Big Bad Wolf » Camren

Da imheedictator

258K 19.9K 7K

Aquellas historias de cuentos de hadas siempre quedarán pequeñas ante el nuevo mundo, lleno de lobos y otros... Altro

Prólogo
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39 (Parte 1)
39 (Parte 2)
40
41
42
43 (Parte 1)
43 (Parte 2)
44
45
46
47
48
49 (Parte 1)
49 (Parte 2)
50
52
53
54
55
56
57
58
59
60
61
62
63 (Parte 1)
63 (Parte 2)

51

2.7K 236 123
Da imheedictator

Lauren POV

—Yo iré, soy la única que conoce el Complejo a la perfección. —Dijo Tara parándose de su asiento. —Sé cómo entrar sin llamar mucho la atención y podré liberar a las personas que se encuentran encarceladas.

Bufé al escucharla porque ella creía que era tan fácil ofrecerse al hacer tal cosa como si no fuera una misión demasiado peligrosa para una sola persona. De un momento a otro sentí la mano de mi novia acariciarme la espalda suavemente tratando de tranquilizarme. Camila se encontraba sentada a mi lado en aquella reunión con el Consejo del Clan de la Luna, en la cual estábamos tratando de encontrar alguna solución o algún plan que pudiéramos usar para ir al Complejo Wells en busca de su madre y de todas aquellas panteras que se encontraban ahí.

—Después de todo lo que ha pasado seguramente han redoblado su seguridad. —Escuché a Lukas hablar. —Además, así seas capaz de entrar, nada te asegura que lograrás salir junto a un montón de gente sin que se den cuenta. Sigue siendo demasiado peligroso.

—Lukas, tiene razón. —Ehud intervino. Él ahora era el representante del Consejo y tenía mayor voto, ya que Hebah había muerto bajo mis garras en un arrebato que la muerte de mi padre había ocasionado. —Puedes tener todas las mejores intenciones que tengas, pero el Clan de la Luna no confía en una humana que fue parte de toda esa basura y mucho menos ahora para que traigas de vuelta a nuestros hermanos.

Absolutamente todos comenzaron a murmurar entre ellos, hablando acerca de lo que Tara había propuesto. Todos estaban en su contra porque nadie confiaba en ella ni en su capacidad de entrar al Complejo Wells luego de la gran batalla que había sucedido en el bosque. Traté de pedir que se callarán, pero todos seguían perdidos en sus respectivos mundos, lo que ocasionó que me enfadará.

—¡Silencio! —Levante la voz, golpeando la mesa con mi puño. Todos me quedaron viendo con la boca un poco abierta por mi reacción. —¿Terminaron?

Todos los presentes asintieron por lo que me levanté de mi silla. Tratando de pensar en algo que pudiéramos hacer para liberar a tanta gente inocente y sin perder refuerzos porque los lobos podrían volver. Aún quedaba una guerra pendiente y por más que yo no deseaba continuarla, no podíamos saber lo que los lobos querían porque aunque nos odiaran con toda el alma, ellos también habían quedado lastimados por culpa del Ejército.

—Es imposible que una sola persona libere a tanta gente. —Comente, viendo claramente como todo el Consejo asentía con tranquilidad porque yo estuviera de su lado. En cambio, Tara bajo la mirada apenada porque eso significaba que yo tampoco confiaba en ella. —Quizás eso sea imposible, pero no quiere decir que no necesitemos de tu ayuda, porque en realidad la necesitamos. —Termine de decir, dirigiéndome a Tara que me dio una media sonrisa de alivio.

—Sabes que ir a la ciudad solo significa una cosa... —Intervino aquella persona que no deseaba escuchar.

—Nadie ha pedido tu opinión. —Lo corte de inmediato antes de que continuará. —Así que te ordeno que te calles.

—Dejaras al Clan de la Luna sin protección. —Al volver a escucharlo, gruñí botando la silla y corriendo a pararme delante suyo, agarrando la mesa con fuerza, notando claramente como mis garras se incrustaban en la madera.

—¡Alfa Lauren! —Escuché a Lukas a la vez que me tomaba de ambos hombros para hacerme retroceder. —Estamos teniendo una reunión civilizada, mi Alfa.

Me quité de su agarre rápidamente, fulminándolo con la mirada por haber intervenido al igual que a aquel hombre que había acabado con mi paciencia. Nahuel creía que haber permitido que volviera al Clan de la Luna, venía acompañado de sus antiguos privilegios cuando él era un miembro del Consejo, pero que equivocado estaba porque no lo iba a permitir.

—Tú no tienes voz ni voto en esta reunión. —Le aclaré a Nahuel, comenzando a retroceder. —Y en ningún momento he dicho que dejaré al Clan de la Luna desprotegido.

—Entonces, ¿qué haremos, Alfa Lauren? —Preguntó Ehud mirándome al igual que Nahuel que se había cruzado de brazos, pero que de un momento a otro miraba a Tara con curiosidad.

—No estamos solos en esto, ya no más. —Dije comenzando a explicar el plan que tenía en mente.

Luego de la reunión con el Consejo del Clan de la Luna nos tendríamos que preparar para salir en dirección a la ciudad en un día. Yo había decidido que por más que mi hogar me necesitará, también lo hacían las otras panteras que se encontraban en el Complejo Wells.

Por lo que había ordenado que solo el grupo de Normani nos acompañaría y absolutamente todas las panteras se quedarían a resguardar el Clan de la Luna bajo órdenes de Zenith. Y aunque al comienzo todo había sido un alboroto, el Consejo termino aceptando que un niño de trece años sería el líder temporal de toda la comunidad con ayuda de Lukas por supuesto.

—Lauren... —Camila soltó un suspiro al sentir mis manos bajar suavemente por sus muslos. Ambas nos encontrábamos duchandonos en uno de los cubículos, felizmente sin vecinos cerca.

—¿Uhm? —Me hice la desentendida, comenzando a morder el lóbulo de su oreja, mientras la abrazaba con más fuerza y pegaba mis senos contra su espalda.

—Se supone que debía ser un baño corto... —Susurro, sintiendo como comenzaba a pasar mis manos por todo su cuerpo.

—Se supone, pero quiero sentirte. —Murmure muy cerca de su oído. —Eres tan hermosa, Camz. A veces no puedo creer lo afortunada que soy por tenerte, no tienes idea de todo lo que yo te necesito. —Camila se giró para verme y se dió cuenta de que me había puesto muy sensible al recordar su transformación en un lobo. —Te necesito tanto, Camila.

—Me tienes aquí y estamos juntas, así que ámame con todo lo que tengas. —Dijo y al instante, la bese con ganas y con desesperación, fue tanto mi impulso de juntar nuestros cuerpos desnudos que ambas chocamos contra la puerta del cubículo que ocasionó un gran sonido, pero poco nos importo porque Camila también me necesitaba tanto como yo a ella.

—Somos solo tú y yo, mi amor. —Susurre sobre su cuello e inmediatamente comence a chupar y dejar marcas por su hombro, mientras que mis manos recorrían su piel desnuda. —Solo tú y yo.

—¡Y Dinah Jane!

Ambas dimos un saltó cuando vimos a Dinah asomarse desde el otro cubículo vecino con una sonrisa de burla mientras apoyaba un brazo con la madera para grabar con su cámara y con la otra nos saludaba como si no nos hubiéramos visto hace un par de horas.

—¡¿Qué mierda estás grabando, hija de puta?! —Grite parándome frente a Camila para protegerla e inmediatamente cuando me di cuenta que obviamente yo también iba desnuda y que eso iba a quedar en la grabación para toda la vida, mis mejillas se enrojecieron y trate de taparme como pude a la vez que Dinah soltaba una gran carcajada.

—Trataba de darme un baño tranquilo y escuché como dos chicas se daban duro contra la madera, así que decidí grabarlo, ¿sabían que ahora estoy haciendo un documental de todo? —Comento entre risas, a lo que agarre un poco de agua en el tazón y se la tire en la cara, con el fin de que se mojara su cámara también, pero lo esquivó bien.

—Largate de aquí antes de que te coma viva. —La amenacé.

—¿A qué te refieres con comer viva? —Preguntó Dinah con duda. —¿A lo qué le haces a Camila o a sacar tus colmillos y matarme?

Escuché a mi novia reír atrás mío y no podía creer que lo hiciera en una situación como aquella, eso era alta traición. ¡Dinah nos había interrumpido sin descaro y encima nos grababa con su estúpido aparato!

—Camz, agarrame que yo la destrozó. —Inmediatamente sentí como mi novia me jalaba por los hombros, pero creo que el karma hizo su trabajo antes de que se formará un caos y le arrancará esa cámara con mis dientes.

Dinah reía al verme tan frustrada y molesta, pero de pronto le cayó tanta agua sobre su cabeza, que comenzó a tratar de recuperar el aire. Y no, ninguna de nosotras dos le había tirado aquella agua. Al final supimos que había sido Normani, cuando se acercó a saludarnos, poniéndose al lado de Dinah y la verdad era incómodo.

¡Las cuatro estábamos desnudas!

Pero lo fue mucho más para nuestra amiga cuando se dio cuenta que Normani estaba desnuda a su lado, que empezó a enloquecer y ganarse mis burlas de niña caprichosa, señalandole con ganas como Dinah le tenía miedo a un par de tetas.

Luego de eso, Normani se la llevó jalandola de las orejas y de ahí no escuchamos más, mientras que nosotras seguimos con nuestro baño, aunque de vez en cuando pegaba mi oreja a la madera para cerciorarme si Dinah seguía viva.

—Camz... —La llamé en un surro, pero no me hacía caso. —Camz. —Volví a llamarla, está vez moviéndola un poco. —Mi amor.

Camila dormía profundamente a mi lado y a mi costado estaba Dinah y Normani durmiendo igualmente. Habíamos hecho una cama improvisada en el suelo de nuestra habitación, mientras que afuera del cuarto estaban las chicas de su grupo y los demás se habían quedado en otra cabaña. Estábamos descansando porque al día siguiente saldríamos a la ciudad y lo mejor que podíamos hacer era recuperar fuerzas, pero yo tenía un asunto pendiente con mi novia y no podía dormir debido a eso.

—Camzi. —La llamé nuevamente, pegándome un poco más a su cuerpo.

—¿Qué pasa? —Respondió un poco adormilada, dándose la vuelta para mi lado y esconder su rostro cerca a mi cuello.

—Te necesito. —Dije sin más y aprovechando las mantas que nos cubrían, baje un poco más mi mano derecha por su espalda hasta llegar a su trasero, comenzando a acariciarlo una y otra vez, sintiendo está vez como Camila habría los ojos de golpe.

—Lau... —No dije nada y me acerque a besarla lentamente, pegándome mucho más, tomando una de sus piernas para que rodeará mi cuerpo.

—No, están las chicas aquí. —Camila se alejó un poco de mí, señalándome con la mirada a nuestras dos amigas que dormían a nuestro lado.

—No importa, no hagas ruido. —Murmure en voz baja, volviendo a atraerla hacía mí y comenzando a besarla de nuevo. La frustración me estaba ganando la batalla como para animarme a hacer algo como eso, pero ya no importaba.

—Lauren. —Camila gimió al sentir como mi mano se metía debajo de su pantalón hasta llegar a su centro, comenzando a frotarlo con intensidad al sentir lo húmeda que se encontraba.

—No hagas ruido, Camz. —Trate de taparnos con las mantas hasta la cabeza, tratando de seguir.

—Me voy a asfixiar así, Lauren. —Comento Camila riendo un poco.

—No me ayudas, Camila.

—Salgamos de aquí y vayamos a los cubículos. —Me pidió dándome un beso y luego comenzando a dejar varios besos por mi cuello, hasta que me dejó una pequeña mordida.

—Tienes razón, que diría Dinah si nos descubre haciendo el amor a su lado. —Comente sacando mi mano de debajo de su ropa, para abrazarla y darle un corto beso.

—¡Diría que son unas pervertidas! —Sentí un peso encima mío y comencé a tratar de escapar para poder respirar.

—¡Dinah me estoy ahogando! —Exclame.

—¡¿Qué sucede?! —Logré escuchar a Normani.

—¡Dinah suéltala! —Al menos mi mujer me defendía.

—¡No me vayas a sacar tu lado perruno! —Le respondió Dinah a mi novia, mientras que me seguía moviendo de un lado a otro y a duras penas logré sacar mi cabeza de debajo de las mantas.

Y fue un grave error porque me cayó un almohadazo en todo el rostro.

—¡¿Cómo - se - les - ocurre - hacer - panteritas - a - mi - lado?! —Cada palabra de Dinah era un almohadazo en mi rostro.

—¡Ya! ¡Ya nos vamos! —Logré decir, tratando de ponerme detrás de mi novia.

—Normani, pásame la cámara. —Le pidió Dinah. —Necesito que queden pruebas de su comportamiento tan inmoral.

Normani le pasó la cámara a Dinah, más que nada porque estaba media sonámbula y no se daba cuenta de la situación. Camila me sobaba la cabeza riendo un poco con una clásica mirada de “yo te lo advertí” y cuando Dinah prendió su cámara está reprodujo un vídeo con algunos gemidos que no eran de ninguna de nosotras dos.

Camila rio en voz alta y Normani se despertó completamente esta vez, fulminando a Dinah con la mirada, lo que ocasionó que nuestra amiga cerrará la cámara e intentará cambiar de tema al instante.

—Nuestros aparatos también tienen errores, suelen fallar. —Dijo luego de unos segundos. —Olvidémonos del tema, buenas noches.

Y sin más, se volvió a acostar, tapándose hasta la cabeza.

—¿Qué pasó? —Preguntó Camila.

—Nada. —Respondió Normani, haciéndose la desentendida. —Buenas noches, también.

Normani iba a acostarse dejándonos a las dos totalmente confundidas por lo que había pasado, cuando Dinah sacó su cabeza de debajo de la manta para hacer una pregunta súper rara que nada tenía que ver con el tema que había sucedido segundos atrás.

—¿Sabrá Ally lo que son los minions? —Le preguntó Dinah a Normani. —Digo, tiene que saber sobre su familia lejana.

Ya había amanecido, después del desayuno que habíamos tenido con todos nuestros amigos nos dirigíamos en busca de Tara para hablar con ella personalmente sobre la misión del Complejo Wells y más que nada para que me confirmará que el papel que mi padre encontró junto a Zenith, significaba que él era hermano de Camila. Iba con mi novia de la mano hasta que vimos a Normani cargando unos papeles entre sus manos, dirigiéndose a la cabaña que le habíamos prestado a su gente.

—Normani, ¿qué haces? —Me dirigí a ella y Normani se volteó para vernos.

—Vamos a revisar estos papeles que he traído con las chicas, aprovecharemos el tiempo mientras tú ordenas a tu gente. —Contesto.

—Esta bien, nos vemos en un rato. —Dije asintiendo y continuando con nuestro camino.

—Espera... —Normani intento llamarnos, pero por tratar de estirar su brazo, algunos papeles volaron por los aires. —¡Mierda!

Solté la mano de Camila para comenzar a recoger los papeles que comenzaban a volar por todos lados, mientras veía claramente como nuestra amiga se quejaba de que Dinah le estaba contagiando la idiotez por lo que comencé a reírme.

—Yo te ayudaré, déjame. —Me agaché a su lado para recoger el resto de papeles. —Hey, sobre lo de ayer. —Dije al verla agachada a mi lado.

—Olvídalo, no quiero seguir escuchando otro comentario de Dinah sobre eso. —Me corto para que no continuará hablando.

—Bueno, es mejor olvidarlo, tienes razón. —Admití finalmente.

Ambas nos levantamos y nos giramos al ver a Camila de pie mirando al suelo, sin moverse para nada. Se encontraba como ida y no entendía lo que le sucedía. Era como si todo a su alrededor se hubiera apagado y solo se concentrará en el suelo. Cuando me di cuenta sus ojos estaban clavados en un pequeño papel que se encontraba a sus pies.

—¿Camila? —Pregunté llamándola, pero ella sólo negó.

—Trece años... —Fue lo único que dijo.

—¿Camz? ¿qué sucede? —Ambas nos acercamos a ella, preocupadas por su actitud.

—Trece años sin ver a mi madre, Lauren. —Ella levantó el rostro y estaba llorando, pero está vez su llanto venía acompañado de una sonrisa llena de esperanza.

Camila se agachó para recoger aquel papel y pudimos darnos cuenta que en realidad no era un papel cualquiera, era una foto. La foto que mostraba a aquella mujer que yo había conocido en el Complejo Wells como la madre de Tara y como me hubiera gustado saber la verdad desde un comienzo para poder decirle que su hija nunca la había olvidado, que su hija pensaba en ella cada día y que la amaba, que su hija hoy en día era una mujer hermosa, fuerte y llena de compasión.

Que me había enamorado de su hija y que la amaba con toda mi alma.

—Amor... —Logré decir para llamar a  mi mujer, mirando como pasaba su pulgar por aquella foto, específicamente por el rostro de su madre, por ese recuerdo que ahora tenía para ella.

—Es mi madre, Lauren. —Respondió ella riendo a la vez que sorbía por la nariz. —Es una foto de mi madre.

Camila POV

—Quiero que me asegures que estarás con nosotros en esto. —Le pidió Lauren a Tara. —No he pedido tu palabra delante del Consejo porque no quiero que haya más desconfianza entre nosotros y eso nos haga dividirnos, pero necesito saber si contamos contigo totalmente.

Lauren le había pedido a Tara hablar a solas antes de salir a la ciudad y comenzar con el rescate de las panteras. Quería asegurarse de contar con su ayuda y muy aparte me dijo que las tres teníamos un tema importante del que hablar. Al comienzo no entendía lo que le sucedía a Lauren porque se encontraba tramando algo o así parecía cuando noté como había mandado a Lukas a buscar algo en la cabaña de su padre antes de que entráramos a la nuestra para comenzar con nuestra conversación.

—Cuentan conmigo. —Aseguro Tara.

—Quiero recordar que lo que pasó en el bosque no se volverá a repetir. —Advirtió Lauren con una expresión seria. —Sé que Lawrence es tu hermano, pero es su vida o la uno de los nuestros y para mí, mi gente es más importante, eso lo sabes bien.

—No me voy a justificar diciendo que es mi sangre, pero a pesar de todo lo quiero.

—Lo sé, no es difícil saberlo y aún sabiéndolo permito que nos ayudes porque te necesitamos. —Volvio a decir Lauren. —Pero si llega un momento en el que tengas que tomar una decisión, tienes que olvidarte de él.

—¿Y Amarok? —Intervine haciéndole esa pregunta. —Él también es tu hermano ¿no es así?

—Es mi medio hermano, hijo de mi madre. —Explico Tara.

—¿Cómo sucedió eso? —Pregunté. —Es decir, ustedes son de la ciudad y el Clan del Sol ha estado en el bosque todo el tiempo.

—Hubo un trato entre mi padre y el Alfa del Clan del Sol, es decir el padre de Amarok.

—Asgard. —Comente y Tara asintió inmediatamente.

—Sí, el Ejército le ofreció protección a cambio de que enviaran gente al Complejo Wells. —Comenzó a contarnos Tara. —Era una forma “civilizada” de obtener lo que querían sin mover un solo dedo o arriesgar algún soldado, o sino el Ejército acabaría con ellos, ya que eran la única especie viva que quedaba en el bosque.

—¡Mentira! —Exclamo Lauren totalmente fastidiada por sus palabras. —También existían las panteras.

—Las panteras no estaban incluidas en el trato. El Ejército les iba a brindar el arma de defensa conocido por tu gente como el “mar brillante”, ellos no los dañarían si seguían enviando lobos para continuar con los análisis. —Tara se quedó callada durante un momento, tragó saliva y luego admitió  lo que prácticamente ya me imaginaba. —Y les dieron permiso de acabar con tu comunidad, ya que era la única que quedaba. —Ella agachó la mirada y volvió a hablar. —Lo siento mucho, Lauren.

—No importa, ya no importan realmente los motivos. —Respondió Lauren con resignación.

—Mi madre conoció a Asgard cuando él quizo conocer el Complejo Wells y saber en lo que se estaban metiendo. —Explico. —Fue una aventura lo que hubo entre ellos dos y como resultado nació Amarok.

—Pero él no se quedó en la ciudad. —Dije sabiendo muy bien que Amarok había vivido desde su infancia en el Clan del Sol.

—No era considerado un humano por mi padre, Amarok era medio lobo por lo que lo exiliaron al bosque, donde regreso como si fuera hijo legítimo de la esposa de Asgard, es decir un heredero.

—Me sorprende que tu padre lo dejará vivir. —Comento Lauren con molestia.

—Mi madre intercedió por Amarok, al final era su propio hijo, no iba a dejar que le hicieran daño. Ella solía hablar con Amarok por teléfono cuando él creció y logramos encontrarnos en la ciudad un par de veces donde le enseñamos todo lo que pudimos y lo que el tiempo nos permitió antes de que regresara a su comunidad.

—Hay algo que no entiendo. —Dijo Lauren luego de que Tara nos había explicado la historia del medio hermano.

—¿Qué cosa? —Preguntó ella.

—¿Por qué tus dos hermanos se odian? —Tara hizo una extraña mueca como si mi novia había tocado un tema el cual ella no quería discutir. —Quiero decir que ambos son unos malditos desgraciados que supuestamente se deberían llevar bien, pero no es así.

—Es complicado. —Trato de responder.

—Queremos saber.

—Amarok está enamorado de mí. —Cuando esas palabras salieron de la boca de Tara, ambas nos quedamos quietas. Estábamos demasiado sorprendidas por eso, ¿cómo era posible que haya podido ver a su propia hermana con otros ojos?

—Esta bien, no queremos saber. —Dijo Lauren luego de un segundo.

—Es una estupidez, pelearon por la muerte de mi madre. Ella tenía cáncer y vivía conectada a una máquina que la mantenía con vida. —Tara hablaba con tanto dolor que no podía imaginarme por lo que había tenido que pasar. —Mi madre nos obligo a desconectarla y cuando murió, Amarok enloqueció. Culpo a Lawrence de ese suceso y pelearon. Ese solo fue el comienzo de una batalla entre quién era el mejor.

—Entonces cuando Lawrence llegó a enterarse de los sentimientos de Amarok... —Dije dándome cuenta de lo que había sucedido.

—Me hizo elegir entre los dos y como puedes ver, lo elegí a él.

—Lo que no entiendo es que tiene que ver Camila en todo esto. —Intervino Lauren.

—Amarok me contacto pidiéndome ayuda sobre una de las lobas de su comunidad que se encontraba enferma, me pidió que solicitara unos análisis para ella en secreto. Para ese momento mi padre ya había muerto y Lawrence estaba a punto de tomar el mando en el Ejército. Los resultados fueron obvios, Camila llevaba dos tipos de sangre de animales en su sistema. Lawrence llegó a leerlos y me obligó a decirle la verdad. Sin darme cuenta había empezado otra competencia, solo que Amarok fue inteligente al decir que tú habías muerto. —Dijo y luego añadió. —Amarok es mitad lobo y tú eras la única que podría volverlo un ser completo.

—Pero, ¿no corroboraron esa información? —Preguntó Lauren. —Quiero decir, Lawrence es muy inteligente como para creer en la mentira de alguien que aborrece.

—Yo no estaba en el Clan del Sol. —Dije entendiéndolo de una vez por todas, esa había sido la razón.

—¿Qué? —Lauren giró el rostro para verme.

—Hubo una época en dónde me enviaron lejos del Clan del Sol junto a Suka. —Replique, tratando de no recordar esa época de mi vida.

—¿Por qué no me habías dicho eso, Camz? —Mi novia se acercó a mí y yo solo negué porque era algo que deseaba que se quedará escondido entre mis recuerdos.

—He tratado de no recordar... —Comente frunciendo el ceño. —Solía ser una niña que lloraba todas las noches mientras la azotaban solamente porque quería a mis padres conmigo.

—Camz... —Lauren intentó decirme algo, pero no la dejé.

—No puedo creer que me haya culpado toda la vida por la ausencia de mis padres. —Comence a decir. —Que me haya culpado por no tener poderes cuando siempre fueron ellos y todo ¿por qué? —Lance la pregunta al aire. —Por una batalla de poder. —Aprete los puños tratando de controlarme. —Es lo más absurdo que he podido escuchar.

—Camila, lo siento mucho. —Tara volvió a disculparse conmigo. —Sé que he hecho cosas que no me hacen una buena persona, pero lo siento, realmente lo siento.

—Esta foto. —Saque la foto de mi madre que había guardado en mi bolsillo de mi pantalón, mostrándosela. —¿De cuándo es está foto?

—Veo que la encontraste. —Respondió ella y le hice un gesto para que me contestará. —El día del nacimiento de tu hermano.

—Trece años. —Fue lo único que dije.

—Sí, hace trece años. —Asentí al escucharla, perdiéndome en esa fotografía.

—¿Murió al nacer? —Logré formular la pregunta. —Quiero saber todo porque sé que Suka es un mentiroso que lo único que quería lograr era que me transformará y acabará contigo. Quiero la verdad que viene de ti, sin secretos, sin intentar protegerme, solo quiero la verdad.

—Yo... —Tara comenzó a intentar explicarme, pero repentinamente la siguiente frase que salió de los labios de Lauren nos dejó a las dos en silencio.

—Él está con vida.

—¿De qué hablas, Lauren? —Le pregunté sin entender lo que pasaba.

—No estoy segura de si eso es correcto. —Explicó Tara. —Pero llegó a nacer.

—Llegó a nacer y esta vivo. —La interrumpió Lauren.

—No entiendo. —Murmure.

La puerta de la cabaña fue abierta mostrando a Lukas que llegaba un poco agitado mirándonos con una pequeña sonrisa. Al instante, mi novia se acercó a su mejor amigo a la vez que buscaba algo entre las manos de Lukas, como si estuviera esperando algo, quizás lo que le había pedido encontrar.

—Lauren... —Consiguio decir Lukas a duras penas.

—¿Lo encontraste? —Lauren le preguntó a Lukas, quién asintió y le dió un viejo papel arrugado de color marrón, casi despintado.

—¿Qué has encontrado? —Pregunté.

—Esto. —Lauren levantó el papel en sus manos, pero no me lo dio a mí. Se acercó a Tara y se lo entregó. —Quiero que me confirmes si lo que yo creo es verdad.

—¿D-de dónde has sacado esto? —Automáticamente Tara retrocedió, llevándose una mano a la boca.

—Mi padre lo encontró en el bosque debajo de la manta de un bebé recién nacido. —Explico Lauren.

—Un bebé... —Logre decir.

—Hace trece años mi padre encontró un bebé en el bosque, Camila. —Lauren me sonrió con tanta felicidad como nunca antes lo había hecho.

—¿Mi hermano está vivo? —Comencé a ver borroso por las lágrimas. —¿Él estuvo todo este tiempo junto a mí?

No podía decir nada más porque era como si mi garganta no pudiera lanzar nada más que pequeños quejidos por toda la información que mi mente trataba de procesar. Mi corazón latía con rapidez al pensar que mi hermano estaba a unos pasos y la siguiente frase proveniente de Lauren me lo confirmó.

—Sí, Zenith es tu hermano, Camz.

Corrí con todas mis fuerzas, buscándolo entre toda la gente. No me importaba que todos los habitantes del Clan de la Luna me vieran con preocupación en sus rostros por mi desesperación. Quería abrazarlo por primera vez sabiendo quién era él realmente, sabiendo que era el hermano que creí haber perdido y que la vida me estaba otorgando de vuelta.

Quería tener entre mis brazos a Zenith y darme cuenta que después de tanto tiempo, mi corazón lo había sabido desde el primer momento en que apareció corriendo en busca de los brazos de su padre. Mi corazón supo que había algo especial en él, algo que me llamaba a acercarme y es que Zenith estaba unido a mí, ambos unidos por una conexión especial, por un lazo tan fuerte, un lazo de familia.

Él siempre había sido mi sangre.

Lo encontré arrodillado en la tumba de Michael, acomodando algunas flores que ponía en su memoria. Al ex gran Alfa del Clan de la Luna le habían hecho un santuario con grandes piedras en honor a su memoria, adornado con muchas flores que se podrían encontrar por el bosque y muchas ofrendas que le dejaba su gente, entre adornos y comida.

Entre todo ello, divise a Zenith agachando la cabeza y pegando su rostro contra aquella tierra, como si esperaba escuchar algún mensaje. Luego de unos segundos movió su rostro para darle un beso a la tierra del suelo, a la vez que pasaba su mano acariciando la tumba de su padre con tanto amor que en ese preciso instante, una lágrima cayó con rapidez por mi rostro.

Mi corazón era feliz.

Mi corazón era feliz porque a Zenith nunca le había faltado amor. Ese pequeño había tenido unos grandiosos hermanos que veían por él y su bienestar, un compañero de enseñanza como Gust que siempre se había preocupado por todo lo que le hiciera falta y por supuesto que había tenido un padre. Michael era su padre tanto como lo era de Lauren y Christopher. Él le había brindado un hogar, había cuidado de Zenith y le había otorgado lo más importante para cualquier persona en el mundo.

Una familia.

—¿Camila? —Zenith se levantó mirándome extrañado porque yo estuviera ahí, llorando frente a él, pero luego de mucho tiempo lloraba de felicidad. —¿Qué sucede?

No dije nada y corrí a abrazarlo, me tire contra su cuerpo con fuerza sin importar que casi nos fuéramos a un lado. Abrace a ese niño que era mi hermano menor, lo abrace con tanta fuerza y él solo se quedó quieto sin saber que hacer. Zenith intentó quitarse de mi agarre preocupado por lo que sucedía, pero yo se lo impedi.

—Déjame abrazarte, por favor. —Rogue llorando haciendo que él también correspondiera a mi abrazo. Nos quedamos ahí durante unos minutos que se sintieron como una eternidad y cuando me di cuenta, una lágrima impacto en mi mejilla, pero no era una lágrima mía. Levanté mi rostro y observé a Zenith también llorando, se había conmovido por mi estado. Intenté decir algo, pero él habló primero.

—No me gusta verte llorar, Camila. —Admitio mirándome fijamente. —Es extraño decirlo, pero me duele el corazón.

—Entonces no me sueltes nunca más, Zenith.

Volvimos a abrazarnos y cuando me di cuenta, divise a Lauren a un lado lejos de nosotros. Ella estaba sonriendo con los ojos llorosos mientras que trataba de secar sus propias lágrimas. Le sonreí de vuelta y solo basto una afirmación de su parte para que me separará de Zenith y le dijera la verdad.

—Después de trece largos años te encontré.

—¿De qué hablas, Camila? —Preguntó Zenith confundido por lo que yo decía.

—Me llevó trece años encontrarte, trece años para encontrar a mi hermano. —Zenith se separó de mí, mirándome completamente sorprendido.

—C-Camila...

—Eres mi hermano, Zenith. Mi pequeño hermano menor.

Hola, últimamente muchas personas están añadiendo está historia a sus listas de lecturas con el nombre de favoritas. Me gusta saber que consideraran está historia como una de sus favoritas, así que gracias.

No quiero hacer spoiler, pero en el próximo capítulo tendremos un suceso muy hermoso.

Espero que tengan un lindo día y nos vemos hasta el siguiente capítulo.

P. D. Si tienen alguna pregunta acerca de la historia, déjenlas aquí para asegurarme de contestar todas sus dudas en los próximos capítulos.

🐺

Continua a leggere

Ti piacerà anche

841K 58K 128
15 años habían pasado desde aquel trágico día donde se les había sido arrebatada la felicidad, 15 años en donde la misma sonrisa rota se hacia presen...
1.9M 95.9K 86
- Yo, Logan Carter, alfa de la manada Luna Creciente, te rechazo a ti, Emma Parker, de la manada Luna Creciente -. Podía sentir como se me rompía el...
137K 5.9K 48
Isabella odia el lazo de Mates. Cree que por esa tontería perdió al amor de su vida. Nicolas Ross. Ha estado enamorada de él desde que tiene memoria...
Mi Luna Da Nereyta01

Lupi mannari

487K 28.3K 89
Kenzo Parker se niega a creer que Jade, la hermana de su mejor amigo, sea su mate y destinada. Piensa que la Diosa Luna le está jugando una broma y n...