Renacer

By YotssannyOjeda

405K 40.4K 6.8K

¿Creés en las almas gemelas?, Para Bastian y Alexandra es difícil no creer cuando han vivido con su alma geme... More

Advertencia
Sinopsis
Prefacio
Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VII
Capítulo VIII
Capítulo IX
Capítulo X
Capítulo XI
Capítulo XII
Capítulo XIII
Capítulo XIV
Capítulo XV
Capítulo XVI
Capítulo XVII
Capítulo XVIII
Capítulo XIX
Capítulo XX
Capítulo XXI
Capítulo XXII
Capítulo XXIII
Capítulo XXIV
Capítulo XXV
Capítulo XXVI
Capítulo XXVII
Capítulo XXVIII
Capítulo XXIX
Capítulo XXX
Capítulo XXXI
Capítulo XXXII
Capítulo XXXIII
Capítulo XXXIV
Epílogo
Agradecimientos
Nuevo proyecto
Comunicado especial

Capítulo VI

10.5K 1K 118
By YotssannyOjeda


Capítulo VI
De nuevo

Alexandra/ Samantha

La oscuridad absoluta me cubre y no sé qué está pasando ni entiendo que es este dolor abrumador que me recorre cada extremidad. Tengo miedo porque no se que está sucediendo mi mente no entiende que es lo que está pasando en este momento.

《 ¿Dónde estoy? 》

Siento que mi cabeza va a explotar el dolor es tal que me es insoportable; me consume de manera rápida haciendo que la oscuridad tomé terreno en forma vertiginosa.

《 ¿Porqué duele tanto? 》

Me está palpitando de tal manera que estoy llegando a creer que mi cabeza se convirtió en mi corazón; es un dolor tan desesperante que quiero gritar a todo pulmón, pero mi cuerpo no reacciona, además siento mucho frío a tal punto que estoy temblando. El dolor no me deja pensar y de verdad siento como lentamente me voy consumiendo en él y quiero llorar porque tengo miedo, pero mi cuerpo no reacciona a nada más que dolor o frío.

Me duele todo y soy consciente hasta del último cabello de mi cabeza, incluso cuando tomo aire y mi pecho se eleva siento un dolor intenso en mis costillas.  Es de esos dolores desesperantes que no sabes cómo canalizar más que quedarte muy quieto y así quizás duela menos.

Deseo con todas mis fuerzas despertar, pero el malestar general que siento no me lo permite, así que, solo me pierdo nuevamente en una oscuridad absoluta donde no pienso en nada, ni siento nada necesito descansar quizás cuando vuelva en sí nuevamente ya no duela tanto.

(...)

El sonido de algunas voces cerca de mí me hace volver a la conciencia esta vez siento que el dolor de cabeza se ha disipado considerablemente; ahora solo me queda la inconformidad por no  despertar es como si mis ojos estuvieran sellados por el cansancio.

Me lleva unos minutos tratar de comprender los ruidos que se escuchan en la habitación; me toma un instante concentrarme en solo ese sonido y así poco a poco voy notando que son voces lo que escucho y de hecho una de ellas es una voz suave de mujer que de alguna manera, que tampoco logro explicar, me causa calma; es una extraña sensación, parece como si mi corazón fuese capaz de reconocerla, pero mi mente no.

《¿Quién es esa mujer? 》

Pienso mientras trato de recordar de dónde la conozco, ¿por qué está a mi lado y su voz suena tan afligida? como si tuviera miedo por algo.

Quizás su miedo es a perderme, cabe la posibilidad de que no despierte.  Quizás estoy tan grave que no logro  recordar a la persona a mi lado.

《¿Debería tener miedo también? Dios, ¿Por qué no puedo despertar?》

Tengo esa necesidad desesperante y agobiante de abrir los ojos, pero no puedo hacerlo de verdad mi cuerpo no parece reaccionar a mis peticiones: es tan frustrante.

En realidad no se que tanto quiero hacer quizás gritar, llorar o revolcarme como una niña aturdida sin saber qué está pasando. Todo simplemente es oscuridad incluso mi mente.

La ansiedad me hace desesperar he imaginarme que estoy gritando mientras pido ayuda; la oscuridad es tan desesperante quiero despertar y ver colores, pero se está haciendo costumbre no puedo hacerlo sigo acostada he inmóvil con el miedo latente de que nunca más podré ser yo.

《¿Acaso la oscuridad no me dejara volver?》

Pero, ¿volver a dónde? La verdad es que a pesar de mi desesperación por despertar mi mente es un poso oscuro, no sé a dónde quiero volver ni quién me está esperando, pero mi yo interno solo quiere despertar de alguna manera sabe que si lo hago será mucho más fácil.

(...)

《 ¿Cuánto tiempo ha pasado?》

Lo primero que pienso cuando nuevamente despierto es hay más de una persona cerca, lo sé porque logro diferencias más de un tono de voz, pero no logro saber en si cuantas son ni quiénes son.

De alguna manera mi mente no parece ponerle cara a esas voces, pero se que son las mismas de las veces anteriores lo que me lleva a cuestionarme el por qué siguen aquí, es como si me esperarán y se preocuparán por mi.

Me siento tonta por no poder abrir los ojos algo tan sencillo como esto se me está volviendo una misión imposible; no hago más que estar acá quieta con miedo a lo desconocido a no entender qué está pasando como una inutil. No le encuentro lógica a no recordar absolutamente nada tengo la mente como  un papel blanco sin ningún tipo de trazo sobre él; sin ningún recuerdo.

No sé cómo explicar la sensación de desespero que me abruma cada que entro en conciencia. Sentirme despierta de mente, pero no poder moverme o abrir los ojos es horrible. Estoy viviendo como en un cuento de terror donde la oscuridad prevalece y no me deja escapar.

No poder completar la transición de despertar por completo ya es una rutina. Se que todo este tiempo ha estado una persona a mi lado puedo incluso sentir como toca mi mano y oírla hablar cada cierto tiempo sin entenderle realmente.

《Quiero saber quién soy ya estoy cansada de sentirme en oscuras de no entender 》

El frío ha sido mi fiel amigo todo este tiempo siempre rodeándome y haciéndome tiritar; la persona a mi lado trata de siempre tenerme abrigada, pero no es suficiente siento mis pies helados como una panela de hielo; mi instinto me dice que los frote para poder calentarlos, pero como es costumbre mi cuerpo está paralizado y no puedo y lo sé porque lo he intentado cuando el frío se vuelve insoportable.

La voz suave de la mujer que siempre está a mi lado me causa intriga; mi corazón la reconoce el sabe que es alguien importante para mí, pero no logró colocarle rostro a esa voz lo he intentado mil veces y nada, es como si mi mente se negará a cooperar.

《¿Por qué todo está en blanco? ¿Qué ha pasado? ¿Cómo llegué a esta situación?》

Todas esas preguntas pasan por mi cabeza, pero ninguna tiene respuesta y puede que nunca las tengan. Estoy empezando a sentir que no hay salvación que no podré despertar. Siento que han pasado años desde que estoy así.

(...)

Frustración, es la única palabra que pasa una y otra vez dando vueltas en mi mente para describir cómo me siento. Parece que  han pasado décadas y no puedo hacer nada más que escuchar sin comprender realmente qué dicen esas voces.

He llegado a perder las esperanzas  ¿Cómo no hacerlo? Si el tiempo pasa lento y yo sigo acá sin ningún progreso.

Es una necesidad urgente saber que está pasando ¿Por qué la oscuridad no me suelta? Quizás he muerto, pero ¿Qué es la muerte? ¿Solo oscuridad y voces atormentandote?

—Bebé despierta mamá te espera. —Logro escuchar y comprender lo que dice aquella mujer a mi lado: es mi madre.

Tiene lógica que mi madre me acompañe sin descanso día y noche, pero ¿por qué no logro colocarle rostro a su voz? Deseo hacerlo, quiero recordar momentos bonitos y de risas ¡Quiero volver a la normalidad!

《Mamá, ¿Por qué no sé en realidad quién eres?》

(...)

Está vez cuando mi mente vuelve a reaccionar ocurre un milagro; intento abrir los ojos y puedo hacerlo.

La luz es realmente fuerte y me lastima la vista, pero siento una emoción indescriptible por lograr despertar que ignoro completamente la incomodidad. Con curiosidad miro a mi alrededor y todo es tan blanco que se puede tornar extraño, pero la palabra hospital se hace presente se que estoy en uno por la cantidad de máquinas que veo;  no sé sus nombres, pero es obvio que están controlando algo.

Sigo mirando cada detalle con detenimiento, hasta que algo llama mi atención hay una mujer acostada en el mueble frente a mi cama parece estar durmiendo; la miro detalladamente y no la reconozco de algún lado pensé que al despertar sabría automáticamente quién era, pero al parecer no.

《¿Es la mujer que he estado escuchando cierto?》

La lógica me dice que sí que es ella, pero no logró reconocerla y me da miedo equivocarme quizás sea otra persona; no es posible que no reconozca a mi madre.

Pero la verdad es que no lo sé, por más que veo su rostro no logró que se me haga conocida sinceramente no creo haberla visto antes, pero cuando en la oscuridad la escuchaba me sentía de alguna manera protegida mi corazón latía con simpatía al sonido de su voz; al verla acostada ahí frente a mi nada vine ni el más mínimo recuerdo.

Es para mi una persona desconocida.

El cuerpo me duele, pero no de la manera que lo hacía anteriormente es un poco más tolerable.

Quiero sentarme así que con cuidado me acomodo en aquella cama enorme; es justo ahí cuando noto el tamaño real de mi cuerpo es tan pequeño y de alguna manera sé que no es lo correcto; siento como este cuerpo no es el mío.

Así que el pánico empieza a atacarme; no es lógico que sienta este desespero en el corazón, pero me siento así: este no es mi cuerpo.

《 ¿Qué significa esto? 》

Cierro los ojos por unos minutos mientras respiro profundo. Me digo a mi misma que  no puedo dejar que el miedo me domine, soy más fuerte que esto yo puedo con todo por más loco que parezca.

Necesito recordar, mi mente está hecha un lío por no comprender todo. Tomo respiraciones profundas para calmar mi pulso y cierro mis ojos para concentrarme en mi objetivo; intento abrir mi mente a ver si las imágenes vuelven por sí solas y si algo lógico aparece como explicación a cómo me siento, pero nada ocurre.

Así que me rindo por el momento y termino abriendo los ojos nuevamente con algo de miedo que de nuevo la oscuridad me consuma.

No sé qué hacer me siento atada de manos con un miedo absurdo en el corazón y una sanación de no pertenecer a este lugar que no sé explicar. Miro   aquella mujer acostada a solo unos pasos de distancia con un susto enorme en el pecho. Nunca será igual; no soy esa persona que está esperando.

Quizás pasa un poco más de media hora no lo sé, mi mente está en  otra sintonía y no me concentro en ver cómo el reloj avanza; lo que si se es que pasó una cantidad razonable de tiempo cuando la mujer frente a mi empieza a moverse y estirarse: tengo miedo.

Cuando abre sus ojos puedo sentir mi respiración detenerse tarda quizás unos segundos que se me hacen eternos en mirar hacia donde estoy, pero cuando sus ojos conectan con los míos solo soy consciente de lo rápido que late mi corazón. No sé quién es, pero ella parece saber quién soy.

La emoción en sus ojos es palpable; parece que ve un ángel bajar del cielo a visitarla; su sonrisa es hermosa cuando se acerca a mi he intenta abrazarme, pero por instinto me alejo un poco porque me es incómodo.

—¡Nena, por Dios. Has despertado! —Puedo sentir como me abraza, pero simplemente no me nace devolver tal afecto.

Se que es la persona que ha cuidado de mi todo este tiempo por su voz, pero aun así no me convenzo de que sea mi madre. Me parece tan loca la idea solo de pensarla, así que decido preguntar lo siguiente:

—Usted... ¿Usted quién es? —mi voz sale áspera por la falta de líquido, pero lo que más me sorprende es ese tono aniñado que no esperaba para nada.

Aquella mujer se separa un poco de mi, sin terminar de soltarme me mira con angustia y preocupación. Ahora sus ojos no reflejas alegría sino un miedo enorme; al parecer lo que he dicho es lo más descabellado del mundo. La veo tragar fuerte mientras sus ojos se llenan de lágrimas, mi intención no era hacerla llorar.

Sus ojos son muy expresivos y puedo ver con claridad el dolor en ellos; está sufriendo y yo soy la culpable. La mujer se ve agotada y con enormes ojeras se que debería sentir algo por esta personas, pero no siento nada.

—¿Bebé de verdad no sabes quién soy? —Decido no responder simplemente niego  con mi cabeza y bajó la mirada hacia mis manos; tengo miedo por hacer sufrir a esta mujer y sentirme en tinieblas.

La mujer trata de ocultar un sollozo entre sus manos, pero le es imposible. Por alguna razón mi corazón no quiere verla así, pero no puedo simplemente mentirle, sé que es mi madre porque le escuche a ella decirlo no porque ese conocimiento estuviese en mi desde antes.

—Voy... Voy por el médico. —habla mientras se levanta rápidamente de mi lado y corre hacia la puerta.

Me quedado completamente sola por unos minutos, hasta que un hombre  con bata blanca entra a la habitación seguido de otra mujer vestida de blanco y  de aquella mujer: mi madre.

—Hola Samantha soy el médico que te ha atendido todos estos días ¿Me dejas revisar cómo te encuentras? —Solo asiento lentamente sin dejar de repetir una y otra vez en mi cabeza el nombre con el que me llamó ¿Por qué no lo siento como mío?

Revisa mis signos vitales y me hace hacer varias cosas hasta que finalmente empieza con las preguntas.

—Pues todo parece ir muy bien, pero te voy a hacer algunas preguntas ¿Está bien? —Me mira a los ojos y yo con algo de nerviosismos asiento algo tímida.

—¿Me podrías decir tu nombre? —Habla pausadamente y yo suspiro, esta es fácil, él lo acaba de decir.

—Supongo que Samantha, así me acaba de llamar usted —El hombre sonríe con mis palabras y asiente divertido.

—Tienes razón se me ha pasado, que tal está ¿Cuántos años tienes? —Le escucho con claridad, pero no sé la respuesta en esta ocasión.

—No lo sé, no lo recuerdo. —El doctor asiente y anota en una carpeta que tiene en las manos; eso me hace sentir nerviosa alguien normal recordaría eso ¿Cierto?

—¿Recuerdas el nombre de tu mamá? —La mujer que se había colocado nuevamente a mi lado me mira expectante, pero yo solo niego y miro mis manos nerviosa de nuevo.

—Está bien Samantha no te asustes Dime ¿Qué puedes recordar? —Puedo ver en los ojos del médico que tiene esperanza de que pueda recordar una simple cosa lo que sea, pero cuando habló esta desaparece.

—Nada —susurro mirando mis manos algo asustada se que me está sucediendo algo realmente malo. —¿Usted me dará mis recuerdos? —El hombre niega aún con ese toque de tristeza en sus ojos; lastima es lo que percibo en su mirada. 

—Yo no puedo hacer eso, quizás con el tiempo puedas recordar solo debes tener paciencia. —Lo miro sin entender mucho a qué se refiere, pero deseando que sus palabras sean ciertas. —Por ahora puedo decirte el nombre de tu madre ¿Quieres saberlo?

—Si —susurro con voz algo ronca desde que desperté sentí la garganta seca de veras necesito algo de agua,  además ya me siento nuevamente cansada y deseo dormir un poco de nuevo.

—Se llama Sara. —Miro a la mujer a mi lado que me sonríe con ojos tristes y me siento culpable por hacer que se sienta así, así que con algo de cautela tomó su mano e intento darle algo de ánimos.

Pero sigo sintiendo que ese nombre no es el correcto mi madre no debería llamarse así. No sé cómo pero sé que no debería estar acá, que todo es una especie de confusión que mi lugar está en otro sitió, pero no sé cuál es ese lugar ni cuál es la verdad simplemente me siento perdida.

Tengo miedo.

(...)

Han pasado un par de semanas desde que mi nueva vida comenzó. Se siente extraño pensar en esto como nueva vida ¿Alguna vez tuve otra diferente? La verdad es que no lo sé no tengo una respuesta y no sé si alguna vez la tendré, pero esta es mi nueva realidad y debo acostumbrarme a ella.

Sara, mi madre me lleva en silla de ruedas hasta la salida del hospital; me han dado de alta y ahora debo irme a casa con ella.

《¿Seré capaz de querer a Sara como mi madre? ¿Llegaré a recordar algo?》

La verdad Sara ha sido muy buena conmigo estas semanas, pero siento que es una desconocida que poco a poco voy conociendo y a su vez yo también soy una desconocida para mí misma y me he estado conociendo poco a poco.

Resulta que tengo 10 años, aunque suene raro; mi padre murió hace tres años según Sara y no recuerdo nada porque estaba jugando a la pelota con un primo y un carro me ha atropellado; 4 meses han pasado desde el accidente.

El doctor insiste que los recuerdos pueden llegar poco a poco y que no debo estresarme en tratar de recordar; suena fácil, pero no lo es.

La puerta del hospital está cerca puedo verla claramente, por fin voy a conocer el mundo.

—Sam bebé ¿Puedes caminar hasta el auto? —Aunque aún me duele un poco mi pie derecho afirmó emocionada; ya no estaré enferma.

Ella me ayuda a levantarme y me dice que la espere ahí un segundo que le dará la silla al vigilante, así que solo le sonrió y esperó dónde me dijo.

Cuando ella se aleja el sonido de la voz de una mujer regañando a alguien me llama la atención, así que mi vista se va hacia esa dirección y ahí está un hombre mayor sentado en una silla de ruedas, mirando a otra mujer que podría ser su mamá sin tener realmente una expresión clara en su rostro más que tristeza.

—No quiero ir a terapia mamá —su voz me causa un escalofrío en todo el cuerpo siento como que conozco ese sonido de algún lado y en menos de un segundo mi corazón está latiendo muy rápido.

—Bastian, Alex odiaría verte así.

—Alex ya no puede ver nada porque murió mamá —Responde con mirada aún más triste, yo deseo acercarme sin entender realmente porque, pero justo cuando voy a dar un paso Sara llega y toma mi mano.

—Vamos a casa Sam —dice mientras nos alejamos de aquella escena, deseo volver algo me dice que mi casa es con esa personas.

Pero no hago nada solo me dejo arrastrar y empiezo una nueva vida.

---------------------------------------------

Miel, Venezuela 15/03/17
Editado: 07/05/21

Continue Reading

You'll Also Like

1K 103 6
~°En un campamento en algún lugar de Canadá se hace un programa de televisión por dónde gracias a un "simple" error, se vuelve una masacre total°~
10.9K 688 11
Un pequeño accidente, un inesperado viaje, muchas peleas, un deseo en común, odio, venganza, esperanza, un futuro, amor?
3.6K 813 23
>>De un momento a otro, la vida te puede sorprender dando "Un cambio"<<
948K 25.8K 31
Cuando las personas que más amas, te rompen, es difícil volver a unir esos pedazos. Victoria Brown, creía que cuando amas, la brecha para perderte a...