---Hiroki----
Me siento tan emocionado por este viaje.
Transilvania es uno de los lugares que más he querido visitar.
Por su cultura, costumbres y tradiciones.
Realmente me siento cautivado.
Hace un par de meses termine mi carrera de Literatura, graduándome con los mejores honores.
Siempre me ha gustado ser muy aplicado.
Tengo 25 años.
-Hiroki, ¿me das un dulce por favor?
-Siempre con tus antojos Ishi.
-Lo siento, se me olvidaron los míos.
-Sino fuera porque eres hombre pensaría que estás embarazado.
-C-Cállate. –se sonrojo.
-Jejeje, me encanta molestarte.
Viajo con mi primo Shizuku Ishi, es un chico de 20 años, termino su carrera de Literatura hace un mes.
A él también le encanta viajar.
Por eso siempre estamos juntos.
Lo aprecio tanto.
Es de las pocas personas que quiero.
Digamos que soy alguien frío y serio.
Son contadas las personas que realmente aprecio.
-¿Apagaste tu celular? –pregunto.
-Ya ¿y tú?
-También.
-Ah, -suspiro- ya pronto llegaremos.
-Estamos a unos minutos. –revise la dirección.
-¿Dónde nos quedaremos?
-¿Quieres saberlo? –sonreí.
-Sí.
-Pues nos quedaremos en el castillo.
-¿QUÉ? –se sorprendió.
-Digamos que ese tío pago una estancia para dos, y ahí nos quedaremos.
-Que cool.
-Sí. –sonreí.
-Hiro-chan.
-¿Huh?
-No me digas que tú crees en lo que cuentan.
-¿Qué cosa?
-Por favor Hiroki, "Transilvania" ¿vampiros? ¿Conde Drácula?
-jejeje, claro que no.
-¿Ni un poquito?
-Ishi, los vampiros no existen.
-...
-No me digas ¿Qué tú sí?
-Tal vez. –murmuro.
-Sí que eres un niño.
-N-no es verdad.
-Hai, hai, lo que digas pequeño.
-Baka.
Tome mi libro y lo guarde.
Pude ver como mi primo leía una carta y me recargue en su hombro.
-¿Es de Akihiko?
-N-No. –se sonrojo.
-Sí claro.
-Ah, -suspiro- me escribió un par de cartas y me dijo que la leyera cada que lo extrañara.
-Qué lindo.
-...
-Y bien, ¿Cuándo aceptaras su propuesta? –lo mire.
-¿Cómo? –se sorprendió.
-Akihiko me ha comentado que te pidió que te casaras con él.
-Eso...
-¿Por qué no has aceptado?
-E-Es que...
-¿Qué ocurre?
-Hiro-chan, siento que yo no soy lo suficiente para él.
-Por favor, llevan 2 años de relación y él te ama como un loco.
-Lo sé pero...
-¿Lo amas?
-Mucho.
-Entonces no dudes de Akihiko, incluso dijo que nos alcanzaría después, por lo de la firma de libros.
-No sé.
-Aunque aún tienes mucho tiempo.
-Tal vez lo acepte cuando nos alcance.
-Eso mismo. –revolví su cabello.
-¿Y Kaoru?
-Él se quedó enfrente de su empresa, también vendrá después.
-Que bien, él te ama mucho.
-S-Sí.
-Bueno 5 años juntos, pues mira que te soporta.
-Tonto.
-Jejeje.
El avión va descendiendo.
Por fin llegamos.
Algo me dice que este será el mejor de los viajes.
---Nowaki---
Me levanto de la cama y camino hacía la ventana.
-Has dormido mucho esta vez Nowaki.
-Kyo, ¿Cuánto tiempo ha pasado?
-Pues 50 años.
-Vaya... -murmure.
Me senté en el marco de la ventana y estire mis brazos.
-¿Él...?
-No ha vuelvo Nowaki.
-Sabía que me traicionaría.
-Te lo dije desde un principio.
-Tsss. –mordí mi uña.
-¿Quieres algo de comer?
-Tráeme cualquier cosa, esta sed me quema.
-Así será.
Kyo se marchó y me di una vuelta por toda la habitación.
50 años ¿Eh?
Y él aún no ha vuelto.
Arashi...
Prometiste estar a mi lado y amarme.
Pero...
Ahora estás tan lejos.
Maldición.
Salgo de la habitación y me dirijo a la terraza.
Tantos años han pasado.
Tantos años solo.
Pero ya no más.
Si la vida me trato con lo peor.
Pues...
Yo no me quedaré atrás.
Tomaré cualquier cosa.
Al fin y al cabo soy un monstruo.
Kyo llego con una chica rubia.
-Fue lo mejor que encontré.
-De algo a nada.
-¿Enserio?
-¿Qué?
-¿Tomaras su sangre? – se sorprendió.
-Sí, ya no me voy a limitar a asaltar el hospital o tomar un animal.
-Eso es raro.
-Digamos que el sueño me hizo recapacitar.
-¿D-Dónde estoy? –murmuro la chica.
-Dulces sueños.
-¿Qué? –se aterró.
-Lo siento, es la ley de supervivencia. –sonreí.
Enterré mis colmillos en su cuello y la mordí.
-WAAAAAAAAAAAAA.
Tome toda su sangre.
-Asqueroso.
-Ya te dije, fue lo mejor que encontré.
-Tssss.
-Pero pronto llegara alimento mejor.
-¿Por qué lo dices?
-Digamos que con mi poder de manipulación hice que algunos empleados llamaran a sus familiares para venir a este castillo.
-¿Enserio?
-Sí, pronto el castillo estará lleno de turista, se hará la fiesta y puedes elegir lo que quieras.
-Nada mal.
-Así que descansa un poco.
Él se marchó con el cadáver de la mujer.
Supongo que me divertiré un poco.
Dejaré que mi frío corazón se quede así, nadie volverá a engañarme, jamás en la vida... mejor dicho.
Jamás en la eternidad...