Capítulo II
Dolor
Bastián
No puedo entender el comportamiento de Alexandra, claro, últimamente estoy más centrado en el trabajo, pero es por una jodida razón, desde pequeños quise darle todo, y aunque mi familia no es pobre, todo lo que ella tenga no es precisamente mío, quiero que a base de mi esfuerzo, yo logré darle a ella todo lo que se merece e incluso más.
Estos meses también están siendo difícil para mí, yo soy él que se sobreexplota así mismo para lograr ese maldito ascenso, y lo menos que deseo es llegar a casa y recibir una sonrisa, pero últimamente no es así, al llegar solo encuentro la expresión molesta de Alex y sus ojos me transmiten todo lo que desea decirme, pero prefiere callar, ella es así, prefiere aguantar en silencio aunque le duela, obviamente no me gusta que se sienta de esta manera a mi lado, solo deseo que sienta felicidad, pero no sé cómo hacerle ver que este es un sacrificio, que estoy haciendo por ambos.
Los años me han enseñado que debo aclarar las cosas antes de que la tercera guerra mundial inicie, pero he estado tan cansado, que prefiero hacerme el idiota, y aparentar como que no entiendo, o no me doy cuenta de lo que pasa, la verdad es que mi nivel de cansancio está en doscientos y no quiero discutir con ella, prefiero abrazarla por las noche y descansar en sus brazos.
Estoy muy claro de qué día es hoy, pero la empresa para la que trabajo ha conseguido un cliente importante, y tengo la fortuna de estar a cargo, pero el jodido diseñador que me asignaron, no parece entender mi idea para él comercial, las tonalidades no son adecuadas, por más que lo haya cambiado más de tres veces, parece que no soy claro con mi explicación o el tipo es muy imbécil, y eso me mantiene ocupado, porque debo entregar hoy un informe completo del plan a seguir para que esa publicidad llegue a todos los medios, pero como no he podido concentrarme, porque debo hacer el trabajo de otro, me he atrasado.
Alex no tuvo la mejor actitud para hacerme levantar de mi oficina, y la verdad yo también estoy de mal humor, el día no ha salido como deseo, se supone que ya debería haber terminado, pero no es así, y es de suma importancia que termine esto, todo debe estar preparando para el día de mañana, pero en vez de estar completando el informe, me encuentro en una cena, que si bien, es algo que se hace una vez al año, vamos a tener más tiempo para disfrutar de esta tradición, no es como que el mundo se acabe mañana, pero lo hará, si no entrego el maldito informe antes de la media noche.
Ya hemos terminado de comer, y mi jefe no deja de mandarme mensajes de texto haciendo consultas de lo que llevo y pidiendo el resultado final, el maldito diseñador aún no me manda la propuesta final, y siento enserio que el estrés me consume, necesito irme ya a casa y terminar.
Así que, sabiendo que me arriesgo a que Alex se moleste más, me acerco a ella mientras ve por la ventana, se que no me estoy comportando como el Bastián de siempre, pero esto no durará para siempre solo es hasta que consiga el ascenso, ella debería entenderme y apoyarme.
— Debemos volver a casa.— Observó cómo se sobresalta un poco, porque estaba concentrada observando la nieve caer, es algo que siempre le ha gustado y se que la calma, pero al parecer perturbo su paz, ya que hace una mueca suave ante mis palabras.
Sé que mi voz fue lo suficientemente alta como para que nuestros padres nos escucharán, la cara de mi madre muestra su pesar, porque desea pasar más tiempo conmigo, y me prometo internamente que luego de esto así será, la visitaré más seguido.
La madre de Alex se acerca a nosotros, y sé que mi suegra no está contenta con mi decisión de irnos por la mirada que me da, pero la verdad, suficiente tengo con la actitud de Alex como para prestarle realmente atención a su madre también.
— Deberían quedarse, la tormenta está muy fuerte, puede ser peligroso.— Es ahí cuando observo la cantidad de nieve que está cayendo y si está un poco fuerte, pero solo son veinte minutos de viaje nada pasara, necesito llegar a mi computadora.
— No podemos, Alexandra debe estar cansada y yo tengo que terminar un trabajo— Es la excusa que doy, y sé que no está de acuerdo con ella, por la mueca que hace, estoy completamente seguro que de Alexandra le a contado todo lo que le molesta, y eso me enfurece un poco más, se supone que somos pareja y nuestros problemas los resolvemos juntos.
Salimos de la casa, y si, la nieve estaba algo fuerte, pero solo sería un tiempo corto de viaje, soy buen conductor. Limpio un poco el parabrisas del auto, y luego subirnos a él, enciendo el motor y de nuevo el viaje incómodo comienza, ambos podemos ser muy tercos, así que el silencio reinará los próximos minutos.
De verdad entiendo el malestar de Alex, ella está acostumbrada a que el cien por ciento de mi atención esté dirigida a ella, pero debe ser un poco más madura y entender la importancia de esto, no lo hago solo por capricho mío, es una gran oportunidad para los dos.
Mi teléfono suena nuevamente y se que es mi jefe, debo contestar si o si, él debe darme unas correcciones de la primera parte del informe, las cuales son realmente importantes, porque no tengo muy claro cómo llegar a youtubers y mi jefe tiene más experiencia en ello.
Así que, como puedo me levanto un poco sin apartar la vista del camino y hago malabares para sacar el teléfono de mi bolsillo, cuando por fin lo logró una sonrisa se asoma en mis labios, pero está desapareció rápidamente porque el teléfono es arrebatado de mis manos.
《 Maldita sea 》
Pienso mientras mi ceño se frunce, y veo por un segundo a Alex, para volver nuevamente a la carretera, ¡Cómo puede ser tan inmadura! Debo contestar ese jodido teléfono ahora mismo.
— Concéntrate en la carretera, está nevando mucho y puede ser peligroso.— Mi ceño se hunde más, solo voy a colocar el jodido móvil en mi oreja y no va a pasar nada, se que puedo hacerlo, no es nada del otro mundo.
— Esa llamada es importante Alex— mi voz sale ronca porque habló entre dientes, estoy molesto, necesito atender esa llamada joder, ¿Será que puede dejar su actitud infantil?
— Cada que suena este aparato es importante para ti Bastián, cuando lleguemos a casa devuelves la llamada y listo, solo son 20 malditos minutos, puedes esperar.— Habla de forma atropellada, joder ella está intentando no gritar y no empezar una discusión, pero carajos yo ya estoy molesto, y se que no me puedo quedar callado.
— ¡No empieces carajo! ya madura Alexandra sabes que esto es importante para ambos, pronto ascenderé y tendremos más dinero, quizás hasta un nuevo apartamento.— ¿Es que no lo entiende? Todo esto lo hago por nosotros, no es solo por mí o mis sueños, lo hago por los dos, deseó poder darle lo que le he prometido.
— ¿De qué sirve el maldito dinero? Sí, nunca estas ¿De qué sirve un nuevo apartamento? si apenas te veo joder.— Se que está a nada de llorar, y odio verla así, debería mantener la maldita boca cerrada y aguantar los malditos veinte minutos pero no puedo, simplemente explotó y digo la mayor idiotez del mundo.
— ¡Tu qué carajo vas a saber Alex, si lo único que tienes que hacer es limpiar la maldita casa! — Apenas salieron esas palabras de mi boca me arrepentí en seguida, el dolor reflejado en sus ojos, lo sentí en mi pecho, soy un imbécil cuando estoy molesto, y no puedo controlar lo que digo, la he cagado enormemente y merezco que me vea de esa manera.
— Sabes que, vete a la mierda Bastián.— Se que me merezco esas palabras, la miró a los ojos, olvidando completamente la carretera, estoy a un segundo de disculparme, pero el sonido de una corneta de auto me hace volver la vista a la carretera.
《 Oh, mierda 》
Es mi último pensamiento antes de intentar maniobrar, pero ya es muy tarde, un fuerte impacto nos da de frente y de alguna manera el carro está rodando por la carretera.
Los constantes golpes me desorientan no sé cuánto tiempo pasa, pero soy consciente que quiero llegar a Alex, pero no logró manejar mi cuerpo para verla, de repente siento un gran dolor en una de mis piernas y es así cómo poco a poco voy perdiendo la consciencia.
《 Todo esto es mi culpa》
(...)
El dolor punzante en mi pierna izquierda, hace que despierte de manera lenta, me siento desorientado y no logro entender qué está pasando, el frío es casi insoportable y hace una combinación de muerte junto al dolor, mis ojos se abren lentamente y lo que veo me deja sin palabras ¿Dónde estoy? ¿Qué carajos está pasando?.
De primer momento no tengo respuesta, el frío y el dolor no me dejan pensar por unos minutos, incluso tengo que recordarme a mí mismo quién soy, ubicar mi cerebro a tiempo real.
Siento mi cuerpo temblar, noto que todas las ventanas están rotas y con obvias razones, necesito entrar en calor rápido, o estaré jodido, soy consciente de lo que está a mi alrededor pero no logro procesar lo que sucede, es como si mi cerebro no lo entendiera.
《 Maldita sea concéntrate 》
Me digo a mi mismo tratando de de pensar que está pasando, y que son las imágenes antes mi vida ojos.
Puedo ver todo destrozado, hay vidrio por todos lados pero es como si mi cerebro no entendiera la situación sólo es consciente del frío y el dolor.
《 Respira joder y piensa 》
Puedo sentir mi cuerpo extremadamente pesado, mi pierna definitivamente no es lo único que me duele, siento como si hubiera recibido una paliza, tanto dolor no me permite pensar, por más que lo quiera, algo en mi me dice que si no me concentro moriré, pero por alguna razón no logro hacerlo.
Vuelvo a abrir los ojos nuevamente y esta vez mi cerebro parece procesar el hecho de que estoy de cabeza, cosa que explica por qué siento una presión horrible en la cabeza, ahora era lógico seguramente tengo mucho rato de esta manera. Lo único que me sostiene es el cinturón de seguridad, no sé cuánto rato he estado así.
《Dios, que a pasado》
Siento mi mente hecha un lío, tratando de recordar cómo he acabado de esta manera, no es normal que te despiertes en Dios sabe dónde, de cabeza y lo que estoy seguro es mi coche, parece que ha pasado un huracán por encima de mí y ha dejado una escena catastrófica a su paso.
Pero esa imagen no es nada lógica, así que me esfuerzo un poco más en recordar, y al principio vienen pequeños fragmentos a mi cerebro que no logró unir entre sí y encontrarles lógica.
Varias imágenes pasan por mi mente, las cuales imagino que son recuerdos, el auto dando vueltas sobre el asfalto, gritos de dolor, vidrios quebrándose.
《¿Pero cómo ha sucedido esto?》
Aunque parezca idiota, mi mente anda más lenta de lo normal y se lo atribuyó al insoportable dolor que viene de mi pierna, que no el hace pensar con lógica.
Es ilógico que la respuesta no me venga en automático pero aún así siento como si la cabeza se me fuese a romper de tanto pensar y no logro comprender aún qué carajos está pasando.
《¿Qué son todas aquellas imágenes?》
Un suspiro grande y tembloroso sale de mis labios, mientras siento como el dolor punzante de mi cabeza aumenta, obviamente toda la sangre se estaba yendo a ese lugar por estar de cabeza, y el hecho de que intente recordar algo que mi mente al parecer trata de ocultar no ayuda mucho a disminuir el dolor.
《 Maldita sea Bastián》
Me reprocho de nuevo a mi mismo, cuando de la nada muchas imágenes vienen a mi en forma rápida y abrumadora a mi mente.
Lo primero que recuerdo es la pelea que había tenido con Alex, y un auto a parecer de la anda en mi campo de visión, me fue imposible esquivarlo y de repente sentí un gran impacto y en un segundo todo era una locura, vidrio volando por todos lados, y nuevos dolores apareciendo con cada golpe recibido.
《 Jodida mierda 》 — puedo sentir como si me falta el aire pero no es momento como para entrar en un ataque de pánico. — 《¿Dónde está Alex? 》
Enserio me dolía hasta la raíz del cabello pero como pues me giro un poco hacía el asiento del copiloto, siento como si el cuello se me fuese a partir en dos, pero la preocupación por saber cómo está mi chiquita es más grande que el dolor por un segundo.
La verdad no sé cómo me veo en este momento, quizás me veo incluso tan aterrador como la imagen que se me presenta ante mis ojos, Alexandra está igual que yo, solo sujetada por el cinturón de seguridad, ambos nos encontramos de cabeza, pero su rostro está completamente cubierto de sangre al parecer ha recibido un golpe muy fuerte en su cabeza, y parece totalmente inconsciente, o …
《 Joder, no, no está muerta solo inconsciente 》— trato de animarme pero la imagen ante mis ojos es tan aterradora que se que es muy probable que mi peor peor pesadilla de cumpla.
— ¿Alex? ¿Amor? —hablo lo más alto que mi garganta lastimada me lo permite, arde como si estuviera tragando lava, pero en este momento no me importa, necesito que me conteste, pero ella no se mueve, está tan quiera que puedo sentir como mi miedo aumenta, ella no se puede ir así, por mi cumpla— ¿Chiquilla?.— Solo silencio siguió luego de mis palabras, es de ese tipo de silencios que te llena de miedo y angustia.
La culpa llena mi cuerpo, todo esto obviamente a pasado por mi idiotez, si tan solo hubiese escuchado a mi suegra, pero ahora estoy acá en medio de la nada a punto de morir y eso no es lo más importante mi estupidez llevó a Alex a estar igual que yo creo que incluso peor.
Han pasado unos minutos, no sé cuántos con exactitud, pero aún no sale absolutamente nada de los labios de mi esposa, está inconsciente y no sé cómo ayudarla.
— Amor no me asustes por favor contéstame— mi voz suena tan patética llena de miedos y de culpa, pero me siento desesperado, por un segundo olvidó el dolor y solo me enfrascó en lo que he logrado por mi egoísmo, creo que duele incluso más que mi pierna.
Nuevamente hay un silencio abrumador y doloroso, no quiero pensar lo peor pero ella se ve tan lastimada, si antes temblaba de frío, ahora lo hago de pánico, de verdad no quiero perderla, y menos después de una discusión, no quiero que lo último que escuche de mi sean esas horribles palabras.
Nunca fui bueno para soportar estrés de este tipo, de hecho es un jodió milagro que no me haya desmayado ante tanta sangre, así que me siento a instante de entrar en un ataque de pánico, pero también soy consciente que si caigo en uno en este momento ambos nos jodemos, soy el único que puede salvarla en este momento.
Debo hacer algo, no podemos seguir así. Con más lentitud de la que deseo, veo alrededor buscando alguna manera de ayudarnos, y a los segundo puedo observar al causante de este desastre, aunque no puedo ser tan cobarde como para echarle toda la culpa a él, gran parte de la culpa la tengo yo, pero ahí está mi teléfono celular, sobre el techo del carro cerca de donde se encuentra Alex, parece como si me sonriera y me dijera, "ve lo que te pasa por ser un idiota de primera y no tener clara tus prioridades"
Maldigo de nuevo en mi mente, está lejos, cierro los ojos cinco segundos y respiro profundo, debo llegar a él si o si, es la única forma de salvarnos, debo hacer todo lo posible porque ella salga bien de toda esta mierda.
A pesar de que el dolor es insoportable, me estiró lo más que puedo para llegar a él, pero es jodidamente imposible, aunque mis brazos sean largos, no llegó, la solución está ante mis ojos pero tardó un segundo en darme cuenta, porque toda esta situación me tiene abrumado, y más lento de lo normal.
《 Mierda》
Es lo único que pasa por mi mente al entender que debo soltar mi cinturón, pero obviamente si hago esto caeré al techo del auto, pero es la una manera de llegar hasta el maldito aparato.
Tomo fuerzas de dónde no las tengo, —porque realmente el dolor es tan agudo que siento que voy a morir— y estiro mi mano hasta el botón que suelta el cinturón de seguridad, antes de presionarlo trato de mentalizarme sobre el dolor que voy a sentir, aunque se que mi imaginación no podrá compararse con lo que de verdad sentiré, quizás solo hago algo de tiempo por el miedo a lo que se viene.
Suspiró audiblemente y finalmente presiono el botón, al no tener nada que me sostenga caigo de lleno sobre el techo del auto, el dolor de mi pierna es tan agudo, que por un segundo siento que mi cuerpo se apagó como si me estuviera desmayado, pero me obligo a volver no es momento para caer inconsciente.
Tomo la suficiente valentía, y bajo un poco la vista y observo mi pierna, la magnitud del daño es tal, que puedo ver parte de hueso fuera de la piel, es una vista aterradora, no sé cómo incluso sigo despierto con tal magnitud de daño, pero imagino que es un golpe de adrenalina lo que me tiene aún lúcido, así que debo aprovecharlo.
Respiro profundo, tratando de calmar el temblor de mi cuerpo y me arrastró poco a poco hacia el lado donde está mi esposa, durante el breve deslizamiento gritos de dolor salen de mis labios sin poder evitarlo, es muy doloroso pero no puedo rendirme.
Al llegar a su lado puedo notar como el principal golpe se lo ha llevado ella, el otro auto de alguna manera golpeo hacia su lado, con angustia tomo su mano y compruebo su pulso, un suspiro de alivio se escapa de mis labios al notar que efectivamente aún tiene pulso, pero muy débil, necesitamos ayuda y pronto.
Puedo sentir como mi frente suda frío, el miedo que estoy sintiendo en este momento es enorme, estoy seguro que esta es la mayor prueba de valentía que la vida me tiene preparada, con manos temblorosas tomó el teléfono, mis dedos de forma apresurada marcan al número de emergencia que no tarda mucho en responder.
La llamada es concreta durante un minuto explicó que ha sucedido, dónde creo que podríamos estar y como estamos de salud, eso bastó para que mandarán una ambulancia hacía nosotros.
Sé que ya vienen, pero la espera es incluso más agonizante, siento que tardan años en llegar, mientras espero que las sirenas se empiecen a escuchar por la carretera, solo me dedico a llamar a Alex que no reacciona a ninguno de mis estímulos, y eso me empieza a desesperar, ¿Por qué no me contesta?
Y es justo en este momento que me quiebro, la cordura que tuve hace unos minutos ya se va en un abrir y cerrar de ojos, estoy desesperado y cagado del miedo, no la quiero perder, puedo sentir cómo las lágrimas caen y caen sin que nada tenga siquiera una remota posibilidad de detenerlas, ya ni sé porque lloro, ¿Por el dolor? ¿Por el miedo? ¿Por Alexandra? Quizás sea todas juntas, lo que estoy cien por ciento seguro es que estoy a segundos de entrar en un jodido ataque de pánico porque mi respiración ya es errática.
Se que el ataque de pánico es inminente ya nada lo podrá parar así que mi tono de voz es cada vez más histérico y angustiado, respiro una y otra vez el nombre de mi esposa con la esperanza de tener una respuesta, necesito que me responda, necesito tener la certeza de que si me dejo caer en este momento, al despertar ella estará ahí.
Estoy tan concentrado llamándola que no noto el momento en que llega la ayuda, no es hasta que alguien abre la puerta que está a un lado haciendo un gran estruendo que me doy cuenta que ya la ayuda está aquí.
Ambas puertas, tanto la que está del lado de mi esposa, como la del lado del conductor son abierta completamente una persona se asoma y me indica que nos ayudará en breve pero que debo calmarme, trago fuerte y trato de calmarme para poder aclarar mis ideas y expresar mi mayor preocupación y lo más importante en este momento para mí.
Después de lo qué creo es un minuto, logró calmarme lo suficiente como para hablar.
— Mi... Esposa no despierta— mencionó con algo de dificultad, el dolor está rozando ya el límite de lo insoportable por tanto movimiento, ya que están sacándome del auto— Ayúdenla... a ella … primero por favor.
— Tranquilo ya alguien la está ayudando.— Me respondió la voz serena de alguna de las personas que me ayudaba, no tengo ni idea de quién era pero al oír esas palabras mi cuerpo se relajo, saber que ya estaba en manos de profesionales me hizo sentir capaz de dejarme consumir por el dolor y caer inconsciente.
(...)
A lo lejos soy capaz de escuchar un débil sonido de alguna especie de máquina, es como una especie de pitido corto que puede llegar a ser algo estresante, empezó como un sonido tenue y al paso de los minutos ha tomado fuerza, ahora es más claro y me desespera un poco más, ¿Qué es aquel sonido?
《 Será que alguien puede apagar esa mierda 》
Pienso mientras intento tapar mis orejas, pero esto me hace darme cuenta el dolor agudo que tengo en todo mi cuerpo, por un minuto me quedo paralizado del susto ¿Por qué me siento así?
Intentó por segunda vez moverme, pero parece que mi cuerpo está tan cansado que es imposible, ni siquiera mis párpados parecen ser capaz de abriste ¿Qué carajos está sucediendo?
Así duró buen rato, creo que incluso pasan horas, estoy semi inconsciente, no puedo moverme ni abrir los ojos pero el sonido de esa máquina lo escucho perfectamente, la espera se me hace eterna y de alguna manera el sonido me causa dolor de cabeza.
Mi lógica me hace saber que ha sucedido algo, por esa razón estoy en esta especie de limbo ¿Estaré en un hospital? Lo más probable, Alexandra debe estar muy preocupada, ella odia los hospitales y que la haya hecho venir a este lugar seguro no la puso de buen humor.
En uno de mis tantos intentos por abrir los ojos por fin lo logro, pero la habitación está tan alumbrada y blanca que tengo que cerrarlos nuevamente para no lastimarme, pero solo un vistazo bastó para comprobar que efectivamente estaba en un hospital.
Vuelvo abrir los ojos de apoco mientras me acostumbro a la claridad y es ahí cuando todo viene a mi cabeza, cada imagen del accidente que tuve junto a Alex es revivida en mi cabeza y siento como mi corazón se acelera y a su vez el sonido fastidioso de esa jodida máquina aumenta.
Pero es obvio porque mi ritmo cardíaco aumentó, mi cuerpo en solo un segundo se ha llenado de angustia, ¿Dónde está Alex? ¿Está bien?
Recuerdo claramente como no había despertado cuando yo caí inconsciente, la angustia me consume y mil preguntas, que sinceramente no quiero torturandome respondiendo, pasan por mi mente.
Quiero levantarme corriendo de esta maldita cama y buscarla, pero mi lado racional sabe que es imposible a duras penas pude abrir los ojos, y siento como todo mi cuerpo duele como si hubiese recibido una paliza, y si lo pienso bien efectivamente recibí una, y yo he sido indudablemente el perdedor.
Mi boca se abre intentando pronunciar su nombre, pero la siento tan seca que me está de verdad lograr que alguna palabra salga de entre mis labios.
— Alex—digo cuando finalmente lo logró, pero mi voz suena tan áspera que incluso yo no puedo reconocerla, necesito algo de agua, con mucho cuidado intento sentarme pero el dolor es tan fuerte que un silbido sale de mis labios despertando a otra persona que está en la habitación que no he notado hasta que ha hablado.
— Oh Bastián bebé ¿Estás bien? no sabes lo preocupada que estaba.— Mi madre tiene los ojos llenos de lágrimas de alegría por verme despertar, de quien sabes cuantos días que estuve inconsciente, de verdad le doy gracias a Dios por tener una madre tan amorosa, que sin importar cómo la he tratado este último año ella sigue acá a mi lado.— No sabes el susto que me hiciste pasar, no me hagas esto nunca más.
— Lo siento … mamá— mi voz suena muy rasposa a falta de agua, mi madre al notarlo corre por un poco de agua, la veo servirme en un vaso y luego volver a mi lado y darme en los labios, porque enserio hasta mover los brazos me duele, cuando el agua baja por mi garganta el alivio es casi instantáneo, pero aún la preocupación está palpable en los latidos de mi corazón y como testigo tenía a la maldita máquina esa que no hacía más que sonar de manera desesperante— ¿Cuántos días llevo inconsciente? ¿Dónde está Alex? — Mi voz suena más firme, pero eso no me importa porque la expresión de mi madre me preocupa al instante, de verdad tengo pánico de recibir malas noticias.
— Llevas tres días durmiendo, luego de que los rescatarán, te tuvieron que operar de emergencia, tu pierna estaba muy herida, al igual que tu cadera, después de hay solo has dormido, los doctores dijeron que era normal — La voz de mi madre es calmada siempre me ha gustado desde pequeño porque me infunde paz, pero en este momento hablaba más lento de lo normal para no tener que llegar a la parte que más deseo saber, y si ella no quiere decirme qué pasó con mi esposa, será que…
《No, me niego a esa idea 》— me digo a mi mismo con miedo a un hecho que no se como afrontar, si ella me llega a decir que Alexandra no resistió, definitivamente no sabría cómo seguir.
— Mamá vuelvo a preguntar y quiero que contestes con la verdad y dejes de evadir la pregunta ¿Dónde esta Alex? ¿Está bien? — Mi voz suena dura, y se que mi madre no merece que le hable de esa forma tan exigente pero necesito la verdad rápido, para saber dónde estoy parado en este momento, ella me mira con ojos preocupados y una de sus manos acaricia mi cabello, incluso siento que puedo ver cómo su cerebro trabaja para tratar de decirme lo que deseo saber.
— Ella está en la habitación de al lado bebé —Al escuchar sus palabras siento como si el alma me volviera al cuerpo, si está en una habitación quiere decir que está viva, que podré abrazarla de nuevo y pedir disculpa por la Mérida de pata que he tenido tan grande. – Se puede decir que está bien – Finaliza mi madre haciendo que mis pensamientos se detengan por un segundo.
— ¿Cómo "que se puede decir que está bien"? — Pregunto sintiendo la opresión en mi corazón por el miedo que se empieza nuevamente juntar dentro de mi pecho.
— Creo que el médico debe revisarte, además te puede explicar mejor la situación de Alexandra — Dice mi madre mientras se encamina a la puerta, la veo caminar de forma apresurada y simplemente no lo resisto.
— ¡Solo dilo de una vez! — Mi voz es un grito ahogado, ¿Qué tan malo puede ser para que madre se ponga así? Si fuese algo no tan grave no le diera tantas vueltas.
— Bastián ... Ella ... Joder es mejor que el médico lo diga — Se que mi madre está preocupada por cual será mi reacción, ella estudia mi rostro por un segundo y no sé qué le dice mi mirada, pero al parecer la convence de finalmente decirme que sucede. – Ella se encuentra en estado coma, lo siento bebé. Voy a buscar al médico él sabrá explicar mejor – Finalmente sale de la habitación dejándome en un estado de shock profundo, ¿En coma?
Mi madre siempre fue malísima para contar malas noticias, pero definitivamente estoy que me acaba de decir, no hay manera de contarlo de forma delicada.
(...)
El tiempo pasa de forma lenta cuando estás en tu propio infierno interno, así se ha sentido este último mes para mí, ya un mes desde aquel fatídico accidente que me dejó inútil y a mí chiquita la dejó en un sueño profundo en el que no ha podido despertar.
Los doctores me explicaron que Alexandra había recibido un gran golpe en la cabeza durante el accidente, y esto causó una contusión considerable, a su vez la había dejado en coma.
Esa no fue la única noticia sorprendente para mí, me habría gustado enterarme de otra manera pero no fue así, un momento que se supone debía ser mágico para los dos, me tocó enterarme solo y de esta manera.
Alex estaba embarazada, ella había colocado su cuerpo de tal manera que protegió su vientre, cosa que me hace saber que ya sabía de su estado, y seguramente intentó decírmelo pero como estaba tan centrado en esa maldita campaña, simplemente la ignore, pero el hecho es que por su acto había ocurrido un milagro, el embarazo no se había interrumpido a pesar de la magnitud del accidente.
Ahora por mi culpa mi esposa está en este estado junto a mi hijo, voy a ser padre y no puedo creermelo, la situación completa es una mierda, la quiero despierta a mi lado disfrutando de esta noticia conmigo, no postrada en una cama, sin abrir sus ojos y tratando de no morir para que nuestro bebé también sobreviva.
Siento que los días pasan como semanas, y yo solo estoy acá postrado en esta silla de ruedas frente a su cama sin poder hacer realmente mucho, intentó hablarle, y animarla a despertar pero la realidad es, que no sé si puede escucharme.
Es cierto cuando dicen que la vida te puede cambiar en un segundo, o por solo una decisión que tomes, a mi me pasó ambras, tenía la vida perfecta, pero sentía que me faltaba más, que idiota fui y ahora no se cómo arreglar este desastre.
— Alex, nena necesito que por favor despiertes ya, ¿No crees que ya has dormido suficiente? – El dolor que mi alma siente es indescriptible, simplemente necesito que las cosas vuelvan a ser como cuando éramos felices.
Solo necesito que esta pesadilla acabe.
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Miel, Venezuela 21/02/17
Editado: 22/01/21
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