-Naruto.. - lo llamó tímidamente HInata.
-Sí, Hinata? - el rubio contestó, pero sin abrir los ojos
-¿Por qué no me miras? - la de ojos perlas pensaba que quizás él solo se dejó llevar por un impulso y no sintió nada en esos besos, pero la sorpresa fue grande cuando escuchó la respuesta de Naruto.
-No quiero abrir los ojos, y que todo solo haya sido un sueño y tu no estes conmigo - Hinata se ruborizó a más no poder, eso era lo más tierno que ella había escuchado jamás.
-Naruto, abre los ojos, estoy aquí contigo y te aseguro que no me iré.
Naruto poco a poco abrió sus ojos, eran más brillantes que de costumbre. Naruto al verla aun encima suyo, la apretó más contra su cuerpo. La tenia, y no quería perderla. Su felicidad rebosaba lo ordinario. Ella así tan sonrojada, blanca, ese cabello tan largo y azulado, con esos ojos perlas, parecía un ángel. NO, ella ya era su ángel. Ella le sonrió tímidamente, ahora que lo había mirado a los ojos no sabía qué decir. Hinata con mucha delicadeza, lo abrazo. Ella lo necesitaba, lo quería con ella, y lo quería solo para ella. Naruto le dió un último beso, pero este fue suave, él quería expresarle todo lo que sentía por ella en ese beso. Ella le correspondió, y de alguna manera lo sintió, él la quería, igual que ella a él. Se separaron y ella se acurruco en su pecho. El unico inconveniente, las dudas comenzaron a salir a flote. ¿Ambos sentirian lo mismo? o ¿Solo se habían dejado llevar por el momento?
¿Que diablos pasaría ahora?