¿Qué daba más miedo que una mujer esperándolo con mirada asesina, trasmitiéndole desde la lejanía lo que quería decirte? Para Tiago en ese momento: nada. Tamara iba a gritarle o a agredirlo físicamente. No solo por haberla dejado plantada el día anterior, sino porque sabía lo que había hecho en la noche y por qué había faltado a clases de nuevo ese día.
—Antes de que me insultes. —La detuvo poniéndole un dedo en los labios—. Tengo algo para ti, como te lo prometí. —Le sonrió enigmáticamente, la tomó de la mano y se la llevó a tomar un bus.
Se le hacía tarde y Steve estaba impaciente, podía sospecharlo por los trece mensajes que le había enviado.
Se negó a decirle qué sucedía o cual era su sorpresa hasta llegar al restaurante. Desde la ventana vio al joven actor esperando impaciente en la puerta, observando su teléfono.
—Te conseguí una cita y a un amigo muy guapo a quien sí puedes besar.
Al bajar, Tamara no se lo podía creer. Pasó la mirada manteniendo la boca abierta del actor a su amigo.
— ¿Él es tu amigo?
—Sí, Tamara, él es Steve; Steve ella es Tamara tu cita a ciegas de hoy. Pásenla bonito —se despidió de ellos dejándolos solos, a partir de ese momento ya todo dependía de Steve.
—No puedes dejarme —Tamara le dio alcance—. No lo conozco y tengo que recoger a mis hermanos.
—La idea de una cita a ciegas es estar con alguien que no conoces, precisamente para conocerlo. Y de tus hermanos yo me encargo, los recojo y me los llevo, luego los regreso a tu casa en la noche.
— ¿En la noche? —se sorprendió.
—Sí es una cita de dos partes. Steve te explicará. —La dejó sin darle más explicaciones.
Tamara volteó lentamente hacia el otro chico, con nervios y algo asustada. Pero consideró que una tarde libre de sus hermanos para estar con un muy atractivo (y famoso) chico, valía la pena.
Sin decirle nada, también algo nervioso, Steve le abrió la puerta y le alejó una silla. La chica sonreía de contenta. Nunca un chico había sido tan caballeroso con ella, aunque en realidad nunca había salido con uno.
Después de mantenerse en silencio sin saber qué decir ella le soltó una pregunta de pronto.
— ¿Qué no se supone que eres novio de Sophie?
Steve abrió los ojos de impresión, no estaba seguro de qué responderle.
—Es que, es complicado.
— ¿Complicado como que no tienen nada y Sophie está con Ian?, ¿o complicado como que tienen una relación abierta?
— ¿Con Ian? —solo eso le interesó.
Tamara esquivó la mirada y llamó a la camarera para hacer su orden, esperando desviar la atención. Pensó que a lo mejor Sophie engañaba a Steve y ella había metido la pata, hasta el fondo. Después de pedir unas bebidas y algo de comer, Steve volvió a interrogarla.
— ¿Me decías sobre Ian? —preguntó y a la chica le dio la ligera impresión de verle un tic nervioso en el ojo.
—Bueno... ¿por qué aceptaste salir conmigo? ¿La estas engañando? —hábilmente le volteó la tortilla.
— ¡No! —Se calló de pronto tras responder ¿Cómo podía explicar lo que pasaba?—. Mira no soy bueno mintiendo, ni soy bueno con estas cosas y no sé qué te habrá dicho Tiago, pero no quiero que te hagas a la idea equivocada o te ilusiones. Sophie y yo terminamos, por culpa de Ian. Pero se supone que Sophie tampoco está con él ahora y Tiago me está ayudando a recuperarla.
— ¿Y la recuperas saliendo con una chica que ni conoces?
—Sí, es estúpido y lo siento. Tiago cree que si pongo a Sophie celosa vendrá marcar territorio o algo así.
Tamara entendió de inmediato, había visto demasiadas telenovelas con su madre para entender el alocado plan de Tiago, y le pareció de pronto muy divertido participar, no solo ayudaba a su mejor amigo con su plan, sino que aprovecharía de salir con una estrella de televisión y conseguir su tan ansiado primer beso.
Como habían perdido un día de filmación, deberían permanecer más horas en el set para recuperar el tiempo perdido. Sophie tuvo que faltar a los últimos periodos de clases y tras filmar la primera parte de la tarde, los artistas tendrían un receso para ir a cenar antes de continuar.
Sophie esperaba irse a comer sola con Steve pero se sorprendió cuando el resto de chicos del elenco lo llamaron como si fueran amigos de toda la vida y salieron juntos. Pensando que la dejaría sola, se quedó rezagada, hasta que Steve volvió por ella, preguntándole extraño por qué se quedaba.
—No creo que ellos me quieran cerca. Ve con ellos, yo me arreglo sola —dijo un poco ofendida.
—Créeme que ellos quieren que vengas con nosotros. Vamos, siempre nos hacemos a un lado y no hay sentido, hacer el programa será más llevadero si somos todos amigos.
Como siempre Steve la convenció. Estaba un poco nerviosa y desconfiada, pero de verdad sus compañeros parecían contentos de ir a cenar con ella, excepto Sherry, quien estaba tan desconcertada como ella con la invitación y tener a Sophie invadiendo a su grupo de amigos no le agradaba.
Ambas se ignoraron mientras entraban al restaurante de siempre y se sentaban en una mesa reservada. Candela, Leonardo y Mariana la miraban como a un espécimen raro de museo, ansiosos por saber si todo lo bueno sobre ella que Steve les había contado era verdad.
De repente y como habían ensayado a medio día, Tamara entró al lugar, directo a sentarse junto a Steve a y darle un beso en la mejilla. El chico le sonrió de vuelta y la presentó a todos.
— ¿Qué haces aquí? —el rostro de incredulidad de Sophie era único.
—Como ayer Steve y yo no pudimos vernos, me llamó para que cenemos juntos. Claro, si a todos ustedes no les importa —se dirigió cordialmente al resto.
Adivinando lo que Sophie pensaba, Steve se adelantó a responderle.
—Tranquila, todos ya saben que tú y yo no seguimos siendo novios y Tamara y yo estamos saliendo desde hace algunos días —mintió, pero lo hizo pensando en que representaba una escena de la serie así que le salió natural. Observando el cambio de gesto de Sophie que demostraba que comenzaba a enfadarse le dijo: —¿No te importa verdad? es decir, no te molesta que yo...
—Para nada —lo cortó, tajante, apretando los dientes, intentando ocultar su enojo—. No puedo impedirte salir con otras personas, porque solo somos amigos.
Todos permanecieron en silencio, pero la tensión se cortaba con un cuchillo y era demasiado obvio que a Sophie sí le molestaba. Steve se sorprendió, ese plan que le parecía tan absurdo en un principio estaba resultando.
Era fácil ignorar a Sherry, la chica no decía nada, se limitaba a comer en silencio, pero Tamara era una de esas personas que no pasaba desapercibida. Aunque Sophie seguía siendo el centro de atención, Tamara conversaba con todos y se hacía notar. Algo en el interior de Sophie le decía que debía odiarla, pero le era imposible, era demasiado simpática y graciosa para detestarla.
—Ya en serio, ¿por qué tú y Sherry se odian? —En medio de las risas y la conversación tan amena, Leonardo preguntó lo que él y sus amigos querían saber, tomando a Sophie y a Sherry por sorpresa.
—Porque usó sus influencias para quitarme el protagónico, sin merecerlo. —Por primera vez en la noche Sherry habló, casi en murmullos, sorbiendo de su jugo sin dirigirles la mirada.
Sophie entrecerró los ojos y les explicó la verdad, sus compañeros del programa le estaban cayendo demasiado bien y se daba cuenta que Sherry les había contado muchas mentiras sobre ella.
— Sí le quité el protagónico, pero no usé ninguna influencia, solo el karma. ¿Les contó cómo me hizo descalificar en el concurso de bandas de la KTV hace dos años? Abandonó a la banda donde tocaba antes por irse con otra. Yo tomé su lugar para el concurso y ganamos, justamente, pero Sherry les dijo a los jueces que yo tenía quince años, cuando en la convocatoria decía que todos los participantes debían tener dieciséis. Solo por eso nos quitaron el premio. Pero el productor de la KTV me vio cantar y después de la función me ofreció participar en un casting para nuestro programa. Adicioné, le gustó y me dio el papel —terminó de hablar mirando de brazos cruzados a la otra chica, esperando ver cómo se defendía.
—Genial ¿y tú como conseguiste el papel? —Tamara notó que el ambiente se ponía tenso de nuevo y un sexto sentido adquirido gracias a su escuela le indicaba que en cualquier momento empezaría una discusión desagradable entre las dos actrices, así que rodeó a Steve con un brazo y le realizó la pregunta acariciándole el mentón.
De un momento al otro la protagonista del programa se enojó de nuevo y se levantó para ir al baño. Ver a Steve en esa situación con otra chica le molestaba.
—Yo te acompaño. —Tamara se levantó de su asiento—. ¿Las chicas nos acompañamos al baño no? —le preguntó colgándose de su brazo.
Sophie no se lo podía creer. Era de Tamara de quien quería alejarse y ella se le pegaba como una garrapata. Rechinado los dientes caminó apresurada al cuarto de baño hasta que de reojo le pareció ver a alguien conocido. Se detuvo, retrocedió dos pasos y se tapó la boca para no gritar.
— ¡Ocúltate! —le susurró a Tamara y la jaló para ocultarse tras el mantel de una mesa.
— ¿Qué pasa?
Sophie salió de su escondite, asomando la cabeza para comprobar de nuevo lo que veía. En una mesa del fondo donde la luz era un poco más tenue, estaban Alan y Camila, compartiendo más que solo una comida. Enredaban los dedos y se besaban tan apasionadamente que no se explicaba cómo no los sacaban del local.
— ¿Ese no es Alan? —Tamara se asomó a ver también.
— ¡Sí lo es! ¿Puedes creerlo?
— ¿Que se bese así de escandalosamente en un lugar público? ¿O la rubia supermodelo con la que está?
— ¡No eso! Es con quién está, ¡es Camila!
— ¿Y ella es...?
—Su ex novia. ¿Cómo es posible? ¿Qué están dementes? —Hizo otro esfuerzo sobre humano por no gritar o ir a pedirles explicaciones.
—Pues se nota que volvió con la ex ¿Qué tiene?
— ¿Qué tiene? ¿Sabes qué tiene? Que Camila está casada, y no con Alan.
El rostro de Tamara se iluminó, ese día se estaba poniendo muy bueno, primero conseguía una cita con un famoso actor de televisión, luego jugaba con él a darle celos a la otra chica y ahora se enteraba de una relación escandalosa y prohibida. No podía esperar para llegar a su casa y contarle todo eso a su mamá.
Sophie la obligó a regresar ocultándose tras las mesas, incluso poniendo cuerpo a tierra y a arrastrase para no ser vistas, si es que en algún momento esos dos decidían soltarse.
Sin darles muchas explicaciones, le dijo al resto que regresaba al estudio, no quería encontrarse con Alan o Camila. Estaba algo trastornada y sin saber qué hacer ¿les decía que los había descubierto? ¿Lo mantenía en secreto? En ese momento los odiaba, la ponían en un percance.
No dejaba de pensar en eso y se equivocaba con los diálogos, el director ya estaba harto, el resto del elenco también, era casi la una de la mañana y no habían acabado ni con la mitad del episodio.
Cansados, decidieron dar a todos un receso para ir a dormir ya que continuarían a la mañana siguiente.
Sophie salía dispuesta a tomar la camioneta de la productora para que el chofer la llevara a casa, cuando Steve la interceptó ofreciéndose a llevarla.
—No te preocupes, tal vez a Tamara le moleste que andes tanto conmigo —respondió, olvidando por un momento a Alan y a Camila, recordando que Steve supuestamente salía con la amiga de su hermano.
—Créeme que no va a molestarle. —Sonrió y le abrió caballerosamente la puerta de su auto.
—Espero que mañana no filmemos hasta tan tarde comentó, apoyándose contra el vidrio del auto, bastante cansada.
—No creo, estamos bien en fechas, solo fue un retraso de un día.
—Sí, un día desperdiciado —dijo, pero para ella no había sido un desperdicio en absoluto. Miró de soslayo a Steve y se sintió culpable. Ella se enfadaba con él por salir con Tamara cuando el día anterior casi había pasado de todo entre ella e Ian.
Se hizo el silencio, no conversaban fluidamente como siempre, Sophie se notaba entre molesta y preocupada, y con suerte se debía a su supuesta cita con Tamara. No quería llegar más lejos con esa mentira, sino aprovechar lo bueno hasta ese momento. Olvidó todo el plan de Tiago y lo que había pensado con su cita falsa.
— Te molesta que salga con otras chicas ¿verdad? —le preguntó captando su interés.
—No, claro que no, ya terminamos y no puedo prohibirte salir con otras personas.
—Eso no significa que va a dejar de molestarte, y está bien, sabes que a mí tampoco me agrada que estés tanto con Ian o con otros chicos. No puedo evitarlo ni pienso hacerlo, pero igual no me gusta.
Sophie sonrió, le gustabe que Steve fuera tan sincero, a diferencia de ella que no podía poner en orden sus sentimientos y prefería tragarse la bilis.
—Bueno, sí me molestó un poco —confesó.
—Entonces eso significa que todavía te importo, al menos lo suficiente para que estés celosa. Y a verdad estoy seguro de que esto es cosa de tiempo, una vez que pongas en orden tu vida tras el regreso de Ian, pensarás mejor las cosas y volveremos a estar juntos, mientras tanto dejaré de salir con Tamara, o cualquier otra chica —determinó, tranquilo y amable como siempre.
Sophie tuvo el inmenso deseo de hacerlo parar el auto, salir y lanzarse bajo las ruedas de un tráiler. Steve era demasiado encantador y dispuesto a dejarlo todo por ella. ¿Por qué no podía ser así? Ella no podía prometer lo mismo, solo un día antes había estado con otro chico y no había considerado los sentimientos de Steve.
— ¿Por qué tienes que ser tan bueno y perfecto?
El auto fue deteniendo su velocidad hasta detenerse frente a la casa de Sophie.
—Llegamos
—Llegamos... —repitió ella, nerviosa.
Steve se acercó a ella, para darle un beso en la mejilla a modo de despedida, pero no pudo alejarse, permaneciendo a la distancia justa para hacerle cosquilla con su respiración.
— ¿Puedo besarte? — le preguntó en el oído, con un tierno susurro que le erizó la piel. Todo su sistema se detuvo, apenas pudo asentir con la cabeza y él no esperó otra señal.
Saboreó sus labios lentamente, con mucha ternura, aprovechando cada segundo. No fue un beso demasiado largo, sí muy intenso, dejándole con ganas de continuar.
—Buenas noches—se despidió con un tono bajo de voz.
—Buenas noches —respondió con dificultad, sintiéndose paralizada.
Bajó del auto y él no partió hasta que Sophie entró.
Todavía sentía a su corazón acelerado cuando entró a la habitación de sus padres. Nicolás había viajado en la mañana y Thaly parecía muy cansada, eso la desanimó a hablar con ella, en voz baja le avisó que había llegado y se retiró.
Estaba muy confundida y al mismo tiempo se sentía la peor persona del mundo. El día anterior se besaba con Ian y acaba de besarse con Steve. Lo que hacía estaba mal, muy mal, pero no podía evitarlo. Ambos eran una adicción, dos drogas peligrosas que luchan por el control.
Ja! creyeron que el título iba por Tiago? pues no! clickbait! XD
bueno, ya saben en que anda Alan y posiblemente Sophie tenga una nueva amiga.
nos vemos mañana
Un besote!!!