Narra Lauren
Puedo sentir temblar mis piernas, mientras todo mi cuerpo se va congelando poco a poco, lo que se vuelve más espantoso de percibir.
La sangre cubre gran parte de la alfombra al pie de la cama y Sinuhe no deja de morder la piel de...
-Es papá-. Susurra Camila intentando zafarse de mí, la retengo, por algún motivo no quiero que se acerque mucho. -Mamá-. No puedo evitar que ella hable y su voz termina llamando la atención de Sinuhe.
Mi cuerpo se congela por completo en solo un segundo cuando mi madrastra deja ver su rostro. El color blanquecino hace resaltar la sangre en algunas partes de su cara y la piel mutilada de mi padre cuelga entre sus dientes.
-¡¿Qué?! ¡¿Qué?!-. Repite mi hermanastra una y otra vez. -Mamá-. Quiere caminar hacia ella y de nuevo lo evito.
Sinuhe da un paso torpe con una de sus manos alzada, da uno más y por inercia, impulso, por algo, saco a Camila de esa habitación junto a mí y cierro la puerta.
-¿Qué haces?-. Pregunta, obteniendo de respuesta un abrazo -¡Suéltame!-. Forcejea -¡Hay que ayudarlos, déjame Lauren!-. Lucha con más fuerza.
Nos alarmamos por unos rasguño en la puerta y un sonido de quejido, que me hace soltar a Camila, quien ahora se va escurriendo por el barandal de la escalera con solo la mirada en la entrada de la habitación de nuestros padres.
También comienzo a descender atrás de ella y en silencio.
Llegamos al primer piso y mi hermanastra enciende la luz. -¡¿Qué rayos está pasando?!-. Cuestiono tomándome la cabeza.
-¿Que... que debemos hacer?-. Camila empieza a dar vueltas cerca de la entrada principal. -Papá, él… él está cubierto de sangre, debemos llamar una ambulancia, al hospital-.
-¡Abran! ¡Abran!-. Gritos y golpes en la puerta principal interrumpen y detienen a Camila, haciéndola quedar quieta por un instante -¡Hay alguien! ¡Por favor!-.
Camila sale del trance aproximándose a la puerta, estoy segura que la va abrir.
-¿Qué haces?-. Susurro deteniéndola.
-Hay que abrirles-. Explica intentando de nuevo quitar los cerrojos.
-No sabemos cuántos son o quiénes son, ni que quieren-. Digo.
-¡Por favor abran! Ellos vienen-. Suplican de nuevo golpeando fuertemente la puerta.
-No podemos-. Digo negando otra vez.
Camila me mira muy fijo y es cuando me pregunto ¿Quien es la más asustada? ¿Si es ella o soy yo?
Me hago a un lado dejando que haga lo que quiera. Ella abre. No cuento cuantas personas ingresan a mi casa, solo me fijó en la sangre de sus ropas y jalo a Camila atrás de mí.
-¿Que les paso?-. Pregunto sumamente desconfiada.
Ninguno de ellos hace el intento en responder, lucen cansados y con la mirada temblosa y yo aprovecho el tiempo para saber cuántas personas son.
Hay cinco hombres, dos adolescentes tal vez de quince o dieciséis años, son casi similares, un hombre de edad por el color blanco en su cabello y dos chicos que no estoy segura cual sea su edad, uno lleva barba y sostiene a una mujer y el otro es corpulento, intuyo que ambos no pasan de los treinta.
-Soy Christopher-. Se presenta el chico con barba.
-Allyson-. Agrega la mujer que abraza.
Los miro y también me percato de las chicas que están atrás de ellos, sentadas en el piso abrazando muy fuertemente sus piernas.
-Soy Camila, ella es mi hermanastra Lauren-. Dice la persona que estaba al lado de mí.
-¿Que paso?-. Vuelvo a interrogar, no hay ninguna de estas personas que no tenga sangre en sus prendas.
No obtengo respuesta nuevamente, solo miradas entre ellos, lucen tan asustados que no me apetece agregar algo más.
El silencio dentro de la casa deja escuchar con mucha más claridad los sonidos de fuera, me acerco más a la puerta para poder comprobar que mis oídos no mienten.
-Hay personas gritando-. Dice Camila también percatándose del ruido.
-¿Que pasa afuera?-. Esta vez me dirijo a Christopher.
-No lo sabemos y no abras por favor-. Susurra.
-Las personas se están comiendo a otras personas, ellos nos atacaron-. Agrega incorporándose una de las chicas del suelo, hay dos más ahí, son cuatro mujeres.
Ella luce igual de aterrorizada e incluso puedo notar como su cuerpo tiembla.
-Las noticias-. Dice sonando los dedos Camila mientras corre hacia la sala.
Voy atrás de ella y como es de esperar el resto me sigue.
Camila enciende rápido la televisión haciéndose a un lado con el control remoto, ella busca algún canal, sin ningún éxito.
-¿Porque no hay canales?-. Pregunta Allyson mientras Camila continua revisando.
De pronto la pantalla muestra algo más que solo líneas. Es un hombre, él está hablando.
-"Ya habíamos perdido completamente comunicación con algunas ciudades del país y no sabemos que ha provocando ese comportamiento caníbal en los humanos"-. Dice, tiene el fondo oscuro y casi no se le puede ver el rostro.
-¿Comportamiento Caníbal?- Escucho susurrar a Camila.
-"Lo único que nos llego hace un par de horas, fue unos comunicados, al parecer no somos el único país con este problema y aunque desconocemos la situación actual en los otros países. Se podría decir que es más seguro que el nuestro, todo aquel que este escuchando esto, no les recomiendo que se queden en alguna parte de España y lo más importante aléjense de los hospitales, este era un Canal televisivo, al lado de uno y fue atacado por una especie de horda"-. El señor suspira -"Zombi, algunos portan vestimentas medicas. ¡Es una locura! Soy un camarógrafo y posiblemente la única persona con vida en este edificio. Se escuchan pasos afuera de esta habitación y es probable que no pueda salir de aquí, sin ser… sin ser devorado"-. El tipo agacha la cabeza y guarda silencio, segundo después se desaparece del lente y el canal deja de emitir.
-Eso paso en el hospital-. Dice uno de los adolescentes.
-¿Todos vienen del hospital?-. Pregunto, afirman la mayoría en respuesta.
-Alrededor de las siete mi esposa y yo fuimos a visitar a mi madre, ella estaba internada-. Cuenta Christopher -Quince minutos después mi mamá murió y solo en unos segundos volvió a levantarse mordiendo la enfermera y el caos comenzó-.
-Nosotras fuimos a llevar a una amiga al hospital-. Habla la otra chica del suelo señalando a su amiga -Ella estaba pálida y sus padres no se encontraban en casa e hicimos el favor de llevarla, cuando ingresamos la sangre estaba esparcida por toda la entrada-. Comenta -Soy Alexa-.
-Y yo Verónica-. Se presenta la otra joven junto a ella.
Se expande la aura de calma y ahora todos se están presentando.
-Me llamo Keana-. Dijo la primera que se levantó del suelo -Y estos son mis hermanos, Wesley y Keaton-. Señalo a los dos adolescentes.
-Darren-. Saluda el hombre mayor.
-Shawn-. Se presenta el último.
-¿Como lograron salir del hospital?-. Pregunta Camila.
-Éramos un grupo mayor-. Comienza a contar Keana, parece más relajada ahora -Logramos meternos a una sala y cerramos la puerta, llamamos a la policía todo el tiempo que estuvimos allí, pero no respondía y algunos habían sido mordidos, tres de ellos con lecciones graves muriendo después de una hora-. Ella se detiene abrazando sus propios brazos, como si un escalofrío hubiera paso por su piel.
-Igual que mi madre ellos revivieron y comenzaron atacarnos, algunos por desesperación abrieron la puerta de la sala y no teníamos alternativa, corrimos lo más que pudimos-. Agrega Christopher.
-Gracias por dejarnos entrar-. Allyson no puede contener sus lágrimas.
Camila sonríe a medias mientras yo me mantengo seria -¿No los dejaron entrar en otras casas?-. Pregunto con mucha curiosidad.
-Los dueños de las casas por las que pasamos, eran devorados-. Comenta Christopher.
-Los vecinos-. Camila salta hasta la ventana recogiendo un poco las cortinas. -No hay nadie, pero la casa de al frente tiene la puerta abierta-. Vuelve a cerrar la cortina y se acerca a mí.
-Ustedes dos ¿están solas?-. Pregunta el señor mayor.
Quedo mirando a mi hermanastra y ambas recordamos que nuestros padres, están arriba.
Narra Camila
Hago el intento de relatar lo que ocurrió aquí, pero no puedo continuar al igual que la chica, me trabo y es Lauren quien termina de contar lo que paso y que mis padres están en el cuarto.
-Siento mucho lo de sus padres-. Expresa Alexa.
-¿Lo... de... de mis padres?-. Repito pausada. -Ellos estarán bien ¿verdad?-. Me dirijo a Christopher, él parece ser él más sensato, pero de todos modos no recibo respuesta -¿Lauren?-. Ahora a mi hermanastra que está a mi lado.
Ella me mira y se encoge de hombros -¡Ellos son una amenaza!-. Dice Keana alterada. -No debemos acércanos o mejor dicho debemos sacarlos de la casa-.
-Kea-. Uno de sus hermanos la interrumpe.
-Lo sentimos...-. El otro chico también quiere hablar, pero la abrupta tos no le deja.
-Wess ¿Estas bien?-. Pregunta el chico que habia interrumpido a su hermana, asumo que él debe ser Keaton.
-Sí, si-. Murmura Wesley.
-No atentaremos contra sus padre, solo déjennos quedar aquí por esta noche, por favor-. Pide Darren, el señor con más edad.
-Bien, pero dormirán aquí, les traeré sabanas y hay un baño al lado de la escalera-. Aviso caminando hacia la salida de la sala.
Llego a las escaleras y subo los escalones con mis piernas inestables mientras miro la habitación de mis padres, es imposible ignorarla, esta de frente a la escalera y aún se escuchan rasguños.
Me quedo estática, solo mirando la puerta. Mi madre está al otro lado y papá también ¿Será verdad? ¿Si estaba muerto, habrá revivido ya?
-Mantente lejos de esta puerta, sí-. Lauren me asusta, ni siquiera sentí cuando llego.
Yo asiento ligeramente y continuo hasta la otra habitación, donde mi madre guardaba las sabanas limpias.
-Te ayudare a llevarle las cobijas-. Me dice.
Ambas bajamos con las mantas en los brazos, entregándole una a cada uno y luego volvemos a subir hacia mi habitación. Lauren dice que es mejor tratar de dormir un poco y estoy totalmente de acuerdo.
Nos acostamos y el silencio se apodero de la habitación, los minutos comienzan a pasar y aun no puedo dormir. No sé si Lauren ya se durmió, pero yo no puedo dejar de pensar en todo lo que dijeron las personas de abajo y el señor en la televisión.
¿Qué está pasando en el mundo?
Keana dijo que mis padre eran una amenaza.
¿Que pasara con ellos, si eso son?
Cierro mis ojos y cuando las vuelvo abrir, he olvidado que pasó hoy o quiero hacerlo, olvidar. Aun esta oscuro y algo llama mi atención ¿Y si todo eso fue un sueño y nada ocurrió?
¿Y si mis padres están bien?
Me levanto y voy hacia la salida de mi cuarto, quiero ver a mi madre, quiero ver a mi padre con una pizca de esperanza por que todo haya sido una pesadilla.
Camino hacia la recámara continua, no hay ni rasguños, ni algún otro sonido. Solo silencio. ¿Acaso de verdad esto fue un mal sueño?
-¿Mamá?-. Cuestiono comenzando abrir la puerta. -¿Papá?-. Vuelvo a preguntar al mirarlos en una esquina de espalda.
El primero en voltearse es mi padre y mi madre no parece notarme, el terror entra en mi, dejándome rígida, el cuello de...
-Pa-. Susurro, no me muevo y lo observo venir, no puedo dejar de ver las parte que le falta a su cuello.
"Comportamiento caníbal", recuerdo al hombre en la televisión. Esa parte fue devorada por mi madre. Ella se estaba comiendo la carne de mi padre. Me agito estando estática pensando en eso, en verdad no ha sido un sueño.
Es la realidad.
El hombre se tira encima y caigo al suelo con el intentando morderme, pongo todo mi fuerza por alejarlo, pero no puedo el sonido de sus dientes chocando cerca de mi rostro, es lo más aterrador que me ha pasado, ni siquiera puedo emitir algún sonido, solo mi corazón late con mucha ansiedad y el olor a sangre me está mareando.
Mis brazos comienzan a temblar por la fuerza y yo solo cierro mis ojos.
"Plop".
Vuelvo a abrirlos por el sonido de ese impacto y porque ya no tengo el peso encima de mí.
-Vamos-. Lauren me extiende su brazo.
Ella es muy fuerte y de un tirón me hace levantar mientras mi madre se percata de nosotras.
-Salgamos-. Dice abandonando la habitación en solo segundos.
Lauren cierra la puerta junto al sonido de alguien estrellándose contra ella.
-Te dije que te mantuvieras alejada-. Me mira respirando rara -¿Estas herida?-. Pregunta examinándome.
No respondo, sin poderme contener paso mis brazos por su cuello y la abrazo muy fuerte mientras dejo salir mis lágrimas.
-Él... él... él me ataco-. Digo en medio de mis sollozos.
Lauren solo guarda silencio y envuelve sus brazos en mi cintura. Su respiración es pausada, se puede sentir al estar su cuerpo pegado al mío.
No sé que me alivia, si es la forma en que me sostiene o quizás sea el hecho de que estoy liberando mis emociones en mi llanto.