Una luz segadora fue lo primero que divisé mientras abría mis ojos con dificultad, al mirar a mi derecha lo segundo que note fue a Andrew cubierto con una manta blanca.
Me senté en la cama sin dificultad alguna, solo sentía frío pero mi cuerpo no se sentía cansado, ni a dolorido como pensé que estaría después de aquella situación.
-¿Estás bien?- Me miró y luego sonrió con burla, como si lo que he dicho hubiera sido lo mas extraño del mundo o como si nunca lo hubiera escuchado.
-Yo debería preguntarte eso príncipe.- me he sonrojando, estábamos en el que parecía ser un hala de urgencias, estábamos rodeados por unas cortinas amarillas que te marean, mientras yo estaba sentado en una camilla tapado con una manta azul. -¿Cómo te sientes? ¿Quieres que volvamos a casa? - Se me escapa un suspiro, algo agotado, abatido. No quería dejar el lugar, y aparentemente mi mueca refleja mi pensar pues el ríe suavemente.
-Estoy bien, solo hagamos lo que tenias pensado, nos cambiaremos y haremos.... Lo que sea que hayas planeado- le Sonreí, quería tratar de mostrar la sonrisa mas sincera y amable que tenía. Alzó su vista y acaricio mi mejilla, yo solo decidí perderme en esa mirada azulina mientras sentía su mano fría llegar al borde de mis labios para acariciarlos con su pulgar.
-Andrew. Gracias.- Dije casi susurrando lo último, no despegue la vista de la suya y busque fuerzas para agradecerle como debía. -Ha sido impertinente de mi parte, pudiste herirte por mi culpa.- Repetí sin titubeos, su mano se detuvo y me miro con ternura, abrí mis labios para decir algo mas pero los cerré nuevamente.
-No te preocupes.- su voz era serena, relajada, levanté la vista nuevamente a sus ojos azules y este me sonrió. -Si ya estas bien, vamos a cambiarnos de ropa, aun falta algo que tenía preparado.- me guiñó un ojo con malicia, Asentí y me levante de la cama y al hacerlo mi pie quedo atrapado en la manta, causando que tropezase hacia el frente agarrandome a la espalda de Andrew que no evita evidenciar su burla con una carcajada.
-Ten cuidado. Esta sorpresa si que no puede estropearse.- sonreí tras su espalda evitando que me viese.
Salimos de la zona y nos encontramos con un hombre que nos llamó por las espaldas haciéndonos girar sobre los talones para verle y centrar nuestra atención en él.
-Durante esta hora, hemos estado revisando a Lulu, y henos hallado una herida recientemente provocada, no estamos seguros de si ha sido precisamente en su circunstancia, pero hallamos esto..- en sus manos mostró un pañuelo que al desdoblar, mostraba una brillante pieza metálica, nada difícil de identificar apenas ver.
-Mhm... ya veo.- dijo Andrew, su tono de voz fue bajo, pero lo suficiente fuerte para que el hombre escuchara. -Gracias por su atención, nosotros nos retiramos - salimos del lugar y por el ascensor nos dirigimos a la habitación del hotel para cambiarnos de ropa.
Habiendo cambiado la ropa húmeda z específicamente a traje pues así lo había exigido Andrew, le dejé que me guiara al exterior, al amplio balcón que poseía aquella habitación. Y no oculté mi sorpresa ante lo que me permitía admirar.
Una mesita pequeña, dos sillas (una frente la otra), dos velas rojas encendidas y brillantes, dos platos, una botella de vino y dos copas perfectas acomodadas en la mesa. Camine anonadado hacia la mesa y me llevé ambas manos al rostro.
-¿Qué sucede? - dijo mientras sus manos se posaban en mis hombros a mis espaldas para susurrar a mi oído. -¿te gusta?- sentía que podría desvanecer en sus manos, esto era lo mas lindo que habían hecho por mi en toda mi vida.
Mi primera novia y mi primer beso aun así siempre me negué a tener relaciones sexuales, pues siempre había pensado (aunque suene cursi) que quería reservar lo que quedaba de mi para una persona especial, y jamás había tenido una relación exactamente buena con nadie.
-Es... - me giré para verle el rostro en el que tenía una sonrisa que casi brillaba en la oscuridad, solo con el brillo de las velas, lo miré a sus ojos azules con ternura mientras sonreía, el posó sus manos a cada lado de mis caderas acercandome a su cuerpo haciendo que me perdiera aun mas en sus ojos.
-Esto, es hermoso.- levanté suavemente los brazos, deslizando los dedos por su pecho para alcanzar su cuello y rodearlo con algo de inseguridad. Aquél hombre podía ser muy encantador si así lo quería. Y tal gesto (debía admitir) le había acelerado el corazón.
-Quería que fuese mágico.- Nos sentamos en la mesa y comimos esa delicia que el pidió, tomamos el vino (la botella completa hasta dejarla vacía), y hablamos de tonterías sin sentido toda la noche hasta que llegó el momento donde me emborrache demasiado, Andrew no caía tan fácil ante al alcohol pues debía ya estar acostumbrado, pero yo, muy por el contrario era muy débil cuando se trataba de ello, caía fácilmente rendido a sus efectos. Comencé a balbucear y decir cosas que creí nunca diría.
Andrew reía a carcajadas cuando le contaba que nunca había tenido sexo con una chica o chico porque quería reservarme.
-Es que yo.. quería que alguien muy especial fuera mi primera vez. Y mas te vale que seas tu. O sea, me has quitado la virginidad. Aunque el calor del momento también me emborrachó-Pero supongo que eres muy especial pues me has dejado colgado.- Hablaba algo rápido, torpemente tropezando con mi lengua y él solo se limitaba a reír mas que a gusto con mia confesiones de borracho.
-Entonces ¿soy tu persona especial? - dijo ensanchando su sonrisa de maldad.
-¡Oh! No sé, supongo. Quiero decir; eres guapo, adinerado, amable e interesante. Ni siquiera sé como llegué a parar a tus manos, o a tu cama.- Posterior a hablar, juego con el borde del mantel, y mi rostro enrojece siendo consciente de lo vulgar que he sonado.
-¿Es así? ¿qué mas piensas?- estaba borracho que mas daba. De todas formas a la mañana siguiente no recordaría.
-has de haber visto lo necesitado que estaba y decidiste salvarme, y llevarme a tu casa y hacerme sentir cosas por ti o que se yo.. seguramente eres algo como un mafioso o un narcotraficante.. digo.. ¿Por qué andarías por ahí comprando personas? Si luego vas a matarme que no sea cliché...- me miró divertido, yo me alistaba para dar otra respuesta tratando de no arruinar todo.
-Entonces, ¿dices que te gusto?- Lo miré un minuto y Sonreí con malicia. Me levante de la silla, me dirigí a él y jalandole de la corbata lo hice levantarse del asiento, camine hacia atrás adentrándonos a la habitación y él sonrió mas que complacido.
-Quieres saber si me gustas, una pregunta bastante curiosa- empujé su pecho y cayó en el borde de la cama, mientras me subía a su dorso empuje su cuerpo hacia atrás y me acomode mejor sobre él, me acerqué a sus labios y noté como el palpitar de su corazón se aceleraba cuando nuestras respiraciones se sentían más y más cerca. -Si, me gustas, Andrew.... O eso es lo que creo.- Bese sus labios adentrando mi lengua desesperada, como era obvio Andrew tomo posesión del beso adentrando su lengua demandante haciéndome jadear.
Sus manos se colaron a mi cabeza y comenzó a juguetear con mi cabello tras de esta al tiempo que me sostenía firme, su lengua se entrelazaba con la mía y yo comenzaba a acalorarme, sus manos bajaron directo a mi trasero jugueteando con mi espalda mientras bajaba, apretó mis glúteos con sus grandes manos, solté un jadeo y este sonrió sobre mis labios.
Sentía mi rostro rojo y mi respiración al igual que la de Andrew era agitada, me quité la chaqueta negra, corbata y camisa y sensualmente hice lo mismo en Andrew, no se si será el alcohol o la reacción propia de mi cuerpo pero estaba muy excitado viéndolo abajo de mi.
-Que salvaje.- dijo sonriendo, también Sonreí y recurrir a sacar mis pantalones algo torpe quedando solo en bóxer, luego comencé a bajar en un recorrido de besos por su dorso asta llegar al borde de su pantalón, bajé el cierre con mis dientes y comencé a bajar aquellos pantalones lentos, como deseando que rogara por mas.
Cuando ya ambos estábamos desnudos seguí besando sus labios mientras que con mi mano subía y bajaba por su miembro, uno que otro jadeo se escapó de sus labios cuando aceleraba un poco el ritmo de golpe. Los besos habían cesado y yo comencé a masajear mi entrada trazando círculos al rededor de esta (seguía sobre su dorso, al parecer esta disfrutando estar en esa posición), suspire y metí un dedo dentro, comencé a moverlo lento mientras cerraba mis ojos, colé un segundo dedo mientras aceleraba un poco más el ritmo de estos.
-Mm...- estaba comenzando a ceder al placer, ya no sentía dolor solo el deseo y el placer de tener aquel miembro erecto dentro de mi penetrándome violentamente. Retire mis dedos, miré el rostro de Andrew que dejaba ver mas que lujuria, deseo o suplica por sentir placer.
-Vamos... Continua.- dijo cuando notó que me había detenido, como respuesta le Sonreí y tomé firme su miembro bajo mi cuerpo, al posicionar su miembro en mi entrada baje bruscamente a lo que ambos lanzamos un quejido.
-Ahh... ¡Mngh!..- Gemí sobre su cuerpo, ya ninguno podía esperar más a si que comencé a moverme, lentamente subía y bajaba por el miembro para luego ya cobrar fuerzas y subir poco a poco el ritmo con algo mas de seguridad. Las manos de Andrew se acomodaron en mís glúteos como abriendome para el o suplicando que fuese mas rápido.
-Ahh..- soltaba gemido tras gemido, jadeos o suspiros profundos desde la garganta al igual que él, solo que eran menos ruidosos.
De golpe subí el ritmo de las embestidas y sentí como Andrew apretaba mis nalgas bajo sus manos, gemí agudo al sentir aquella presión y su miembro hundirse mas en mi interior causando temblores en mi ser.
-M-Max...- Mis gemidos opacaban a los suyos pero este lo oí claramente. Seguí subiendo y bajando mi cuerpo casi sin fuerzas y sentía como el orgasmo llegaba a Andrew. Gemí agudo aferrándome a su pecho cuando me llenó de su semen caliente que me hizo llegar al orgasmo, uno ruidoso y necesitado.
Deje caer mi cuerpo a su lado, cansado, nuestras respiraciones estaban algo descontroladas, mientras estaba a su lado me toma entre sus brazos y me hace mirarle a los ojos.
-Príncipe.- hizo una pausa que parecía eterna. -Creo que te amo- Me sonríe con completa naturalidad mientras mi rostro cobra un intenso rubor.
-Creo que... Nos sentimos igual- ambos reímos y acto seguido Andrew depósito un cálido beso en mi frente.
No entendía porque me hacía sentir tan extraño, como si me fuese imposible poner resistencia cuando se trataba de él.
¿Mi inexperiencia?
¿Mi necesidad?
¿O realmente era amor?
≈•≈
Gracias por leer espero lo hayan disfrutado.
⭐Apoya con la estrellita que te⭐ ⭐cuesta?⭐
🌸Anónima-san los ama🌸