blue nighttimes; camren

By milanolivar

2M 136K 62.9K

TODAS LAS HISTORIAS ESTÁN SUJETAS A COPYRIGHT Y HABRÁ DENUNCIA SI SE ADAPTA O PLAGIA. Las historias de amor... More

PRÓLOGO
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 38
CAPÍTULO 39
CAPÍTULO 40
CAPÍTULO 41
CAPÍTULO 42
CAPÍTULO 43
CAPÍTULO 44
CAPÍTULO 45
CAPÍTULO 46
CAPÍTULO 47
CAPÍTULO 48
CAPÍTULO 49
CAPÍTULO 51
ÚLTIMO CAPÍTULO
EPÍLOGO
;

CAPÍTULO 50

25.4K 2.1K 880
By milanolivar

Camila's POV

—¡Buenas noticias! —Gritó Normani alzando los brazos con una sonrisa. —Las pruebas dicen que Lauren es compatible.

—Uf. —Lauren soltó un suspiro con la mano en el pecho, cerrando los ojos, con alivio.

—Hollis ya ha vuelto así que... Le pediré que programe la operación para mañana y reservaré un quirófano. —Asentí mirando a Normani, que señaló la puerta y se fue para dejarnos a solas.

—Quiero que seas sincera conmigo, al cien por cien. —Tragó saliva. —¿Tiene mucho riesgo esta operación para Rachel? —Negué lentamente, poniendo una mano sobre la de ella.

—No. —Lauren asintió, pero su cara de preocupación no cesó.

—¿Estarás tú en la operación? —La verdad es que no tenía ni idea de qué hacer. Tendría a mi no... A mi ex novia y a su hermana en la camilla, con su vida pendiendo de mis manos. —Me quedaría mucho más tranquila si estuvieses tú.

—Claro, claro que estaré. —Me incliné y besé su mejilla, separándome luego. —Aunque yo en realidad no soy la que opera.

—Lo sé. Buenas noches. —Dijo mientras yo me iba.

—Buenas noches.

Después de despedirme de Lauren, decidí pasarme por la planta donde estaba Rachel. En su habitación había una enfermera, y yo ni siquiera había reparado en que estaría sola, porque Lauren no tenía a nadie. Le dije que me quedaría con ella esa noche, así que se fue a su casa.

—Hola, bichito. —Me senté a su lado en la cama y la cogí de las manitas, pero las retiró con un puchero. —¿Qué pasa? Soy Camila.

¿Amila? —Preguntó con la voz débil e inocente, dulce y adorable. No me reconocía, así que me quité la bata y me solté el pelo que llevaba recogido en una coleta.

—¿Me reconoces así? —Rachel me señaló con un dedo, sonriendo levemente.

Amila. —Tomé su mano y besé su palma, tumbándome a su lado.

—Mañana vas a estar mucho mejor, te lo prometo, bichito. —Acaricié su tripita con cuidado, y, poco a poco, con el calor de mi cuerpo, Rachel se fue quedando adormilada en mi pecho. Jamás dejaría que le pasase algo a aquella niña, estando con Lauren o no.

Llamaron a la puerta unos minutos después, y abrieron. Normani asomó la cabeza y miró a Rachel.

—¿Tienes un momento? —Preguntó con unos documentos en la mano.

—Pasa. —Normani cerró la puerta y encendí la luz que había al lado de la cama para poder ver lo que traía.

—Lauren y Rachel son hermanas de padre pero no de madre, ¿verdad? —Asentí. La madre de Rachel ni siquiera miraba a su hija, o la cogía en brazos. Era muy triste, porque esta niña se merecía una familia que la arropase y le diese el cariño que ella y su hermana necesitaban.

—Sí, son hijas de George, pero no de la misma madre. —Normani me extendió un folio, eran los resultados de las pruebas. Mis ojos corrían rápido por la hoja, la examiné una, dos y tres veces. —Normani.

—Sí.

—Son hijas de la misma madre y del mismo padre. —Dije casi sin voz. —¿Sabes lo que significa eso? —No contestó, intentando descifrar lo que yo quería decir. —Que su madre no está muerta. —Hizo una mueca sin entender nada. —Si Rachel tiene dos años y su madre se fue de casa hace 7, y murió poco después, ¿cómo son hijas de la misma madre? ¿Cómo existe Rachel?

—Mierda. —Susurró Normani.

—Tenemos que buscarla. —Dije yo dejando los documentos en sus manos.

—No, Camila. —Me detuvo Normani. —Imagínate que la encontramos y vuelve. ¿Por qué se ha ido tanto tiempo? ¿Por qué tuvo una hija y se la dio al hombre que maltrataba a su hija mayor? ¿Por qué no ha hecho nada por ayudarla? —Sí, Normani tenía mucha razón en eso, y jamás podría quitársela.

—Busquémosla, hablemos con ella, y se lo decimos a Lauren. Normani, tiene que saberlo. Me odiará toda la vida si no se lo digo. Vamos, ve a por el portátil.

*

Normani y yo estuvimos toda la noche buscando por Facebook e internet cualquier Clara Jauregui que existiese, pero eran demasiadas. Esa red social era como una puerta al mundo donde podrías encontrarte a cualquiera. Había gente de Latinoamérica, España, Estados Unidos, incluso en Londres había Claras con ese apellido.

—Mira, mira esta... —La señalé. —Es de California.

—Oye, ¿no tienes una foto de Clara? Seguro que Lauren tiene una en su cartera. —Sonreí con malicia, y ella negó apretando los ojos. —Oh, no, no...

—Sí, te toca ir a por ella. Suerte con que no te pille.

Tardó unos diez minutos en volver con la foto en la mano.

—Oye, ¿por qué no buscamos también en Google? —Miré la foto de Clara y sonreí. Era bastante guapa, no me imaginaba cuánto debía echar de menos Lauren a su madre. Hice lo que Normani me dijo y lo puse en Google. Lo que apareció nos dejó sin palabras.

"Una madre es condenada a cinco años de cárcel por robar en un supermercado y explotar a sus hijos." —Y la foto que aparecía era de Clara. La Clara de la foto. El silencio nos invadió, ninguna se atrevía a decir nada. —No me lo creo. —Fue lo primero que dije. —Lauren no tendría un buen recuerdo de su madre si de verdad fuese así, no.

—Camila...

—¿Vas a seguir buscando conmigo o vas a decirme que es verdad? —Fui de nuevo a Facebook y volví a buscar a Clara Jauregui ya con la foto.

No sé si pasó media hora hasta que la encontramos. Ambas enmudecimos, la teníamos ahí, delante de nosotras.

—Vive en Nueva York. Tiene marido... —Susurré viendo a un hombre bastante grande y con barba con ella. —Se llama Mike.

—Mándale un mensaje. No es tarde aún. —Miré el reloj y eran las once de la noche.

"Hola, señora Jauregui. Le llamo del Hospital General de Toronto, queríamos hablar con usted, si no es molestia. Es urgente. Un saludo."

Le mandamos en mensaje, y vimos cómo Clara se conectaba. Nos miramos, nos cogimos de la mano y observamos cómo en la conversación el mensaje se estaba escribiendo. Tras un minuto, nos llegó.

"Llamadme. Os paso el número."

—Vale... Voy a llamarla. Quédate con Rachel. —Cogí mi móvil y abrí la puerta de la habitación.

—Suerte.

Salí y caminé por el pasillo vacío, solo, donde el eco de mis pasos resonaba hasta el final. Marqué el número y tomé aire llevándomelo a la oreja.

—¿Dígame? —Respondió ella. Su voz era dulce. Más dulce de lo que Lauren me había contado. Me la imaginaba sosteniendo a Lauren en brazos y hablándole así y me partía el alma.

—Hola, señora Jauregui, me llamo Camila Cabello, soy interna en el Hospital de Toronto. No sé si le molesto.

—Hay pocas cosas que me molesten a estas alturas de mi vida, cielo. ¿En qué puedo ayudarte?

—En nada, de hecho, quería ayudarla yo. —Caminé nerviosa arriba y abajo, apretando mis dedos entre ellos. —No quiero que esto le suene raro, pero... ¿Usted tiene tres hijos? —Me aventuré a decir. Clara se quedó en silencio, balbuceando.

—S—Sí... B—Bueno... Sí...

—Vale... ¿Dos de ellas se llaman Lauren y Rachel? —La voz de Clara cada vez se iba quebrando más a medida que yo hablaba.

—S—sí... ¿C—Cómo sabes eso? ¿Están bien?

—Era... La novia de su hija, señora Jauregui. Su hija Lauren ha estado cuidando de Rachel todos estos años, y ahora va a donarle uno de sus riñones, por eso hemos descubierto que usted está viva.

—¿Creían que estaba muerta? —Me senté en uno de los bancos del pasillo apoyando la cabeza en mi mano.

—George se lo dijo, sí. —Escuché cómo sollozaba a través del teléfono, y se me estaba partiendo el alma. —Mañana operan a las dos, no es una operación peligrosa.

—Estaré allí. Muchas gracias, Camila. —Y colgó.

*

Lauren estaba en la camilla de al lado mirándome a mí, y cómo la anestesista le ponía la mascarilla a Rachel para ponerle la anestesia.

—Shh, mírame Rachie. Soy Camila. —Ella negaba e intentaba soltarse de todo. —Sí, mira. —Me bajé la mascarilla con cuidado. Entonces, al verme la cara, se relajó un poco. Empezó a respirar más lentamente y, en pocos segundos, cayó dormida. Me acerqué a Lauren cogiendo la mascarilla de la anestesia que intentó ponerle la chica pero negué para que me dejase.

—¿Nos vemos luego? —Asentí con una sonrisa, poniendo la mascarilla en su rostro.

—Te prometo que cuando te despiertes vas a ser muy feliz.

*

—¿Qué tal ha salido la operación? —Preguntó Dinah. Yo me eché encima de ella abrazándola, dándole besos por toda la cara. —Eso es que muy bien.

—Sí. Me dejaron coser a Lauren así que le quedará una cicatriz bien bonita. —Reí poniendo los pies en el suelo, chocando la mano que Michael había levantado. Entonces, vi cómo por el pasillo llegaban dos personas. Clara Jauregui y su marido.

Ella llevaba unos jeans y unos botines altos con una blusa blanca con un bolso en la mano, aunque su cara de preocupación era abismal.

—Esperad. —Caminé rápido hacia ellos, que pararon en seco al verme. —Señora Jauregui, soy Camila. La operación ha salido muy bien, todo está bien.

—Muchas gracias, gracias por todo, gracias por encontrarnos. —Me abrazó con fuerza, como si yo fuese su hija, pero lo respondí de igual manera. —Llevábamos mucho tiempo buscándolas por todo Canadá, incluso por Estados Unidos, pero parecía que se las había tragado la tierra.

—Bueno... Si me permite, hablaré con Lauren primero.

—Sí, claro.

Lauren estaba en la habitación algo confusa, adormilada, removía los labios como si tuviese la boca pastosa, y al verme entrar sonrió.

—Eh... ¿Todo bien...? —Asentí sentándome a su lado.

—Perfecto. Rachel está bien.

—Guay... —Asintió levemente.

—Tengo que contarte algo. —Abrió un poco para mirarme y rio, negando.

—Cuando creo que mi vida puede mejorar, siempre llega algo que me hunde... —Apretó los ojos por las molestias. —¿A quién le han detectado cáncer? ¿A Rachel o a mí? —Solté una carcajada negando.

—No, aunque no te lo creas, esto es... Esto es increíble. —Tomé su mano entre las mías, acariciándola lentamente. —Ayer Normani se dio cuenta de que los Haplotipos de tu hermana y tuyos son iguales, compartís los dos. —Lauren apretó los ojos y sacudió la cabeza.

—En cristiano.

—Que tu hermana y tú sois hermanas de la misma madre y del mismo padre. —Me miró seria, sin saber qué decir, con los labios entreabiertos. Sus ojos temblaron. —Lo que significaba que... Tu madre no estaba muerta. —Asintió lentamente y sus labios se cerraron, apretados. —Normani y yo la buscamos, y... La encontramos. Lo demás... Deberías hablarlo con ella.

*

Lauren's POV

Camila se levantó de la silla y abrió la puerta, y mi corazón no podía soportar tanto. Me levanté de la cama incluso con el costado abierto y el efecto de la anestesia aún en mi cuerpo. La vi allí, de pie, con lágrimas en los ojos y los brazos abiertos.

Cuando me abrazó, olí a ella. Olí a infancia, olí a las sábanas limpias, a las noches que dormía conmigo porque mi padre era un imbécil. Mi madre olía a todo lo bueno que había en mi vida, y entonces, empecé a llorar sin consuelo. Estaba entre sus brazos, estaba a salvo. Ya nadie podía hacerme daño, ya no podía pasarlo mal. La tenía a ella y eso era todo lo que había querido en la vida.

—No, no, túmbate, tienes que tumbarte. —Negué sin despegarme de ella, por mucho que me doliese, yo sólo quería abrazarla.

Me tranquilicé un poco cuando me quitó las lágrimas de la cara, me sentó en la cama.

—Tengo que contarte muchas cosas. —Me dio un beso en la frente y acarició mis mejillas. —Llevo tanto tiempo buscándote que ni te lo imaginas.

—Necesito saber por qué te fuiste. —Me limpié las lágrimas yo misma.

—Todo lo que voy a contarte es cierto, Lauren. —Asentí levemente a lo que me decía. —¿Te acuerdas el día que cumpliste doce años? Te traje una tarta a casa, ¿recuerdas? —Asentí haciendo pucheros, limpiándome las lágrimas. —No podíamos permitirnos nada. Yo robaba cosas, y esa tarta la robé, junto con un pequeño peluche de un pitufo, ¿lo recuerdas? —Cómo no iba a recordarlo, se rompió por todos lados y al final quedó perdido entre la miseria y basura de nuestra primera casa. —George lo sabía, y me denunció. Me denunció por eso y por otros hurtos menores más, además dijo que os explotaba. Me cayeron cinco años de cárcel y, no podía decirte que me iba a la cárcel, así que te dije que me iba a buscar trabajo. —Mi madre pasó su dedo por mis mejillas. —Entonces, llamé a Mike. —Señaló al hombre que estaba detrás de ella. —Él... —Suspiró y agachó la cabeza. —Antes que George, yo estaba con él. Éramos muy jóvenes, estudiaba derecho, y tuvo que irse a Nueva York a trabajar. ¿Y sabes qué pasó justo después de que se fuese? —Miré a ese hombre, que era grande, robusto, pero estaba llorando como un niño pequeño. —Estaba embarazada de ti, pero si le decía eso a George, me mataría.

—¿Eres mi padre? —Le pregunté a Mike, y asintió con una sonrisa, empañada por las lágrimas que caían de sus ojos por sus mejillas.

—Cuando estuve en la cárcel, lo llamé a él para que fuese mi abogado, y... Mientras estaba encarcelada tuvimos a Rachel. Pasó unos meses conmigo dentro, pero yo seguía casada con George, entonces cuando la niña tuvo varios meses, se la entregaron a él. Os buscamos, fuimos a Saskatoon, Montréal, a todos sitios, pero en ninguno había rastro de vosotros. —Mike no podía contener las lágrimas, mi madre y yo tampoco. —Lo siento mucho, Lauren.

—Gracias por volver.

Continue Reading

You'll Also Like

8.9M 409K 67
TODAS LAS HISTORIAS ESTÁN SUJETAS A COPYRIGHT Y HABRÁ DENUNCIA SI SE ADAPTA O PLAGIA. ¿Qué es capaz de hacer una madre por su hija? La respuesta a e...
230K 4.3K 19
-QUE TE VAYAS A TU CASA CAMILA- le grité. -No quiero dejarte, no quiero que me dejes. No quiero que te pase nada. Por favor no me dejes.- -Nunca voy...
627K 41.5K 92
Cuando tenía 15 años, creía fielmente en el amor. Creía en la fidelidad de un hombre. Le atribuía todo lo bueno que un príncipe azul pudiera poseer...
25.7K 1.2K 16
Lauren Jauregui recibió recientemente un doctorado en historia del arte, sus aspiraciones profesionales terminaron llevándola lejos de America, deten...