Renacer

By YotssannyOjeda

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¿Creés en las almas gemelas?, Para Bastian y Alexandra es difícil no creer cuando han vivido con su alma geme... More

Advertencia
Sinopsis
Prefacio
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VI
Capítulo VII
Capítulo VIII
Capítulo IX
Capítulo X
Capítulo XI
Capítulo XII
Capítulo XIII
Capítulo XIV
Capítulo XV
Capítulo XVI
Capítulo XVII
Capítulo XVIII
Capítulo XIX
Capítulo XX
Capítulo XXI
Capítulo XXII
Capítulo XXIII
Capítulo XXIV
Capítulo XXV
Capítulo XXVI
Capítulo XXVII
Capítulo XXVIII
Capítulo XXIX
Capítulo XXX
Capítulo XXXI
Capítulo XXXII
Capítulo XXXIII
Capítulo XXXIV
Epílogo
Agradecimientos
Nuevo proyecto
Comunicado especial

Capítulo I

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By YotssannyOjeda

Adiós

Alexandra

Cuando tomas la decisión de unir tu vida para siempre con otra persona, sabes que viene con virtudes y defectos, nadie en el mundo es perfecto, así que todos somos conscientes a lo que nos enfrentamos al tomar una decisión tan importante.

En mi caso, amo sin medida a Bastian, desde que tengo uso de razón fue alguien importante en mi vida, y eso no va a cambiar nunca, aunque no conozco el futuro, en mis planes está envejecer a su lado y ser feliz hasta que estemos muy, pero muy viejitos.

Hace 3 años habíamos decidido unir nuestras vidas de forma legal, fue solo por hacerlo oficial, pero nuestras vidas ya estaban unidas para siempre desde que nos conocimos. Muchos creían en aquel entonces, que por conocernos desde pequeños nos íbamos aburrir de estar juntos, que trataríamos de buscar nuevos horizontes, pero la verdad es que ninguno de los dos podemos vivir sin el otro.

Bastián, es un hombre con virtudes maravillosas, él ante mis ojos es un ser maravilloso que siempre ha cuidado de mi, pero como tiene cosas positivas también tiene aspectos negativos, y el principal es su maldito trabajo.

La dedicación que le pone a lo que ama, es una de las cosas que más me ha enamorado de él. Cuando nos casamos éramos muy jóvenes, cosa que no ha cambiado mucho desde entonces seguimos siendolo, pero el punto es que él siempre me ha prometido darme una vida buena, quiere lo mejor para mí y por ello se esfuerza el triple en su trabajo, y no porque sea mi esposo voy a mentir diciendo que es el mejor en lo que se dedica, pero la verdad es esa, a él le encanta su trabajo, y eso lo hace el mejor en ello.

Y aunque siempre lo he apoyado, llega un momento dónde se sobrepasa el nivel de paciencia que puedas tener, para todo hay límites, hoy es 24 de diciembre y nuestras familias nos esperan para pasar tiempo juntos, como es tradición queremos recibir la noche buena unidos.

En teoría, en una hora ya debemos estar en casa de mis padres, yo ya tengo todo preparado, pero él no se ha movido de su escritorio en todo el día, y no sé ve señales de que pretenda hacerlo, es un comportamiento que ya es repetitivo, se está perdiendo de la vida mientras se consume en esa maldita computadora, entiendo lo que piensa, pero no estoy de acuerdo, se está alejando de todos.

Hace dos meses, fue el cumpleaños de su madre, el cual solo le regaló una llamada de dos minutos, dónde básicamente se excusó de estar muy ocupado para ir a verla, se que quiere ser el mejor y ser reconocido, pero ¿Vale tanto ese sueño como para hacerle daño a su familia?

Y aunque he tratado de no molestarme, debo ser sincera conmigo misma, estoy molesta, odio tener que decirle algo que él ya sabe, no veo porque recordarle que debe alistarse para ir con nuestras familia, no es como si los planes no estuvieran hechos desde hace mucho tiempo, él está consciente que hoy no debería tener ese aparato encendido, pero aún así está ahí, sentado sin despegar los ojos de la maldita pantalla, es como si, no existiera otra cosa más importante en el mundo.

¿Es normal sentirme celosa de una computadora? Obvio que no es normal, pero acá estoy yo, sintiendo celos de un aparato, que pasa más tiempo con la persona que amo que yo, que patético suena, y que patética me siento, solo de pensarlo. Hemos llegado al punto donde una máquina me hace sentir envidia, increíble.

Pero, lo que más me molesta de todo, es que no parece notar mi enfado, no parece notar el dolor que causa en su madre, cada que rechaza unas de sus llamadas porque está ocupado, él de verdad no se da cuenta que nos está alejando, y nosotros nos sentimos desesperados sin saber cómo traerlo de vuelta.

Es abrumante esas sensación de pérdida, es como si él estuviera sobre un gran barco en altamar y este poco a poco se aleja, y nosotros simplemente estamos nadando tratando de llegar a él, es imposible alcanzarlo, aunque el barco vaya en su ponencia más baja, siempre será más rápido que mis brazos.

Entonces es en ese momento dónde te pones a pensar, que debes hacer, de verdad no se como tratar un tema que llevará a una discusión, odio discutir con él y sentir esa opresión en el pecho que me lastima, pero años de experiencia a su lado me hacen saber que por más que no quiera que este tema llegue lejos lo hará.

Bastián es un hombre terco, y tiene la costumbre de creer que siempre está en lo correcto, no es hasta que la realidad le da una bofetada, que sabe y admite que está equivocado. Yo me he enamorado de este hombre conociendo como es, y él se enamoro de mi, consciente que no soy una mujer sumisa que se callara cuando algo no le parece, así que aunque no lo noté sabe que llegará un momento donde no aguantaré más y simplemente explotare de la peor manera, porque así soy.

Me gustaría no tener que llevar este tema a más allá que una simple conversación, donde él entienda que se está sobrepasando, pero como he dicho antes, lo conozco y lamentablemente la conversación pacífica donde traté de hacerle ver qué estaba mal ya la hemos tenido, y en más de una ocasión, y lamentablemente mi paciencia tiene un límite y por más que intente estirarla, para no enfadarme de más, ya es tarde para eso, ya estoy mucho más que molesta.

《 Maldita sea, hoy no es un día para discutir; tengo que calmarme 》

Pero es que joder, enserio entendí que no pudiese estar en el cumpleaños de su madre hace dos meses, incluso entendí que no estuviera en el mío, que fue unos días después del de su madre. También trate de justificarlo de nuevo ante su mamá, porqué no asistió a la celebración de aniversario de sus padres por trabajo, pero con toda franqueza me siento al borde, ya he llegado al límite. Él no parece comprender que nos está alejando a todo a costa de algo que sé que le importa, pero ¿Acaso nosotros no le importamos? Siempre han existido las prioridades, me gustaría creer que yo soy la de él.

Respiro profundo, y lo veo ahí sentado en su escritorio sin notar que llevo más de 10 minutos parada en la puerta de su oficina. Si, soy un maldito fantasma al parecer, definitivamente siento que mi temperamento está en aumento, pero me recuerdo a mi misma que no es el momento, para ser explosión como una bomba nuclear sobre él.

《 Tengo que respirar profundo, esto nos hace mal 》

Me recuerdo a mi misma, mientras toco mi vientre y suspiro, ha estado tan ocupado que ni siquiera he podido darle la noticia, parece que solo existo para hacerle la comida y para abrazarlo en cada noche al dormir. Siento como mis ojos se llenan de lágrimas, pero parpadeo, no es momento para llorar, se que son las estúpidas hormonas que me ponen más sentimental de lo normal.

- Bastián, ¡Vamos, es tarde!- finalmente habló, porqué definitivamente si espero que note mi presencia no lo hará, así que entro a su despacho con expresión molesta, y no estoy fingiendo esta vez, de verdad estoy realmente enfadada, me siento un maldito cero a la izquierda para él.

《Debo calmarme, no subas tu tono de voz, habla normal, tu puedes fingir 》es más fácil pensarlo, que hacerlo, joder es tan difícil no mostrar su estado de ánimo cuando simplemente sientes que este te consume.

Puedo apostar, que él quizás piensa que solo estoy fingiendo, porque a veces suelo hacerlo, para que él me consienta, y así pasar un rato agradable, pero ahora solo quiero agarrar su estúpida laptop y lanzarla por la ventana, se que estoy pensando como una histérica, pero mi nivel de molestia está en las nubes en este momento.

Y Dios, enserio no quiero sentirme así, no merezco estar tan enfadada y esto le hace daño a nuestro hijo pero cada siempre actitud de él me hace enfadarme cada vez más.

Hoy es un día que se supone que tenemos que pasar un buen momento con nuestras familias, dónde deberíamos estar creando recuerdos agradables, pero no, en vez de eso me siento como la mierda, y solo quiero sentarme a llorar desesperada porque siento que pierdo a mi esposo.

¿Cómo puedo cambiar esto? ¿Qué estoy haciendo mal?

Lo peor es que a veces siento que lo conozco incluso mejor que a mí misma, y sé que él no acabará acá con su comportamiento, sino que estará pegado al maldito celular toda la maldita noche. Y solo pensarlo me hace hervir la sangre, definitivamente hoy no será un buen día.

《 Respira maldita sea, no te hace bien enfadarte a este grado 》

Se que no debo dejar que estos sentimientos me dominen en estos momentos, porque le harían daño al bebé, pero ¿Cómo no enfadarme? Ni siquiera he podido contarle la noticia, porque cuando intenté contarle anoche solo me dijo que estaba muy cansado, que habláramos hoy, que necesitaba dormir, ¿Y que ha hecho hoy? Ignorame todo el santo día.

- ¡Voy! Ya casi termino chiquita-dijo sin ni siquiera levantar la mirada de la pantalla, cosa que hace que me sienta aún peor, quiero llorar y gritarle, y decirle cómo me siento, pero me controlo, si digo todo ahora no saldremos de acá y de verdad deseo ver a mi mamá hoy.

Siento que ya me he estado acostumbrado a los "Casi termino, falta poco, dame cinco minutos" los cuales se terminan convirtiendo en horas, pero hoy mi paciencia está en menos cien, o se mueve o llamo a un taxi y me voy sola, no pienso pasar un día que se supone es bonito mirándolo teclear y teclear.

- Te doy solo 5 minutos, o me voy sola Bastián, lo digo enserio no estoy para juegos hoy-mi tono de voz es agresivo y se que pudo notar mi enfado por fin, cosa que hace que las teclas dejarán de sonar.

¡Milagro! Ha ocurrido un maldito milagro, por fin parece notar que estoy frente a él, y no precisamente contenta, ¿Debo aplaudirle por su gran logro?

No espere una respuesta simplemente di media vuelta y empecé a caminar hacia la puerta, la verdad no me siento de ánimos como para voltearme y ver su expresión, pero puedo apostar que tiene el ceño fruncido y me ve sin entender qué carajos pasa, así que simplemente me dispongo a salir por donde entre son mirarlo, de verdad no logro entender como no siente claustrofobia estando encerrado siempre en una maldita oficina, si no es acá en la casa, es en el trabajo, ¡¿no le dolerán las nalgas de estar sentado todo el punto día?!

《 Vamos Alex, cuenta hasta tres cálmate, esto te puede subir la tensión 》 ya estoy en el punto de sarcasmo no es bueno, debo controlarme, aunque siento que en cualquier momento me echaré a llorar. ¡Estúpidas hormonas!

Deseo calmar mi temperamento, pero cuando llego al límite me es casi imposible poder calmarme, hasta que deje salir todo lo que siento. Soy algo así como una bomba de tiempo, voy acumulando todo y cada que me guardo algo se va reduciendo el tiempo, en este momento siento que he llegado a cero y estoy a segundos de explotar, pero no quiero discutir, nuestros padres nos esperan, no se merecen pasar un mal momento por nosotros.


- Alexandra, esto es importante dame aunque sea 20 minutos-Su voz se escucha ronca, como cuando está tratando de no molestarse por algo y traga sus palabras para no decir algo que sabe que empeorará la situación.

Lo escucho justo cuando estaba a punto de desaparecer por la puerta, escucharlo solo hace que mis mejillas se sonrojen de lo furiosa que estoy, ¡Importante! ¡Pues a mí me importa un mierda que sea importante! ¿Es que acaso yo no soy importante? ¿Y, sus padres?.

Solo le estamos pidiendo que por un día se olvide de su trabajo, pero nada, al parecer no puede regalarnos una noche para nosotros porque su trabajo es más importante, siento mis manos temblar y las malditas ganas de llorar en aumento, odio sentirme así, odio estar en esta situación.

《 No llores maldita sea, no muestres lo mucho que te duele》 respiro profundo y volteo para verlo a los ojos, se que nota que están aguados y por cómo me mira aún sigue tratando de descifrar qué está sucediendo, porque en su cabeza todo está bien, porque él parece vivir en un cuento de hadas que ni existe en este momentos.

- La verdad me importa una mierda si es importante o no-mi voz suena dolida pero no me importa de verdad siento un gran dolor en el pecho en este momento- Se que tu trabajo siempre es más importante que yo Bastián, pero por hoy te pido solo una maldita noche, tu mamá te extraña y yo necesito paz, si no estás bajo en 5 minutos me voy - trató de sonar lo más calmada que puedo pero sé qué percibe el nudo que tengo en la garganta, doy media vuelta y salgo de aquella oficina que me asfixia, dando un portazo tan fuerte como mi frustración.

Necesito calmarme así que me dirijo a la cocina por un vaso de agua, las manos me tiemblan y quiero solo echarme a llorar en mi cama, la vida en matrimonio no es fácil, es frustrante no saber cómo resolver las cosas y sentir que poco a poco tu vida se cae en un piso sin fondo y cada vez estás más hundida.

¿Por qué a la gente le gusta casarse? A si, porque piensan que el amor puede con todo, yo antes creía eso, pero justo ahora no se que pensar, me siento tan mal, quizás sea las hormonas que me hacen ver todo mucho peor de lo que realmente es, pero justo ahora solo me viene a la mente que quizás el amor no pueda con todo.

Juro que enserio entiendo lo importante que es para mi esposo cumplir sus metas, pero él debería entender que para mí es importante que él esté presente en mi vida, ahora siento que a lo mucho lo veo tres horas al día, y eso sí tengo suerte y no me quedo dormida esperándolo.

Quiero que sea el mismo de hace un año atrás, donde cada fin de semana pasábamos tiempo de calidad, o ir un día a la semana a cenar con sus padres o los míos, siento que eso fue hace mucho y puede que me esté ahogando en un vaso de agua, pero siento que lo estoy perdiendo, y me duele esta sensación es como un gran hueco en el pecho.

Me encantaría que por una vez él dejara de pensar solo en sus sueños y me preguntará cómo me siento al respecto, o cuáles son los míos. No recuerdo la última vez que tuvimos una conversación donde habláramos de lo que yo quería o me gustaría hacer. Ahora todo se basa en lo que desea.

Salgo de la cocina después de calmarme, el agua me ayudo, me siento más serena, aunque no mucho aún estoy molesta. Me dejó caer de forma pesada sobre el sillón de la sala para esperar los cinco minutos que le di, mi mente no deja de maquinar cosas que deseo decirle, pero se que cada una de ellas desatará una discusión, que de verdad no me siento preparada para tener hoy.

Sin darme cuenta bajo mis manos a mi vientre, ¿Que nos depara si esto sigue así? No deseo que mi hijo mendigue por atención, de verdad deseo no exagerar, pero si Bastian se comporta así, sin todavía haber obtenido el ascenso que le habían prometido cuando lo consiga ni siquiera sabremos de él por días, será como vivir sola.

Pudo jurar que tenía años sin molestarme tanto con él, no logró recordar la última vez que tuvimos una discusión realmente sentía, me encantaría que él entendiera y aceptara su error, pero es un hombre terco y si él cree que está haciendo lo correcto nadie lo sacará de esos pensamientos.

Ahora se que debe estar enfadado por lo que acabo de decirle, y solo espero que no tome una peor actitud de la que ya tiene, pero estoy pidiendo mucho.

Puedo escuchar las pisadas fuertes en la segunda planta, aunque sea eso me hace saber que se está arreglando y me causa cierta paz, su madre tiene más de 6 meses sin verlo, le prometí que lo haría ir hoy y al parecer lo voy a lograr, pero tuve que molestarme realmente para lograr que se levantara de esa silla ¿La próxima vez que tendré que hacer?

Me permito cerra los ojos minuto para respirar profundo y recordar que mi esposo también puede ser alguien dulce y cariñoso, que también siempre me ha cuidado y se que me adora, solo estamos pasando un mal momento, todo se va a solucionar yo sé que si, él es mi razón de sonreír y sé que para él soy lo más importante aunque ahora parece no ser así.

Las cosas cambiaron cuando su jefe le prometió ese ascenso, desde allí se enfrascó en el trabajo porque él debía ser el mejor para conseguirlo, y se que está consiguiendo ser el mejor, pero olvidandose del resto, porque lamentablemente párese que no hay una balanza, es blanco o negro. No puede haber un equilibrio para Bástian.

Joder el embarazo me pone más dramática de lo normal, de verdad extraño a mi esposo, el recuerdo de las incontables charlas hasta la madrugada sobre el futuro vuelven a mi, en ninguna de aquellas charlas creimos que estaríamos así. ¿Qué pasó con el cuento de hadas que queríamos hacer realidad?

Unos pasos fuertes bajando las escaleras me hacen salir de mi ensimismamiento, abro los ojos y lo veo descender por las escaleras, puedo ver en sus ojos que quiere decirme muchas cosas pero decide callar, no dice absolutamente nada simplemente sale de casa esperando que lo siga, cosa que hago.

Me encantaría tener el coraje para mandarlo a la mierda e irme en un taxi por su actitud de niño malcriado, pero no lo hago, tengo miedo de que todo se vuelva más gris y sombrío entre nosotros, así que también decido quedarme callada y solo seguirlo al automóvil, luego de tomar mi abrigo y el suyo. Me subo por el lado del copiloto, porque después de todo no se conducir, hasta para eso dependo de él.

Coloco mi cinturón de seguridad en un silencio incómodo, él hace lo mismo, para luego prender la calefacción, está haciendo mucho frío así es en esta época del año, no me extrañaría que empezará a nevar en cualquier momento.

Sin regalarme una mirada, él solo encendió el auto y activó el parabrisas ya que estaba empezando a nevar, parece que mis pensamientos han invocado a la nieve, pero decido mejor entretenerme viendo cómo caen los copos sobre la ventana, en vez de enfrascarse en el silencio incomodo dentro del auto, cosa que es común cada que tenemos alguna discusión.

《 Mamá sabrá darme un buen consejo, me duele estar así con él》- tengo fe de que mi madre sepa decirme y a base de sus palabra yo sepa que hacer.

(...)

Nunca me pensé que un viaje en auto se pudiera sentir tan largo a pesar de que la distancia no era tanta, pero así es, durante esos 20 minutos de viaje ninguno de los dos dijo ni una palabra, y creo que es lo mejor, me conozco y sé que si digo una palabra en este momento, vamos a empezar una discusión peor.

Veo la casa de mis padres y un suspiro sale de mis labios, por fin ya no estaré sola y no será tan incómodo, espero que estacione y sin esperarlo solo me bajo del auto colocándome mi chaqueta para soportar el frío.

Ese dicho de que los abrazos de mamá te reinician el alma es totalmente cierto, mi madre nos recibe con una gran sonrisa y un gran abrazo para cada uno, cosa que me hace olvidar cada uno de mis malestares. Se que al instante de vernos notó que algo no esta bien entre nosotros, pero de momento no dice nada, se que esperara a que esté sola para preguntarme qué sucede.

Cuando Bastian y yo decidimos mudarnos juntos hace ya cinco años habíamos creado una tradición en la familia, cada nochebuena la celebramos juntos pero nos vamos rotando por año el lugar anfitrión, el año pasado la cena se realizó en la casa de los padres de Bastián, este año les tocó a mis padres y el próximo nos tocará a nosotros.

Mi mamá nos hizo pasar a la sala, al llegar ahí noto a mi papá hablando con los padres de Bast de manera tranquila y relajada, pero siento como mi corazón se estruja un poquito al ver la cara de felicidad de la madre de mi esposo al verlo, puedo entender perfectamente cómo se debe sentir al tener tanto tiempo sin ver a la persona que más ama en el mundo, de hecho creo que solo yo puedo verlo porque vivimos juntos e incluso así me es difícil y siento que para pasar tiempo con él, debo anotarme en su agenda.

Cuando mi querido esposo esta molesto, le es casi imposible no mostrarlo en su expresión pero puedo ver cómo hace un pequeño sacrificio por su madre y le sonríe con cariño para luego abrazarla y darle un beso tierno en la frente, puedo jurar que la mujer está a punto de soltar un par de lágrimas pero en último minuto se controla y simplemente le devuelve el abrazo con amor, se puede notar que no desea desea soltarlo.

A pesar de todo agradezco que él simplemente intente aparentar que nada sucede y se siente con nuestros padres he intente integrarse en la conversación, se que en su mente debe estar pensando que está perdiendo un tiempo valioso que puede invertir en trabajo, pero está siendo bueno para disimular.

Todos hablan amenamente mientras mi madre termina de preparar la cena, así que decido dirigirme a la cocina y ayudar a mi madre con los últimos detalles.

Agradezco cada día al señor por haberme dado a la madre que tengo, ella desde siempre fue mi mejor amiga, mi confidente y consejera, los consejos de mi mamá simplemente siempre son los indicados, ella tiene más de treinta años con papá, admiro enormemente como ambos han logrado llevar su relación a flote a través de los años, es increíble cómo a pesar de todo el tiempo juntos ellos se vean con tanto amor como lo hacen, yo quiero algo así.

Por ello cada que tengo una discusion con Bastián busco sus consejos, y en este momento de verdad los necesito, mi esposo se está comportando como un idiota, yo solo quiero lanzar su laptop por una ventana y quemar su celular, obviamente mis pensamientos no son sanos pero confío que ella me aclarara el panorama.

Pero siento dudas de preguntarle qué hacer justamente hoy, dónde no deberíamos pensar en nada más que tener una linda cena y obviamente no quiero abrumar a mi madre con cosas que después podemos tratar, aunque yo sienta que me estoy ahogando no es justo angustiarla en nochebuena, así que me decido por no decir nada y trato de centrarme en ayudarla con la ensalada, pero como toda madre ella desde hace mucho noto que algo no anda bien, a veces mi cara puede hablar por sí sola, es un defecto que suelo tener no puedo ocultar mi estado de ánimo.

- ¿El problema con Bastián sigue? - Ya le había contado a mi madre sobre la actitud que ha tomado mi esposo y dejado muy en claro, que no me gusta para nada, se lo conté hace algunos meses, cuando todo esto apenas se hacía más notorio y no era un problema tan grande como ahora, fue ella precisamente la que me aconsejó que hablara con él y le hiciera entender lo que me molestaba, para que así el cambiase un poco esa costumbre.

Y yo lo había hecho pero no sirvió para nada, todo sigue igual y peor, tengo miedo de que ahora no sepa que aconsejarme, de verdad tengo miedo de que mi matrimonio se vaya a la mierda por esto.

- Si - suspiro y miro a mi madre quiero hacer un puchero y que ella venga a abrazarme pero me contento ya no soy una niña y esto es parte de ser una adulta - Tuve que prácticamente obligarlo a venir, está haciendo algo "muy importante" para su trabajo - vuelvo a suspiró mientras no levantó la vista de los vegetales que estoy cortando.

¿Debería contarle a mi madre sobre el embarazo? Yo quería que Bastián fuera el primera en saberlo, pero ahora realmente quiero un abrazo de mi madre.

- Sé que quizás pienses que ya no puedes más hija, pero recuerda todo esos momentos lindos que has tenido con él, esto es solo una etapa que ambos tiene que saber sobrellevar, verás que pronto todo estará bien - Y yo de verdad espero que sea así, de verdad deseo levantarme mañana y en vez de descubrir la cama vacía porque se fue a trabajar, lo encuentre a mi lado abrazándome.

- Es que mamá - dejó de cortar y la miro - Siento que lo he intentado todo, hable con él más de una vez, ya no sé qué hacer - mis ojos se llenan de lágrimas, ella deja lo que está haciendo y viene hacia a mi a abrazarme de verdad lo agradezco.

- Bebé, él no puede ser tan tonto para no notarlo, conozco a Bastián como a un hijo se que se va a dar cuenta y se va a disculpar - Me dice mientras me acaricia el cabello, tratando de consolarme y yo solo trato de tomar aire para no llorar de verdad o él lo va a notar.

- Ayer fui al médico, cuando él estaba en el trabajo, me he estado sintiendo mal - mi mamá me mira preocupada y puedo adivinar que se está imaginando lo peor - No estoy enferma realmente - Digo mientras me alejo un poco de su abrazo y la miro a los ojos, de verdad quería que Bastian lo supiera pero de verdad deseo que mi madre se alegre por mí, ya que él ni quiso oírme.

- ¿Entonces, qué tienes? - por sus ojos creo que se hace a una idea de lo que voy a decirle, pero aún así lo quiere escuchar de mis labios.

- Estoy embarazada mamá - una lágrima se me escapa he intento rápidamente limpiarla - Y estoy tan feliz, pero intenté contárselo a noche y él solo llegó de mal humor y me dijo que habláramos hoy que estaba muy cansado y hoy solo ha estado pegado a la estúpida computadora, ni esto he podido contarle mamá - su abrazo no se hace esperar, siento como me estrecha entre sus brazos y me besa la frente.

- Dios voy a hacer abuela - ríe un poco mientras me hace verla a los ojos - se que ahora sientes que todo te cae encima pero debes hablar con él de verdad de forma seria, y puede que lleve a discusión pero después de la tormenta viene la calma y sé que él estará muy feliz por esta notícia.

Asiento y limpio mis ojos con las manga de mis suéter espero que no se note que he llorado, pero con lo distraído que está Bast ni lo notará.

- Si, de mañana no puede pasar está conversación. - me digo más para mí misma que para mi madre, ella solo asiente y me sonríe, se que está emocionada por la noticia y me gusta que alguien más lo sepa y esté feliz como yo, ella entendió que no puede decir nada aún sobre esto porque no le he contado a Bastián.

Me siento mejor al hablar con ella es como si no viese todo gris, y se que todo se soluciona hablando, decido dejar mis preocupaciones atrás y entre las dos terminamos la cena.

Entre charlas y consejos, mi mamá me hace entender que no hay mal que dure mil años, así que esto acabaría pronto y todo volverá a la normalidad, solo deseo que le den el dichoso ascenso de una buena vez, y que todo se calme, aunque me entran la dudas de que quizás aún así las cosas no cambien, no quiero enfrascarme en pensamientos negativos, así que descarto esa idea por el momento.

Una vez terminamos de acomodar la mesa, voy y llamo a todos para cenar y como es de esperar él se encuentra en una parte alejada hablando por teléfono de manera acalorada, trato de respirar profundo, aunque la paz que sentía hace un segundo por hablar con mi madre ha desaparecido, no es momento para montar una estúpida escena, así que simplemente me acercó para informarle lo que les he dicho a todos.

- La cena está lista - Habló en tono firme tratando de ocultar mi enfado aunque sé, que se me nota a tres etarias, pero a su vez trato que nadie más lo noté, solo él.

- Voy en un minuto - Me contesta sin siquiera prestarme realmente atención, haciendo que me sienta un poco más miserable de lo que me he sentido en toda la noche. Wow no creí que eso fuera posible pero él ha desbloqueado un nuevo nivel para mí.

- Como quieras - Simplemente me aleje de ahí antes de que las cosas terminen realmente mal, y le arranque el maldito teléfono y lo estrelle en el piso, él hace que todas mis inseguridades surjan y a veces incluso pienso que no es solo trabajo.

Me siento en mí puesto, todos están ya en sus lugares, y solo lo esperamos a él, sé que no soy la única a la que le molesta la situación, pero nadie dice comentario alguno, simplemente se centran en hablar de cualquier tema, y tratan de incluirme para distraerme, todos en esta mesa conocen mis expresiones al sentirme lastimada y quieren hacer esta experiencia más ligera para mí.

Después de casi diez minutos el asiento a mi lado es removido y ni siquiera me digno a mirarlo, de hecho nadie lo hace simplemente empezamos con la cena y seguimos hablando entre nosotros, sé que está ahí con la mirando la pantalla de su teléfono, y enserio a veces pienso que no solo es trabajo, que puede ser otra persona, y solo el pensamiento de ello me causa un dolor tan grande, pero automáticamente me saco esa idea de la cabeza, porque sé que él no sería capaz de hacerme algo así ¿Verdad?

La cena transcurrió en pequeñas charlas y halagos para mi madre por la deliciosa comida, ni un solo momento voltee a mirarlo, trate de parecer casual, de no demostrar mi enfado y de pasar un agradable momento con nuestras familia, si él prefiere tener toda su atención en la pantalla de su celular ya es cosa de él, me cansé de intentar que se comporte.

Al finalizar la cena nos dirigimos nuevamente a la sala del lugar, para tomar unas cuantas copas de vino, obviamente yo preferí solo un poco de jugo que mi mamá prepara para mí de forma rápida, y él ni siquiera notó ese detalle.

Pasaron unos minutos, mientras hablábamos de cualquier cosa y por un segundo hasta me olvidé de él y del hecho de que estaba en una esquina de la habitación nuevamente hablando por teléfono, al parecer mientras comíamos la tormenta de nieve ha empeorado desde que llegamos, haciendo que las ventanas se llenen completamente de blanco, es un lindo paisaje.

- Debemos volver a casa - La voz de Bastián me hace sobresaltar y me saca de mis pensamiento, mientras observo por la ventana, tardado mucho la verdad, era algo que llevó esperando desde hace rato que diga.

- Deberían quedarse la tormenta está muy fuerte, puede ser peligroso - mi madre aparece tras de nosotros con expresión preocupada se que siempre le ha dado pánico que manejemos bajo la nieve pero nada hará que cambie de parecer.

- No podemos, Alexandra debe estar cansada y yo tengo que terminar un trabajo - Mi madre solo hace una mueca de asentimiento, finalmente nos despedimos de todo y aunque mi mamá volvió a intentar conversarlo de quedarnos él dió nuevamente la misma escusa y no me quedó más remedio que seguirlo al automóvil, el cual está completamente blanco.

Después de limpiar un poco el parabrisas, subimos al auto y el viaje incómodo comienza de nuevo, quizás es algo inmaduro que no diga nada y que trate de ignorar ese malestar en la boca del estómago pero está conduciendo y no es el mejor momento para empezar una discusión, al parecer nunca encontraré el momento adecuado.

El teléfono de Bastián empieza a sonar desde el bolsillo de sus pantalones, él como puede hace malabares hasta que logra sacarlo, pero antes que conteste se lo quitó de las manos, es increíble que hasta manejando piense contestar ese maldito aparato, estoy harta de esta situación, de su jodida actitud, joder esta nevando nos podemos matar.

- Concéntrate en la carretera, está nevando mucho y puede ser peligroso - Sé que me está mirando de mala manera por el rabillo del ojo, pero esa es la verdad, la tormenta está muy fuerte y tiene que centrarse en ella o nos mataremos, es que no veo por qué debería recordarle algo obvio.

- Esa llamada es importante Alex - Dice entre dientes, sé que está intentando contener su molestia, y como ya he dicho antes me vale mierda si es importante, para mí nuestras vidas son más importantes, así que no le daré el maldito teléfono.

- Cada que suena este aparato es importante para ti Bastián, cuando lleguemos a casa devuelves la llamada y listo, solo son 20 malditos minutos, puedes esperar - Respondo de forma rápida mientras intento no gritar, definitivamente con esa respuesta no es la mejor manera de evitar una discusión pero es que no me pude controlar, no podemos discutir en este momento, tengo que calmarme.

- ¡No empieces carajo! ya madura Alexandra sabes que esto es importante para ambos, pronto ascenderé y tendremos más dinero, quizás hasta un nuevo apartamento - habla casi a gritos haciendo que me sobresalte, trato de quedarme callada de verdad trato, pero joder no puedo necesito decir todo lo que me ha molestado por meses, y ahí es cuando explotó, ya ni aguanto más.

- ¿De qué sirve el maldito dinero? Sí, nunca estas ¿De qué sirve un nuevo apartamento? si apenas te veo joder - Mis ojos ya están nublados de lágrimas siempre he sido así a la primera ya estoy llorando, y ahora con las malditas hormonas es mucho peor, y acá estoy como una idiota demostrándole todo lo que me afecta.

- ¡Tu qué carajo vas a saber Alex, si lo único que tienes que hacer es limpiar la maldita casa! - Aquellas palabras han dado un golpe duro en mí, si bien no trabajo es porque él mismo me lo pidió, yo también tengo una carrera que pudiese ejercer pero por complacerlo simplemente no lo hice, sé que me está mirando así que con rabia le devuelvo la mirada, no puedo creer que haya dicho eso.

- Sabes que, vete a la mierda Bastián - Las palabras salen entre dientes porque la molestia es tal, que el nudo en mi garganta se ha intensificado, cuando sus labios se abren dispuestos a responder, el sonido de una corneta de auto y una luz cegadora nos interrumpe.

Es el peor sonido que alguna vez he escuchado en mi vida, y automático entró en pánico, debí quedarme callada.

Todo pasa en cámara rápida ante mis ojos, mi vida entera en segundo, y a su vez todo lo que pasa ante mis ojos, trato de cubrir mi abdomen, pero un fuerte dolor en la cabeza me ataca, puedo escuchar un fuerte grito, que a los segundos descubrí que proviene de mi, nuestro auto había colisionado con el otro y ahora estaba dando vueltas por el pavimentos.

Puedo sentir como poco a poco voy perdiendo el conocimiento y no quiero tengo miedo de no despertar de nuevo, pero finalmente todo se vuelve negro, y aunque parezca increíble mi último pensamiento es para Bastián, ¿Está bien?

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Miel, Venezuela 15 /02/17
Editado 16/01/21

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