En una sala oscura y algo vieja por el tiempo se encontraba un hombre mirando por la ventana mientras se sujetaba de la barandilla mirando en el exterior el movimiento de los arboles del espeso bosque.
El sol había empezado a salir haciendo que el negro cielo se tiñera de colores claros.
-Maestro- dijo entrando a la estancia un hombre con una capa negra que le tapaba la cabeza y llegaba a los tobillos, pero se veían un par de mechones naranja asomando por la capucha- El plan va según lo previsto.
El Maestro soltó una breve risa irónica.
-¿Estas seguro?- pregunto con voz lenta y escalofriante- ¿De verdad?
-Señor...- dijo medio desesperado el hombre de la capa- Hemos hecho todo según sus órdenes. Todo está saliendo según su plan.
-Si es así...- dijo con vos tremendamente calmada, cosa que puso los pelos de puerta al encapuchado. Lentamente el Maestro se giró haciendo que sus orbes naranjas se vieran temiblemente brillantes por la oscuridad de la habitación- ¿¡Porque no la tengo en mi poder!?
Ante tremendo grito el encapuchado no sabía que decir.
-Pero señor... nosotros- la voz, del miedo, no le salía.
-¡Sois unos incompetentes!- dijo con vos fría acercándose lentamente a el hombre- te voy a decir algo para que todos se enteren: Como no la tenga en mis manos en una ¡Una! Semana no vais a volver a ver la luz del día.
El encapuchado asintió con la cabeza lentamente y con mucho miedo.
-No quiero armar un gran escándalo ni mucho menos desatar una guerra por el simple hecho de capturarla- dijo el maestro seriamente con los ojos brillantes- No quiero fallos.
-S...s...si se...señor- dijo tartamudeando el hombro para luego hacer una reverencia y salir despavorido de la gran sala.
-No volverás a escapar de mi...- dijo volviendo su mirada a la ventana viendo como poco a poco en el cielo empezaban a formarse nubes grises- Queda poco...
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El día había empezado y todos los chicos se encontraban en el restaurante del hotel desayunando.
Todos hablaban con completa libertad y animadamente de cualquier cosa que se les pasara por la cabeza.
Parecía mentira que al inicio de la misión todo fuera tenso cuando se trataba de estar juntos, sobre todo el equipo de Sabertooth.
Draco había entablado una especie de ami/enemistad con Gale y Storm, sobre todo con este último después de ver como hablaba y miraba a su hermana pequeña en la terraza del hotel la otra noche.
En ese momento esos tres mantenían una acalorada conversación (discusión) con los demás y seguramente no tardarían mucho en probar quien era el más fuerte.
Se parecían mucho a sus padres muy al pesar de Draco que quiera estar lo más alejado posible de él.
Natsuki se llevaba muy bien con Yumiko, Connie, Lily y Miu. Todas tenían la misma edad excepto Yumiko que tenía un año más y Lily que tenía un año menos. A pesar de eso tenían muchas cosas en común.
Miu por otro lado estaba muy contenta ¡A su hermano le gustaba alguien! Le encantaba Natsuki y haría todo lo posible para que la pelirosa sea su futura cuñada.
Jane y Lami conversaban alegremente para tratar de llevarse mejor y conocerse. Jane estaba segura de que Lami y Takenshi tarde o temprano acabarían juntos por lo que, para ese entonces, quería llevarse bien con ella.
Finalmente estaban Igneel y Takenshi hablando tranquilamente como hacía años no hacían. Es verdad que Igneel no olvidaba el pasado, pero se había dado cuenta (gracias a unos cuantos golpes) que la Nueva Generación de Fairy Tail no tenía la culpa de lo que había pasado hace diecisiete años.
Takenshi estaba feliz, había conseguido uno de sus objetivos de la misión, volver a tener esa amistad que tenía con Igneel a los cinco años.
-"Ahora queda lo más difícil"- pensó sin dejar de prestarle atención a Igneel y mirando de reojo a Lami que en ese momento reía con Jane.
De repente las puertas del comedor fueron abiertas por Yuuma y Naoko que se acercaban a ellos con las caras demasiado serias.
Los dos se posicionaron a un lado de la mesa en un lugar donde todos ellos los veían.
-Tenemos un anunció que haceros- dijo Naoko más seria que de costumbre- La misión queda cancelada.
-¡¿Qué?!- gritaron todos ellos con sorpresa y algo de enfado.
-El Consejo Mágico ha cancelado la misión por lo que tenéis que abandonar el Hotel inmediatamente y volver a vuestros gremios- siguió Naoko indiferente ante ese grito- Se os abonara el dinero de la misión nada más salgáis del Hotel.
-¿Cómo vamos a irnos así como así?- dijo Igneel bastante cabreado- No hemos terminado con ella, todavía queda mucho que hacer.
-Son órdenes del consejo- dijo Naoko mirando unas hojas que llevaba en la mano sin prestarles mucha atención- Debeis recoger vuestras cosas y partir a vuestros gremios.
-¡No nos iremos a ninguna parte!- grito Darco levantándose de golpe de la mesa- No hemos terminado la misión ¡No hemos cumplido con nuestro cometido ¡¿Cómo pueden hacer eso?!
-Son órdenes del consejo- volvió a decir Naoko.
-¡Eso me importa una mierda!- grito Draco exasperado- Esta misión no ha terminado ¡Queda mucho que hacer! Los ciudadanos siguen asustados.
-Son ordenes de...
-¡Que me importa una mierda de quien sean las ordenes!- grito todavía más fuerte dando un golpe en la mesa que hizo que los vasos saltasen un poco- No me pienso creer esa tonterías que sueltas ¡Quiero saber la verdadera razón de lo que está pasando!
Todos en la mesa, excepto el equipo de Sabertooth, veían impresionados la actitud de Draco. A lo largo de la misión había sido tranquilo y algo tonto, pero nunca habían esperado eso de él.
-Draco cálmate- Dijo Igneel con tranquilidad, pero algo enfadado por lo que estaba pasando.
-"¿Cómo se atreven?"- pensó apretando los puños con impotencia por lo que estaba pasando.
-Draco...- dijo Natsuki en un susurro intentado parar a su hermano gemelo.
De repente se escuchó un golpe todavía más fuerte que el que había dado Draco encima de la mesa que atrajo las miradas de las pocas personas que quedaban en el restaurante.
Yuuma había golpeado la mesa y se encontraba con el cuerpo recargado en esta haciendo que su pelo anaranjado le tapara los ojos, pero dejara ver su torcida sonrisa.
-Deja de una vez ese tono de niño mimado o hare que te encierren en las celdas de la cárcel del Consejo Mágico para que hagas compañía a los criminales más grandes de todo Fiore- dijo Yuuma con voz fría sin mirarlo.
-¿Me está amenazando?- dijo Draco con voz temblorosa por el enfado.
-Tómatelo como quieras- dijo Yuuma levantado lentamente la cabeza mirándolo con mucha frialdad- pero te puedo asegurar que no es un consejo.
-¡Serás...!- grito Draco intentando pasar encima de la mesa para abalanzarse contra él, pero unos brazos lo sujetaron de los hombros impidiendo tal acción.
-Relájate Draco- dijo Igneel sin soltarlo recibiendo el mismo algunas patadas y golpes- No vale la pena.
Después de decir eso lo arrastro, con mucho esfuerzo, fuera del restaurante siendo seguido por una muy preocupada Natsuki y dejando atrás a todos los chicos muy sorprendidos por la reacción del joven rubio.
Naoko se aclaró la garganta para volver a recibir la atención de todos ellos.
-Debéis abandonar el Hotel lo antes posible- dijo indiferente a lo que acababa de pasar- Yuuma y yo os esperaremos en le puerta para daros vuestra recompensa.
Los chicos iban a protestar, pero Takenshi se adelantó.
-Nos iremos lo antes posible- dijo muy serio y con la voz fría haciendo que todos se giraran a mirarlo.
-Takenshi...- dijo Lami suavemente posando una mano encima del puño cerrado de Takenshi haciendo que este se relajara.
Naoko asintió un par de veces con la cabeza y volvió a mirar sus papeles.
-Está bien- dijo dándose la vuelta siendo seguido por Yuuma- Os esperaremos en las puertas de la salida.
Después de decir esas palabras los dos desaparecieron por las puertas del restaurante dejando a los chicos muy confusos, pero sobre todo enfadados, muy enfadados.
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-Suéltame Igneel- gritaba Draco justo antes de que Igneel lo soltara.
-Relájate- dio con tranquilidad Igneel sentándose en uno de los bancos que había cerca de ahí junto a Natsuki.
Los hermanos Heartfilia se encontraban en el parque central de la ciudad de Hargeon.
Draco, cundo perfin quedo libre de los brazos de Igneel, empezó a dar vueltas de aquí para allá diciendo cosas inentendibles para sus dos hermanos que lo veían sin decir una palabra.
-¡No sé cómo podéis estar tan tranquilos!- grito de repente el rubio menor de los Heartfilia apuntando a Natsuki y a Igneel con el dedo, dejando a ambos impactados- No es justo lo que están haciendo con nosotros ¡No es justo!
-Draco entiende que esto no es cosa de Yuuma ni de Naoko, esto son cosas del Consejo Mágico. Tampoco es la primera vez que lo hacen... supongo- dijo susurrando la última parte Natsuki.
-¡¿Pero es que no lo entendéis?!- grito Draco ya perdiendo los estribos- No sabemos quién es el que dirige a todos esos monstruos y quien es el que está detrás de Nade y Izo ¡No sabemos nada de ellos! ¡No pueden suspender la misión! ¡No pueden!
Natsuki vio con tristeza a su hermano gemelo y Igneel con algo de comprensión.
En parte entendían él porque de lo que le estaba pasando en ese momento a Draco.
Cuando Draco tenía trece años, fue el solo a una misión que era algo complicada. Se había enfadado con su hermano mayor y quería demostrarle a él y a todos (sobre todo a él mismo) que podía con cualquier cosa que se le pusiera por delante.
Al principio no fue difícil, vencer a un par de bandidos que atormentaban las calles de la ciudad y listo, pero no fue así.
La misión no era complicada por nada, había algo bastante gordo detrás de todos esos bandidos, por lo que con vencer a esos tipos solo había conseguido enfadar al jefe de toda esa operación, por lo que en poco tiempo el caos reino en la ciudad causando muchos heridos.
Por suerte Draco no era tonto y pude detener a ese extraño grupo de bandidos.
Desde entonces Draco no ha dejado una misión sin estar seguro de haber cumplido debidamente con su trabajo.
-Draco, esto es superior a nosotros, no podemos hacer nada- dijo Natsuki con algo de tristeza al ver el estado en el que se encontraba su hermano.
-Sí que podemos- dijo Draco un poco mas tranquilo desordenándose el pelo- debemos quedarnos a terminar con lo que hemos empez...
-Draco déjalo de una vez- dijo Igneel perdiendo la poca paciencia que tenía- Esto no es algo contra lo que podamos luchar. No elegimos esto.
-¡Pero no podemos dejarlo asi Igneel!- dijo Draco mirándolo fijamente- La gente de este pueblo estará en peligro.
-¡El Consejo Mágico se encargará! - dijo Igneel de vuelta levantándose del banco para encarar a su hermano pequeño.
-¡No me puedo creer que tu precisamente estés diciendo eso!- grito Draco uniendo su frente con la de Igneel.
-¡Parad de una vez!- grito Natski empujando a ambos haciendo que se separaran quedando ella en medio de los dos- ¡Os estáis comportando como niños pequeños!
Draco e Igneel se seguían mirando fijamente a los ojos sin restar mucha atención a Natsuki, cosa que esta noto.
-¡Hacedme caso!- grito otra vez Natsuki sacando a ambos hermanos de su ensoñación.
-Natsuki, entiende que...- empezó a decir Draco un poco más relajado, pero la chica no lo dejo terminar.
-Draco, se tus motivos para tener esa actitud y de verdad ¡De verdad que te entiendo! Pero ahora no podemos hacer nada. Esto es mucho mayor que nosotros- dijo intentando hacerlo entrar en razón- Si el consejo Mágico ha cancelado la misión es posiblemente porque van a enviar a alguien del mismo consejo para que se encargue. Esto no es la primera vez que pasa.
-Pero no podemos...- intento hablar Draco.
-Hazle caso a Ntasuki, Draco- dijo Igneel pasando un brazo por los hombros de su hermana pequeña abrazándola- Enviaran a alguien para que termine lo que nosotros hemos empezado. Además, está casi todo hecho. Lo más difícil ya ha pasado ¿No crees?
Draco asintió lentamente con la cabeza entendiendo las palabras de sus hermanos.
-Puede que tengáis razón- dijo soltando un pequeño suspiro junto con una pequeña sonrisa.
De repente empezó a mirar a su alrededor y se dio cuenta de donde lo había llevado Igneel para hablar con él y Natsuki.
-Este es...- dijo en un susurro apenas audible para cualquier persona, pero no par aun Dragón Slayer- El parque donde nos llevaba mama cuando eramos pequeños- se giró a mira a sus hermanos dándose cuenta que ambos tenían una sonrisa- ¿No?
-Ha tardado un poco en darse cuenta- dijo Natsuki con algo de humor haciendo reír entre dientes a Igneel y consiguiendo que Draco se cruzara de brazos con enfado- Venga, no te pongas de morros.
-Déjame en paz- dijo dándose la vuelta haciendo reír todavía más a Igneel.
-Vamos no te pongas así- dijo Natsuki acercándose a él haciendo que este retrocediera- ¡No puedes escapar de mí!
Después de que Natsuki dijera esas palabras ambos gemelos empezaron a correr por todo el parque persiguiéndose entre risas e insultos ante la atenta mirada de Igneel.
Ese parque era un lugar muy especial para la familia Heartfilia.
Su madre, Lucy, los solía llevar mucho a ese mismo lugar para pasar algún día en familia o simplemente pasar el día los cuatro juntos a veces acompañados de Sting y Rogue junto con la pequeña Lizy.
Ese parque fue testigo de muchas caídas entrenando, muchas carcajadas jugando y muchos lamentos por el dolor.
Pero sobre todo ese lugar, ese simple parque para muchas personas, era el lugar donde más recuerdos bonitos, tiernos y divertidos tenían los hermanos Heartfilia. Se podía decir que mucho más que en el mismo gremio de Sabertooth.
Igneel se volvió a sentar en el banco viendo como en ese momento Draco cargaba a Natsuki como saco de patatas mientras ambos reían.
-Se ve que esta todo solucionado- dijo una voz a su espalda que el reconoció de inmediato.
-Cuesta un poco hacer entrar en razón a Draco- dio con una leve sonrisa sin dejar de mirar a sus hermanos- Pero tengo que decir que sin ayuda de Natsuki no lo habría conseguido.
-Eso lo sé- dijo Lucy sentándose al lado de su hijo mirando a sus gemelos y viendo de reojos a Igneel- Natsuki tiene algo que logra calmaros a ambos a un sin proponérselo ¿No crees?
-Estoy convencido- dijo Igneel soltando una leve carcajada mirando ahora a su madre- ¿Cómo sabias que estábamos aquí?
Lucy sonrió solo con ella sabía para luego ponerse el pelo tras las orejas. Hacia bastante viento en ese momento.
-Fui a vuestro Hotel a ver como estabais y me encontré con todos los demás saliendo del restaurante- dijo Lucy simplemente encogiéndose de hombros- Me dijeron que os habías ido y que no sabían dónde estabais. Os busque por el Hotel, pero al no veros imagine que habíais venido aquí- dijo mirando alrededor- No ha cambiado nada.
-Eso es verdad- dijo Igneel mirando a su alrededor también- Sigue igual que cuando éramos pequeños- dijo con una pequeña sonrisa recordando los buenos momentos.
-Todavía quedan muchos más Igneel- dijo Lucy con una sonrisa viendo como su hijo la miraba fijamente- Vuestra historia apenas comienza. Me he dado cuenta de ciertas cosas en estos últimos días que me agradan mucho ¿No crees que tengo razón?
-Estoy seguro de eso- dijo Igneel imaginando a que se refería su madre.
¡Hola a todos! *se esconde pro miedo a que la ataquen*
Se que he tardado algo (muuucho) en continuar con la historia, pero he estado algo aupada con continuar mis otras historias. Ademas de eso se me han ocurrido nuevas ideas para nuevas historias que espero no tardar mucho en publicar 😉👌
¿Que os ha parecido el capítulo? ¿Os ha gustado?
El "Maestro" no quiero perder el tiempo ¿Que creéis que trama?
Se ha cancelado la misión ¿Porque creéis que sea?
Ya sabemos porque a Draco no le gusta dejar nada a medias ¿Que os ha parecido su historia?
➡VOTAD y COMENTAD⬅
Espero que os haya gustado mucho el capítulo y que sigas esta historia.
Sin mas que decir... ¡Hasta la próxima! 😘❤