Narra Lauren
-¡Ahhh!-. Grito muy fuerte cuando sin poder evitarlo tengo una caída seca sobre el piso por culpa de este sujeto que se me aventó encima, por intuición he puesto el bate en su cuello evitando que él se acerque.
En este forcejeo por tenerlo lejos, no puedo evitar verlo, le falta parte de la cara y el pecho.
¡Dios! En verdad ellos se los comen.
-¡Lauren!-. Exclama Christopher sacando a mi agresor de encima.
Me incorporo lo más rápido que puedo, solo para ver que afuera hay personas viniendo hacia la casa.
-Cierra la puerta-. Grita Christopher a Shawn, el sale del trance y se apresura a cerrar la puerta de la entrada.
Parece que Christopher es el más consciente de nosotros y Shawn no puede evitar perderse en esta locura al igual que yo.
Sacudo mi cabeza muy fuerte queriendo enfocarme, pero los golpes en la maldita puerta me están alterando.
Shawn se apoyo sobre la madera con más decisión, parece que de verdad la quiere derribar la gente de afuera.
¿De dónde rayos salieron, si cuando cruzamos no había nadie?
-Joder ¿Porque continúa levantándose?-. Dice Christopher cansado de golpear al hombre que me ataco.
-Sera mejor que subamos-. Sugiero yendo hacia los escalones y observando al joven con barba darle un último golpe al hombre, este cae, pero vuelve a incorporarse. -Suban-. Les grito.
Parece que la puerta va a ceder en cualquier momento, se ve que la madera no es tan fuerte y no importa cuánto tiempo Shawn se apoye en ella. Él no va detenerla y peor a las personas del otro lado, si aún se les pueden llamar personas. A esta altura, con alguien que intento morderme, no tengo ni idea que son exactamente.
Apresuro el paso, prácticamente corriendo hacia el segundo piso.
Entro corriendo a una habitación y caigo arrodillada en el suelo agachando mi cabeza mientras respiro con dificultad. Trato de mantenerme de esta forma cuando los dos chicos entran al cuarto y cierran la puerta.
-Lauren-. Susurra Shawn.
Alzo la mirada y observo como él ladea la cabeza hacia el lado izquierdo
-No puede ser-. Murmuro incorporándome muy lento.
Hay una niña parada en la puerta del baño de esta habitación.
Ella viste una bata llena de sangre, al igual que su boca también está llena de ese peculiar tono rojizo, tiene la piel pálida y mueve la cabeza como si tuviera tics.
¡Dios!
Da un paso hacia mí y yo doy un paso hacia atrás muy lento, da otro paso totalmente perdida guiándose por instinto.
-Shawn ayúdame-. Pide Christopher de espalda.
Por estar sosteniendo la puerta, él no se ha percatado de esta niña, pero ella si se percato de él.
Pierdo el enfoque.
¿En qué momento paso todo esto? Desde cuando tuve la idea de venir a recoger unas estúpidas armas en esta casa para poder defender mejor a mi familia. Mi familia que solo son; una desconocida para mi, una señora que no es mi madre, un tipo que nunca se ha preocupado por mi y ambos están en una habitación, completamente irreconocibles.
¿Porque tengo que arriesgarme por ellos?
Desde cuando me importa salvar la vida de este hombre que no conozco.
Él esta desprevenido y ella lo morderá sin ningún problema, lo sé, así que cojo el bate y con toda mi fuerza detengo a la pequeña. La derribo con un golpe y no me tengo aquí, la vuelvo a golpear en suelo, ella forcejea, continua moviéndose sin importar cuán duro le doy. No me importa, no me detengo. Si la dejo, ella volverá a pararse al igual que el sujeto de abajo, el mismo que está golpeando la estúpida puerta ahora.
Es una niña y la estoy moliendo a batazos, una y otra vez la golpeo, quiero liberar esta opresión que tengo en mi corazón.
Camila me espera y debo volver con ella, quiera o no, es mi familia, porque aunque no tenga claro el panorama, voy aceptar que mis padres murieron, que ya no son ellos y mi hermanastra es la única persona que me queda.
-¡Basta Lauren!-. Shawn quiere detenerme -Ya no se mueve-. Dice y miro el cuerpo estático y desfigurado de quien era una niña pequeña.
Suelto el bate con las manos temblorosas, llenas de sangre al igual que mi ropa y corro al baño, cierro la puerta y abro el grifo.
Sumerjo mis manos bajo el agua y busco regular mi respiración. No sé como sentirme, acabo de matar a un persona, este alguien, solo era una niña, una pequeña de tal vez ocho años y estoy en shock.
Ni siquiera le presto atención a los sonidos de afuera, parece que están moviendo o arrastrando algo y no me importa.
Empiezo a enjuagar mi rostro sin detenerme. ¿Que se suponía que debía hacer? ¿Dejarla atacar a Christopher? Él le dijo a Camila que me protegería y eso hizo, me acaba de quitar una de esas cosas de encima allá, en el piso de abajo.
Suspiro y recobro la compostura en el mismo instante que uno de los dos exclama "las encontré" afuera.
Salgo del baño percatándome al instante que han movido un armario, esta justo en la puerta, bloqueándola.
-Tenias razón, mira Lauren-. Llama Christopher, él sonríe enseñándome las armas.
No es solo una, hay tres, una escopeta, una pistola pequeña y lo que parece ser un rifle, no sé mucho de armamento.
-¿Sabes utilizarla?-. Pregunta Christopher.
Niego encogiéndome de hombros y restándole importancia mientras observo el lugar donde le di golpes a la niña. Ella no está allí, solo hay un charco de sangre sobre la alfombra.
¿Realmente ya no se mueve?
-Tranquila-. Dice Christopher.
Desvío mi mirada y él me sonríe. De seguro la movió a un lugar donde no pueda verla.
Suspiro aliviada.
Dejo mi mente en blanco y los chicos susurran algo entre ellos, parece que esas armas son algún tipo de tesoro por lo animados que están. Yo creí que cuando las tuviéramos sentirá algo de tranquilidad, pero en este momento, en medio de esta situación como se supe que voy sentir eso.
Un estruendo se escucho abajo y no hay que ser adivinos para saber que ese sonido fue la puerta principal cediendo.
-Mierda-. Exclama Shawn. -¿Que haremos?-.
-Toma las armas-. Ordena el joven de la barba.
Me alejo de la puerta de esta habitación en el mismo instante que se escuchan sonidos más fuerte en la madera. La cómoda no va a funcionar por mucho.
-Hay que salir de aquí-. Vuelve hablar Christopher.
-¿Como? No hay salida-.
-La ventana-. Indico.
Camino cinco pasos hasta la ventada e intento abrirla. Esta algo apretada y no cede.
-¡Maldición!-. Exclamo jalando con todo mi fuerza.
-Espera deja ayudarte-. Shawn se suma a mi lado y entre los dos logramos abrir la ventana.
Soy la primera en salir y comprobar que el techo resiste. De los tres, yo peso menos y parece resistente.
Atrás de mi sale Shawn, el recibe el bolso con las armas que le pasó Christopher y después el también sale de la habitación, cerrando la ventana.
-¿Y ahora qué?-. Pregunta Shawn mirando la situación nada alentadora. -¿Saltamos?-.
Niego, no voy a saltar, se ve demasiado alto.
-Es nuestra única opción-. Dice Christopher. -Buscaremos la forma de bajar sin lastimarnos y cuando estemos en el suelo, vamos a correr lo más que podamos hasta tu casa-. Explica mirándome.
Me encojo de hombro mirando mi casa al frente y sé que no hay mas salida que podamos tomar en medio de esta situación.
Narra Camila
Me siento en una de las silla del Mesón con una de mis piernas temblando. Estoy intranquila, no al grado de Allyson, ella no para de dar vueltas de la puerta principal hasta acá, la cocina. Es entendible, es su esposo allá fuera, en peligro aunque no se qué clase de peligro será, pero aun así siento demasiada inquietud al saber que Lauren esta fuera con los dos chicos. No puedo evitar plantearme constantemente la posibilidad que no regrese, con vida me refiero. ¿Que voy hacer si eso pasa?
-¡Oh Dios mío!-. Exclama Allyson mirando por la pequeña ventana de la cocina.
-¿Qué pasa?-. Me incorporo instantáneamente, dirigiéndome hacia ella -Allyson-. Llamo en vano, no me presta atención.
Quiero ver, pero ella no me deja y no puedo hacer nada más que esperar hasta ella decida hacerse a un lado, ya que mis peticiones no están funcionando.
Me siento ansiosa y para mi suerte no tengo que esperar mucho, ella cede el paso con unas facciones llenas totalmente de preocupación, que me hace cuestionar si debo mirar.
Mi curiosidad es más grande y termino acercándome al vidrio. Hay demasiada gente en la puerta del vecino. Ellos se están empujando unos a otros y mi primer impulso es querer abrir la puerta de mi casa.
Voy hasta la entrada principal y cuando quiero quitar los seguro, soy detenida por Allyson.
-¡Mi hermana esta allá!-. Digo por inercia y con desesperación.
-Mi esposo esta allá-. Habla Allyson sosteniendo mi antebrazo.
-¿Me dirás que ellos estarán bien?-. Pregunto.
-No, solo esperamos que lo estén ¿De acuerdo?-. Dice aparentando estar serena.
Esta chica está muerta de pánico se le nota en los ojos y aún así intenta lucir tranquila y transmitirme paz.
-Hay algo que deben ver-. Avisa Darren a nuestra izquierda.
Allyson asiente y se apresura a seguirlo, al igual que yo. Los tres ingresamos con prisa a la sala.
-Wess-. Escucho clamar a Keaton.
Wesley lleva rato recostado en el sillón, incluso me había olvidado de él.
-¿Qué le pasa?-. Interrogo a las dos chicas paradas en una esquina.
Ambas niegan, sin entender.
-Lucy, nuestra amiga que llevamos al hospital, estaba así-. Se anima a susurrar Alexa.
Las miro, Verónica asiente con los ojos llenos del más palpable miedo.
-¿Que le paso a su amiga?-. Pregunto, ambas guardan silencio mientras se ven entre ellas -¿Donde está ella?-. Vuelvo a cuestionar.
-Se transformó en una de esas cosas-. Vuelve a murmurar Alexa.
Giro mi cabeza hacia el chico en el sofá, está cubierto por todas las mantas que le traje ayer, solo se le ve el rosto y recuerdo haber visto en mi madre ese mismo tono de piel. Me abrazo muy fuerte, le va a pasar lo mismo que a ella. No es una pregunta, lo estoy asegurando.
Mi mirada ha de mostrar algo que no le agrada a Keana por sus facciones molestas.
-¿Que estas mirando?-. Ella se levanta del suelo, no note que estaba ahí. -¡Te hice una pregunta!-. Keana está alterada.
-Nada-. Susurro sintiéndome amenazada.
-¡Entonces porque continuas mirando hacia él!-. Dice acercándose.
Niego, no lo estoy viendo, pero ella esta descontrolada y ve lo que quiere ver.
-Nadie lo va a tocar-. Habla abandonado a mitad del camino la idea de acercarse a mí, en vez de eso regresa muy cerca de Wesley. -Sé lo que piensas y no es verdad-. Me aclara -Mi hermano está bien, él está bien ¿Verdad?-. Lanza una pregunta a nadie en particular.
No recibe respuesta. Recuerdo la pregunta que hice ayer, la misma que casi nadie quiso responder ahí mismo y que Keana terminó contestando un; "Ellos son una amenaza" refiriéndose a mis padres.
-Nadie tocara a tu hermano-. Alzo la voz. No le diré lo mismo que ella me dijo a mi. -Es tu familia y tu decidirás que hacer con él-. Digo caminando hacia la salida de la sala.
Continuo hasta la cocina y vuelvo a observar por la ventana, una vez más siento esta pesadez que solo provoca que mis lagrimas salgan por si solas.
La puerta de la casa del vecino está abierta, hago a un lado el impulso de ir hasta allá y solo corro hacia mi habitación. Golpeo a alguien en el camino, estoy casi segura que ha sido a Allyson, pero ni siquiera me detengo a pedir disculpas.
Llegue a mi habitación y busque mi teléfono entre mis cosas. Lo busco por todas partes hasta encontrarlo, lo enciendo y comienzo a marcar números de amigos, de familiares, de profesores, emergencia y no obtengo ninguna respuesta de nadie.
Me siento en la cama desesperada y haciendo que una mochila caiga, es la que Lauren trajo.
¿Ella estará aun con vida?
Son demasiadas personas que entraron a esa casa y deseo estar equivocada, pero lo más probable es que sea atacada por esa gente. Siento un escalofrió recorrerme con solo imaginar eso y para terminar de martirizarme, no puedo evitar recordar ese hombre en las noticias ayer en la tarde, el mismo que grito; "Nos comen, ellos nos comen". Mi corazón se aflige de solo pensar en Lauren siendo devorada.
-Camila-. Llamo alguien en mi puerta -Hay alguna ventana donde se pueda ver completamente el techo de la casa de al frente-. Es Allyson, está apoyada en el marco.
-¿Para qué?-. Pregunto aún asimilando que está pidiendo exactamente.
-Están arriba-. Dice.
Parpadeo varias veces hasta reaccionar. Lauren esta en el techo.
Salgo de mi habitación sin decir nada, voy corriendo hacia mi antigua habitación, la que está llena de cajas con cosas de mi hermanastra.
Ingreso directo hacia la ventana y abro un poco las persianas sintiendo inmediatamente un alivio inevitable. Están los tres allí, pero en una posición que indica que están por saltar.
-Van a bajar-. Digo mirando a Allyson.
Ella entiendo, sale hacia la puerta sin detenerse, yo la sigo corriendo hasta la entrada.
-Mira por el visor cuando vean que están cerca, me avisas y abriré ¿Vale?-. Pregunta.
Acepto los términos rapido y observo por la mirilla de seguridad de la puerta, el porche de mi casa con mi corazón entrando en frenesí. ¿Y si no lo logran? ¿Esas personas los seguirán? Ellos podrían derribar nuestra puerta al igual que la del vecino.
Agito mi cabeza y evito entrar en pánico, dedicándome a solo esperar.
-Ya bajaron-. Grita Darren desde la cocina.
-¿Lista?-. Me pregunto Allyson, vuelvo asentir.
Ellos vienen corriendo, pero no exactamente hacia la esta entrada. Miro a Lauren desviarse de camino mientras hace señas hacia un costado o eso creo.
Ambas manos se doblan hacia el mismo punto. Su izquierda, mi derecha. ¿La cocina?
La cocina. Vuelvo a repetirme.
-La puerta de la cocina-. Susurro.
Voy hacia allá con mucha prisa continuando de largo hasta la puerta, no pasa mucho cuando alguien toca.
Abro la puerta lo más rápido que puedo, creía que era Lauren, pero el chico parado al frente es Shawn. Él ingreso primero. Siento alivio y confusión al mismo tiempo al ver a mi hermana entrar atrás de él.
-Esta-.
-Sshh-. Me hace callar mientras me abraza.
Siento raro envolver mis brazos en su cintura, no es molestia, solo es algo extraño. Quizás sea porque tiene sangre en algunas partes de su ropa.
Ella se ha apoyado en mí, esta agitada y solo respira hondo, al igual que Christopher y Shawn. Estamos en silencio por los sonido del otro lado y no puedo evitar preguntarme ¿De quién es esta sangre y porque está en su ropa?