Los experimentos en el Ejército de los Estados Unidos habían empezado hace décadas con diversos estudios que abarcaban desde todas las características y cualidades de los animales salvajes hasta las investigaciones sobre el compuesto de ADN y lo que querían conseguir para ser mejor que los demás, es decir lo que querían mejorar en el ser humano.
Aunque al comienzo sonará una completa locura, querían que los soldados pudieran adquirir las habilidades de los animales más feroces del planeta, como la fuerza de un lobo, la velocidad de un puma o el instinto de una pantera. Es por eso que se encargaron de hacer una exhaustiva investigación con la única finalidad de obtener poder, el poder que les daría la victoria en todas las futuras guerras que fueran declaradas.
Los científicos encargados del proyecto lograron sus primeras pruebas en humanos que se consideraban "desaparecidos" por las autoridades, personas que según ellos, nadie iba a extrañar por lo que continuaron con ese primer delito, el de arrebatar la libertad a un montón de gente inocente.
El proyecto tuvo éxito y poco a poco notaron cambios, aumento de fuerza diferente al de un ser humano normal, era como si la ficción hubiera superado a la realidad, pero eso no les bastaba, eso no fue suficiente para saciar su necesidad de ser mejores y únicos en el mundo con esa habilidad.
Quisieron hacer lo imposible y eso fue lo que malogró el experimento.
Alteraron la naturaleza, llevándolos al fracaso.
No fue suficiente que los humanos del proyecto tuvieran un aumento de fuerza, ellos querían aún más. Querían poder tener una perfecta visión nocturna como la de un lobo, querían que pudieran correr a gran velocidad como un puma, querían tantas cosas que fallaron en el intento.
Tanta fue la alteración de la sangre de esas personas que todo se había vuelto un caos, porque esas personas que estaban encerradas no solo sintieron ese aumento de fuerza que llegó inesperadamente de un momento a otro, ellos también sintieron que habían dejado de ser humanos, que su cuerpo cambiaba y que ya no eran normales a su parecer.
Al sentir ese dolor insoportable, absolutamente todos los que se encontraban ahí escaparon por el dolor de sentir que ya no eran más ellos, al no poder reconocerse, al sentir el cambio físico y que no contaban solamente con las características de un animal.
Ellos se estaban transformando en uno.
Muchos trabajadores del Complejo y muchas personas que trataron de escapar murieron, pero eso no fue suficiente para que le pusieran un fin a la alteración de la naturaleza ni al abuso que sucedía dentro de ese lugar. En cambio, mejoraron su seguridad, construyeron celdas complejas e incluso usaron la tecnología militar que poseían.
Pero había algo que todos esos científicos y doctores habían intentado conseguir desde hace años en el que ese gran grupo escapara en dirección al bosque, pero que muchas veces habían fallado en el intento causando la muerte de un montón de gente inocente. Ellos quería lograr que sus soldados pudieran tener más de una característica de un animal salvaje.
Con lo que contaba Camila, única en el mundo sin que nadie se pudiera comparar a ella.
Una humana con dos transformaciones en su sangre.
Una puma y una loba.
—
Camila gruñó con fuerza comenzando a atacar a todos a su alrededor sin piedad, destrozo cuerpos, arranco cabezas y no le importaba nada más que causar daño porque no era ella. La loba se había apoderado de su ser y lo único que quería ese animal era venganza, destrucción y sufrimiento para todos los que intentarán dañar a los de su especie.
Ella se había ido y no había podido evitar que su lado salvaje se apoderará de su corazón, porque el sentir que casi perdía al amor de su vida la había afectado tan horriblemente al punto de perder la razón. Sin embargo, eso ahora no importaba ya que la gran loba blanca no era capaz de reconocer a nadie.
Ni siquiera a Lauren.
Por otro lado, todo el grupo de lobos y panteras que habían logrado escapar de las garras del Ejército, venían corriendo con furia para salvar a los suyos, a los que aún quedaban atrapados entre las celdas para ser llevados al Complejo Wells, nada más y nada menos que liderados por un puma, un pequeño puma que había logrado transformarse.
Zenith había logrado su transformación a pesar de su corta edad y había conseguido controlar el animal que habitaba en su interior, gracias a todos los entrenamientos de su mentor y mejor amigo, Gust.
Él había logrado que todos los lobos y panteras se dieran una tregua porque en ese momento no había tiempo para pensar ni para pelear entre ellos. Era unirse y pelear juntos o seguir viendo como destruían a sus hermanos y a sus propios líderes, Amarok y Lauren. Pero a pesar de eso, los lobos aún tenían dudas de unirse a las panteras, entonces cuando todos ellos escucharon a Camila aullar, sintieron el llamado de su raza, el llamado que no pudieron ignorar y que los llevó a comenzar a decidir pelear contra el Ejército de los Estados Unidos.
Era el llamado de un Alfa porque Camila estaba destinada a ser una líder incluso antes de su nacimiento.
Lawrence al ver que no tenía otra alternativa porque todos iban en su contra, puso su arma a un lado al verse acorralado por el grupo de humanos que venía, por el grupo de lobos y panteras unidos aunque sea solo por esa vez con el único propósito de acabar con ellos. Así que al ver a Camila insitando a los lobos a volverse más salvajes con sus aullidos, tuvo una brillante idea y ordenó lo que debio de haber hecho desde un comienzo para evitar una situación como aquella.
—¡Transformense! —Exclamo y todos los soldados se vieron las caras con temor, por el miedo que sentían hacía su propia transformación porque aún no lo habían hecho muchas veces y no se sentían acostumbrados. No obstante eso a Lawrence le importaba muy poco y volvió a levantar la voz para que cumplieran con su orden. —¡Ahora!
Una gran cantidad de soldados se transformaron en lobos y otros por primera vez habían desobedecido a su General, por lo que continuaron disparando con sus armas normales, ya que las dosis se habían agotado y no habían traído más, error de Lawrence al sentirse tan confiado en que con un pequeño grupo de gente y unas cuantas armas con dosis podría domar y controlar a todos aquellos que pertenecían al Clan del Sol y al Clan de la Luna.
La gran loba blanca al sentir como aparecía un gran grupo de lobos a su alredor se sintió confundida y mucho más cuando comenzaron a atacarla, por lo que comenzó a defenderse chocando con varias celdas que al final terminaron tumbadas fuera de los vehículos, logrando abrir algunas puertas por lo que la gente comenzó a escapar a duras penas entre todo el tiroteo y la batalla. Todo eso sucedía mientras que Lauren intentaba liberarse de las cuerdas, sin importarle la sangre que caía por sus muñecas a la vez que se escondía detrás de un carro para protegerse de las balas.
Cuando por fin Tara había llegado con todo su grupo y logró divisar a lo lejos todos los cuerpos tirados alrededor del grupo del Ejército no lo pensó ni un segundo y comenzó a disparar a quemarropa, ordenando también al grupo que la acompañaba que hiciera lo mismo, ya que era hora de pelear por lo que ella creía que era lo correcto.
La libertad de todos los lobos y panteras.
La libertad de cada ser que pertenecía al bosque.
Esa escena con la cual se había encontrado había sido el motivo de todos los disparos que provenían de ese grupo de humanos en el que se encontraba Dinah, Normani, Ariana, Lucía, Troy, James, Verónica y su hermano Gabriel. Todos ellos habían decidido ayudar y aunque el problema no les afectaba directamente, esa no era una razón para hacerse de la vista gorda y para no pelear por lo que también creían que era lo correcto.
—¡Disparen a todos los uniformados! —Tara ordeno con coraje, sabiendo muy bien que había roto toda posible relación que la unia a Lawrence, como si todo se hubiera terminado entre ellos y aunque le dolía aquello, era momento de enfrentarse a su hermano mayor. —¡Tengan cuidado con los lobos! —Advirtio al grupo al no poder distinguir entre quienes eran parte del Clan del Sol y entre quienes eran parte del Ejército de los Estados Unidos.
—¡Camila! —Lauren se levantó corriendo entre los disparos cuando por fin pudo liberarse de las cuerdas, así que corrió detrás de su novia para evitar que la lastimaran, hasta que sintió un fuerte golpe en la cabeza que la tiró al suelo. Al levantar su vista se encontró con Amarok que también había conseguido quitarse las cuerdas de sus muñecas.
—¡Acabare contigo! —Grito él entre dientes apretando su cuello con fuerza para matarla. —¡Y Camila será solamente mía!
Lauren le tiró un cabezazo tratando de escapar, pero no podía defenderse adecuadamente ante los golpes de Amarok, aunque sus ataques no eran tan fuertes debido al estado en el que se encontraba el líder del Clan del Sol, ya que su hermano mayor lo había mandado a golpear tanto que se encontraba tan destrozado físicamente.
—¡Olviden todo y agarren a la loba blanca! —Ambos lograron escuchar la orden proveniente de Lawrence que se encontraba subido en el lomo de uno de sus lobos mientras disparaba contra el grupo de su hermana y a los animales que seguían viniendo a atacar. —¡La quiero solo a ella!
Cuando Amarok y Lauren escucharon eso, comenzaron a separarse porque no tenían tiempo para pelear entre ellos cuándo se iban a llevar a Camila a como de lugar y ambos querían evitar aquello, por más que tuvieran diferentes razones. La líder del Clan de la Luna corrió donde estaba el grupo de sus amigos, comenzando a buscar una forma de liberarlos porque no podían seguir ahí, aún girando el rostro fijándose en como la gran loba blanca seguía destrozando a los soldados con furia. En cambio, Amarok corrió a saltar al lomo de uno de sus lobos que ya había llegado a su rescate.
Lauren miró por todos lados la celda desesperada por encontrar una salida rápida porque estaban en medio de una batalla inmensa y tenía que ir por su novia, pero en ese momento recordó como Camila había botado varias celdas al suelo haciendo que las puertas lograran abrirse y cuando Lukas se dio cuenta de la idea que le había llegado a su amiga por la expresión de su rostro, intento detenerla.
—¡Oh! ¡Oh! ¡No, Lauren! —Exclamo él, pero fue muy tarde porque Lauren se tiró contra la celda con todo su peso y fuerza haciendo que la celda comenzará a moverse, volvió a hacerlo más veces a pesar de las quejas de Lukas, hasta que la celda cayó del vehículo haciendo que la puerta se abriera, dejándolos regados por el piso y cuando comenzaron a escuchar más disparos, todos corrieron a esconderse detrás del vehículo.
—¡Corran con el grupo de Tara! ¡No, mejor dirijanse al bosque! —Les informo Lauren a sus amigos cuando termino de desamarrarlos rápidamente y cuando se dio media vuelta para ir por Camila, sintió que era jalada por Lukas.
—¡Ire contigo! ¡No las abandonaré! —Dijo Lukas haciendo que Lauren se quedará quieta mirando a Ally con tristeza y aunque quisiera negarlo, necesitaba ayuda para poder tratar de controlar a la gran loba blanca.
Lukas se dio media vuelta y le dio un desesperado beso a su esposa, para que corriera a esconderse al bosque junto a Pat, pero cuando iba a correr con Lauren, Ally volvió a jalarlo, besándolo nuevamente.
—Cuidala, por favor. —Lukas se dirigió a Pat, el cual asintió rápidamente a pesar de que quería ir a pelear, llevándose a Ally lejos del caos y aunque ella no quería separarse de su esposo, sabía muy bien que él ayudaría a Lauren en tratar de salvar a Camila o al menos eso intentarían porque la loba estaba fuera de si.
Cuando Lukas y Lauren voltearon a ver a la gran loba blanca se encontraron con una escena desastroza, ya que nadie podía lograr hacerle frente a Camila porque ella era demasiado fuerte y tampoco ayudaba el que se encontrará tan mortificada y enojada. Camila tenía una de sus patas encima del cuerpo de uno de los soldados que se encontraba boca abajo tratando de escapar como un insecto estirando sus brazos de un lado a otro.
Ella disfrutaba verlo de esa forma, tan desesperado y débil ante su presencia, pero lo disfruto mucho más cuando le arranco un brazo con sus grandes y filudos dientes a la vez que escuchaba el grito desgarrador del hombre, lo que era música para sus oídos. La gran loba blanca escupió a un lado el brazo del soldado, mientras que se dirigía a arrancarle el otro a la vez que parecía que reía por el llanto del hombre.
Lukas retrocedió al ver aquello, empujando a Lauren para que diera el primer paso, ninguno de los dos atreviéndose a acercarse por la forma tan salvaje en la que Camila atacaba a todas sus futuras presas. Lawrence también se encontraba mirando la escena a los lejos mientras disparaba, maldiciendose mentalmente por no saber que hacer para poder llevarse a Camila, cuando nadie lograba detenerla, era casi imposible que lo lograra sin ninguna dosis.
Lauren dio un pequeño paso hacia delante y se exalto cuando el otro brazo del soldado cayó cerca a sus pies, mirando como el hombre ya estaba prácticamente muerto. Escucho como la gran loba blanca hacía sonar su nariz con orgullo y luego aullaba, haciendo que todos los lobos a su alrededor que eran del Clan del Sol se motivaran a seguir peleando con los lobos del Ejército.
Sin embargo, una mala pisada de Lauren hizo que la loba se diera cuenta de la presencia de la líder del Clan de la Luna y de Lukas, por lo que fijo sus grandes ojos rojos en ellos, abriendo su boca de forma amenazante mostrandoles sus colmillos. Al instante, Lukas y Lauren comenzaron a correr a tropezones para escapar de las garras de Camila.
—¡¿Dónde mierda esta Amarok?! —Lawrence estaba al borde de la locura cuando recién se había dado cuenta que Amarok ya no estaba por ningún lado. El líder del Clan del Sol había sido llevado con Suka porque necesitaba que lo atendieran con urgencia a pesar de que quería llevarse a Camila. —¡Encuentrenlo!
—¡Termina con esto y ordena que tu Ejército se retire! —Exclamo Tara cuando todos habían bajado de los vehículos para poder esconderse tras ellos y disparar mejor. Pero la única respuesta que obtuvo de su hermano fue un disparo con rabia al sentir su traición. —¡Sufriras por tu orgullo y testarudez! ¡Retira a tu Ejército!
—Ya lo tengo en la mira. —Comento Ariana al lado de Tara, ella ya había logrado apuntar a Lawrence con su arma, lista para disparar en cualquier momento, pero la respuesta que obtuvo de la Doctora Wells hizo que levantara la vista.
—No. —Fue la simple respuesta de Tara. —No le dispares.
—¿Por qué no? —Intervino Dinah acomodándose su chaleco antibalas. —Es un maldito que merece morir.
—¡Es mi hermano! —Grito ella con la voz rota, porque por más que estuviera disparando a los soldados y a los lobos que lograba reconocer que eran parte del Ejército, aún no podía ordenar que le dispararan a Lawrence y Ariana no iba a hacerlo a menos que Tara se lo pidiera por lo que bajo el arma.
—¡Dame eso! —Exclamo Verónica quitándole el arma de largo alcance a Ariana para apuntar a Lawrence. —Yo acabaré con el hijo de puta.
—¡No! —Tara se abalanzó contra Verónica, comenzando a forcejear con ella, pero de pronto se escucho un gran disparo, que resalto entre toda esa batalla que era un total caos.
Troy le había disparado al General Lawrence Wells.
El General cayó al suelo del lomo de uno de sus lobos, botando el arma que tenía entre sus manos. Todos los lobos que eran parte del Ejército corrieron para intentar ayudarlo y los pocos soldados que quedaban en sus formas humanas lo llevaron a uno de los vehículos más cercanos, por lo que los demás aprovecharon en disparar con más ganas al haber reconocido a los lobos que pertenecían al Ejército de los Estados Unidos.
—¡Lawrence! —Tara intento saltar por encima del carro para alcanzar a su hermano, pero Dinah junto a Normani evitaron que lo hiciera porque era demasiado peligroso.
Aprovechando la distracción de la gran loba blanca que miraba la escena, Lauren intentó saltar encima de su lomo, ocasionando que Camila la esquivará y luego le diera un montón de mordidas al aire que la líder del Clan de la Luna logró esquivar. Por el contrario Lukas seguía apretando los puños tratando de transformarse porque en su estado no podía hacer mucho, lo intento tanto que se rindió y cuando se dió cuenta en como Lauren trataba de esquivar a Camila, fue en su rescate.
Aunque no salió como lo planeado.
Porque al momento en que Lukas intervino, la loba corrió a atacarlo, ocasionando que Lauren está vez llegará a saltar encima de ella, sentándose en su lomo por lo que Camila se movía de un lado a otro, intentando botar a Lauren, pero ella se encontraba aferrada con fuerza a su pelaje.
—Tranquilizate, Camila. —Lauren intento que su novia reconociera su tacto, pero fue inútil. —Mi amor, soy yo.
Sin embargo, en un mal movimiento, en el cual ninguno de los dos se esperaba, la gran loba blanca se tiró contra uno de los vehículos que estaba volteado de costado, haciendo que Lauren se golpeara la cabeza con fuerza, cayendo al suelo.
—¡Lauren! —Grito Lukas, corriendo donde su mejor amiga.
Pero ella no respondió, estaba inconsciente.
La loba al ver aquella escena aulló, tensando cada uno de sus músculos al ver a aquella mujer tirada en el suelo mientras aquel hombre trataba de hacerla reaccionar. Había algo muy en el fondo de su corazón que quería decirle que se quedará a verla, pero también había otra parte en su interior que le decía que se alejará, que lo único que querían era hacerle daño. Ellos eran otra especie, otra raza, otra amenaza para los suyos.
Así que tomó el camino más fácil.
Por lo que huyó al interior del bosque, ignorando todos los llamados de Lukas y tirando por todos lados a cualquiera que intentará detenerla, corrió con velocidad haciendo sonar con fuerza el piso, sin imaginar que aquel vacío que sentía en el pecho era porque...
Había lastimado a Lauren y la estaba dejando atrás.
—
—Lauren. —La líder del Clan de la Luna escucho una voz femenina cerca a ella, muy cerca a su oído por lo que trató de levantar su mano con cuidado para poder levantarse, pero se sentía tan mareada. —¿Lauren? ¿Me escuchas? —Ella asintió reconociendo la voz de Normani a la vez que comenzaba a abrir sus ojos lentamente.
—¿Camila? —Preguntó por su novia, pero no obtuvo respuesta alguna por parte de su amiga, que lo único que hizo fue tomar su mano apretándola suavemente lo que ocasionó que una lágrima se resbalará por el rostro de Lauren.
—¡Ha despertado! —La chica de ojos verdes logró reconocer otra voz que inundó aquel silencio que se había instalado a su alrededor al preguntar por Camila. Esa voz que le pertenecía a la mujer que ahora consideraba parte de su familia y que aunque hubiera pasado tan poco tiempo lejos de ella, debía admitir que la había extrañado tanto.
La voz de Dinah.
—¿Dónde... estoy? —Pregunto e inmediatamente se dió cuenta que estaba recostada en la cama de su propia cabaña en el Clan de la Luna. —¿Dónde está... Camila?
Normani y Dinah se vieron las caras no sabiendo si responderle a Lauren, pero ella apretó los puños exigiendo con la mirada una respuesta por parte de sus amigas.
—Se fue, Lauren. —Respondió Normani. —Camila se ha ido.
En ese momento Lauren se cubrió el rostro con ambas manos, al borde de la locura, pero nada ayudó a que logrará tranquilizarse, ni las palabras de sus amigas o como Lukas entraba a la habitación para evitar que se levantará.
Ni mucho menos que se diera cuenta de la otra persona que también había entrado a la habitación.
Tara Wells.
—
En un par de horas o quizás antes, subiré la segunda parte, será un poco más larga que está.
🐺