Rival Inmortal. (Duología Inm...

By YuraFdez

1K 119 21

Una niña que fue adoptada por dos dioses, su vida transcurrió tranquila al lado de Caleb M'clow, pero al pasa... More

Capítulo 1. (Cumpleaños)
Capítulo 2. (Declaraciones)
Capítulo 3. (Beso)
Capítulo 4. (Celos)
Capítulo 5 (Siempre Caleb)
Capítulo 6. (Recuerdos de la muerte.)
Capítulo 7 (Vuelve a mi)
Capítulo 8. (Alas quemadas)
Capítulo 9. (Alas blancas)
Capítulo 10. (Aladiah)
Capítulo 11. (Pago de deuda)
Capítulo 12. (En casa)
Capítulo 13. (Llegó la hora)
Capítulo 14. (Piezas)
Capítulo 15. (Drekors y Kraff)
Capítulo 16. (Cristina)
Capítulo 17. (¿Me entrenas?)
Capítulo 18. (Nuevo poder)
Capítulo 20. (El mas allá)
Capítulo 21. (Pasiones)
Capítulo 22. (Planes)
Capítulo 23. (Sucesos extraños)
Capítulo 24. (Conversión)
Capítulo 25. (Misterios)
Capítulo 26. (Hermanos)
Capítulo 27. (Desastre)
Capítulo 28. (Recuerdos de una semidiosa)
Capítulo 29 (Isabella, Caleb y Damien. Parte 1.)
Capítulo 30. (Isabella, Caleb y Damien. Parte 2.)
Capítulo 31 (Cumpleaños)
Capítulo 32. (Localización)
Capítulo 33. (La celda)
Capítulo 34. (Tres corazones tristes)
Capítulo 35. (Aparente tranquilidad)
Capítulo 36. (Inocentes escondidos)
Capítulo 37 (Sobrevivientes)
Capítulo 38 (Llegaste tu)
Capítulo 39. (El choque de dos espadas)
Capítulo 40. (Vasariah)
Capítulo 41. (El amor sincero de la muerte)
Capítulo 42. (Ahora será inmortal)
Capítulo 43. (El amor de dos Inmortales)
Capítulo 44. (Hora de actuar)
Capítulo 45. (El trío)
Capítulo 46. (Azrael y Aladiah)
Capítulo 47. (Verdades de Malenka)
Capítulo 48. (La pureza del amor)
Capítulo 49 (Isis)
Capítulo 50. (Cambios)

Capítulo 19. (Sintiendo a la muerte)

16 2 0
By YuraFdez



Caleb.

Estaba en la universidad esperando a mi pequeña. Podía escuchar los pensamientos de las chicas y también lo de los chicos, era algo realmente molesto, ahora los escuchaba con mayor intensidad. El entrenamiento había sido increíble, me sentía bien físicamente pero aun así me molestaba el hecho que todo esto se lo debiera a la muerte, fruncí mi ceño, tan solo pensar en él me daba coraje.

Levanté la mirada y ahí venia ella, apenas me vio me dio una de las sonrisas más cálidas que pude haber visto. Caminé hacia ella pero ella fue mas rápida, de repente ya estaba frente a mi. La miré extrañado...


- ¿Qué fue eso? – pregunté, miré a mi alrededor pero al parecer nadie se había dado cuenta.

- ¿Qué cosa? – preguntó rodeándome con sus pequeños y delgados brazos.


Tal vez solo fueron mis ideas, tal vez lo hizo inconscientemente.


- Nada, solo que viniste muy rápido, pero ya olvídalo - le dije rodeando mis brazos en su cuerpo.


Esto era perfecto. Definitivamente este si era mi lugar, y ahora si podría protegerla. Levanté mi mirada y me di cuenta de que Cristina nos observaba.


<< Se fuerte Cristina. Sabias como eran las cosas desde el principio>> escuché su voz. Pero realmente no era ella hablando, era un pensamiento. El hecho de que me sintiera mal no arreglaba nada, traté de sonreírle, ella me sonrió, hizo un asentimiento pequeño de cabeza y se fue de vuelta a la universidad.


- Vayamos a casa – le dije a Isabella.


Ella asintió, se separó de mi y caminamos al auto, le abrí la puerta para que ella pudiera entrar ella buscó una canción y la reprodujo.

Era Blurred Line de Robin Thicke, y empezó a moverse en su asiento, me causaba risa cuando hacia eso, me acerqué a ella y le puse el cinturón, le di un beso tierno en sus labios, ella había empezado a cantar.

- Maybe I'm going deaf
Maybe I'm going blind
Maybe I'm out of my mind – cantaba ella.


Me puse el cinturón y empecé a mover la cabeza, era una canción muy pegajosa.


- I know you want it – cantó mirándome haciéndome señas con sus manos.

- I know you want it – le continué, ella sonrió satisfecha y siguió moviéndose en el auto mientras yo la acompañaba, definitivamente uno de mis momentos favoritos eran estos.


Cuando íbamos en camino ocurrió algo extraño empecé a escuchar lamentos y gritos juntados con llantos, era realmente desesperante, detuve el auto inmediatamente.


- ¿Qué fue Cal? ¿qué pasa? – me preguntó Isabella alarmada.


Tomé mis manos y las puse en mis oídos, tratando de callar el gran ruido que provocaban en mi, creo que se me iban a reventar los tímpanos, la cabeza empezaba a dolerme.


<< Cariñoo ¿dónde estas? ¿qué esta pasando? >> escuchaba gritos y una voz preguntando cosas.


De repente escuché una ambulancia.


- Háblame Cal por favor – me pidió ella.

- Una ambulancia... - dije.


De repente una ambulancia pasó delante de nosotros a una gran velocidad, Isabella miró y se quedo pensando unos pocos segundos, después se salió del auto, abrió mi puerta, desabrochó mi cinturón de seguridad y me rodó al asiento de al lado, tenia una gran fuerza esta chica, por todos los dioses mi cabeza iba a estallar si no se callaban todos.

Isabella se sentó en el puesto del conductor, la miré alarmadísimo.


- ¿Qué crees que estas haciendo? – pregunté alarmado.

- ¿Qué crees? manejaré – dijo como si fuera obvio.


No puede estar pasando esto otra vez, íbamos a morir.


- No debe ser tan difícil, de pequeña me dejaste conducir mi auto – dijo susurrando, claro lo que pasó después fue mi peor experiencia.


Entre el dolor, la cabeza, los gritos y esta pequeña loca manejando estaba seguro de que seria mi ultimo día de vida. El auto giró horrible y mi cabeza golpeó contra la ventana.


- Caleb M'clow ponte el cinturón – dijo ella molesta.

- Isabella para el auto – le dije cansado.


Ella ignoró lo que dije y siguió la ambulancia, unas seis cuadras y después de haberme golpeado unas 5 veces ella se le dio por frenar y por supuesto mi carro se dio contra un poste. Los gritos se intensificaron y grité del dolor.

Alguien abrió la puerta del coche rápidamente.


- ¿Estás bien? – escuché la voz que tanto detestaba, Damien.

- Lo estoy Damien, por favor ayuda a Caleb ¿qué le pasa? – preguntó ella conmocionada.


¿Qué hacia este imbécil acá, ¿por qué tenia que aparecer justo en este momento?


- Señor, lo necesitamos – dijo una voz suave, era una mujer.


Trate de alzar mi mirada ¿qué estaba pasando?  me di cuenta de que un gran accidente había pasado. Damien apareció en el otro lado del auto, abriendo la puerta para mi, o bueno eso era lo que creía, hasta que me tomó del cuello y me dio un fuerte golpe contra el asiento.


- ¿Por qué cojones haces todo tan difícil? – preguntó con ira – cálmate imbécil y callalos – me gritó.


¿De que hablaba este imbécil?







Damien.

Maldita sea, había ocurrido un gran accidente, tres coches salieron disparados a una gran fuerza, en este mundo habían muchas muertes y los humanos ¿no podían cuidar de la velocidad en la que van? Esos tres coches ocasionaron muchos problemas ya que uno se estrelló contra una cafetería en donde por supuesto habían personas tranquilas, el impacto fue tanto que rompió los vidrios y muchos salieron afectados...

De repente estaba llegando la ambulancia, cuando otro auto choca pero esta vez arremetió contra un poste, mi sorpresa fue tal cuando la sentí a ella. El miedo que sentí fue la cosa mas horrible, aparecí de inmediato en el auto abriendo la puerta en donde ella se hallaba.

Cuando la vi sana y a salvo la tranquilidad me invadió, pero fue borrada cuando lo vi a él. ¿Cómo pudo permitir que ella se pusiera en peligro?


- ¿Estás bien? –le pregunté.

- Lo estoy Damien, por favor ayuda a Caleb ¿qué le pasa? – preguntó ella conmocionada.


Lo miré por un momento y lo que vi no me gusto nada, él muy idiota estaba sintiendo lo que yo, los escuchaba, escuchaba a los muertos y el caos... maldita sea y maldito el día en que le di de mi sangre y alma.


- Señor, lo necesitamos – dijo Vasariah.


Aparecí en la parte de él enojado abrí la puerta y cuando lo vi, lo tomé del cuello y lo golpeé contra el asiento.


-¿Por qué cojones haces todo tan difícil? – le pregunté con ira – cálmate imbécil y callalos – le dije molesto.


Debería aprender a controlar su puta cabeza, desaparecí de ahí y vi por el rabillo del ojo como los de la ambulancia se acercaban al auto de ellos para ayudarlos.

Extendí mis alas y por supuesto ningún humano podía verme, ni a mis chicos. Me acerqué al alma de una señora que veía horrorizada su cuerpo en el suelo, de una forma no muy agradable.

Me acerqué a ella.


- Vamos – le dije.


Ella se giró a verme y se sobresaltó.


- ¿Estoy muerta? – pregunto.

- Lo estas – dije – pero ya estarás mejor – le dije, Vasariah estaba a mi lado le tendí la mano, la mujer me la aceptó luego se la di a Vasariah para que se la llevara.


Seguí tomando las almas que ya no pertenecían a este mundo, la idea de que él estuviera sintiendo lo mismo me molestaba demasiado. Me giré a ver donde estaba ella cuando veo al muy idiota cerca de una niña. Miré al cielo exasperado y suspiré.


- Estas son las consecuencias – susurré.


Aparecí delante de él.


- ¿Podrías solo irte y llevarte a Isabella de acá? – le pregunté molesto.

- Oye, esta pequeña dice que no encuentra a su hermano mayor. La estoy ayudando imbécil – dijo el idiota.

- Vamos y te ayudo a buscarlo – le dijo con ternura a la pequeña. Le tendió la mano, la pequeña la iba a tomar pero decidí intervenir.

- Está muerta. Ahora vete y déjame hacer mi trabajo – le dije.


El palideció, luego me miró confundido. Okey es mas idiota de lo que pensé.


- ¡Que te largues! – le grité.


Isabella apareció y me dio una mirada como si estuviera regañándome.


- ¿La puedes ver? – le preguntó Cal a Isabella.

- ¡Damien! – gritó uno de mis guerreros.

- ¡Ahora voy!- me iba a volver loco pero también deseaba escuchar la respuesta de ella.

- Si Caleb, veo el cuerpo de la chica y sinceramente las personas te están viendo raro porque estas hablando solo con un cuerpo muerto – dijo ella sobando la espalda de Caleb.


Ella no podía verlos...


- ¿Pero los sientes? – pregunté.


Ella asintió.


- Se que hay almas por acá, puedo sentirlas pero no las veo – dijo.

- Llévatelo por favor – le pedí.


Ella asintió. Levantó a Caleb y él seguía mirando extrañado el lugar, estaba en shock y seguía viendo las almas perdidas. Me giré a donde estaba la pequeña y le tendí la mano, pero ella se echó para atrás con miedo.


- Ven no te haré daño, vamos a ver a tu hermano – le dije.

- Quiero que él me acompañe – dijo señalando a Caleb.

- Él no puede, ven conmigo – le dije.

- ¡NO! – gritó la niña y empezó a llorar.


Caleb la escuchó y se detuvo mirando la situación y analizándola, luego miró a Isabella y se acercó a la pequeña.

Ella le estiró los brazos para que él la cargara, lo cual fue lo que hizo. ¿Por qué me pasa esto a mi? ahora entorpece mi trabajo.


- Dime donde ir y la dejaré – dijo serio mirándome.

- ¿Estas loco verdad? ¿quieres que acabe contigo? – le pregunté enfadado.

- Tienes muchos acá, deja a esta en mis manos, no se irá contigo. No quiere irse contigo, le das miedo. Solo dilo y ya o ¿quieres que se quede penando en este mundo? – me preguntó mirándome fijamente.


Grité desesperado por la situación en la que estábamos.


- Damien... solo es esta vez – susurró Isabella.


Suspiré y lo miré fijamente.


- ¿Conoces las dimensiones? – pregunté.


Él asintió.


- En donde se encuentra el mundo mio y el de los ángeles – dije – en todo el centro, el mas allá – dije.


Le dio la mano a Isabella pero lo detuve.


- Ella no puede ir, solo los actos pueden hacerlo. Podrías lastimarla si la llevas, esa dimensión que se encuentra en medio de los dos mundos puede destruir el aspecto físico de ella – dije.

- ¿Y a mi? - preguntó.

- No lo hará, desgraciadamente puedes verlos y tomarlos contigo, solo la muerte puede ir a ese lugar y pues tu tienes de mi una gran parte – dije molesto.


Él arrugó la nariz, no gustoso por lo que dije. Se acercó a Isabella y le dio un beso en los labios, inmediatamente la ira creció en mi y le propiné un golpe pero él lo detuvo y desapareció. Maldito fuera se había vuelto mas fuerte. Por suerte nadie lo había visto desparecer todos estaban eran pendientes del caos que había en ese lugar.


- Espera allá – le señalé un lugar seguro – si no llega antes de que termine yo te llevo a casa – le dije.


Ella asintió.

Isabella y yo sentimos una energía demasiado fuerte, ambos giramos y levantamos la mirada  a un edificio. Logré ver una silueta y no me gusto para nada. 

Continue Reading

You'll Also Like

1.1M 83K 40
¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho? Dinero, fama, éxito.. O tal vez... ¿nuestra propia vida? Fiorella se...
608K 45.4K 63
El mundo da un vuelco cuando la primer mujer en la Fórmula 1 se hace presente en el Paddock. Camille Watson, hija del gran piloto de la F1 tendrá que...
1.7M 90.1K 45
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...
89.8K 10.1K 20
Kim nunca pensó que mentir en su currículum la llevaría a una completa travesía con su joven jefe. Nico nunca pensó que darle una oportunidad a Kim...