Narra Lauren
Parte de mi quiere moverse hacia ella, quiero acercarme todo lo que falte hasta tocar esos provocativos labios con los míos. Mis ganas están expuestas y las dejó ver por mi mirada constante sobre ellos.
Pero... necesariamente ella y yo teníamos que estar en esta situación para saberlo, esto era realmente imprescindible para Camila me gustará.
Ella sonríe nuevamente, no sé porque lo hace, pero es atrayente y yo flaqueo, cierro mis ojos porque simplemente a todo mi cuerpo le da por traicionarme en el justo momento que la puerta se abre.
Camila reacciona de una forma tranquila, está optando por bajar su cabeza y apoyarla de nuevo en mi hombro. Sé que está ocultándose, pero es mejor a que ella me esté empujando muy lejos por ser pillada en algo así. Por mi lado trato de no mover mucho mi cuerpo, ni sobresaltarme, sólo ladeo mi cabeza hacia la izquierda mirando al impedimento que no me dejo besar a mi hermana. Corrección hermanastra sin lazo sanguíneo.
-Lo... lo... lo siento-. Tartamudea Jake, en parte me siento agradecida que sea él, es obvio porque, pero sólo es una parte muy pequeña, la demás lo odia por interrumpirme. Es como si fuera mi uña agradeciendo y el resto de mi maldiciéndolo -No sabía... No sabía que estarían ocupadas-. Me exaspera que repita lo mismo dos veces.
¿Qué tan extraño puede ser, ver a una chica abrazar a otra chica que esta sobre una pared?
-¿Necesitas algo de Camila o de mí?-. Hablo despreocupada, ni siquiera me interesa que su reacción se asemeje a un chico con poca capacidad de reacción.
-No... Sólo... Ally... comida-. El intenta hablar y lo mucho que consigue es arrastrar palabras, lo que hace dar unos pequeños movimientos a Camila en mi hombro, creo que aguanta reírse de él.
Asocio lo que digo para entender que ya está la comida y venía a llevarse a Camila, pero no lo puede hacer porque ella está conmigo.
-Iremos en un instante-. Yo sonrio con un poco de satisfacción -Puedes cerrar la puerta por favor-. Pido con amabilidad.
El chico, suspira y luego sale cerrando la puerta a su espalda. No le gusta, a ella no le gusta ese chico, no es él quien está con ella ahora, no es él quien estaba a punto de besarla, soy yo, ella quiere ser besada por mí.
-Deberíamos-. Susurra, ella me empuja muy débilmente.
-¿Quieres?-. Prefiero no mover, prefiero regresar a como estábamos instante atrás.
-Quizás-. Dice y entonces alza su cabeza e inmediatamente busca mis ojos, ella me mira, sin sonreír, sólo me mira.
-¿Quizás?-. Pregunto y me voy acercando, el hecho que no me sonría, me hace sentir mucho más necesitada por aproximarme, es algo tan absurdo porque antes ansiaba acercarme al ver su sonrisa.
Respiro hondo llenando mis pulmones a tope y suelto el aire antes de cerrar mis ojos y rozar sus labios con los míos, pero sin llevar a más.
-¿Tienes hambre?-. Murmura lento provocando un hormigo en mis labios.
Puedo negar con la cabeza, pero prefiero pronunciar con lentitud al igual que ella -No, no tengo-.
-¿Estas segura?-. Ella suspira.
-Segura, muy segura-. A largo lo mas que puedo mi respuesta.
Tengo sus labios rozando los míos cuando habla y eso me está volviendo loca, siento que debería simplemente sellarlo sin esperar tanto y dejar de hablar de cualquier cosa, solo para sentir sus carnosos labios.
Mi corazón late eufóricamente, y mi cuerpo está totalmente rígido, luchando contra esa corriente electrizante que recorre cada da centímetro de mí.
-¿Estaría bien si tu y yo...-. Ella está intentado preguntar acerca de algo que no entiendo, no logro comprender a que se refiere o quiere decirme -Tu-.
-Sólo dímelo-. Pido y lo siguiente que siento es ella cediendo.
Camila presiona sus labios contra los míos y toda esa corriente reprimida es liberada, cada parte de mis poros la siente, siento que mis piernas pueden colapsar y me da miedo.
Tomo su rostro entre mis manos, siguiendo sus finos movimientos. Yo he besado a chicos y chicas el años pasado, en una fiesta improvisada, siempre fue lo bastante normal, besar por besar, una forma de distraerme, y ahora esto es increíble, de las millones de forma de besar a una persona esta es la mejor, se siente la mejor para mi porque no es necesario meter mi lengua en su boca para que sienta fenomenal. Los latidos del corazón son la diferencia, las constante y aceleradas palpitaciones en mis oídos me dicen cuando deseaba esto.
Narra Camila
Aprieto las caderas de Lauren, porque siento como mis manos quieren cobrar vida propia e ir libres, pero logró retenerlas con mucho esfuerzo en ese lugar mientras me apoyo con totalidad a la pared, tengo esa sensación de que puedo desvanecerme sin que yo pueda hacer algo.
-Deberíamos ir a comer-. Sugiero con más temor a que quedarnos sin comida, que querer ir.
-Hmmm-. Ella exclama al juntar su frente a la mía.
-Creo que debemos ir-. Utilizo mis manos en sus caderas y la alejo poco a poco.
-Sí, si-. Repite mientras pasa su mano por su cabeza -¿Estamos bien?-. Pregunta y yo le sonrio dando a entender que no pueden estar mal después de lo que paso entre ella y yo.
Acabo de besar a una chica, esta chica es mi hermana, no, no lo es, ahora si sería totalmente descabello si lo fuera. Aunque tampoco hicimos algo fuera de otro mundo que debamos lamentar, es un poco raro si, pero no el raro de sentirse mal, al menos yo no y no sé que puede estar pensando Lauren, ella no me está mirando. Ella me esquiva y eso me está creando una paranoia muy grande.
-¿Quieres salir primero?-. Pregunto sutil para acontinuación pegar mi mirada al suelo de su costado derecho.
-Si-. Susurra -Eh... Hmmm...-. Vacila e intenta pronunciar palabras, pero lo único que logra son balbuceos, cierra sus ojos quizás en busca de aclararse, luego de unos segundos vuelve abrirlos, se acerca y me da un pequeño beso -Te veo afuera-. Señala suspirando.
-Sí, si...-. Ahora la que dice incoherencia soy yo.
Me siento tensa, no incomoda o paranoica como antes. Nerviosa mis manos sudan y tengo esa presión de sonreír sin muchos motivos y con unas inexplicables ganas por mantener esa expresión alegre.
Estoy así hasta que el policía Simón se cruza en mi camino de regreso al comedor.
-¿Qué tanto hacían las dos ahí adentro?-. Él pregunta.
-Nada que te interese-. Me cruzo de brazos, pero no molesta, no puedo.
-Nada que te interese-. Hace el intento de imitar mi voz y cruzar sus brazos.
En vez de molestarme, tomo su acción como lo que es, una broma, muy mala, pero broma en sí.
-¿No tienes nada más que hacer?-. Cuestiono sin reproche.
-No, la verdad. Al parecer todos los lugares de diversión han sido clausurados y la muerta con la que iba a salir esta noche canceló, no le apeteció comerme hoy-. Se ríe.
Me rio con él. Es involuntario, por una simple razón, yo estoy muy feliz ahora y todo me hace gracia.
-No te puedes reír de eso-. Lauren está molesta jalándome del brazo hacia el comedor, esto me hace creer que no estaba lejos de nosotros.
-Espera, es gracioso-. Alego.
-No, no lo es, es irónico-. Me contradice malhumorada -Ally dejo una porción para ambas-. Continúa con un mejor tono de voz -Lo que es bueno, pero lo malo es que están frías-. Apunta a los platos cubiertos en el meson, no hay nadie en el comedor ahora, pero si se sienten pasos arriba y murmullos, la mitad debe estar haciendo cola para bañarse y los demás preparándose para dormir, solo son suposiciones mías, no tengo ni idea que pueden estar haciendo.
Sigo a Lauren hasta una de las mesas, ella lleva mi comida ahora descubierta.
-Tus ingredientes favoritos, pero no los mios-. Muestra facción de asco al colocar los platos sobre el metal de la mesa –Cuanta hambre tengo-. Dice en son de burla.
-No son mis ingredientes favoritos-. Aclaro seria tomando el asiento de en frente.
-Creí que eras una chica que le gustaban los minerales y proteínas, frutas-.
-No-. Niego interrumpiéndola -La frutas me gustan como a cualquier otra persona, pero comía los vegetales por la misma razón que tu lo hacías-. Hago una pausa para que ella trate de adivinar porque.
Con su mirada adherida a mi le tomo un par de segundos responder -Sinuhe-.
-Si-. Afirmo asintiendo, ella me sonríe, paso su mano sobre la mesa y la posa arriba de la mía.
Tiembla un poco, lo percibo y eso me hace sentir nerviosa y acalora mi rostro.
-¿Cena romántica?¿Primera cita?-. Pregunta Simón tan cómodo mientras coloca otro plato sobre la mesa y una silla a mi izquierda.
Lauren retira lentamente su mano, yo por mi lado ladeo la cabeza para apoyarla mi mejilla sobre mi palma y suspirar frustrada.
-Te encanta estar en medio de nosotras ¿Verdad?-. Lauren esta siendo un poco grosera.
-Negaría, pero ahora mismo estoy en medio de ustedes, no literal y no siempre lo estoy-. Termina de hablar para empezar a comer con total tranquila y me pregunto en qué momento lo invitamos.
-Hay mucho espacio-. Señalo entre comillas siendo amable.
-Camila no es necesario-. Lauren se encoge de hombro en resignación -Mejor comamos-.
También me conformo y comienzo a comer, tampoco es que haya mucho que pueda hacer para que él se vaya.
-Tú me caes bien-. Él palmea el hombro a Lauren -Tu no-. Me señala a mí.
-Ja-. Exclamo dejando en evidencia cuando me importa y él tampoco parece tomarme en cuenta.
-Hay un apocalipsis zombie, pero debemos comer vegetales-. Se queja Simón muy tarde de la ensalada, copiando la misma cara de asco de Lauren hace rato –Tal vez así siendo saludables, los que están afuera no quieran comernos-. Yo me rio por impulso cubriendo mi boca para que lo que mastico no salga, seria penoso.
Me mantengo así ahogando mi risa, pero dejándola notar en el temblor de mi cuerpo.
-¿En serio?-. Pregunta Lauren neutral.
Es mi turno de encogerme de hombros.
-Tu si tienes sentido del humor-. Me dice y luego mira a Lauren -Tu no-. Ha invertido los papeles.
Pasamos comiendo unos minutos, no puedo especificar cuantos minutos son no tengo noción de la hora exacta, así que pienso que fueron minutos riendo por inercia o por algún motivo de Simón, el incluso logro una sonrisa de Lauren, una mueca o una expresión rara.
-Ninguna de las dos respondió mi pregunta-. Hablo Simón, él es el ultimo en terminar, es lógico, se que comenzó a comer primero, pero durante el resto de tiempo se dedico a hablar tonterías, lo ilógico es que nos hayamos quedado haciéndole compañía.
-¿Qué?-. Pregunto extrañada.
-Si esto era una cena romántica o la primera ci-.
-Ninguna-. Me apresuro a responder.
-¿Que paso? Creía que tú eras la que no negaba lo suyo-. Me mira desconcertado poniendo su mano en su pecho. Esta dando a entender que le dolió el corazón por lo que dije.
Rodeo los ojos y miro a Lauren, ella mi sonríe y sube sus hombros tranquila -Vamos a arriba-. Ella señala con la cabeza en dirección a las escaleras.
Asiento y me paro en el mismo tiempo de Lauren.
-Tengo ganas de bañarme-. Habli sin pensar en frente de Simón, no es de esperar que su cerebro trabaje muy rápido.
Él empieza a aclararse la garganta, de forma dudosa y eso es molesto.
-No le hagas caso, él pasa de ser agradable a detestable en un nanosegundo-. Me pide Lauren.
Termino accediendo y solo la sigo hasta las escaleras.