Recta hacia el final💔
Juro que mi brazo en cualquier momento se saldría del lugar si Kay continuaba tirando de él de esa forma, sin embargo ningún quejido salía de mis labios porque era divertido verla así de emocionada como si fuese una niña y no haría nada para sacar esa sonrisa de sus labios.
– Es preciso Shawn – soltó cuando soltó mi antebrazo – Me encanta conocer ciudades.
– A mi también me encanta – concorde con ella asintiendo – Que estés aquí conociéndolas conmigo lo vuelve mejor – confesé.
– Falta una semana para terminar el tour – suspiró triste – ¿Extrañas a tu familia? – curioseó.
– No te das una idea cuanto – afirmé, siempre extrañaba a mi familia cuando me iba de Tour – Pero a penas llegue a Toronto iré unos días con ellos y luego volveré a mi departamento – me consolé a mi mismo.
Al mirarla a los ojos supe que tenía que hacerle la pregunta que quería hacerle hace varios meses ahora o nunca, pero de hecho me encontraba demasiado nervioso y no sabía porqué.
– ¿Crees que puedas ir conmigo? – pregunté cautelosamente.
– No veo porque no, hace mucho no los veo tampoco – soltó una risa.
Tengo que hacerme entender mejor.
– Sonará un poco egoísta lo que voy a decir... – me adelante a recalcar – Pero en realidad quisiera tenerte todos los días para mí.
Sí, sonaba egoísta lo sabía, pero no era otra cosa más que la verdad, había estado pensando en esta idea durante mucho tiempo ya, estar separado de ella durante varios meses solo me hizo replantearlo una y otra vez.
– ¿A qué te refieres? – soltó confundida.
Me quedé unos segundos observando su rostro sabiendo que estaba completamente enamorado de ella y solté un suspiro a la vez que miraba al rededor en busca de la valentía que necesitaba.
– Nos conocemos hace dos años ya –comencé conectando nuestros ojos – Salimos hace un poco más de un año y quizás te parezca apresurado lo que voy a decir, pero lo estuve pensando hace mucho tiempo – le hice saber.
– Continúa – pidió sonriendo.
Pasé mi lengua sobre mis labios sin despegar nuestras miradas, esa sonrisa era lo que necesitaba para sentirme seguro.
– Quiero que te mudes conmigo – propuse hablando veloz pero firmemente.
Ella quedó en silencio analizando mis palabras, sé que la había tomado por sorpresa pero no sabía que era lo que se escondía tras su mirada.
– ¿En serio es lo que quieres? – preguntó y yo no demoré más mis palabras.
– Por supuesto que si Kay – confirmé – En este tiempo solo me di cuenta cuanto necesito tenerte conmigo y si con eso lo puedo resolver, soy capaz de hacerlo – asentí – No hay nada que me guste más que despertarme todas las mañanas contigo a mi lado.
Ella sonrió ampliamente lo que hizo que mi corazón latiera entusiasmado por su respuesta.
– Sí – contestó.
– ¿Sí qué? – insistí sin poder ocultar la sonrisa de mi rostro.
– Sí Shawn – carcajeó – Voy a mudarme contigo.
Besé sus labios en cuánto terminó de hablar sin darle tiempo a reaccionar y me separé a los pocos segundos.
– Creí que dirías que no – reí.
– No podría decirte que no aunque quisiera – me hizo saber negando con su cabeza.
– Estoy tan feliz – confesé sin poder borrar o ocultar mi felicidad.
– ¡Shawn! – volteamos rápidamente hacia la voz que nos había interrumpido y me encontré con el rostro de Josiah a unos pasos de nosotros – Ven quiero sacarte un foto – pidió.
Asentí comenzando a seguirle los pasos dejando a Kay atrás contemplando el paisaje de la ciudad.
– Dijo que sí – comenté feliz en cuanto llegué al grupo de mis amigos.
– Sabía que lo haría – respondió Geoff.
– Por lo menos estabas seguro, yo sentía que me moría esperando su respuesta – me sincericé.
Él nego con su cabeza divertido y yo me dispuse a sacarme las fotos que Josiah quería sacarme, no obstante luego de unos segundos volteé en dirección al lugar donde había dejado a Kay y algo llamó mi atención.
– Espera un segundo – interrumpí la sesión dirigiéndome a pasos lentos hacia el grupo de chicas que estaban rodeando a mi novia.
– Eso no es verdad, yo amo a Shawn, yo era como ustedes una simple fan – escuché la voz de Kay a la distancia a medida que me iba acercando un poco más.
– No te creo nada – una voz desconocida habló ferozmente – Hacenos un favor y sal de la vida de Shawn, él esta mucho mejor sin...
¿Qué?
– ¿Qué mierda estás diciendo? – interrumpí sin poder creer lo que había escuchado.
Me abrí paso entre los cuerpos frente a mí hasta llegar a Kay.
En cuánto conecté mis ojos con los suyos pude notar el miedo en ellos observándome como si mi llegada le hubiese salvado la vida, lo que me hizo enfurecer aún más.
– Shawn – la voz desconocida volvió a hablar esta vez con un tono de sorpresa y voltee hacia la dueña de esas palabras, manteniendo el cuerpo de Kay detrás de mi espalda evitando que le dirigieran una mirada o siquiera una palabra – Nosotras...
– Ustedes nada – interrumpí aparentando mi mandíbula – ¿Quiénes se creen que son para decirle eso?
– Somos tus fans, solo queremos...
Negué con mi cabeza nuevamente interrumpiendo sus palabras al escuchar lo que acabada de decir.
¿Enserio una persona que insulta a alguien que conozco y considero importante, puede creerse mi fan?
– Si fuesen mis fans no dirían esas cosas a mi novia – informé – No puedo creer que crean eso.
– Todo el mundo lo piensa – cruzó sus brazos.
– ¿De qué hablas? – esta vez una expresión de confusión invadió mi rostro.
– Todos creemos que sólo esta con vos para quitarte fama.
– Eso es una gran basura – gruñí – No la conocen ni un poco para hablar así de ella y no creo que todos lo crean, tengo fans que enserio me apoyan.
– ¿Qué sucede acá? – estaba seguro que mi equipo había llegado a mi lado para averiguar que es lo que sucedía pero aún así no podía quitar mi vista del grupo de chicas frente a mí.
– Nada... – oí la voz débil de Kay detrás mío pero no dejé que continuara hablando.
– Sucede que parece que la gente dice mentiras sobre mi relación – expliqué – Espero que esto no se repita – advertí.
– Shawn dejalas, está bien – Kay intentó tomar mi brazo para alejarme de allí pero yo me solté de su agarre rápidamente antes de que pudiera hacer algo.
– No está bien Kay – me giré hacia ella frunciendo mi ceño – Deja de decir eso, no tienen derecho a hablar así de ti.
Me quedé observando sus ojos fijamente intentado descifrar que es lo que sucedía en su mente, si ella había estado sufrido desde hace tiempo sola y no me había contado nada, si es qué recibía comentarios como éste o peores a menudo.
¿Por qué no había hablado de esto conmigo?
Estaba angustiado y enojado, y no sabía controlar estos sentimientos.
– Shawn vamos al hotel – habló Geoff.