Gran parte de mi vida, puedo decir que tres cuartos de esta, estuve totalmente presa de mi misma, oculta tras un paquete de galletas, un bote de helado y luego me quejaba porqué el jean estaba más ajustado o mis senos más grandes y cosas como esas.
Aún lucho una gran pelea contra este gran monstruo,aún estoy lo suficientemente gorda como para alcanzar un infarto o alguna enfermedad que me deje con una dependencia hacía alguien.
Pero, mientras lucho esta batalla les contaré por todo lo que pasé y sé que muchos también estarán ami favor cuando les diga que una imagen vale más que mil palabras y que ser gordo, gordito o rechonchito no es bueno ni para tu salud mental ni física ni espiritual ni nada que tenga que ver con la palabra vida y comodidad consigo mismo.
Si me preguntan si seré sincera en mi totalidad, por supuesto, no planeo guardar más y y ganar una batalla y no contar mis secretos.
De antemano espero no herir las susceptibilidades de nadie, sólo que desde mi punto de vista está bien ser medio pero no extremo.