"Sayrva nació con la primera estrella. Su calor derritió el hielo de un cometa y, entre tierra y vapor, salió hermosa y desnuda, cubierta tan solo por escarcha y motas de brillante oro. Lo primero que vio fue la luz, lo primero que sintió fue el abrazo de su madre. Así, se convirtió en la diosa del amor y la esperanza.
Baran, su hermano, nació poco después del mismo cometa, cuando este fue atraído por la primera estrella y pereció entre las llamas. Cuando Baran despertó, el fuego quemaba la piel y nadie sabía de su existencia. Gritó con todas sus fuerzas. Una honda de energía surgió de su pecho y dividió la estrella en dos. Envió meteoritos y cometas lejos con su fuerza, que chocaron entre ellos y se rompieron por el espacio. Así fue como sus padres lo encontraron. Así fue como el dios de la guerra surgió."
* * *
"Los dioses se reunieron en lo alto de las nubes, sobre mares y tierras fértiles. Entonces, llegó aquel ser extraño, Ramash. Nadie sabía de quién era hija, nadie sabía de dónde había salido. Apareció de entre una humareda de cenizas, con una sonrisa en el rostro y fuego en la mirada. Saltó alto y se sentó en una columna, por encima de los demás. Contempló a los seres a sus pies con diversión, luego, bajó la vista hacia el planeta y sonrió todavía más.
Miles de criaturas correteaban por él a medida que montañas, ríos y bosques se creaban. —¿Es esta vuestra creación? —les preguntó—. No parece especialmente interesante. Sin embargo, yo podría cambiar eso, si me dierais una oportunidad."
Extractos de "Cuentos de todos los Dioses" de Errol el bardo.