Louis llevó a Isaac abajo de nuevo. Por fortuna, la gente a su alrededor había vuelto a sus conversaciones y nadie se quedó mirándolos más tiempo de lo habitual. El alfa al que había golpeado había desaparecido, así que el camino hacia el salón fue tranquilo.
Se cruzaron con los hermanos de Louis cuando llegaron al piso de abajo. Mencionaron algo acerca de una aplicación del teléfono de su hermana Phoebe e Isaac se fue con ellos a toda prisa para comprobarlo. Louis lo vigiló hasta que estuvo con sus dos hermanas y se giró a mirar el resto del salón después.
Harry estaba despidiéndose de la pareja de ancianos. Abigaíl no estaba donde la había dejado. No divisó a Ben tampoco. Comenzó a preocuparse así que se dirigió a toda prisa a donde estaba su omega.
Cuando llegó hasta él, Harry ya se había quedado solo. Parecía cansado ahora pero seguía igual de alegre. Estaba acomodándose el cabello mientras miraba por donde se habían ido los viejitos con una sonrisa. Su olor atrajo a Louis como si se tratara de un imán. Bendito aroma de Harry, Louis nunca había conocido algo tan dulce como eso antes de toparse con él. Ahora que podía olerlo a metros de distancia de nuevo, Louis tenía serios problemas para controlar su pene. Abajo amigo, hay mucha gente aquí.
Cuando estuvo a unos pocos pasos del omega, Harry se giró hacia él. Su sonrisa iluminaba su rostro y, en cuanto sus ojos se toparon con los de Louis, un color rosado tiñó sus mejillas. Dios, Louis quería besarlo. Quería poner sus manos en la zona baja de su espalda y apretarlo contra su torso. Quería arrancarle ese traje de marca y enterrarse en él con todas sus fuerzas. Joder, ¿cuándo termina esta exposición?
Entre todos los pensamientos obscenos que había en su mente, de pronto, apareció el recordatorio de que dos de sus hijos no estaban a la vista. Miró alrededor de nuevo y, al no divisar a Ben y Abby, acortó la distancia que lo separaba de Harry rápidamente.
- ¿Dónde están los niños? – preguntó colocando una mano en la cintura de su omega.
- Mis padres los llevaron a comprar algo para comer – respondió Harry con tranquilidad - Ben estaba quejándose de los sándwiches que hay aquí.
Louis se relajó, si sólo tenía que estar atento de Isaac, tendría un descanso por un rato. Harry se abrazó a su espalda de lado y se pegó a su torso. Louis deslizó un brazo por su cintura y el omega colocó su cabeza en su hombro enseguida.
- Estás muy tenso – observó Harry acariciando su espalda.
Louis dio un largo suspiro. Había tenido demasiadas emociones intensas en unas pocas horas, claro que estaba más tenso de lo normal. No se había detenido a pensarlo, suponía que se debería al estrés de haber estado cuidando a los niños prácticamente solo durante una semana porque Harry había estado con los preparativos de la muestra. De todos modos, no era algo que le preocupase, siempre había sabido convivir con la tensión.
El alfa no respondió y Harry no comentó nada más al respecto. En cambio, ladeó su cabeza de forma que su rostro se enterró en el cuello de Louis. El alfa sintió la nariz de su omega frotándose contra su piel de forma tentativa y su cuerpo vibró. Harry estaba marcándolo con su olor. Sintió una ligera molestia, porque su instinto le decía que no podía estar marcado por nadie porque era un alfa. Pero, por otro lado, le agradaba que su omega quisiera marcar territorio porque eso significaba que lo quería sólo para él. Si había una persona a quien Louis pertenecía, era a Harry.
Harry dejó de acariciar el cuello del alfa con su nariz y depositó un beso allí antes de apartar su rostro unos centímetros, apoyando su barbilla en el hombro del alfa. Louis comenzaba a estar cómodo así que deslizó su mano debajo del saco de Harry y acarició su cintura con suavidad. Pudo escuchar a Harry ronronear cerca de su oído y el sonido le provocó un cosquilleo en la oreja, su mano apretó la cintura de Harry como respuesta.
- Creo que nadie notará si desaparezco por un rato ahora – murmuró Harry sobre el oído de Louis, mientras su mano libre se dirigía a su pecho – Hay un pequeño cuarto de depósito arriba.
Louis no pudo procesar lo que Harry decía con suficiente rapidez. El omega había comenzado a acariciar la porción de su pecho debajo de su corbata, arrugando ligeramente su camisa, y Louis estaba dando todo de sí para no ponerse duro con su voz grave y cadenciosa susurrando en su oído. Escuchó la palabra "cuarto" y una serie de imágenes de una habitación de hotel apareció en su mente. Y, con ellas, todo lo que quería hacerle a Harry sobre la cama. Sus manos deslizando la camisa de Harry hacia arriba, tirándolo contra la cama, tocando cada parte de su cuerpo hasta que Harry le implorara que lo jodiera. A Louis le encantaba que Harry implorara.
Dejó de imaginar cosas cuando el omega mordió el lóbulo de su oreja. Estaba oficialmente duro, en medio de un salón lleno de personas. Pero Harry había mencionado un cuarto, y era en todo lo que podía pensar. Habitación, sí. Necesito una urgente.
Un segundo después, Harry se apartó de él bruscamente. Caminó en dirección a la escalera, dándole la espalda, dejando a Louis parado en medio de la sala. Miró detenidamente cómo se iba, fijándose en el ancho de sus hombros resaltados por el traje, bajando por su espalda hasta quedarse mirando cómo sus glúteos se movían con cada paso que daba. Harry metió una mano en uno de sus bolsillos traseros y sacó un manojo de llaves de allí. Después se giró hacia Louis agitándolas suavemente, dedicándole una sonrisa pícara. Movió sus labios como si estuviese diciendo algo. Louis sólo pudo interpretar la última palabra, "arriba", y supuso que había dicho algo como "te espero arriba".
No va a tener que esperarme mucho pensó el alfa viendo cómo Harry se giraba hacia la escalera de nuevo, contoneando sus caderas al caminar. Era un maldito provocador y Louis adoraba que se pusiese peor con los años en vez de volverse aburrido. Esperó a que estuviera en la mitad de la escalera para seguirlo. Miró de soslayo en dirección a Isaac, para asegurarse de que estuviera bien, y cuando notó que su hermana estaba haciéndose cargo de él, continuó caminando a toda prisa hacia Harry.
Subir la escalera fue una tortura. Harry estaba tan cerca y tan lejos a la vez. Louis tenía una perfecta visión de su culo, pero también de todas las personas que subían y bajaban por allí. Estaba harto de estar rodeado de hippies e intelectuales que se la pasaban halagando a Harry. Quería estar a solas con su omega. Porque quería follárselo una y otra vez.
Un grupo de personas detuvo a Harry cuando llegaron arriba. Louis gruñó entre dientes mientras los miraba, estaban estorbando sus planes. El omega se quedó con ellos sonriendo y agradeciendo algunos comentarios. Louis no lo pensó, simplemente se acercó por detrás y rodeó su cintura con sus brazos, pegando su erección a su culo. Harry se sobresaltó durante unos segundos y colocó sus manos sobre las de Louis después, excusándose con las personas con las que estaba hablando. Louis no se molestó en saludar, sólo arrastró a Harry hacia atrás hasta apartarlo del grupo de gente.
- ¿Impaciente? – murmuró el omega girando su rostro hacia él.
Louis lo fulminó con la mirada y tironeó de su labio inferior con sus dientes. Harry jadeó, sus pupilas comenzaron a dilatarse cuando miró al alfa. Louis sonrió con satisfacción. Es que no puedo esperar para oírte gemir, amor.
- ¿Dónde está ese cuarto? – gruñó Louis apretando la cintura del omega con sus brazos.
Harry se apartó de él sonriendo como un tonto y se adelantó por el pasillo. Louis lo siguió, colocando una mano sobre su espalda baja. Quería que todos allí supieran que Harry era su omega y poder deshacerse rápido de algún otro hippie si intentaban distraerlo.
Caminaron en dirección opuesta al baño. No había tanta gente allí, y Louis agradeció que Harry no se detuviera a hablar con nadie más. Cuando llegaron frente a una puerta, Harry paró de caminar y se puso a buscar entre el manojo de llaves. Louis no se contuvo de pegarse a su espalda de vuelta, y comenzó a mordisquear su cuello. Sus colmillos se expandieron cuando rozó la marca de Harry. Quería reabrirla. Quería marcar a Harry como suyo de nuevo. Pero, con la poca cordura que le quedaba, sabía que no podría hacerlo hasta que no estuvieran en casa.
Harry abrió la puerta cuando encontró la llave. Se movió hacia adelante, obligando a Louis a entrar con él también. Miró al frente y, entonces, entendió lo que había querido decirle Harry. "Cuarto de depósito" había dicho. Claro, no tenía sentido que hubiese una habitación allí, pero a Louis de verdad le habría gustado tener una cama al alcance.
Registró el lugar rápidamente. Era un cuarto pequeño, con muy poca luz. Sólo había una mesa y estaba repleta de esculturas y otros artefactos que Louis no había visto nunca antes. Había marcos de cuadros sin usar por todo el piso y apoyados en las paredes. No había mucho espacio vacío, y la suciedad se notaba a kilómetros. Louis consideró la posibilidad de salir de allí y llevar a Harry a un hotel. Pero entonces tardarían demasiado y tendrían que dar explicaciones. Sobre todo a los padres de Harry porque estaban cuidando a los niños. Prefería no tener que explicar nada a su suegra.
Meditó las posibilidades. La mesa. No, estaba llena de cosas. Una pared. Tampoco, no había un lugar vacío lo suficientemente grande, Harry se lastimaría con alguno de los cuadros apilados. ¿El suelo? Demasiado polvo. Ok, tendrá que ser parados.
Escuchó un ruido detrás de él y se percató entonces de que Harry se había escapado de sus brazos. Se giró hacia él, su omega estaba cerrando la puerta con llave. Cuando terminó, se apoyó en la madera, mirando con una sonrisa traviesa a Louis.
- Tenemos sólo unos minutos – anunció Harry abalanzándose sobre el alfa.
- Es suficiente.
Louis lo capturó entre sus brazos cuando Harry se tiró sobre él. Sus labios interceptaron los suyos y las manos de Harry se enterraron en su cuello. Louis apretó la cintura de Harry, refregando su erección contra su muslo mientras lo besaba con desesperación. Su lengua estaba hambrienta de la boca de Harry, Louis era adicto a los labios gruesos pero suaves del omega. Podía sentir a Harry vibrar sobre su pecho lo que lo hacía desear aún más apropiarse de su boca.
La temperatura del beso subió muy pronto. Louis se estaba acalorando dentro de su traje costoso pero era prioridad tocar a Harry así que comenzó a quitarle su blazer mientras se besaban. El omega dejó de sostener su cuello y se apartó lo suficiente para que pudiera hacerlo. Cuando el saco terminó en el suelo, Louis olvidó la suciedad por un momento, Harry se deshizo del suyo volviendo a pegarse a sus labios. Louis esperó a que el omega le quitara la prenda antes de pegar sus manos a su cuerpo de nuevo, las deslizó debajo de su camisa estampada, buscando algo de piel que tocar. Entrar en contacto con su espalda se sintió como la gloria, y lo llenó de deseo de más. Apretó las lumbares de Harry empujándolo contra su cuerpo y el omega gimió sobre sus labios. El sonido impactó en su erección, poniéndolo más duro aún.
El omega rompió el beso, jadeando sobre la boca de Louis. El alfa no tuvo tiempo para pensar en su próximo movimiento porque Harry ya estaba agachándose frente a él. Se arrodilló sobre el piso, mirando a Louis mientras desabrochaba su cinturón. Louis se sorprendió durante un momento, porque no había creído que tendrían tiempo para una mamada, pero el plan sonaba excelente. Empezó a mojarse de sólo imaginar su pene enterrándose entre los gruesos labios de Harry.
Louis sólo podía escuchar la respiración agitada de Harry y la suya propia, además del agradable sonido del cierre de su pantalón abriéndose. Cerró los ojos con satisfacción cuando Harry liberó su miembro de sus bóxers, fue un alivio que ya no estuviera apretándose contra el pantalón. Lo siguiente que percibió fue la punta de la lengua del omega tanteando el glande de su miembro. El contacto se sintió como chispazos abriéndose paso dentro de su cuerpo. Cuando abrió los ojos, Harry estaba lamiendo la cabeza de su polla extremadamente despacio. Louis apretó los dientes. ¿El omega quiere jugar? Juguemos.
Rodeó la mano de Harry que sostenía su miembro y lo guió hacia la boca del omega. Harry dejó su lengua quieta y succionó la punta de la polla de Louis con agilidad. El alfa gruñó mientras apretaba el cabello de Harry con la mano que tenía libre. Su polla se deslizó dentro de la boca de su omega hasta perderse en su garganta. El calor de la boca de Harry lo abrasó y tuvo que contenerse de no mover sus caderas hacia adelante. Harry lo miró cuando comenzó a succionar su polla. Sus labios chocaron con sus manos entrelazadas en la base del miembro de Louis y el alfa lo soltó para abrirle camino. Colocó ambas manos en la cabeza de Harry y guió sus movimientos, volviéndolos más rápidos, hasta que el omega entendió el ritmo que buscaba y, entonces, se limitó a apretar su cabello en forma de aprobación.
Joder, Harry era bueno. Relajaba su mandíbula de forma que la polla de Louis se deslizara hábilmente hacia su garganta, y alternaba entre ahuecar sus mejillas y lamer el glande. Louis quería follar su boca, quería tomar el control de la situación, pero sabía que si lo hacía no duraría mucho tiempo más.
La respiración de Louis se volvió irregular, y sus rodillas amenazaron con ceder. Los labios carnosos de Harry alrededor de su miembro se sentían demasiado bien, casi tan bien como su apretado culo. Louis tuvo que tironear del cabello de Harry para sentirse conectado a la tierra aún. Harry gimió alrededor de su pene cuando lo hizo. La vibración sacudió su polla y Louis gruñó mientras apartaba la cabeza de su omega de su miembro rápidamente. No quería correrse aún. Quería anudar a Harry. Harry se lo merecía.
El omega lo miró desconcertado cuando Louis lo apartó, él se tomó unos momentos para intentar aquietar su respiración y no hablar entre jadeos. La visión de Harry despeinado y con los labios hinchados en extremo estaba volviéndolo loco. Su mirada estaba perdida y vidriosa, aún había algo de saliva en su barbilla y sus labios estaban entreabiertos, como si así se suponía que debiesen estar siempre.
- Levántate – ordenó Louis haciendo contacto visual con él – Quiero follar tu culo.
Harry se relamió los labios cuando lo escuchó, y Louis vio sus pupilas dilatándose de nuevo. Un gruñido bajo se escapó de entre sus dientes, quería tener a Harry estremeciéndose y gimiendo debajo de él. Harry continuaba siendo jodidamente hermoso como cuando lo había conocido, Louis pensaba que podría joderlo eternamente.
El omega se levantó del piso tambaleante. Louis lo sostuvo de la cintura cuando lo vio enredarse con sus propias piernas. Harry se quedó quieto y lo miró con una sonrisa. Louis se contuvo de besarlo de nuevo, porque tenía que hacer esto rápido, y lo giró hacia la puerta bruscamente. El jadeo que soltó Harry hizo que su polla se sacudiera de nuevo. Bendito omega sumiso.
- Las manos en la puerta – ordenó Louis de prisa – Abre las piernas, amor.
Harry obedeció, apoyando su frente en la puerta también. Louis deslizó sus brazos por su cintura y desabrochó la bragueta de sus pantalones, agradeciendo que Harry no necesitara cinturón porque le quedaban ajustados. Después tomó el borde del pantalón de su omega y tironeó de él mientras se agachaba para poder quitarlo. Miró hacia arriba cuando la tela de los pantalones tocó el piso. Harry había inclinado sus caderas ligeramente hacia atrás, permitiéndole una buena vista de sus panties apretando su polla dura. Louis no estaba seguro de que tipo de ropa interior era, sólo veía una buena porción de encaje ajustándose a los glúteos del omega como si fuera un bóxer. Joder, se convirtieron en sus favoritas al instante. Su vista se dirigió al agujero de su omega, dispuesto a ver qué tan mojado estaba antes de levantarse del piso. Lo que vio lo hizo delirar. Había una especie de botón debajo del encaje de las bragas, era de color celeste y con una textura de diamante. Maldición, no estaba mintiendo pensó cuando se percató de que se trataba de un tapón anal.
- ¿Todo bien ahí abajo, papi?
Louis alzó la vista hacia Harry cuando lo escuchó y gruñó. Su estaba excitación presionando a su cuerpo de nuevo para que follara a su omega. No era la palabra, era el tono que utilizaba Harry al decirla. Louis siempre preferiría que lo llamara alfa, porque era la forma en que los omegas demostraban sumisión, pero esto de "papi" era un juego divertido. Mientras más Louis le decía que dejara de llamarlo así, más le gustaba a Harry molestarlo con eso.
- Estoy un poco enojado, de hecho – contestó el alfa mientras se levantaba del suelo – Mi omega estuvo jugando sin mí.
Harry giró su cabeza hacia él cuando Louis se pegó a su espalda. El alfa depositó sus labios en la mandíbula del omega, conteniéndose de besarlo porque había decidido ser duro con él.
- No – se defendió Harry en forma de quejido.
Descarado pensó Louis riéndose internamente. Quitó sus bragas de un tirón hacia abajo, escuchó la tela quebrándose en alguna parte pero no le molestó, estaba demasiado concentrado en encargarse de su omega.
- Yo diría que sí – murmuró deslizando sus labios hacia el oído de Harry – Te estuviste preparando antes de venir sin consultármelo.
Rápidamente, metió sus dedos entre las nalgas del omega, hurgando para encontrar el juguete. El cuerpo de Harry se estremeció debajo de él por lo que sonrió con satisfacción. Su omega era muy sensible y eso le encantaba.
Alejó su cuerpo del de Harry para encontrar el tapón anal y con su mano libre guió las caderas del omega hacia atrás para tener un mejor acceso a su agujero. Ahogó un gemido cuando el botón celeste apareció ante su vista nuevamente y lo tomó entre su pulgar y su dedo índice. Harry gimoteó cuando lo deslizó fuera de su culo. Louis se sintió celoso por una fracción de segundo, porque su omega ya extrañaba a ese pequeño juguete y gruñó inconscientemente.
- ¿Qué? ¿Te gustaba esto? – preguntó de forma casual mientras volvía a colocar el tapón en su lugar.
No lo dejó ahí más que un segundo, porque después comenzó a meter y quitar la parte en forma de gota del juguete dentro del agujero de Harry. La temperatura de Louis subió mientras miraba cómo su omega se estiraba para él, podía apreciar el tapón siendo tragado por el canal del omega e inevitablemente recordaba la sensación de cómo se ajustaba a su pene. La respiración de Harry se agitó enseguida, volviéndose más audible para Louis, y, cuando comenzó a soltar gemidos ahogados decidió que ya era suficiente.
Quitó el juguete del todo y lo guardó en el bolsillo de su pantalón porque no se le ocurrió otro lugar donde ponerlo. Rápidamente se bajó los pantalones y los bóxers por completo. Acarició su miembro un par de veces para asegurarse de que estaba lo suficientemente duro y, después, tomó fuertemente las caderas de Harry enterrándose en él. Ambos jadearon cuando su pene quedó atrapado dentro del omega. Sus piernas se tensaron y un excesivo calor en la zona baja de su espalda lo abrasó. Se contuvo un momento antes de empujar, por más que su cuerpo le pidiera lo contrario, porque, aunque Harry hubiese tenido puesto ese juguete por mucho tiempo, quería que le diera una señal de que todo iba bien.
- Louis – gimió el omega apoyando su rostro en uno de sus brazos.
El alfa lo tomó como una señal de aprobación y no se molestó en preguntar antes de comenzar a moverse dentro de él. Dios, Harry estaba tan húmedo y apretado a la vez. Louis gruñó mientras se empujaba en él. No le importaba que la gente de ese piso los escuchara. De hecho, le gustaría que escucharan. Entonces no habría ninguna otra confusión como la de Richard, todos sabrían que Harry era sólo suyo. El pensamiento del profesor de Harry lo hizo gruñir más fuerte, de rabia esta vez.
- Te has portado muy mal hoy – murmuró cerca de la oreja de Harry, empujándose en él lentamente – Hablando con ese viejo soso... Me gustaría que él te viera ahora.
- Papi, por favor...
- Que te viera así, rogándome y temblando. Entonces sabría que no tiene que meterse con mi omega.
Justo en ese momento se enterró profundamente en el omega. Harry sólo gimió en un tono bajo. Louis sabía que estaba conteniéndose porque a unos pocos metros estaban sus invitados y no pudo evitar molestarse por eso.
- No te contengas – ordenó deteniendo sus movimientos – Quiero escucharte.
- Louis – farfulló Harry ladeando su cabeza para mirarlo – Por favor, más.
- ¿Más qué? – preguntó Louis esbozando una sonrisa cínica.
Harry soltó un quejido, al tiempo que sus mejillas se coloreaban. Louis sólo siguió sonriendo con malicia. Le encantaría follar a Harry duro y anudarlo enseguida, la tensión en sus piernas era desgarradora y su instinto lo guiaba a empujar, pero debía contenerse para hacerlo sufrir un poco más por lo que hizo, era parte del juego.
- Más rápido – pidió Harry en un murmullo – Fóllame duro.
Su voz se alzó un poco más, aunque sonaba temblorosa por lo agitada que estaba su respiración. Harry se veía tan frágil, pero Louis quería debilitarlo aún más. Quería verlo rojo, transpirando y hecho un manojo de gemidos. Quería destrozarlo. De modo que no se tomó más tiempo para cumplir sus órdenes.
Agarró las caderas del omega con firmeza mientras comenzaba a empujarse duro dentro de él. Harry soltó un "Oh dios" en cuanto Louis empezó a follarlo de verdad. El alfa habría sonreído si hubiera podido, estaba demasiado concentrado en mirar cómo su pene se enterraba entre las nalgas del omega y salía sólo para volverse a enterrar en el segundo siguiente. Se sentía bien, pero necesitaba llegar más profundo aún. Rodeó el pecho de Harry con un brazo, y con el otro sostuvo su cintura mientras pegaba su propio pecho a la espalda del omega. La camisa de Harry comenzaba a estar húmeda y le estorbaba demasiado porque quería estar en contacto con su piel, pero se conformaba con tenerlo entre sus brazos de todos modos.
Louis supo que dio con el punto justo cuando Harry arqueó su espalda, apoyando su cabeza en su hombro. En vez de detenerse, siguió martilleando ahí, su mandíbula dolía por lo mucho que la estaba apretando y sus brazos se tensaron sobre el cuerpo de Harry fuertemente, pero continuó. El gemido grave y ahogado que soltó Harry, provocó que él gimiera también. Joder, cómo amas mi pene dentro de ti.
- ¿Se siente bien? – preguntó Louis entre jadeos - ¿Así es como lo querías?
Harry sólo gimió en respuesta. Lo sé, te encanta cómo te jodo.
- Dime, Harry – insistió el alfa apretando los dientes mientras se movía más rápido.
- Sí, así – jadeó el omega impulsando sus caderas hacia atrás.
- ¿Quieres más?
- Sí – asintió rápidamente – Más. Por favor.
Así me gusta pensó Louis apretándolo contra su torso para seguir follándolo. Enseguida los gemidos de Harry se volvieron constantes. Louis podía sentir las gotas de sudor cayendo por su frente pero no se sintió cansado. Necesitaba continuar, quería acabar dentro de Harry y que su nudo lo hiciera gritar.
Harry arqueó su espalda de nuevo mientras gemía su nombre, lo que hizo que Louis gruñera como el alfa engreído que era. Disminuyó el ritmo de sus estocadas para darle un respiro, pero continuó enterrándose profundamente en él. El cuello de Harry estaba muy cerca de su rostro, apoyado en su hombro, así que lo besó. Barrió las gotas de sudor en su camino hasta que se topó con la marca del omega. Sus colmillos se expandieron mientras tomaba una inspiración profunda para llenarse del olor a omega. De su omega, el sentimiento de satisfacción era doblemente intenso. Harry continuaba gimiendo y apretándose alrededor de su pene, lo cual era demasiado para él. Lo hacía perder la cabeza, necesitaba morderlo de nuevo. Quería reabrir su marca mientras su nudo se construía.
- Sí, muérdeme – rogó Harry ladeando su cuello.
Hazlo. Harry quiere, tú quieres se dijo a sí mismo de forma instintiva. Pero Harry estaba a punto de tener un orgasmo y había aprendido que no pensaba con claridad en esos momentos. Louis apretó sus párpados. Si reabría su marca y a Harry le daba fiebre en medio de su exposición y se enfadaba con él al día siguiente, se arrepentiría de haberlo hecho. Joder, puta mierda.
Volvió a follar a Harry más rápido para olvidarse de sus deseos de morderlo. El omega se quejó, retorciéndose sobre su pecho. Louis tuvo que juntar toda su fuerza de voluntad para no obedecer a su instinto. Sabía que jugaba con fuego, pero igual se atrevió a pasar su lengua por la marca de Harry. El omega se estremeció bajo sus brazos mientras gemía. Louis se sintió cerca del borde así que continuó meciéndose dentro del omega y raspó con sus colmillos la cicatriz. No podía seguir conteniéndose, así que mordió otra porción de su cuello en su lugar. No era tan placentero pero al menos ayudaba a que sus colmillos no siguieran expandiéndose.
Harry se corrió cuando lo mordió. Louis conocía sus movimientos cuando llegaba al orgasmo. Su espalda se arqueó demasiado, sus brazos se tensaron contra la puerta y su culo apretó su pene aún más. En un momento de lucidez, Louis atinó a tomar el miembro de Harry para alejarlo de su camisa. Lo acarició mientras el semen se disparaba de él, lo que provocó que el omega gimiera más alto, y lo soltó en cuanto dejó de estar duro.
Se empujó dentro de Harry una vez más y el calor lo invadió cuando comenzó a correrse. Un gruñido se abrió paso en su garganta mientras sus caderas corcoveaban sobre el omega, sus manos se apretaron al pecho de Harry y sus piernas se tensaron aún más. El dolor se hizo presente en cuanto su nudo se ensanchó. Pero, joder, qué bien se sentía atar a su omega a él. El sonido de su corazón latiendo a toda velocidad retumbó en sus oídos y cada centímetro de sus piernas se entumeció durante una fracción de segundo. Una vez que el nudo estuvo construido, una sensación de bienestar lo invadió. Su cuerpo se ablandó, sus párpados se cerraron cansados y sus brazos acogieron el cuerpo de Harry con suavidad.
- Dios, eso fue increíble, papi.
Louis sonrió apoyando su cabeza contra el hombro de Harry, acordando con él en su interior. Había estado más que bien. Aunque el sexo con Harry siempre era increíble. Se abstuvo de decir algo respecto del apodo que había utilizado Harry porque se sentía demasiado cansado para discutir. Además intuía que lo usaba de forma cariñosa también.
- Joder, he hecho un desastre aquí.
Louis abrió los ojos cuando lo escuchó, aunque no le hacía mucha gracia en esos momentos. Vio la corrida de Harry esparcida por el piso y casi se rió. No era mucho problema, tenía que haber algún trapo por ahí para que pudieran limpiarlo después.
- Sí, eres un chico sucio – contestó y besó el hombro de Harry con cariño.
El omega soltó una carcajada y giró su rostro levemente hacia él. En cuanto Louis lo miró, depositó un beso en sus labios. El alfa se lo devolvió y bajó sus manos hasta su vientre para sostenerlo desde allí. Harry estaba sonriendo afectuosamente cuando separó su rostro del suyo.
- ¿Crees que estemos haciendo un bebé ahora? - preguntó el omega en un murmullo.
- Sí, tal vez dos.
- ¿Estás feliz? ¿Con todo esto de buscar más niños?
Louis rodó los ojos, algo irritado. ¿Tenían que hablar de eso ahora? ¿No podían sólo disfrutar del nudo en silencio? Cuando enfocó su vista en el omega de nuevo, él seguía mirándolo con preocupación. Dios, ¿por qué todo tiene que ser un gran drama?
- Harry, soy feliz contigo. Quiero tener más hijos, siquiera me importa si vienen de a tres de nuevo.
Louis respondió para deshacerse del asunto rápido, pero Harry sonrió e incluso después se puso a reír. El alfa se sintió aliviado cuando descubrió que había dado la respuesta indicada.
- Dios, tres no – farfulló Harry enseguida – Muero por tener un embarazo normal.
Louis quiso decir que nada en él era normal, pero se contuvo para no ganarse una reprimenda.
- Tendremos otra niña – dijo el alfa acariciando el vientre de Harry – O unos mellizos. Tal vez una niña y un niño.
- Suena bien – murmuró Harry en un tono cansado, dejando caer sus manos que estaban apoyadas en la puerta.
La mitad del peso del cuerpo del omega cayó sobre él de inmediato y Louis flexionó sus rodillas para poder sostenerlo bien. Cuando pudo encontrar la posición relativamente cómoda, acarició el vientre de Harry para apaciguarlo porque lo notaba agotado.
- ¿Entonces tus padres van a quedarse con los niños esta noche?
- Sí, me dijeron que los llevarán en un rato. Isaac y Ben ya están cansados.
Genial pensó Louis sintiendo una gran paz interior. No tenía los mejores suegros, pero al menos adoraban quedarse con sus hijos. Los chicos se quejaban cada vez que tenían que ir a casa de sus abuelos, pero volvían muy contentos así que sabía que se lo pasaban bien.
- Bien – dijo Louis finalmente - Porque aún tengo que castigarte.