My Complement. MADLY IN LOVE...

By ButterflyWings1994

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Cindy nunca estuvo hecha para las responsabilidades. Su vida era un desastre, no tenía trabajo y tenía que ma... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12-Maratón 1/3
Capítulo 13-Maratón 2/3
Capítulo 14-Maratón 3/3
Capítulo 15
Capítulo 16
NOTA DE LA AUTORA.
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47-Maratón 1/3
Capítulo 48-Maratón 2/3
Capítulo 49-Maratón 3/3
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 54
Just a woman. The Truth.
Capítulo 55
Capítulo 56
Boletín informativo...
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60. Final.
Epílogo Part. 1
Epílogo Part.2
Capítulo extra 1.
Capítulo extra 2.

Capítulo 53

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By ButterflyWings1994


Ian.

Solté un poco el nudo de mi corbata y me preparé para lo peor.

Eso fue exactamente lo que encontré cuando las puertas del ascensor se abrieron, dando paso a una gran estancia.

Todo estaba de la misma forma en que recordaba.

Las hermosas vistas panorámicas que proveían el lugar de una espectacular iluminación, cubierta con finas cortinas que otorgaban un poco de privacidad, pero no la necesaria para mí.

Pisos de granito blanco pulcro y reluciente, al igual que las paredes. Sobre éste, una mullida alfombra blanca.

Los sillones de cuero, al igual que las paredes, de un color perla que combinaba a la perfección con los cojines de un rosado viejo.

Pero lo que captó toda mi atención, fue una chaise longe. Recostada sobre ésta, estaba Miranda.

Desde un principio sabía que Miranda no se rendiría tan fácilmente, pero esto era demasiado hasta para ella.

Su cuerpo estaba cubierto, si es que se podía llamar así, con un corsé de encaje negro, el cual tenía pequeños detalles en color nude, al igual que en las pequeñas braguitas que llevaba. El color hacia maravillas con su piel y la pequeña pieza se ajustaba perfectamente a su piel, acentuando cada curva en su cuerpo.

No voy a negar que mi cuerpo supo apreciar su belleza, porque ella era una mujer realmente hermosa. Pero mi cabeza y corazón sabían a lo que venían y lo que tenían que hacer, por lo que hice a un lado mis necesidades primitivas y me aclaré la garganta para hablar.

―Creo que malinterpretaste mis palabras, Miranda ―dije evitando mirar su escultural cuerpo en todo momento, incomodo por la situación.

Ella sonrió de forma provocativa y dejó a un lado la copa de vino que hace unos momentos estaba en sus delicadas manos para levantarse de la chaise longe y acercarse a mí caminando lentamente, moviendo las caderas, provocándome con cada paso.

―No, creo que entendí perfectamente el mensaje, querido ―murmuró poniendo sus manos en mi pecho y mordiéndose el labio inferior― solo decidí recibirte de la forma en que te mereces.

Di un paso atrás, alejándome de su toque.

―No merezco nada de tu parte, ni tampoco lo quiero.

―Eso no es lo que decías antes ―susurró acercándose nuevamente a mí y pasando sus manos por mi nuca, acercando peligrosamente su rostro al mío. No quería ser brusco, porque mi madre y padre me habían enseñado que a una mujer se le trataba con delicadeza, pero como continuara por ese lado no me dejaría más alternativa― creo recordar que amabas que me vistiera de esta forma para ti. Aún más amabas cuando me quitaba la ropa. Pero... ―canturreó dando un paso atrás con una sonrisa juguetona―...voy a ser una chica buena y escuchar lo que tienes para decirme. Luego veremos si hay tiempo para algo de diversión.

―Olvídalo, eso no va a pasar. Sabes que ya no siento nada por ti.

―Tu cuerpo no dice lo mismo, cariño ―se mofó tomando una copa en sus manos y llenándola de vino― ¿Gustas?

―No, gracias.

―Vamos, es solo una copa ―insistió con voz jovial, guiñándome un ojo de forma coqueta― para aligerar el ambiente y ponernos cómodos. Ya te lo dije, voy a ser una chica buena.

Bueno, eso no es lo que tu vestimenta clama. Más bien parece como si fueras a tener mucha diversión.

―Está bien, solo una ―dije tomando la copa y bajo su atenta mirada dándole un corto sorbo.

No me emborrachaba con facilidad, mucho menos con una simple copa de vino, pero nunca se era lo suficientemente precavido.

Lástima que no lo fui.

(***)

Cindy.

Para cuando la hora de salida llegó estaba más cansada de lo que podía recordar haber estado en mucho tiempo.

Jack tenía toda la razón. No dormir había sido uno de mis más grandes errores, sobre todo porque después de todo lo que había comido en el almuerzo, todo el cansancio del día había caído sobre mis hombros.

Pero bueno, no había nada como un buen y productivo día. Dinero ganado, el sentimiento gratificante de un trabajo bien hecho y todas esas cosas.

―¿Quieres que te lleve a casa, Cindy? ―se ofreció Vincent cuando me vio salir de mi oficina.

―No, no te preocupes. Vine en mi coche. Pero gracias por ofrecerte.

―Luces como si necesitaras una cama con urgencia ―sonrió de costado― ¿Estás segura de poder manejar?

―Sí, no te preocupes. No es nada que no haya hecho antes ―dije encogiéndome de hombros con una sonrisa para reafirmar mis palabras― Además, tengo que pasar por un lugar antes de irme a casa.

―Bien, entonces hasta mañana.

―No te quedes hasta muy tarde, ¿sí? ―pedí a sabiendas de las intenciones de Vincent. Cuando él tenía una taza de café en la mesa a las siete de la tarde, los anteojos puestos y el computador encendido, era una clara señal de que pretendía quedarse tiempo extra.

―Prometido.

Salí de la oficina con una sonrisa, subiendo al ascensor y dando a la última planta, la del estacionamiento.

Subí en mi Volkswagen y antes de arrancar el sonido de mi móvil me indicó una llamada entrante.

Lilibeth Marie Bevis ―saludé con una sonrisa sin mirar el identificador. Ella tenía una canción especial para cuando me llamaba; Bad Bitch de Bebe Rexha. ¿Le iba bien, verdad?― Dime, amor de mi vida, ¿A qué debo el placer de tu llamada?

―Cindy, aun puedo quitarte esa entrada. No me llames por mi nombre completo ―gruñó al otro lado de la línea― Y no me adules, las dos sabemos que un rubio con buen culo se lleva ese título.

―Ahora que lo mencionas... voy a verlo ahora mismo ―dije al mismo tiempo que arrancaba el auto y salía del estacionamiento.

Lily se quedó mortalmente callada por al menos cinco minutos, antes de oír un brusco golpe del otro lado, un gemido y su inconfundible gruñido.

―¿Qué... ¿Él te llamó? ―preguntó con voz acelerada y agitada, provocando que frunciera el ceño.

No, me envió un texto. ¿Por qué lo preguntas? ―la actitud de Lily no me estaba gustando nada, porque parecía saber algo que yo no, y no me gustaba ser excluida.

No puede ir ―contestó ignorando mi pregunta― Cindy Elizabeth Cooper, no puede ir.

―¿Qué? ¿Por qué? Lily, tienes cinco segundos para decirme que está pasando.

―No pasa nada, solo... si vas a ir, ¿al menos podrías esperar a que yo llegara?

Cambié el teléfono de lado y lo apoyé con mi hombro para poder agarrar el volante con mis dos manos y dar un giro y estacionarme. Una vez estuve bien ubicada, apagué el motor y volví a tomar el móvil.

Estoy frente a la pastelería Delicias de la abuela, ¿sabes dónde está?

―Tu espérame ahí, en diez estoy contigo ―dijo antes de colgar.

Estaba confundida, muy confundida. Lily nunca se comportaba así, mucho menos conmigo. Y no me gustaba en lo absoluto.

Ella estaba realmente nerviosa y eso no era nada normal.

En un intento por calmar mis nervios, me bajé del auto para conseguir algo de comer en la linda pastelería que por obra divina tenía frente a mí.

Era un lindo lugar, Vintage, con una gran selección de pasteles, galletas, postres y todo tipo de cosas dulces.

Me costó mucho resistirme al pastel de chocolate, porque realmente tenía buena pinta, pero de solo imaginar el sabor en mi boca sentía esas malditas y molestas nauseas, por lo que me decanté por un pie de limón, un pastel de frutos rojos y un gran café descafeinado con leche y crema.

El café no estaba muy bueno, porque no tenía cafeína y le faltaba ese sabor fuerte y amargo que tanto me gustaba, pero no estaba tan mal.

Volví al auto con mi guarnición para pasar el rato y encendí el reproductor para distraerme.

Diez minutos después apareció Lily. En el precioso Impala del 67 de Alex.

Si no lo veía, no lo creía, pero misteriosamente no estaban matándose. Más bien parecían... cómodos.

Lily se despidió de Alex con una sonrisa y mientras caminaba hacia donde yo me encontraba, Alex espero pacientemente en su coche, mirándole el trasero a mi amiga, hasta que ella estuvo dentro del mío.

―Siento miedo de preguntar, pero la curiosidad es mayor. ¿Qué demonios hacían tú y Alex juntos sin intenciones de asesinato de por medio?

―No exageres ―dijo la morena poniéndose el cinturón de seguridad― solo estábamos hablando de algo importante que tenemos en común. Ahora... Quiero saberlo todo.

―Lo mismo quiero yo, Lily ―dije encendiendo el motor del auto y arrancando hacia el lugar en que Ian me había citado.

―Cindy, por favor, es importante. Dime todo lo que te dijo.

La miré de reojo confusa, esperando por más información de su parte, pero cuando lo único que recibí en respuesta fue silencio, suspiré y terminé por responder.

―Él solo dijo que quería hablar conmigo. Me dio una dirección y me pidió que fuera.

―¿Solo eso? ―preguntó con el ceño fruncido, sacando su móvil de uno de sus bolsillos y marcando a alguien. Luego de algunos intentos infructuosos, maldijo por lo bajo y dejó caer la cabeza en sus manos― Tenemos un problema, uno muy gordo.

―¿Qué? ¿Por qué? Lily, tienes que comenzar a decirme cosas, porque estoy a punto de tener una crisis nerviosa, y si no me hablas, vamos a chocar.

Ella levantó bruscamente la cabeza y me fulminó con la mirada.

―Con esas cosas no se juega ―me riñó con el ceño fruncido― estamos hablando de tu vida y la de tu hijo.

Su seriedad al hablar fue lo que terminó por preocuparme.

―Está bien, lo siento. Solo... entiéndeme. Me dices que no puedo ir, te pones como loca y Ian actúa extraño. ¿Cómo quieres que esté?

Lily volvió a suspirar y cerró fuertemente sus ojos. Luego sus manos se dirigieron a su cabello y comenzó a enrollar un mechón, algo que siempre que estaba nerviosa o preocupada hacía sin darse cuenta.

¿Por qué Lily estaba preocupada?

―Él está con Miranda ―soltó bruscamente, provocando que mis manos se apretaran con mucha fuerza en el volante y tensara mi cuerpo. ¿Ian con Miranda? ¿Qué hacía Ian con la cerdizorra? ¿Eso es lo que había estado haciendo todo este tiempo? ¿Ese era el problema que necesitaba arreglar? Quizá como yo había pensado él había terminado de darse cuenta que quería a Miranda y me había texteado para que nos juntáramos y así poder terminar formalmente conmigo. Sí, seguramente era eso― Pero no por las razones que tú crees ―se adelantó a explicar al ver mi agria expresión y la tensión en mi cuerpo― Él... Él fue para terminar todo con ella. Ian quería disculparse contigo por todo lo ocurrido, pero yo le exigí que antes de hacer o decir cualquier cosa tenía que cortar toda relación con la perra de su ex y pedirle seriamente que dejara de acosarlos. No creas cosas que no son, ese hombre está asquerosamente enamorado de ti, puedo dar fe de ello luego de todo lo que he visto y escuchado.

Aspiré bruscamente aire y en un acto imprudente me giré para mirarla.

―¿Qué? ¿Tú has estado viéndote con Ian todo este tiempo?

―¡Los ojos en la carretera, Elizabeth! ―chilló Lily apuntando aceleradamente hacia el frente. Hice lo que me pidió a regañadientes y con una mirada de reojo la insté a continuar― Si, lo he visto. Cada día. Él estaba desesperado por verte, prácticamente tuve que encadenarlo para que no lo arruinara.

―¿Arruinar qué? ―pregunté confundida, gruñendo cuando un conductor se me atravesó y tuve que frenar de forma brusca.

―Inclusive tuve que tomarte un par de fotos a escondidas para mostrárselas. Estaba histérico pensando que en cualquier momento bollito haría su aparición estelar y él no estaría ahí para verlo, además de estar constantemente lloriqueando por lo mucho que extrañaba ―continuó ignorando mi pregunta. Soltó una pequeña risita, de esas que sueltas cuando eres pequeño y haces una travesura, pero sabes que tus padres no van a enfadarse porque vas a ponerles ojitos― Alex estuvo ayudando un poco, pero los primeros días era un desastre. ¡Ni siquiera se bañaba! Y te aseguro, por muy bueno que esté, si no se baña y se emborracha como una cuba, tu chico huele como un basurero.

Reí sin poder evitarlo y antes de lo que pude imaginar tenia lágrimas en mis mejillas.

María Magdalena, así van a conocerme a partir de ahora.

―Cindy, por favor, no sé qué vamos a ver ahora, pero sea lo que sea... Dios, no me puedo creer que vaya a decir esto, pero... Solo escucha lo que tiene que decirte antes de golpearlo, sea lo que sea que veamos no dejes que eso ensucie la imagen que tienes de él. Las dos sabemos lo manipuladora e insensible que puede ser esa mujer.

No podía prometerle que no iba a hacer nada estúpido o impulsivo, porque esos eran mis segundos nombres, el primero era intensa. Solo esperaba no ver nada que rompiera la confianza que tenía en él, porque a pesar de que él no lo hiciera, yo confiaba en él. Más de lo que alguna vez creí que podría confiar en un hombre.

Hallo, meine Liebe (Hoy me siento un tanto Alemana, no me juzguen)

¿Alguien tiene teorías de lo que ocurrirá en el próximo capítulo? Porque niñas, el domingo es su día. Van a saber qué es lo que le depara a este par.

Sin embargo, creo que algunas de ustedes ya lo saben una parte *Giño, Giño* pero estoy segura de que no se esperan tooodo lo que va a pasar.

¿Qué creen ustedes que se trae la Lils con Alex? Esos dos últimamente no se están odiando como deberían... 

Por cierto, ¡Tenemos nueva portada! ¿Qué les parece? sean sinceras, porque ya saben que su opinión es muy importante para mi.

¡Espero que les haya gustado, las amo y nos leemos hasta el próximo capítulo!

PD: En multimedia; Make me de Noah Cyrus.

PD2: También pueden apreciar a la mejor amiga del mundo mundial. ¡Lily! 

Auf Wiedersehen (Según google traductor, eso es adiós).

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