My Complement. MADLY IN LOVE...

Por ButterflyWings1994

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Cindy nunca estuvo hecha para las responsabilidades. Su vida era un desastre, no tenía trabajo y tenía que ma... Más

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12-Maratón 1/3
Capítulo 13-Maratón 2/3
Capítulo 14-Maratón 3/3
Capítulo 15
Capítulo 16
NOTA DE LA AUTORA.
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47-Maratón 1/3
Capítulo 48-Maratón 2/3
Capítulo 49-Maratón 3/3
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Just a woman. The Truth.
Capítulo 55
Capítulo 56
Boletín informativo...
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60. Final.
Epílogo Part. 1
Epílogo Part.2
Capítulo extra 1.
Capítulo extra 2.

Capítulo 17

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Por ButterflyWings1994

Si, yes, se lo que dije. Pero aquí estoy. 

Resulta, que la culpa no la tenia el Modem, si no que mi computadora. Luego de mucho buscar y no saber que chingados estaba haciendo, ¡Conseguí arreglarla! Me siento una Pro en computación, ¡La arregle sin saber que mierda estaba haciendo! Eso hace cosas maravillosas a mi Ego.

Así que, ya no van a tener que esperar por mi, porque ya volví :3 

Éste es el capítulo que debía ser subido el domingo y como había prometido que esta semana subiría tres capítulos, van a tener un capitulo también mañana, el jueves y el domingo.  

¡AMENME!

Muy bien, ya me callo, sigan bajando y lean ;)


—¿Entonces me estás diciendo que le dijiste "Hijo de puta" al padre de tu hijo que casualmente resulta ser tu jefe? —Inquirió Jack.

—Eso fue exactamente lo que sucedió —Había decidido omitir la parte en la que prácticamente me desmayaba en sus brazos por la presión y la falta de alimentos, pero da igual.

Estábamos recostados en mi cama luego de haber cenado pasta. Obviamente no cocine yo, si no que pedimos comida a domicilio. No me sentía dispuesta a comer comida salada ni tenía la suficiente fuerza como para para prepararla.

—Joder, Cindy, eso suena exactamente como algo que harías tú. Tan imprudente. ¿En serio no te despidió? —Preguntó sorprendido— Yo lo habría hecho. Llamaste a su madre puta.

—Gracias, Jack, me encanta la forma en que me das tu apoyo y subes mi ánimo —comenté sarcásticamente— No, no me despidió. Y créeme que estoy tan sorprendida como tú.

—¿Estas segura de que no sabe que estas embarazada?

—No, en absoluto —respondí de forma tajante.

—Entonces definitivamente le gustas a ese tipo.

—¿Qué demonios estas diciendo? —Me erguí en la cama para poder mirarle— El tipo me dejó bastante claro desde un principio que todo lo ocurrido antes de ese día quedaría olvidado.

—¿Entonces por qué se toma tantas molestias trayéndote a casa? ¿Por qué se preocupa por ti? ¿Por qué te consintió que llamaras puta a su madre? —inquirió con una ceja alzada.

—No lo sé —Me dejé caer nuevamente de espaldas en mi cama— Pero seguramente no tiene nada que ver con lo que crees.

—Yo no creo nada. Estoy completamente seguro.

Me quedé callada sopesando la idea de que yo le gustara a Ian.

No podía creer algo como eso cuando veía la forma en que se relacionaba conmigo, la forma tan controlada y seria con la que me miraba.

Él era una incógnita para mí porque rara vez dejaba a la vista sus emociones. Era un hombre tan hermético, serio, controlado y profesional.

Todo lo opuesto a mí. Yo estaba loca, era imprudente, inmadura, torpe y tendía a ser muy poco profesional. Era como un libro abierto, mis ojos y mi rostro siempre dejaban ver lo que pensaba y sentía y era incapaz de mentir o esconder cosas.

—No —negué— es imposible que yo le guste a Ian.

—Cindy, por más que odie reconocer esto en voz alta, el tipo se acostó contigo. El hecho de que le gustes o no, no es algo que ponga en duda. Nadie se acuesta con una persona que no le gusta —dijo como si fuera obvio.

Lo era, pero mi mente se negaba a aceptarlo. No quería mezclar más las cosas de lo que ya estaban, suficiente tenía con llevar un bebé en mí vientre y que el padre no lo supiera. Prefería no pensar en la posibilidad de gustarle a Ian, era más fácil de ese modo.

—Eso es irrelevante en estos momentos, tengo cosas mucho más importantes en las que preocuparme ahora mismo.

—Como en la cita con el ginecólogo —me recordó Jack.

—Exacto, eso mismo.

Prefería concéntrame en otro tipo de cosas que fueran lo más avasalladoras posible y así dejaría de pensar en él.

Como por ejemplo en esa cita. Había buscado en internet algo de información para orientarme y prepararme para esa cita. Según mi amigo el internet, como aún tenía muy poco tiempo, era probable que el médico me practicara una ecografía transvaginal.

Pues... la idea de que me introdujeran un aparato en la vagina no me emocionaba para nada, pero según internet, esto era necesario por ciertas razones que les mencionare a continuación:

1- Escuchar los latidos cardiacos del feto.

2- Comprobar los valores normales, por ejemplo si las estructuras pélvicas o el feto son normales.

3- Vigilar el crecimiento del embrión o el feto a comienzos del embarazo.

4- Examinar la placenta.

Pues para mí todo esto sonaba como un extraño lenguaje críptico, pero sonaba importante. Iba a hacerlo por mi bebé.

(***)

Habían pasado tres días desde mi último mareo que casi termina en un desmayo. Gracias a dios no había sufrido ningún otro episodio como aquel, había habido uno que otro mareo, pero nada que no pudiera ocultar.

Mi apetito seguía siendo el mismo, pero tenía la maldita costumbre de devolver todo lo ingerido en las noches. No sé por qué, pero mi cena siempre terminaba yéndose por el inodoro todos los días.

Los dolores de cabeza eran una completa tortura y el sueño, joder con el sueño. ¡No podía parar de dormir! Siempre quería dormir más, me sentía muy cansada y eso había provocado que me quedara dormida el día de ayer. Gracias a dos Ian tenía una reunión a primera hora con un italiano por lo que no notó mi atraso.

Hoy tenía la horrible cita con el médico. Jack había conseguido uno que atendiera los días sábados porque sabía cómo era de cobarde y me tomaría mi tiempo para contarle a Ian. No era buena mintiendo y no podría pedirle permiso para ausentarme por unas horas para ir al ginecólogo.

Había tratado de prepararme mentalmente para cualquier cosa, pero había ciertas cosas para las que nunca terminas de hacerte a la idea. Como por ejemplo, que te metan algo por la vagina.

Bueno, algo que no esté unido a un hombre, porque de esa forma no sería tan difícil de asumir.

Acabo de sonar como una maldita pervertida ¿No?

En fin, que no quería que me metieran nada.

Lo que tampoco había pasado desapercibido eran mis cambios de humor. No eran tan seguidos, pero cuando los había... era mejor alejarse de mí y no tocarme.

Me di una rápida ducha de agua fría. Me enfundé en un vestido blanco de encaje con tirantes. Me calcé unas sandalias color nude y tomé mi cabello en una coleta alta. Decidí dejar mi rostro al natural y coloqué un poco de perfume.

Salí de mi habitación para encontrarme en la sala de estar con Lily y Jack sentados en el sillón esperando por mí. Ellos me acompañarían pero solo Lily entraría conmigo para evitar momentos incomodos.

Solo esperaba que la morena no decidiera hacer de las suyas y terminara avergonzándome.

Porque estaba dispuesta a cometer una locura.

—¿Estas lista? —me preguntó mi hermano levantándose del sillón y viniendo en mi búsqueda para tomar mi mano en señal de apoyo.

—Sí, vamos, entre más rápido terminemos con esto, mejor.

—Prepárate para ser follada por un aparatito y manoseada por un desconocido —se burló Lily.

—Muy bien, TMI, Lily —dijo mi hermano con una expresión incómoda.

—Y tú prepárate para ser golpeada si no te callas —gruñí en tono de advertencia.

—Uy, cuidado, la embarazada esta algo sensible hoy —se burló— te preguntaría si es que te está bajando, pero, ya sabes —movió sus cejas arriba y abajo.

—Eres una idiota —murmuré saliendo del departamento y cerrando la puerta detrás de mí.

—Chicas, chicas, por favor, que haya paz —pidió Jack entrando en el ascensor.

—Paz va haber cuando Lily cierre su maldita boca y deje de molestarme.

—Yo también te amo, Cindy.

Decidí ignorar su exasperante presencia y callé para evitar cometer homicidio.

El camino a la consulta nos lo pasamos cantando canciones de Arctic monkeys y ha pedido mío de la maravillosa y hermosa Lady gaga. Esa mujer en serio era demasiado perfecta para ser real.

Cuando llegamos al edificio en que estaba la consulta del doctor Bederov nos estacionamos y bajamos del auto.

Mis nervios estaban a flor de piel. Camino al edificio tropecé al menos cinco veces por ir tan distraída y choqué con una señora que me miro feo.

—Estate tranquila, Cindy, todo va a salir bien —dijo Jack con una sonrisa de apoyo.

—Sí, Jack tiene razón. No es más que una miradita al horno, verificar que el bollito está horneándose de la forma correcta y ya.

—¿Podrías dejar de referirte a mi hijo como un bollo?

—No, me gusta hacerlo de esa forma.

—¿Jack, a que planta vamos? —pregunté, ignorando a Lily, cuando entramos en el ascensor.

El verificó la información en su móvil y me transmitió que nuestro destino estaba en el piso diez.

Bueno, al menos no podría lanzarme por la ventana en un arranque de locura.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron salimos de este y nos encaminamos a la puerta con el número 681. En la puerta había una placa que decía "Dr. Charles Bederov. Ginecólogo Obstetra."

Bien, respira, no pierdas la calma. Vamos a hacer esto, por el bollito. Traemos puestas las bragas de niña grande, comportémonos como tal.

—No puedo —dije girando dirección al ascensor para escapar, pero ellos me tomaron del brazo y me trajeron de vuelta a la puerta.

—Sí, si puedes, y vas a hacerlo—me dijo Lily antes de tocar el timbre de la puerta.

Esperamos pacientemente a que la puerta se abriera. Bueno, ellos esperaron pacientemente, yo me comí las diez uñas de las dos manos, me rompí el labio de tanto morderlo y casi me oriné encima cuando la puerta por fin se abrió.

Una mujer de unos cincuenta años, bajita, regordeta y de sonrisa bonachona nos recibió. Tenía el cabello rubio en un moño apretado y vestía una falda hasta el piso de color azul con muchas flores y una camiseta de tirantes blanca con un suéter delgado y abierto de color azul. Sus ojos eran de un hermoso color verde y brillaban a juego con su sonrisa.

—Hola, mucho gusto, soy Clarisse —se presentó sin perder la sonrisa— ¿Tienen cita con el doctor? —Preguntó a la vez que se hacía a un lado para dejarnos pasar.

Entramos en la consulta para encontrarnos con un juego dé sillones blancos de cuero, paredes de colores gris, frente a los sillones había un escritorio de vidrio con un computador, teléfono y un par de marcos de fotos.

En el fondo había dos puertas que supuse llevarían a la oficina del doctor y quien sabe que más.

—Si, a nombre de Cindy Cooper —informó Jack.

—Muy bien, el doctor en un momento los atenderá. Pueden tomar asiento mientras esperan.

Ella se dirigió a su escritorio y tomó el teléfono para supongo avisarle a su jefe de nuestra llegada.

Nosotros no sentamos a esperar.

Cuando por fin la puerta se abrió de esta salió una sonriente mujer con un abultado estómago, detrás de esta venia un hombre trajeado sonriendo de igual forma y al final había un hombre que supuse seria el doctor por la bata. Joven de no más de treintaicinco años, alto, moreno, de cabello castaño y ojos azules.

—Joder —oí susurrar a Lily por lo bajo.

Si, ¡Joder!

Esto cada vez se ponía más interesante.

Se que es un poco corto, pero la buena noticia es que no van a tener que esperar mucho para leer mas.

Gracias por todos sus lindos comentarios en la nota que les deje, me sacaron una gran sonrisa y mi madre se aburrió de tanto oírme hablar de ustedes. Las amo como no tiene una idea *3*

¡Espero que les haya gustado, las amo y nos leemos hasta mañana!

PD: En multimedia tienen una imagen del doctor de Cindy, para que se hagan una idea de por que tuvieron un orgasmo visual. ¡Ese hombre es un orgasmo visual!

PD2: Canción en multimedia. Princess Complex de Blackbear.

Bye. 


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