa de aquello. Apenas volteó se encontró con aquellos ojos suplicantes de atención de su pequeño moviendo la cola de un lado para otro al igual que si de un perro se tratara- ¡Osomatsu! ¿Q-que haces aquí my honey? Deberías haberte quedado en casa...-Le miró nervioso, rezaba internamente para que el menor no hubiese escuchado su plática anterior, mas este con sus ojos luminosos le miraban con cariño casi alentándole.

--No quería estar separado de ti, es aburrido estar solo ¡Contigo es mejor! ¡Prometo portarme bien!-Tiró un poco la capa del contrario hablando con seguridad hasta volver a relajar su mirada a una preocupada-Además... no importa que sea mitad dragón, cuando sea grande seré quien te proteja de los malos, Karamachuu~-Los orbes rubí brillaron a tal grado que Kara sintió un golpeteo en su interior, se sonrojó y sonrió con orgullo de oír aquellas palabras con esa dulce voz ¡Tan lindo! Lo sabía, Osomatsu no sería capaz de hacerle daño.

--¡Oh my little Osomatsu! ¡Eres tan cute!- Lo alzó en sus brazos abrazándolo con fuerza, el pequeño sonrió dejándose llevar por las sensación cálida del abrazo relajando cada uno de sus músculos. Karamatsu lo confirmó entonces, no había ser más inocente que él y como su mentor volvía a recalcar su promesa hecha al cielo para que su madre lo escuchara, haría que el de rojo fuese un excelente guerrero, fuerte y vigoroso, para que cuando no esté pueda depender de sí mismo.

"Juntos...... Así debe continuar por siempre" Pensó el pequeño dragón.


~3 años más tarde~

En aquel mundo mágico muchas cosas que se creen imposibles ocurrían cotidianamente, Karamatsu era prueba de eso, a pesar de ser consciente de su condición innata prefirió tomar el noble camino de la caballería olvidándose de su verdadero fin en su comunidad ocupando su tiempo en salvar gente de monstruos o catástrofes y mantener estable la relación entre criaturas mágicas y humanos, pero durante ese tiempo se había enfocado estrictamente en la crianza de su pequeño que para su satisfacción resultó un rotundo éxito.

Era increíble lo rápido que crecía ese muchacho, con tan solo 5 años había alcanzado en edad al caballero, su supuesto legado se fue al caño aprendiendo en ese tiempo que Osomatsu quizás viviría la misma cantidad que él y como no mencionar lo grande que estaba ¡Hasta le había superado de porte! Bueno... no se notaba mucho al estar siempre flotando a su alrededor, pero aun así sentía algo de la infame envidia al ver la facilidad en la que el hibrido desarrolló su cuerpo y musculatura en tan poco tiempo, es decir, se sentía orgullosos como un buen hermano mayor al verlo tan maduro, pero ni eso compensaba con lo empalagoso que era muchas veces, cuando holgazaneaban en casa o viajan en busca de aventuras el menor iba pegado como lapa a él buscando mimos o riéndose de sus canciones que le dedicaba a la naturaleza con su lira, a pesar de eso terminaba relajado y con sueño después de oír sus bellas serenatas, seguía siendo un niño por dentro.

Ese día despertaron en su cabaña luego de dormir aquella noche emocionados, una nueva misión les había sido encomendada y como no, partieron al día siguiente en busca del nuevo villano al cual derrotar, Karamatsu galopaba en su corcel seguido por Osomatsu quien volaba delante del mayor atento a cualquier peligro que se presentara. La tierra retumbó de pronto escuchando pisadas a la lejanía que los hizo detenerse, de la nada un enorme troll salió de entre los arboles golpeando con su mazo lo que puede que estuviera en su camino. El de armadura fue más rápido y se bajó del caballo empuñando su espada en posición de defensa, miró a su acompañante y este entendió lo que debía de hacer volando hacia arriba y luego arrojando una bola de fuego directamente al rostro deforme de aquel monstruo quien se desorientó perdiendo el equilibrio, en eso el oji-azul aprovechó de saltarle encima cortando la gruesa piel en donde pasaba el filo de su arma, el troll no se quedó atrás y se sacudió violentamente medio ciego al sentir al humano atacarle, este alcanzó su cuello cortando un costado dejando al ser desangrarse en esa zona hasta que una gran mano le tomó de la espalda mandándole a volar y golpearse con el tronco de un roble grueso cayendo en la inconciencia.

--¡Karamatsu!-El de rojo reaccionó desde las alturas, desde antes habían acordado de que no interferiría en caso de que el mayor estuviera sobre el enemigo por precaución de no salir herido luego de que casi lo incinerara en otra ocasión, pero esta vez se había pasado. No tuvo tiempo de comprobar si su compañero se encontraba bien pues el horrible ser se acercaba al mismo dispuesto a acabarlo con su mazo por lo que se vio obligado a usar casi todo su potencial creando con ambas manos torbellinos de fuego quemando gran parte del pecho ajeno-¡Te mataré maldito hijo de puta!- Voló en su dirección envistiéndole con su cornamenta haciéndole retroceder divisando la espada del de azul cerca y descendió a cogerla viendo al contrincante reincorporarse y de un solo golpe la cabeza del troll cayó haciendo la tierra temblar al caer su pesado cuerpo. Su mirada asesina más brillante de lo común veía furioso el cadáver soltando jadeos pesados por la increíble cantidad de adrenalina en el momento, pretendía descuartizar al desgraciado.

--U-ugh...--Su mente detuvo sus intenciones, tomó la cabeza relativamente pequeña del monstruo amarrándolo a su cinturón y volteó regresando con velocidad a donde yacía el mayor despertando con su cuerpo totalmente adolorido y un fuerte dolor de cabeza- ¿Oso...?-Musitó débil.

--Si, si soy yo, ya acabé con ese malnacido-Respondió, el oji-azul suspiró con alivio viendo la cabeza colgada en el contrario-Ven, te llevaré a casa, podremos ir a buscar la recompensa en otra ocasión-Sin pena alguna alzó como princesa al ruborizado humano elevándose en busca del camino de regreso, estaba consiente que lo más probable era que estuviese herido y la prioridad era curarlo a pesar de los reclamos entrecortados de este.-Por cierto... ¿Qué se siente ser el débil ahora Karamachu? Jeje-Se burló, en efecto, no muchas veces había visto al mayor vulnerable o sumiso ante cualquier circunstancia, por lo general siempre estaba haciendo de ridículo públicamente con sus palabras y poses dolorosas que rompían sus costillas, cantando con su lira bellas tonadas a lo que sea que le inspirara (en el caso de damiselas si bien algunas lograban caer por él también se había llevado una cachetada más de alguna vez) o en privado, donde era extrañamente sereno e imperturbable dedicándose a hacer los que hacerles de la cabaña o a mimarlo en sus ratos libres con su sonrisa confortante, y aun así nunca parecía sentir miedo o angustia por algo, solo fue aquella vez que le había seguido de pequeño y desde entonces para su mala suerte nunca más le mostró esas facetas que se supone todo ser humano tiene, se preguntaba el por qué lo hacía si ya estaba enterado....

--S-silence... --Murmuró-No es correcto para un caballero verse en una situación tan vergonzosa como esta...... puede haber regresado sobre "Lord Horse"-Apretó su agarre evitando mirar hacia abajo, no lo admitiría pero estar a tanta altura le ponía los pelos de punta.

--¿Uh? Pero si está débil, sería peligroso si no te reviso rápido. Sería más fácil si te llevara así todo el tiempo en vez de tardarnos días en recorrer de un lado a otro sobre tu caballo- Declaró, el otro no dijo nada y cerró sus ojos apoyándose en el pecho ajeno, la verdad es que si sentía su cuerpo entumecido por los golpes que recibió y estaba cansado, por suerte no tardaron demasiado en volver a su hogar dejándolo sobre su cama con cuidado, Kara apenas tocó el colchón se quejó levemente-Parece que es por el golpe que te diste contra el árbol... ¿Qué debería hacer?-

--Ah... con... con unas cremas bastan...--Rechistó al estar a cargo de su compañero, bueno... una vez no estaría mal ser mimado-Y... creo que ayudaría bastante si me quitara la armadura-Osomatsu asintió y prosiguió a quitársela despreocupadamente causando que el mayor gritara incontables veces-¡D-despacio tonto! ¡Me estas matando!-

--Jaja Perdón, es gracioso molestarte-Dijo rascando su nuca con su mano- ¿Vez? Lo hice rápido, ahora voy por las cremas-Dejó un momento la habitación en tanto el otro se daba vuelta con dificultad, se miró en un espejo cercano a la cama en donde vio su espalda con varias contusiones y raspadura, esto es malo, las Karamatsu-girls se sentirán decepcionadas por su ausencia. Después de unos minutos Osomatsu volvió con las cremas caseras para tomar un poco y esparcirlo por sus manos, consiguientemente se dedicó a esparcir dicha sustancias por la lastimada espalda del mayor, este soltaba quejidos cuando hacía demasiada presión en las heridas aguantándose las constantes ganas de llorar apegando su rostro a la almohada y mordiéndola con fuerza.

El oji-escarlata notó los tiritones que le daba solo su tacto y tragó grueso, los leves gimoteos de dolor le pintaron sus mejillas de color rojizo y soltando un suspiro entrecortado entrecerró sus ojos. Aquella crema mágica del mago de verde surtía un efecto inmediato cerrando y curando las heridas rápidamente, pero que causaban al caballero un intenso ardor en su espalda gritando sin dejar de morder su almohada hasta que después de una media hora todo había sido restaurado recostó su cabeza jadeando agotado, el hibrido volvió a tocarle causando que este se sobresalte, al parecer seguía sensible.

--Ah... e-está bien ¿sí? Creo que... debo descansar...--Dijo en un susurro al girar para verle con el rabillo del ojo. El menor comenzó a respirar agitado sintiendo una corriente eléctrica paralizarle el cuerpo. "Su espalda... su cuello... se ven deliciosos" Pensó de pronto, un calor inminente invadió su cuerpo viendo a su presa con hambre- ¿Osomatsu? -Preguntó confundido por la actitud del contrario quien se acercó a paso veloz- ¿Qué estas ¡AH!-Pegó un grito al sentir el cuerpo del otro sobre el propio, este pasaba sus manos por sus costados con desesperación en tanto lamía su espalda desnuda tirando la piel regenerada con sus dientes-¡O-Osomatsu basta por favor...! ¡Duele demasiado!-Mas este no hizo caso alguno, sus garras rasguñaron su espalda baja arrancando sus prendas inferiores. Aterrado, Karamatsu se removió tratando de liberarse en vano, su situación y el cariño que tenía a aquel ser le imposibilitaban que actuara en su contra, las manos del menor sostuvieron sus caderas alzándolas con brusquedad.

--Jaja... Estoy duro...--Relamió sus labios, el mayor giró viendo el enorme bulto sobresaliente de los pantalones sueltos y la expresión deseosa de quien había visto crecer, ahora temía lo peor-Dígame Sir Karamatsu...... ¿Me dejarías fecundarte?- Susurró en su oído, el oji-azul abrió sus ojos del impacto que le produjeron esas palabras, recuerdos vinieron a su cabeza llenas de angustia que fueron disipados en el momento en que Osomatsu se adentró sin previo aviso rasgando su interior violentamente sin detenerse, había algo que carcomía la cabeza del dragón todo ese tiempo y es la ansiedad que le causaba ver el cuerpo desnudo de su única familia, cada vez que dormía pacíficamente rodeado de naturaleza podía pasarse horas viéndole el rostro o los celos que le provocaba que fuese tan cercano a ese mago aburrido le enfermaba ¿No lo parecía? ¡Pues claro que no! Él era muy buen actor después de todo y estaba molesto en que el mayor no le viera a su altura, molesto de que no dependiera de él cuando DEBERÍA hacerlo y que fuera tan noble al aceptarlo sabiendo del crimen que había cometido antes de nacer, era consciente de todo.

Lo mejor es que... ya no era menor que él, es decir, con solo 5 años humanos tenía la misma edad que el caballero, era tiempo de saciar esa curiosidad... Devorar... ¿En qué sentido? ¿Sería que codiciaba su carne? ¿O era algo más? No le interesaba vengar a su madre, entonces seguramente lo que tenía en mente en ese instante.

--¡AH! ¡Por favor para! ¡T-te lo ruego!-No importaba cuanto gritara o suplicara, eso solo aumentaba el libido del de rojo que no se detenía, su curiosidad fue más grande un día en que se enteró por ancianos sobre "Un doncel en armadura" Al inicio no supo el significado de tales palabras, pero luego de investigar encontró más motivación a asaltarle- ¡Ah...! ¡Oso...matsu...! ¡Ah!-Excitado y atraído por la curvatura de su clavícula el dragón feroz mordió en dicho lugar con todas sus fuerzas clavando sus colmillos en ella, Karamatsu gritó y el exquisito sabor metálico deleitó su paladar sin soltar su piel o disminuir el ritmo de sus estocadas profundas y salvajes.

--Y pensar que... ngh... No te tocaba por vergüenza ¿Por qué te volviste caballero, Karamatsu~?-La escena de hace un par de semanas atrás volvió a su mente, cuando fueron a visitar al amigo pajero del mayor, cuando él volvía de vagar por ahí les había encontrado hablando muy cerca el uno con el otro, hostigado por aquella situación les espió detrás de un árbol.

--"No confío en tu protegido aún ¿Seguro que no es peligroso?"- Cuestionó el oji-esmeralda, el caballero bajó la mirada sonriendo con timidez y un leve rubor.

--"No... él es un buen chico, algo cabezota pero no me haría daño..."-Osomatsu hizo una mueca ¿Debería estar feliz por ello? Porque sentía inconformidad ante tales palabras. Choromatsu solo suspiró acercándose a él para besarle en la frente dejando al hibrido descolocado.

--"Está bien te creeré, pero recuerda que a pesar de todo tienes un cuerpo débil y temo que mi apuesto caballero salga lastimado, ten cuidado por favor"-Le tomó de sus mejillas viéndolo directamente a los ojos, el azul se sonrojó con fuerza.

--"S-si"-Respondió nervioso.

Un sabor amargo tenía en la boca, No quería pensar que su única familia, aquel quien dedicó años en criarlo lo cambiara por alguien más, fue en ese momento que decidió que tenía que guardárselo para sí, solo entonces cumpliría su promesa. Y ahora incluso cuando se vino tantas veces en su interior no se detuvo hasta que estuvo lleno de su esencia. Toda esa noche la dedicó a amarrar por la fuerza a quien tenía un sentimiento de dependencia absoluta.

--Karamachu fue tan adorable, no dejaste de gemir incluso cuando ya no podías más~-Dijo con su voz cantarina, el nombrado yacía en sus brazos con la mirada perdida sin emitir una palabra o incluso pensar en algo, parecía muerto en vida-No tenía por qué ocultarme cosas tan importantes, no soy tan distraído como pensabas...--Besó su mejilla y acarició su cuello en el que horas antes había marcado curándolo nuevamente con aquellas cremas evitando la hemorragia, más la herida en su interior era incurable, toda aquellas veces que fue advertido de la naturaleza salvaje de la raza de su pequeño hermano hizo caso omiso ¿Por qué? Porque confiaba en él, quería creer que era diferente, que podría adaptarse como un ser humano normal. Que equivocado estaba-Ah... no te preocupes ahora, será poco tiempo antes que haya muchos dragoncitos por aquí ¿No te parece lindo?- Sus ojos zafiros de aguaron sollozando en el acto.

--¿Por qué...?-

--¿No es obvio? No quería estar separado de ti, es aburrido estar solo, sobre todo cuando ahora puedo tener más familia con la persona que más quiero~-Sonrió perversamente- ¿O acaso no deseabas pagar por tus pecados conmigo? Bueno, creo que esta es la mejor forma de hacerlo...- El labio inferior del doncel tembló, le había dado justo en su punto débil, sentía asco de sí mismo al no poder negarlo- Juntos... Así debe continuar por siempre...- Dijo acariciando su vientre, no faltaba mucho para que tuviera más compañeros con que proteger a su doncel en armadura.

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Iba en un inicio a hacer un final más bonis y normalito pero luego dije: ¿Qué tal si le pongo violación y angst? Y resulto todo esto, lo siento si no les gustó pero me encanta.

Lamento mi obsesión por el Kara abusado pero me encanta verlo sufrir (Y a la vez no) Tienen una autora muy masoquista. XD

Esta está dedicada a mi chororin nee-san YunisuMustang para fomentar su locura por el M-preg XD

Además no pude resistir inspirarme en ese bello comic de @marinebohne (creo que así era su twitter? En todo caso tiene el mismo nombre que en tumblr) La amo con mi ser! Dudo que escriba mucho pero recuerden que después del 28 estoy libre~

Nos vemos~

Fran~💙

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