Día 9: Diferencia de edades

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El protocolo de un buen caballero incluía estrictamente hacer actos de buena fe como salvar vidas o ayudar a la gente en la comunidad. Karamatsu era muy conocido y querido por muchas personas por usar las recompensas que ganaba con sus arriesgadas hazañas contra temibles monstruos que atormentaban a los indefensos pueblos de la región. Ya sean ogros, magos malvados o dragones, el valeroso bienhechor siempre se encargaba de proteger a los habitantes de la región.

Hace unos días le alertaron sobre una enorme criatura que causó graves destrozos en el bosque causando enormes incendios, el dragón rojo escupe fuego ya había acabado con muchos de los grupos de caballeros y caza recompensas con una brutalidad sorprendente, dejando rastros de sus pisadas y caminos de cenizas por doquier. Nadie sabía exactamente de donde había aparecido o como había crecido tanto, pero era ahora su responsabilidad tratar con tal Bad Guy.

Es por eso que en esos momentos estaba batallando con el animal colosal cortando con su espada sobre las escamas brillantes, este enfurecido soltó un gran alarido junto a su característico aliento de fuego que fue esquivado por el caballero de forma audaz devolviendo los ataques consiguiendo encestar el filo de su arma en el hombro izquierdo de la criatura yendo con velocidad admirable a su espalda clavando justicia por aquí y por allá sintiendo su corazón latir con fuerza por todas esas veces que vio el alargado hocico del animal tratar de alcanzarle a fin de sacarlo de su lomo.

Y lo consiguió, en un descuido su capa fue apresada por sus filosos dientes alzándolo con intención de devorarle, Karamatsu desesperó por un momento agitando su espada lastimando uno de los ojos filosos del monstruo quien le soltó recomponiéndose con dificultad luego de la caída que sufrió. El dragón amenazaba con lanzar con violencia un torbellino de fuego hacia el humano cuando este vio con dificultad su punto débil al descubierto arrastrándose hasta su espada con rapidez al notar el humo que se escurría por la boca del animal acercándose furioso. En un golpe de suerte apenas alzó su arma con firmeza y atinó al pecho del temible adversario, justo en su corazón, volviendo este a rugir con fuerza antes de desplomarse en el suelo agonizante.

--Ah.... Ah...--Karamatsu trataba de normalizar su respiración levantándose usando la espada de apoyo, más tarde iría a curarse las heridas que había sufrido pero antes debía comprobar que había derrotado al malvado dragón que atacaba a las inocentes personas. Cuando se acercó notó que ese enorme cuerpo desprendió luz reduciéndose bajo su mirada asombrada a un figura humana, el caballero se acercó a lo que parecía una mujer muy mal herida, los cuernos rojos enroscados y cola puntiaguda del mismo color le dio a entender que se trataba del mismo ser que acababa de herir a muerte, aun así en sus ojos de rubí empapado en lágrimas vio reflejado la desesperación y sufrimiento que sentía en esos momentos. Angustiado, se agachó a un lado tomando el torso de la mujer entre sus brazos tratando de articular palabra para aclarar todo ello.

--¿C-como es que usted.... Un valeroso hombre de honor pudo hacer esto?-Habló ella con voz suave- ¿Es acaso t-tan imperdonable que una madre... cof... quiera proteger a sus hijos? -Esas preguntas descolocaron al oji-azul ¿Hijos? ¿A qué se refería? ¿Acaso lo estaba engañando? Al voltear en dirección de donde había estado el dragón reposando cuando él llegó había varios hombres rompiendo con sus picos y palas enormes huevos que estaban en lo que parecía un nido de tierra y hojas de árboles, aquellos huevos iban liberando a las criaturas semi-humanas muertas a medida que los hombres que siguieron al caballero a hurtadillas los iban despedazando. Volvió a ver a la mujer de cabello castaños con horror y confusión, según esos pueblerinos aquel ser que tenía entre sus brazos atacaba sin razón alguno creyendo que era una verdadera amenaza sin control ¡Le habían engañado!

--Y-yo n-no...Y-yo no sabía.... -Esta sin embargo sonrió débilmente al ver las lágrimas asomarse por esos orbes color cielo, ella como un hibrido había heredado el poder de sus antepasados, su parte humana le impedía alterarlo pero le permitía observarlo a través de los ojos ajenos y tanto el pasado como el futuro de ese hombre le eran muy interesantes, solo le mostró verdad en su camino. -Lo lamento.... ¡Lo siento mucho!-

Reto de los 30 días (OsoKara version)Where stories live. Discover now