____ se despertó de repente sintiéndose asustada, miró la hora. 03:46 A.M. Volvería a dormir, se acomodó y cuando estaba conciliando el sueño se escuchó un grito, de una mujer, seguido por el de Justin. Oh no. Otra vez no, pensó recordando cuando lo vio acostado con esa rubia. Se tapó la cabeza con la almohada, resignada a que no podría dormir escuchando esos gritos. Sabía que lo había dejado con las ganas, pero ¿era necesario tirarse a alguien en la casa que compartían? Por dios, que asco.
Escuchó un "Oh Justin", de una voz que ya conocía, pero no recordaba de quién era cuando decidió ponerse audífonos para callar el griterío. Sabía que Justin era como un maestro para el sexo, Justin sabía cómo excitar a una mujer, pero quien sea que estuviera con él gritaba como puta. Bueno, tal vez es una, pensó. Intentó relajarse, pero los gritos de esa chica la sacaban de sus órbitas. Se quiso levantar y ponerle cinta en la boca, pero luego se dio cuenta que si veía aquella escena le daría asco y vomitaría.
Entró a su Instagram, aun escuchando la música, con todo el volumen que se podía. Dio algunos me gusta en fotos de sus conocidas famosas y se le ocurrió buscar algo. Colocó como hashtag "J____", así había escuchado como el portal E! llamaba a su “relación”. Rápidamente le aparecieron fotos de ellos juntos, en la fiesta, riendo y varias de ellos besándose, en la casa de Justin. Rió al ver como ponían las fans de Justin, los comentarios gigantes, poniendo todo lo que pensaban, como si Justin llegara a leerlo. Sonrió cuando vio a chicas que aceptaban la relación y se enojó cuando chicas le ponían "roba fama".
Sintió sed, por lo que bajó a tomar jugo, aún con los audífonos puestos y se sirvió de naranja cuando sintió la puerta de Justin abrirse, se sacó los audífonos con la música de Maroon five sonando aún, y escucho el sonido de un beso, se estaban despidiendo. Los tacos resonaban en la escalera, mientras la acompañante de Justin la bajaba. ____ se escondió en el pasillo, para ver quién era la afortunada. Y quedó helada.
— Nos vemos — Miranda sonrió, entregándole el celular a Justin de vuelta, donde seguro había anotado su número.
Justin le dio un beso muy cerca de los labios y cerró la puerta una vez que Miranda salió de la casa. Cuando ____ se dio cuenta de que él se dirigía a la cocina, justo donde ella estaba, volvió a ponerse los audífonos e hizo como si no supiera que su mejor amiga no acababa de acostarse con el padre de su bebé.
— Hey — Justin la miró y ella se quitó los audífonos.
— ¿Dijiste algo?
— Sobre lo de antes… — él se apoyó sobre un mueble, mirándola con los brazos cruzados — tienes razón, no deberíamos besarnos ni mucho menos ir a algo más — se encogió de hombros.
— Si no te molesta… voy a cambiar de habitación, es muy molesto escucharte cada noche con otra chica — ella hizo una mueca, y salió de la cocina con el vaso y celular en sus manos.
{…}
Justin se pasó la mano por el cabello, frustrado. Había estado hace dos horas tratando de terminar una canción, pero cierta chica delgada, de pelo castaño y muy molesta había estado en su mente todo el tiempo. Sacudió la cabeza intentando borrar a ___ de sus pensamientos y dejó el cuaderno de canciones sobre la mesa.
Se recostó sobre el sofá, cerrando los ojos y recordó el momento que había tenido con la chica de ayer. Ni siquiera podía recordar su nombre, pero estaba seguro de que la había visto antes. Ayer cuando él se había ido de la casa, tenía pensado ir al estudio, pero en el momento en que se bajó del auto y apareció esa chica ofreciéndose a él en bandeja de plata, no podía decir que no, ¿qué podría perder? Sin contar que ____ lo había dejado tan malditamente caliente, sólo para después recordarle que no iban a tener nada.
Cuando volvió a abrir los ojos, vio a ___ que venía bajando las escaleras. Justin se incorporó y caminó hacia ella, mirándola mientras caminaba.
— ¿Adónde irás?
— ¿Quedarme contigo incluye tener que decirte a cada lugar que voy o lo que hago? — él rodó los ojos.
— No seas infantil, ¿adónde irás?
— Tengo que ir a médico — ella finalmente llegó al último escalón y caminó hacia la puerta.
— ¿Qué ocurre? ¿Estás bien? ¿Pasa algo con el bebé? — la siguió.
— Sí estoy bien, y no pasa nada con el bebé. Es el control de cada mes…
— Ahh… — suspiró y rápidamente tomó las llaves y su celular — te acompaño.
— No es necesario, puedo ir sola.
Justin ignoró la respuesta que ___ le dio, y cuando ambos estuvieron afuera de la casa, le abrió la puerta del auto y una vez que ella estuvo dentro, se subió él y comenzaron a manejar.
Cuando llegaron a la clínica, una enfermera los recibió y luego esperar unos minutos, ambos entraron a la oficina del Doctor, el cual hizo acostar a ____ en una camilla mientras le preguntaba sus datos o sobre cómo se había sentido en los últimos días. ____ estaba ansiosa, quería ya ver a su bebé. El doctor al notar su cara, sonrió y se levantó de su silla acercándose hacia donde ella estaba.
— ¿Le gustaría ver a su bebé?
— ¿Puedo?
— Claro, además debo que revisar que todo esté en orden.
Justin sólo observaba desde una silla en la esquina de la sala, como ella se quitaba la blusa y se acomodaba en la camilla. El doctor puso un gel azul en su estómago y lo esparció con una máquina, la misma empezó a moverla haciendo círculos mientras veía la pantalla. Justin sólo veía manchas negras y blancas moverse. El doctor explicó.
— Aún el feto no está muy bien formado. Recién a los pocos meses se puede ver mejor. Justin seguía concentrado en las figuras de la pantalla, ____ estaba entrecerrando los ojos para ver algo. Pero aun así, sólo lograba ver manchas. Él caminó hacia ella, quedándose a su lado y tomando su mano, ____, quién tenía su mano reposando, se sorprendió por aquel gesto, aunque le pareció algo muy tierno. Justin en serio estaba interesado por su bebé.
— Veo que se mueve, miren, allí está — señaló un punto gris en la pantalla —. ¿Lo logran ver? — Ambos se quedaron callados, ninguno lo veía —. Es común, que al principio no lo reconozcan, pero ya al pasar los meses les será facilísimo verlo.
— ¿Cuándo podremos saber el sexo?
— No — Justin dijo rápidamente, causando confusión en ella —. Yo no quiero saber el sexo, quiero que sea sorpresa. El doctor asintió en respuesta, mientras le pasaba una toalla de papel a ____ para que se limpiara el estómago. Justin rápidamente tomó la toalla y le limpió, con sumo cuidado. Esos pequeños detalles a ella le encogían el corazón. Cuando estaba totalmente libre de gel, se volvió a poner la blusa y se sentó en la camilla, Justin seguía a su lado.
— Bien, creo que eso es todo, espero volver a verlos.
Ambos asintieron, y cuando ____ ya iba varios pasos más adelante que Justin, volteó y miró cómo él hablaba con el doctor, diciéndole que por favor no le contara a nadie sobre el embarazo y que aún lo querían mantener en secreto. Luego de esa pequeña conversación, Justin y ____ salieron de la clínica.
— ¿Qué fue todo eso?
— ¿Qué cosa? — Justin la miró de reojo, mientras comenzaba a manejar.
— Eso de ser tan… bueno y… — suspiró —. A veces pienso que eres bipolar, ¿sabes? — ____ habló con toda seriedad, provocando que Justin riera por el comentario.
— ¿Bipolar? Wow, gracias, ¿eh? — ella sonrió.
— ¡Lo digo en serio! Solo… en un momento me llamas por apodos lindos, me ignoras y luego haces esos gestos tiernos. Y se supone que las chicas son difíciles de entender.
— Tú haces que tenga esos cambios de humor — se encogió de hombros.
— ¿Me estás culpando?
— Me refiero a que… a veces podemos hablar de lo que sea pero luego estás así… toda seria y, no lo sé…
____ sonrió y no respondió, dando como concluida la conversación. Volteó la mirada hacia la ventana y se puso a pensar en los detalles que había hecho Justin en la clínica hace un rato. Cuando le había dado la mano, cuando le había quitado el gel o simplemente lo interesado que se veía en el tema. A cambio de él, ella sí quería saber el sexo de su bebé. Necesitaba comprarle ropa y todo lo que un bebé necesitaba.
El celular de ____ sonó dentro de su cartera Celine, haciendo que ella sacudiera la cabeza llevando todos sus pensamientos lejos. Rebuscó en su cartera, hasta que encontró su celular y al ver quién era la que llamaba, suspiró y volvió a guardar el celular aún sonando.
— ¿No vas a contestar? — Justin frunció el ceño.
— No, no es nada importante.
No tenía ganas de hablar con Miranda. No porque estuviera celosa de lo que había escuchado y visto ayer, pero había algo que simplemente hacía que no le dieran ganas de hablarle. O al menos por ahora. Su teléfono se quedó en silencio, pero a los segundos después volvió a sonar. ____ nuevamente lo sacó de su cartera y cortó la llamada, para finalmente apagarlo.
— ¿Quieres ir a comer afuera o prefieres pedir algo en casa? — Justin preguntó, deteniéndose en un semáforo.
— Cualquier opción está bien por mí — ella le dedicó una débil sonrisa.
— Bien. Entonces iremos a un restaurante.
— ¿No te importa que nos vean juntos? — ____ preguntó luego de unos minutos, haciendo que Justin frunciera el ceño.
— Claro que no. De hecho, está comenzando a gustarme, así que te llevaré a todas partes conmigo — sonrió.
Y justo después de decir esa última palabra, cuando Justin estaba estacionando el auto, los flashes comenzaron a llegar hacia ellos. ¿Cómo es que se enteraban tan rápido dónde ellos se encontraban?