El alfa enamorado ✔🐺🌌

By CarmessyIglesias

2M 141K 10.8K

Madeleine Villarreal ha perdido al único miembro de su familia que le quedaba, está sola en el mundo buscando... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
¿Que creen?
Anuncio Importante

Epílogo

48.7K 3K 629
By CarmessyIglesias


Alexter corría como de costumbre entre los árboles de regreso a la casa principal, desde ese día las cosas no eran igual necesitaba estar al pendiente de las tierras de la manada ahuyentando posibles enemigos, ya no se llevaría las cosas con calma no dejaba que nada se le pasara ni por error, jamás se perdonaría lo que paso ese día ni en un millón de años lo superaría, la noche daba paso al amanecer; ya han transcurrido exactamente un poco más de doce meses, la manada Itreque ha trabajado duro en salir adelante. Se detuvo cerca de uno de los inmensos árboles que adornaban el paisaje, pero este tenía sus raíces prominentes, se sentó en ellas mirando fijamente las flores apiladas una sobre otras como regalo de la manada.

—Este siempre será tu lugar, tú perteneces aquí — dijo en voz alta, miró al cielo que se teñía de naranja y del azul característico; antes de seguir su paso limpio una lágrima que corría por su mejilla, se había prometido no volver a llorar...

Pasaron unos cuantos minutos cuando llegó a la casa principal esta que en unas horas olvidaría su silencio llenándose de voces y de personas, Sofía y Carlos unirían sus vidas en matrimonio, Sebastián y él apoyaron la decisión considerando a su amigo digno de su hermana, por su parte Sebastián había aceptado ante todos su relación con Valentina meses antes que dieran la noticia de que ella estaba embarazada, ella ahora cerca de los seis meses lucia radiante, Sebastián no podía ocultar su felicidad, aunque expresarse seguía siendo nada fácil para él.

Por su parte Maximiliano y Adrián se mantenían en contacto; de su madre y hermana o sabían nada, cuando regresaron a la casa ellas habían desaparecido. Contrariados por la actitud de ambas emplearon todo ese tiempo en buscarlas, pero parecía como si la tierra las hubiera tragado al igual que el cuerpo del lobo gris, sin rastro de los tres ninguno bajaba la guardia.

Alexter entro a la casa notando que aun todos dormían subió hasta su habitación dispuesto a tomar un baño, sin hacer mucho ruido regreso a su cama tomando un pequeño momento para descansar, desde ese día no dormía... permanecía angustiado he inquieto. Su hermano llegaría en unas horas con algunos suministros que necesitaba en la casa principalmente para la cocina. Decidió descansar para sentirse repuesto y listo para ese día agotador.

El toque insistente de su puerta lo hizo abrir sus ojos molesto, él juraba que escasamente había cerrado sus ojos unos minutos.

— ¿Qué pasa? — abrió molesto la puerta.

—Alexter que pretendes todos ya están listos para la ceremonia y tú ni tus luces, vístete ya — ordenó María, miró el reloj dándose cuenta de que así era, esos minutos habían sido horas unas largas horas.

—Pero que... ¿ya llego Sebastián? — dijo de prisa

—Sí, desde hace rato — contestó María

— ¿Dónde está? — volvió a preguntar, ella sabía lo que él quería, pero no tenía tiempo.

—Como estamos todos ocupados, no como tú que te duermes, anda alístate Sofía está desesperada — ordenó sin salir de la habitación.

Alexter al ver que María no lo dejaría en paz obedeció a regañadientes, después de alistarse de prisa y sintiéndose que va a una carrera de velocidad sale de su habitación conducido por ella.

—María soy el alfa, te recuerdo — dijo mal humorado

—Sí, y es la boda de mi hijo — con eso mató reclamo alguno del otro.

Como era de esperarse todo estaba listo afuera, alzó su vista recorriendo uno a uno de la manada, el grito de todos de emoción por ver a la novia no le permitió avanzar entre ellos, Sofía bajaba imponente en un vestido blanco totalmente pegado al cuerpo enfatizando su minúscula cintura y su cuerpo de reloj de arena, lucia hermosa y elegante con una sonrisa que opacaría a cualquier estrella. Tan diferente a tiempo atrás pensó Alexter sonriendo de verle contenta.

El bosque fue adornado delicadamente con flores blancas en su mayoría rosas, unas cuantas luces y velas en las mesas daba un ambiente perfecto y cálido, aprovechaban que la primavera estaba por llegar y con ello el calor no les molestaría. Alexter suspiro melancólico ante esa imagen.

Sebastián palmeó su espalda regresándolo a la realidad, como tradición el alfa entregaría a la novia, pero en este caso serían ambos. María les apresuro, los nervios la traicionaban, Valentina disfrutaba de verla tan llena de vida después de tantos momentos tristes, la música sonó, dando como aviso que la ceremonia debía iniciar ya, ambos se colocaron en su posición a cada extremo de ella, caminaron por el pasillo formado de rosas y velas... el sol estaba por perderse en el horizonte, todos miraban maravillados el momento, Alexter no perdía oportunidad de mirar a su alrededor pendiente de todo.

La ceremonia dio inicio y como era el alfa no podía alejarse en ningún momento; tenía que presenciar la unión y dar su consentimiento.

—Hoy la familia Itreque está de fiesta dando inicio a un joven matrimonio que se ha formado desde tiempo atrás, Carlos hoy tú aceptas a Sofía como tu esposa y compañera de vida, con la luna como testigo y todo nosotros... Sofía tú aceptas a Carlos como tu compañero de vida, tu esposo y a quien estás dispuesto a acompañar en las noches de luna llena, para recorrer a su lado el sendero de un lobo — dijo el encargado de presidir la ceremonia, un hombre joven que pertenecía al consejo de lobos.

La ceremonia se llevó con calma hasta el momento donde el beso fue anunciado a coro por todos, Alexter los miró feliz por ellos, se separó solo para darles espacio para poder ser expresivos entre sí, Carlos le miraba con respeto al final eran amigos, pero él era su alfa, él había entendido eso. Cuando se besaron tiernamente el grito de las mujeres no pudo esperar y llenó el bosque, se sentía bien tener esa felicidad ahora.

El mayor se apartó permitiendo ver como todos le felicitaban, Valentina no tardo en incitar a todas las mujeres por pedir el ramo. Sofía le alzo anunciando que lo haría, todas avanzaron buscando su lugar, ella subió una de las sillas ayudada por Carlos. Alexter comenzó a mirar fijamente entre todas... buscando... un ligero toque en su hombro le hizo girarse.

— Debería de pasar.

—Deberías considerarlo...

— ¿Tú crees?

— ¿Por qué no me despertaste cuando regresaron? María me ataco obligándome a salir corriendo sin oportunidad de hacer algo más — dijo el mayor.

—Necesitabas dormir Alexter.

—Te he dicho; que lo que necesito...

—Es a mí, lo sé Alexter, pero no duermes bien — dijo abrazándose al mayor.

—Me gusta contemplarte cuando duermes — acaricio su mejilla, mirando sus ojos esos que habían dado paso a un halo de color amarillo en ellos, que le recordaban que ella era suya y de nadie más.

—¡Madeleine anda corre! — Valentina le llamaba desde donde estaba, Sofía por su parte le esperaba también para lanzar el ramo.

—Bueno iré por él, así que prepárate — dijo sonriendo

—Espero que lo caches — dijo Alexter jalándola para besarle en los labios.

Contempló a Madeleine como sonreía acompañada de las mujeres de la manada, su recuperación había sido tardada, ese día habían sido tantas cosas que juró sentir como le perdía, pero algo en ella había sido más fuerte, había podido con todo... no tenía duda alguna que ella era una mujer fuerte y el amor de su vida, que el destino y la luna los unió en vida. El ramo salió por los aires cayendo en las manos de Valentina, Sebastián la miró contrariado, el menor rehuía al tema del matrimonio... pero era feliz de verle a ella sonreír.

Madeleine regresó a donde Alexter permanecía observándola con determinación —No lo he conseguido — dijo ella sonriendo

—Lo he visto — dijo tomando su mano para caminar juntos entre los árboles alejándose de todos, la fiesta dio inicio, una ligera melodía armonizaba el movimiento de las hojas de los árboles.

— ¿A dónde vamos? — preguntó ella.

—Solo espera... en la noche recorrí el bosque, me topé con algo que me llamo la atención — dijo sonriendo.

Caminaron adentrándose al bosque con cuidado, Madeleine miraba su mano entre lazada a la de él, no imagino verse así... pero ahí estaba sintiéndose completa por primera vez en su vida, comenzó a reconocer el lugar a donde Alexter le llevaba, ahí estaba, ese arbusto de rosas que él le había regalado pensó que se había perdido con el paso del tiempo y al paso de todas esas cosas sin ella estar al pendiente de él.

— Pensé que no existía... — lo miró melancólica, entre las espinas una rosa blanca comenzaba a florecer.

—Deseaba que la vieras, es la primera... ha florecido como tú, después de tanto ha sido capaz de soportar todo por vivir... — dijo mirando a Madeleine sonreír.

—Porque tú me diste la fuerza Alexter... tú me diste una vida por la cual luchar — dijo ella girándose a él.

—Dices eso como si no te hubiera hecho sufrir — dijo agachando su rostro; Madeleine tomó su rostro alzándolo para que le viera.

—Basta Alexter, ya hemos hablado de esto muchas veces, deja de sentirte culpable... todo ha sido mi decisión, pude haberme ido o simplemente no venir cuando don Guillermo fue por mí, pero desde que puse un pie aquí me sentí como si fuera mi hogar.

—Lo es, es tu hogar... nosotros somos tu familia — dijo deprisa el mayor.

—Lo sé, gracias por hacerme sentir así segura y amada — dijo ella acariciando su rostro.

—Temo... que no pueda protegerte... — aceptó amargamente.

—Si te refieres a él, ¿crees que volverla? — preguntó ella mirándolo con tristeza, al no saber del lobo gris sus mayores temores se revivían.

—No piense en ello, mis miedos son válidos moriste en mis brazos, pero te juro Madeleine que daré hasta mi último aliento si alguien o algo intenta volvernos a separar — dijo abrazándola con fuerza.

—Te amo Alexter...

— Te amo Madeleine... me gustaría seguir aquí a solas contigo, pero creo que debemos volver María está muy autoritaria y siento que vendrá por nosotros en cualquier momento... — acaricio su rostro.

Retomaron el camino a donde todos permanecían alegres, miró a su hermano sonreír abrazado a Valentina a Sofía bailar animando a Carlos a seguirle el paso, María sentada sonriendo ampliamente.

—Deberíamos bailar — dijo Madeleine sacándolo de sus pensamientos.

—Bailar, bueno tengo tiempo sin bailar, además que no está ninguna canción que yo sepa bailar — dijo nervioso, el baile no era lo de él.

—Yo te enseñaré, además que no me mate en la cocina para no disfrutar esta fiesta, el viaje con Sebastián fue tan rápido y agotador, pensé que no llegaríamos entre directo a buscarte, pero dormías tan a gusto que deseaba apoyarme en ti para dormir, así que Alexter me lo debes, me debes este baile y muchos más, quedaste en ayudarme en la cocina — lo miró señalándole con el dedo.

—Todo menos bailar amor... — dijo el mayor queriendo hacerla cambiar de parecer.

—Bailar dije, ahora — lo jaló metiéndolo en donde todos bailaban alegremente, en un cambio de música comenzó una balada que unió a todas las parejas en silencio.

—Bueno, esto sí puedo bailar — la tomó de la cintura acercándola para tener el control del movimiento.

Madeleine se dejó guiar por él bailando cerca uno del otro sintiendo como sus cuerpos armonizaban a la perfección, Alexter le acaricia poco a poco sintiendo su piel que tanto adora, miraba sus ojos como un lobo mira la luna, ese sentimiento en su interior no se comparaba con ninguno más. Tenía todo lo que deseaba frente a él, un motivo para luchar y ser el alfa de su manada. Las horas pasaron en paz y el cansancio hizo presa a Madeleine que permanecía quieta abrazada a él.

—Creo que debemos subir ya... — dijo ella a su oído, Alexter asintió en respuesta, se permitieron perderse de los demás que eran de carrera larga.

Avanzaban poco a poco el camino a la casa principal, Madeleine con una sonrisa en sus labios, había ido con Sebastián no por los suministros sino por una respuesta, una que permanecía en el baño de la habitación marcando positivo... deseaba con ansias decirle al mayor, pero aguanto los nervios y el momento... Alexter se detuvo en las escaleras de un movimiento la subió en brazos.

—¿Por qué vienes tan callada? — dijo el mayor deteniéndose en la puerta de la habitación.

—Solo pienso...

— ¿En qué piensas? — dijo depositándola en la cama al entrar a la habitación.

—La respuesta está en el baño... — señalo ella...el mayor la miro con duda, pero se separó de ella entrando al baño.

—¡MADELEINE!...

Escucho el grito del mayor, se dejó caer en la cama mirando al techo, pensó en su padre una lágrima le recorrió el rostro una vez más su destino había cambiado, pero ahora era más dulce que la miel, ahora ella era feliz correspondida, podía venir una tormenta más, pero ella soportaría, lo haría como los robles que rodeas su hogar... al final el alfa enamorado que tanto vio era su alfa enamorado y no lo soltaría jamás, el amor le había dolido tantas veces que a pesar de ello nunca se rindió... porque ella cree en el amor... cree en su fuerza y el fruto de ello vive dentro suyo. Cerro los ojos al sentir como el mayor se abrazaba con fuerza pudo sentir como unas cuantas lágrimas provenientes de él le empapan el hombro, se aferró a su espalda con ambas manos y se permitió llorar con él... un llanto diferente uno cargado de felicidad pura y única, una que nunca creyó poder alcanzar tantas noches perdida en la oscuridad. Como ese día que sintió como su cuerpo se llenaba de una energía nueva, como electrificaba su cuerpo y su corazón bombeaba con fuerza, el grito de Alexter le hizo volver le hizo aferrarse de nuevo a la vida porque ahora la luz de la luna ilumina su camino...




Continue Reading

You'll Also Like

238K 14.5K 89
Kenzo Parker se niega a creer que Jade, la hermana de su mejor amigo, sea su mate y destinada. Piensa que la Diosa Luna le está jugando una broma y n...
532K 83.7K 152
Este libro es la quinta y ultima parte de la saga de Alfa King.
323K 27.4K 51
|| Libro #2 de "La última dragón de fuego" || El que su familia odiase a los cazadores no fue un impedimento para que ambos pudieran estar con sus Ma...