Dos meses después...
No sé que hice para merecer esto. Porque, que un problema estomacal dure más de tres días es algo serio. En mi caso más de una semana debe ser una señal.
Con la poca fuerza que mi cuerpo aún tiene después de vomitar casi mis propios órganos intento levantarme del piso cuando siento otra arcada. Inmediatamente abro la tapa del escusado y expulsó lo único que he comido el día de hoy; yogurt.
Señor, perdóname por lo que sea haya hecho, no fue mi intención... o tal vez si, pero estoy arrepentida, ¿de acuerdo?
Aparto el cabello de mi rostro y frunzo el ceño al sentir unos horribles retortijones en mi estómago.
Estoy a punto de maldecir mi vida al máximo por octava vez solo el día de hoy cuando veo entrar de reojo a Justin, cargado con trapos y ropa limpia.
Al verme toda desparramada en el suelo, deja las cosas en el lavabo y me toma en brazos, después me coloca sobre el mueble del lavabo.
-Me prometiste que si después de 5 días seguías sintiéndote mal iríamos al médico.-Se aleja unos pasos, pero al ver que cuando sus brazos me abandonan comienzo a irme de lado me agarra de vuelta y me posiciona de manera en que mi espalda este recargada en la pared. Cuando está seguro de que no caeré, se dirige a la regadera y abre los grifos, templando el agua. Después regresa a limpiar mi frente con los trapos.-Tienes más de una semana vomitando sin parar, Hailey. Estoy realmente preocupado.
Luce preocupado. No ha dejado mi lado en toda la semana.
-El médico solo me dirá lo que ya sé. Es una intoxicación estomacal, debí comer algo realmente fuerte que está haciendo de mi estómago todo un desastre. Es todo. Y si te hace sentir mejor hoy vino mi mamá a traerme unas pastillas mágicas, ya no me siento tan mal.
Él solo vira los ojos y comienza a desnudarme. He estado dándole esa excusa casi diario, no me sorprende que ya no me crea.
Y comprendo que esté preocupado, incluso yo lo estoy pero no puede ser algo más que eso.
Lo veo desnudarme poco a poco como cada noche, y es que esta se ha vuelto nuestra rutina la última semana. Levantarme, comer, vomitar, dormir, levantarme, comer, vomitar, bañarme y dormir. Con Justin cuidando de mi todo el tiempo.
Noto las bolsas debajo de sus ojos y las acaricio, a cancelado un montón de trabajo solo para quedarse a cuidarme. Detiene sus movimientos al sentir mi caricia y recarga su cabeza sobre mi mano.
Me bajo de la encimera y lo abrazo.
-Te has tomado toda clase de medicamentos estos días, y ninguno hace nada para mejorarte.-Se separa de mi unos centímetros y mete un mechón de cabello detrás de mi oreja.-Por favor, vamos a el médico, incluso si solo es para escucharle decirnos lo que ya sabes. Tal vez solo necesitas alguna otra clase de medicamento y listo. No es normal todo lo que has vomitado, Hailey. Incluso puedo asegurar que has bajado de peso.
Suspiro rendida. No lo haré cambiar de opinión.
Retiró sus manos de mi cara y entro a la ducha.
-Si eso te hace sentir mejor, entonces de acuerdo. Mañana hablaré para que me agenden una cita el día siguiente.
Tomó el shampoo del estante y comienzo a tallar mi cabello cuando escucho a Justin susurrar un De acuerdo.
-Dejaré las toallas y tú ropa, estaré esperándote en la cama. Si necesitas algo solo llámame.-Asoma su cabeza por la cortina y pone en pico los labios. Le doy un sonoro beso.-Te amo.
-Te amo también.
Y así lo escucho salir del baño y cerrar la puerta tras él.
Continuo con mi baño hasta que siento otro retortijón, causando que toque mi vientre rápidamente.
-¿Qué pasa contigo? Ya regurgite todo lo que he comido esta semana, creo es suficiente sufrimiento.
Me río de mi estupidez, solo yo podría ponerme a platicar con mi estomago acerca de lo mucho que me odia.
Vaya semana.
-
-Kendall, en serio no es necesario que me acompañes. Solo voy a que me receten otra clase de medicamento. Te veo cuando acabe en ONCE como habíamos quedado, de acuerdo? Byeeee.-Cuelgo la llamada.
No ha parado de llamarme como loca desde que Justin le dijo que iría al medico. Y como él no pudo venir... bueno, básicamente lo obligue a ir con Scooter, quería que Kendall me "hiciera compañía". Y amo pasar tiempo con ella pero su compañía en estos casos me pone de pelos, cada vez que me viene conmigo a el médico tiene que irse casi con un traje anti toxinas porque cree que cualquier contacto con enfermos la hará sufrir y morir. Sus palabras, no las mías.
Así que lo mejor era ir sola.
Aparte ya no me siento tan terriblemente mal.
O bueno, no lo hacía hasta que entro en el estacionamiento de la clínica y siento una terrible arcada.
-No, no, no.-Me estaciono de forma muy mala y bajo rápidamente del coche, poniendo el seguro con las llaves. Entro casi arrollando a una chica bastante embarazada, le pido disculpas y recorro los pasillos en busca de un baño.
Cuando por fin lo encuentro, no pierdo el tiempo y me tiro sobre el retrete a expulsar mi desayuno.
Las cosas iban mejor! Tenía toda la noche de ayer sin vomitar. ¿POR QUÉ ESTÁ PASANDOME ESTO A MI?
Mis ojos pican cuando termino. Me levanto lentamente al sentirme un poco mareada.
Me pongo frente al lavabo y salpicó mi rostro con agua después de lavarme las manos. Hago algunas gárgaras también para quitar el mar sabor de boca y cuando salgo de los baños saco un chicle de mi bolso.
Muy bien. Todo está bien.
Suspiro.
Retomo mi camino hacia el consultorio número... saco el papel de la cita del bolso. Número 13.
Allá voy.
Luego de preguntarle a dos enfermeras, volver a tener arcadas pero sin llegar a vomitar, y casi desmayarme en medio pasillo llego al consultorio 13.
Toco la puerta suavemente.
Y una señora en bata, claramente una doctora, de cerca unos 50 años me recibe con una dulce sonrisa.
-Hola, Hailey Baldwin?-
Asiento con la cabeza. Ella abre la puerta permitiéndome el paso.
Toma asiento y me hace un gesto para hacer lo mismo. Lo hago.
Y como cualquier consulta comienza a preguntarme ¿Cómo me siento? ¿Qué malestar tengo? ¿Qué he estado comiendo? ¿Cuanto tiempo tengo así? Y toda esas clases de preguntas para que llegue a alguna respuesta, hasta que me hace una pregunta que me toma completamente por sorpresa.
-¿Te has hecho ya una prueba de embarazo?-
Abro mis ojos en plato.
¿Una que...?
-Una... ¿prueba de embarazo? ¿Por qué tendría que hacerme una prueba de embarazo? Debe ser solo algo que comí. Es imposible que este embarazada.
Niego con la cabeza repetidamente.
-¿Es realmente imposible?-levanta una ceja cuestionándome.-
Intentó decir que lo es pero las palabras me fallan, sé que no es imposible. Pero es... absurdo. Justin siempre se cuida. Y... no, es simplemente absurdo.
-Mira, tengo unas cuantas pruebas aquí, pero si quieres un resultado seguro puedo hacerte un ultrasonido.
Vuelvo a negar con la cabeza.
-No es necesario. No estoy embarazada, tuve mi periodo hace...- ¿Mi periodo? ¿Tuve este mes mi periodo?
Pongo una mano en mi frente. No recuerdo haber tenido mi período incluso el mes pasado. Ay Dios mío. Con las vacaciones en Europa y todos los nuevos contratos este mes no cruzó ese pequeño detalle por mi cabeza.
-Por tu rostro, creo que será el ultrasonido. Iré a preparar todo.
No respondo nada cuando la veo salir del consultorio.
¿Yo? ¿Embarazada?
Cuando regresa aún sigo exactamente en la misma posición con la angustia marcando mi rostro.
Me lleva hasta la habitación y me recuesta sobre el sillón. No puedo moverme por mi misma.
No puedo estar embarazada...
Pero justo diez minutos después... lo estoy. De aproximadamente dos meses. Estoy malditamente embarazada. De dos meses.
Me levanto rápidamente de la silla y vomito en la papelera qué hay al lado de la puerta mientras lloro.
No entiendo muy bien porque lo hago pero no puedo parar. La Doctora Wenn, me levanta suavemente y hace que me siente en la silla mientras acaricia mi espalda.
-Tener un hijo puede ser un dolor en el trasero, es cierto, pero el ser madre es el sentimiento más maravilloso que pueda existir y entiendo cómo te sientes justo ahora, pero también puedo asegurar que mañana estarás feliz con la noticia. Así que, felicidades, linda.-
Me abraza.
Limpio mis lágrimas mientras le susurró un suave Gracias.
Pero no es justo hasta después de estar en el carro observando mi vientre plano que la realización llega a mi aún más fuerte de lo que me llego en el consultorio.
Voy
A
Ser
Mamá.
Y Justin será papá.
Y... no sé que mierda hacer.
-
Sé que me tarde mucho en subir este capitulo y dentro de lo que es, es bastante simple pero aquí esta. Los votos en la novela han bajado considerablemente, razón por la cual me costo escribir, pero ya esta, me dije a mi misma que no importa la cantidad finalmente es una historia que quiero terminar(en este siglo) así que intentaré ser mas constante.
Gracias por leer y comentar a las personas que si les interesa la historia.
Besos.