Perro prisionero (Naruto, Ita...

By FullbusterFic

61.4K 6.3K 1.8K

Deidara es un muchacho de diecisiete años que trabaja para la mayor banda criminal, los Yakuza. Tras ser capt... More

Capítulo 1: Encierro
Capítulo 2: Prisión
Capítulo 3: Convivencias
Capítulo 4: Celdas
Capítulo 5: Despacho.
Capítulo 6: Oficinas
Capítulo 7: Abogados
Capítulo 8: Juegos silenciosos
Capítulo 9: Espionaje
Capítulo 10: Topos.
Capítulo 11: Extraña dulzura.
Capítulo 12: Arresto domiciliario
Capítulo 13: Cenas
Capítulo 14: Un amigo
Capítulo 15: citas y celos.
Capítulo 16: Un mal reencuentro.
Capítulo 17: Tecnología.
Capítulo 19: confesiones.
Capítulo 20: Una vida.

Capítulo 18: Sorpresas.

2.1K 283 105
By FullbusterFic

Pese al ruido que había en la sala de espera con los teléfonos sonando y las enfermeras contestando, ninguno de los allí presentes tenía ánimo para conversar. Gaara miraba con recelo aquella mano que Mei tenía puesta sobre la de un Itachi que trataba de moverla constantemente alejándola de ella, hasta que al final, acabó por levantarse diciendo que necesitaba un poco de agua.

Mei, entonces, fijó sus ojos en ese chico pelirrojo que la observaba desde el otro extremo de la sala y volvió a preguntarse si realmente aquel chico rubio estaba tan muerto como para no contar nada de lo que vio al caer en aquel descampado abandonado de la mano de Dios. Incluso para ella, que conseguía comprender a la gente y llegar hasta ellos... Gaara seguía resultándole un misterio. Siempre había sido observador pero demasiado callado para su gusto. Nunca terminaba de entender lo que pasaba por su mente y tan sólo Naruto parecía comprender mínimamente cómo era ese chico problemático.

- ¿Te ocurre algo? – le preguntó Mei hacia Gaara.

- No – dijo muy seco – sólo espero a que salgan los cirujanos con noticias.

Los azules y cristalinos ojos de Gaara no perdieron de vista los de la chica. Aún recordaba los labios de Deidara al moverse para pronunciar sus últimas palabras y agradecía que Itachi no supiera nada todavía, porque entonces... todo podría acabar realmente mal. Tenía que buscar el momento de decir las cosas, pero no era ése, no allí, no con un Itachi afligido y preocupado que podría haber reaccionado de la peor de las formas.

Naruto le observaba en silencio. Eran amigos desde hacía unos años y le conocía bien, o eso pensaba. Tanto... como para saber que ocultaba algo importante y que se moría de ganas por soltarlo, pero no podía por algún motivo.

Aquellas estaban siendo las siete horas más largas para todos los presentes, pero ninguno parecía querer abandonar aquella sala. Todos esperaban pacientemente cuando uno de los médicos salió a atenderles. Itachi que estaba sacando su botella de agua, se apresuró a cogerla y volvió con rapidez para escuchar las noticias, aunque el rostro de todos mostró la gran preocupación al ver al cirujano tan serio.

- ¿Son los familiares del chico que llegó con dos balazos? – preguntó.

- Deidara – confesó su nombre Itachi al darse cuenta de que seguramente no llevaba identificación y los médicos no habían podido confirmar aún quién era – no tiene familia, somos lo más parecido a una para él.

- Entonces lamento comunicarles la noticia, pero... hemos hecho todo lo que hemos podido – intentó convencer a los demás – pero... los daños que ha sufrido eran demasiado graves, no... no ha soportado la intervención.

Aquello cayó como un balde de agua helada sobre todos los presentes, excepto para Mei, que tras haberse levantado para recibir la noticia, se dejó caer sobre la silla aliviada de que su secreto aún estuviera a salvo.

- ¿Cómo que...? – intentó articular palabra Itachi – no... no puede ser. Él no puede...

- Lo lamento mucho. Debe ser una trágica pérdida pero no podemos hacer más. Quizá... uno de vosotros quiera ir y despedirse por última vez. Estamos cerrando el cuerpo. Una vez más, mis disculpas y mi pésame – dijo el médico.

- Debería ir Itachi – intervino Gaara por primera vez – creo que nadie más necesita despedirse de él tanto como Itachi.

- Estoy de acuerdo – sugirió Sasuke – ve a verle. Ésta será seguramente tu última oportunidad.

El nudo que se había formado en el estómago de Itachi le hizo dudar. ¿De verdad quería ver simplemente el cadáver inerte de Deidara o prefería recordarle como siempre fue? Aquella duda le asaltaba pero todos le observaban esperando su decisión final.

- Quiero ir a verle – dijo al final.

Mei se apresuró a echar el cuerpo hacia delante cogiendo la mano de Itachi, tratando de convencerle de que no era una buena idea, pero Itachi apartó la mano con cierta brusquedad. Ni siquiera se giró a mirar a su novia.

- Es mi culpa que esté muerto, así que quiero ver su cuerpo por lo menos, tengo que asegurarme.

- Está bien – accedió al final Mei sabiendo que de todas formas, su secreto estaría a salvo. Sólo era un cadáver que ya no hablaría.

Itachi siguió al médico por el pasillo y cruzó las puertas que con anterioridad no le habían dejado pasar. Los pacientes estaban en sus habitaciones y los médicos paseaban de un lugar a otro vigilando su estado, pero Itachi tan sólo caminaba tras ese médico seguro de que irían a la morgue.

Para su sorpresa, el médico lo metió en una habitación aparte, una solitaria al fondo del pasillo y cerró la puerta tras él.

- Lamento la mentira – susurró – pero su amigo le dijo a una de nuestras enfermeras que era de vital importancia que le diéramos por muerto. Por ahora se encuentra estable, pero es preferible que todos sigan pensando que ha fallecido.

- ¿Qué está ocurriendo?

- No me han dado los detalles, su amigo simplemente dijo que era importante mantenerlo en secreto. Yo ya he cumplido mi parte del trato.

Un confundido Itachi observó a Deidara tumbado en aquella cama. Estaba magullado y con una mascarilla de respiración en la nariz y la boca, sin embargo, escuchar el ruido del monitor señalando que estaba estable le tranquilizaba.

- Vamos a dejarlo en observación durante unos días, además es mejor que todos sigan pensando que no ha sobrevivido, por ahora.

- Cuídelo, es importante para mí – le aclaró Itachi acariciando con suavidad el largo y rubio cabello de aquel chico antes de darle un beso en la frente – tengo que aclarar algunas cosas. No diré nada. Es mejor que siga muerto, así la banda le dejará en paz.

Le miró una vez más acariciando con sus dedos la frente de aquel chico, apartando algunos mechones de su cara y sonriendo como un idiota. Al menos se había calmado y se alegraba que estuviera bien.

- Volveré pronto a verte – susurró a su oído antes de alejarse de él.

- Quizá le interese... llevaba esto en el bolsillo de su pantalón – dijo el médico dándole una nota.

- Gracias.

Itachi salió de la habitación dejando al médico hacer su trabajo. Ni siquiera necesitaba que un médico le explicase en la crítica situación en la que estaba ese chico. Los próximos días se debatiría entre la vida y la muerte, no estaba fuera de peligro aún pero al menos, tenía asistencia médica. Itachi confiaba en que harían todo lo posible por mantenerle estable hasta que saliera de esa condición.

Al salir al pasillo, se encontró a Gaara hablando con una chica rubia. La reconoció enseguida como su hermana. Ni siquiera sabía que la hermana de Gaara trabajase en aquel hospital, pero cuando la chica alzó la mirada y le vio, sonrió.

- Vaya, el serio Itachi Uchiha por aquí. Hacía mucho que no sabía nada de ti.

- Hacía ya unos años – dijo Itachi sin más.

Itachi trató de pasar de largo pero Gaara cogió su brazo con cierta rudeza y le impidió que cruzase las últimas puertas para encontrarse con los demás.

- No digas nada.

- ¿Lo sabías? – preguntó Itachi.

- Fui yo quien mandó que dijeran que estaba muerto. Es mejor así.

- Es mi familia.

- Y lo lamento por ellos, pero tienes a una espía en tus filas.

- Hablas de Mei – abrió los ojos.

- Deidara me confesó haberla visto frente a él cuando le dispararon. Ella le delató.

- No puede ser ella... lleva cinco años conmigo.

- Y sabe todos tus trabajos. ¿Por qué crees que siempre esquivaban a la policía? Sabía lo que hacías. No te culpo, confiabas en ella pero... no es trigo limpio. Está en la banda, Itachi, y si vas y la delatas ahora, sabrá que Deidara está vivo. Tienes que dejarla marcharse.

- No puedo hacer eso.

- Tienes que hacerlo, porque es la única manera de que lleve la información a la banda de que Deidara está muerto. Le dejarán en paz. Luego iremos a por todos ellos.

- No es mal plan – pensó Itachi – pero no sé si puedo no estrangularla en este momento por lo que ha hecho.

- Pues cálmate y piensa en que cogeremos a todos. No compensa poner la vida de Deidara en peligro sólo por Mei, es un títere más de la banda, hay que acabar con todos, con la cabeza.

Itachi se soltó y salió del pasillo seguido por un absorto y preocupado Gaara que, tras soltar la bomba, no sabía qué esperar de la actitud de Itachi. Por suerte para él, Itachi fingió estar afligido y verificó que Deidara estaba muerto para tranquilidad de Mei.

Por suerte para Itachi, no tuvo que fingir durante mucho tiempo. Mei, al verle tan afligido, prefirió dejarle solo y tanto Gaara como el moreno, supieron que iría a informar a la banda que no tenían nada de lo que preocuparse, el chiquillo que les podía hundir estaba muerto gracias a ellos. Esa misma noche, Itachi salió de su casa para ir a la comisaría. Estaba decidido a terminar con toda esa banda de una vez por todas.

Una vez en su mesa y dispuesto a trabajar para capturar a toda la banda, sacó de su bolsillo la nota que el médico le había dado. Reconocía su propia letra y tuvo una cosa muy clara... Deidara había visto su nota y la flor en la papelera de la entrada.

- Joder, Dei... ¿Por qué lo hiciste? – apretó la nota en su mano, aquella nota donde expresaba todos sus sentimientos por él y que creyó... se olvidaría en la papelera, pero no, Deidara la había visto y acabó volviendo con Pain sólo para recuperar los papeles que Itachi necesitaba.

La puerta de su despacho sonó en aquel momento. Uno de los agentes golpeaba la puerta antes de acceder al interior captando la plena atención de Itachi.

- Estamos listos para la redada – confirmó el compañero - ¿Estás bien?

- Perfectamente. Acabemos con esto cuanto antes – dijo Itachi buscando sus cosas y equipándose para acompañarles.

***

Ambos estaban sentados en la mesa con los cuencos de sopa frente a ellos y, sin embargo, tan sólo movían la cuchara de un lado a otro dejando que se enfriase la comida. Ni Sasuke ni Naruto parecían querer entablar una conversación tras lo sucedido en las últimas horas.

- ¿Crees que tu hermano está bien? – preguntó Naruto preocupado.

- No lo sé. Creo que nunca le había visto de esta forma.

- ¿Dónde crees que ha ido?

- Al bar... o a la oficina. Es donde suele ir cuando algo le preocupa – suspiró Sasuke.

Tras tomarse la sopa, los dos se marcharon a dormir. Sasuke trabajaba al día siguiente en uno de sus casos y ya era demasiado tarde. Todo el asunto de Deidara les había complicado aquel día. Apenas tendría un par de horas para dormir y relajarse.

No fue hasta casi las siete de la mañana cuando escucharon la puerta principal y con ella... a Itachi accediendo al interior de la casa. Naruto aún estaba profundamente dormido abrazado a Sasuke, pero éste sí había abierto los ojos alarmado por la conducta de su hermano.

Apartó con suavidad a Naruto de él obligándole a agarrarse a la almohada y bajó al salón para ver a su hermano bebiendo una botella de agua. Aún venía con el uniforme, parte de él manchado de sangre y eso le hizo preocuparse.

- ¿Qué ha ocurrido? – preguntó Sasuke.

- Que tenemos a esos cabrones entre rejas – le aclaró – aunque no todos han querido rendirse.

- ¿Tienes a Pain?

- Sí. Cogimos a su líder, también a Mei si es lo que te interesa.

- ¿Mei?

- Ella era el topo. Daba la información de la policía a la banda. Así era como siempre nos tenían vigilados. Me seguía a todas partes, hasta me vio comprar esas flores para Deidara. Le pillaron por mi culpa, porque no me di cuenta de que Mei me seguía los pasos. Yo delaté a Deidara y está en estado crítico por mi culpa.

- ¿Estado crítico? – preguntó Sasuke asombrado y conmocionado – pero yo creía... ¿Está vivo? – preguntó ahora más sorprendido.

- Por ahora – dijo Itachi – lamento no haberlo contado antes, no podía arriesgarme a que Mei pasara la información de que estaba vivo. Habrían podido ir a matarle y está en situación delicada. Es mejor que piensen que ha muerto.

- Saldrá de ésta. Los médicos son positivos. Además... llegaste a tiempo a por él, te los ha puesto en bandeja y los has capturado a todos. Por ahora... piensan que está muerto, ¿no? Hasta ahora mismo yo pensaba que había muerto.

- No... lo siento. No podía decírtelo.

- Me alegra saber que se está recuperando y que tienes a la banda.

- Voy a irme a descansar un poco. Luego iré al hospital.

- De acuerdo.


Continue Reading

You'll Also Like

9.6K 1.3K 36
¿Qué es el amor? Dicen que es el afecto que nace de la valoración del otro e inspira el deseo de su bien; se dice que hay muchas formas de amar y la...
198K 11.2K 18
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suce...
674K 87.2K 63
"Y si no eres el amor de mi vida diré que me equivoque de vida y no de amor" Cuando Izuku observó como Kacchan le decía que sería padre, supo que en...
25.5K 2.5K 19
Nadie lo Sabe es un secreto que llevo aquí adentro, no llevamos la misma sangre pero incluso yo lo quiero.