feliz aniversario
Jinyoung se levantó de golpe al sentir que caía en sus sueños. Menuda mierda... Tomó su cabeza con ambas manos y esperó así hasta que el dolor se quitara. Miró alrededor, estaba sola. La habitación apenas tenía iluminación y recostado a su lado estaba Bangji. Se quitó las mantas de encima y tocó el piso con los pies, sintiendo un pequeño escalofrío. El calor de agosto atacaba afuera, pero su departamento siempre estaba frío.
Pasaban de las tres de la tarde.
Estaban de vacaciones pero había decidido conseguir un trabajo. Sus padres trataron de convencerla de no hacerlo, a fin de cuentas el dinero que ellos mandaban nunca faltaba, pero ella ya tenía una meta y Jimin la apoyaba, así que entró a trabajar un cine. La noche anterior fue la premiere de una película y como su turno era el de la tarde, dejó el cine casi a las 4 a.m.
Había dormido casi doce horas.
— ¿Dónde estará Jimin?— Se preguntó a sí misma. Era obvio que él no estaba en casa.
Salió de su habitación, sintiendo cada vez más la luz del exterior, Bangji ya la seguía. Entonces cuando llegó a la sala, se quedó sin palabras al ver lo que tenía enfrente. No entendía. Caminó lentamente al sofá, donde el lindo vestido guinda con corte A, un estuche de Pandora y las bonitas zapatillas reposaban. Una nota estaba sobre el vestido, Jini rápidamente la tomó y leyó.
Feliz aniversario, Jini. Paso por ti a las 5:00 p.m. -Park Jimin
— ¡¿Las cinco?!— Jini gritó, dejando caer la nota y se echó a correr hacia el baño.
En el transcurso, fue soltando su cabello del moño que tenía y quitándose la ropa, llegó al baño, cerró la puerta, se recargó en ella y se detuvo un segundo para pensar. Una gran sonrisa nació en ella y las mariposas empezaron a volar. Hoy es mi aniversario con Jimin.
Y como niña emocionada, chilló de la felicidad y se duchó lo más rápido que pudo.
Había sido un grandioso año, el mejor de su vida y todo había sido gracias a Jimin. Debía aceptarlo, lo del vestido la dejó sorprendida. Los meses anteriores habían celebrado en la azotea con comida, cerveza y buena música, tal vez era obvio que esta vez sería más especial, pero Jini nunca imaginó que tanto. Ella y Jimin eran sencillos.
Salió del baño, se puso un conjunto de bonita lencería negra y sobre esta una camiseta de Jimin. Se sentó frente al tocador, puso música y antes de empezar a maquillarse, secó su cabello, terminando eso empezó. No era fan del maquillaje como muchas, pero le gustaba y aunque casi todo el tiempo estaba al natural, sabía como maquillarse para cada ocasión. Maquilló sus ojos con tonos rosados, brillos e hizo una bonita línea para el delineador, no exageró mucho la cara, sólo lo necesario, agregando bronzer e iluminador. Su cabello lo peinó con ondas muy naturales que dejaban ver a su cabello castaño caer como cascada. Era gracioso porque cada que Jini terminaba una parte, se ponía bailar o hacer lipsync con la música, incluso cuando ya tenía el vestido puesto.
Faltaban diez minutos para las cinco, estaba sentada en la cama, mirándose en el espejo del tocador, asegurando que no le faltara nada. Siendo, sincera... You look fine girrrrrl. Sonrió al pensar eso. Lo mejor sería que ya se pusiera los tacones y el accesorio que aún no veía. Tomó la caja de Pandora, sintiendo nervios de repente; abrió el estuche lentamente y al encontrar lo que había dentro hizo una mueca. Sacó la pequeña nota y la leyó.
Ehhh caíste. Ve al estudio, ahí está el verdadero regalo
— Jodido Jimin.
Salió de su habitación y entró al de enfrente, en el escritorio pudo ver el regalo y no era una, sino dos cajas de Pandora. Una rectangular y la otra cuadrada. Ahora, sin nervios tomó las dos cajas y las abrió impaciente. El sentimiento que sintió al ver el contenido fue simplemente hermoso; un collar bañado en oro con una J como dije y un brazalete con tres dijes los cuales eran dos J y un corazón, separados cada 2cm por pequeñas bolitas. Y Jini sintió hermoso no por lo material, sino lo emocional. Jimin-ah...
La J en el collar es por Jimin, mientras las dos J y el corazón del brazalete significa el amor de Jimin y Jini
Jini tomó ambas cajas y corrió de nuevo a su habitación para ponérselos, necesitaría ayuda del espejo, una vez que terminó, se miró una vez más al espejo y sonrió porque se veía mucho mejor. A Jimin le encantará. Se colocó los tacones y cuando terminó de abrochar el último, Bangji empezó a ladrar en la puerta y toques de ésta llenaron todo el departamento.
— ¡¡Ah, diablos!!— Jini empezó a temblar y una estúpida sonrisa de nervios apareció en su cara.
Im Jinyoung cálmate, es el chico al que miras todos los días. Pero no podía, se sentía como una niña de secundaria a la cual su amor de último grado la invitó al cine o una fiesta.
Salió de la habitación para ir a abrir la puerta, pero cuando cruzó el pasillo que daba al resto de la casa, se llevó la sorpresa que Jimin ya estaba adentro, parado frente a ella con un ramo de rosas y se mira jodidamente hermoso. Llevaba una camisola que parecía ser de seda a rayas, con líneas de color guindas, azules y blancas, pantalón de vestir y zapatos elegantes. Jini sentía como sus piernas temblaban.
— Perdón, quería que tú abrieras la puerta y toda esa mierda pero no aguanté, quería verte y maldición, igual salí afectado. Amor, ¿por qué eres tan bella? No lo entiendo.— Jimin empezó con su vómito verbal, Jinyoung tenía ganas de llorar.— ¡Oye!— Se alteró.— ¡Yo quería ponerte el accesorio y...
Pero Jini no lo dejó protestar lo que sea que iba protestar, corrió a él, colgándose de sus hombros y dándole un beso, el beso que tanto merecía por todo esto y lo que faltaba. Se separó y lo miró a los ojos mientras sonreía. Jimin estaba sin palabras, pero igual sonreía.
— Feliz aniversario, amor.
Jimin sonrió a lo grande, enroscó la cintura de Jini y la llevó consigo. Ya abajo, adentro del Camaro, dejaron el ramo en los asientos traseros y como siempre, él se encargó de conducir y ella de la música. Jimin conducía con una mano mientras con la otra, cambiaba los cambios y sostenía la de Jinyoung. Una de las veces que Jini observó a Jimin, notó que él llevaba el mismo brazalete sólo que en plateado y la niña de secundaria volvió a ella.
— Estás muy callada, Jini.
— Trato de asimilar todo esto, eso es todo. Empezando por, ¿de dónde sacaste tanto dinero?
— He tenido algunas carreras, lo sabes. Guardé todo ese dinero.
— Y ahora que lo recuerdo, dejé tu regalo en casa. Estaba tan nerviosa y emocionada que no podía pensar claramente.
— ¿Qué me vas a regalar?
— Es sorpresa.
Hace tiempo, Jimin había deseado un kit de entrenamiento completo de Nike, era una colección limitada de boxeo y se puso muy triste al no conseguirla, pero Jinyoung lo había hecho por él. Fue difícil, pero no imposible.
Llevaban cerca de una hora de viaje, Jini había notado kilómetros atrás que iban a las afueras de la ciudad. El Camaro se abrió paso en un camino de tierra, lo que hizo a Jini dudar más sobre su destino entonces se percató de luces colgando en el cielo, amarradas con postes de cada extremo del camino y árboles grandes. Un bosque. Un condominio de cabañas que rodeaban un gran lago apareció frente a ellos. Jini se quedó boquiabiabierta.
— Sorpresa~
— Jimin...— Él bajó corriendo para abrirle la puerta, Jini ya tenía el ramo en sus manos. Jimin le dio la mano y ella bajó del auto.— Estoy sin palabras, en serio.
— Tú sólo camina.
En la cabaña principal, la cuál era la recepción, Jimin dio su nombre para la reservación que tenía, después de pagar le dieron dos llaves, la de la habitación y la de un carrito de golf porque su cabaña era la más alejada de todas. Fueron a su carrito, Jimin listo para seguir el camino que los carteles indicaban.
— ¡No te crear Brian O'Conner, Jimin!— Gritó ella histérica. Jimin iba a toda velocidad.— ¡La tierra le cae a mi vestido, ahhhh!
— ¡Tal vez es la única que estamos en un carrito de golf, disfrútalo!— Gritó él de vuelta, llegando con una derrape a la entrada de su cabaña.
— ¡¡Mierda!!— Jini bajó casi botando del carrito, esa última maniobra la había dejado sin aire.— ¡Casi nos matas, imbécil!
— ¡¡Mentira, amargada!!
Jinyoung lo fulminó con la mirada y mejor no dijo nada, lo mandó a abrir la puerta y él obediente lo hizo. Como si nada hubiera pasado, se giró a ella con una sonrisa y le tendió la mano para que Jini la tomara y entraran juntos. Los dos se quedaron sorprendidos con lo linda y rustica que era. La primera parte era la cocina, comedor y una pequeña sala de estar con un sofá grande y una pantalla plasma, cruzaron la puerta y se encontraron con la habitación, una gran cama, lámparas a sus lados, alfombra, libreros y pinturas que ayudaban a la decoración además de un armario, también estaba el baño. Pero lo mejor era que la cuarta pared, la que estaba frente a la cama, era un ventanal que daba vista al bello bosque y el lago, además de un pequeño muelle, donde una linda y deliciosa cena los esperaba.
— Haz ganado, Park Jimin.
Lo tenía todo planeado, incluso la hora, el horario perfecto para apreciar el atardecer mientras cenaban.
Jini dejó el ramo de rosas sobre la blanca cama y fue con Jimin al muelle. Al ver los platos, su estómago gruñó, fue tan fuerte que Jimin empezó a reírse.
— Creo que tienes hambre, cariño.
— No he comido en todo el día.— Lo miró mal. Jimin se acercó a ella, le dio un beso en la frente y la llevó a la mesa.— Gracias.
¿Pareja más bipolar que Jimin y Jini? No había.
— Estoy seguro que esta comida te encantará.
Jini observó como Jimin retiraba el elegante protector de lo que parecía ser plata, de hecho, toda la mesa estaba muy elegante, con cubiertos finos y velas. Aún así, Jinyoung soltó una sonora carcajada a ver que en el plato no había ningún plato gourmet como el contexto aparentaba sino una torre de cuatro rebanadas de pizza. Jimin empezó a reír también y se sentó frente a ella.
— Eres jodidamente el mejor.
— Cuando me esté pudriendo en dinero entonces sí, te traeré a todo el elenco de Master Chef.
— Siempre preferiré la pizza.— Dijo ella, llevando el primer bocado a su boca.— Siempre te preferiré a ti.
— Eso lo sé, Jini.— Jimin le guiñó el ojo.— Ahora come, eso que no hayas comido en todo el día me dejó preocupado.
Siguieron hasta terminar sus rebanadas, ambos comieron todas, era tradición. Mientras cenaban, admiraban el bello atardecer anaranjado que además de pintar el cielo pintaba el agua del lago. Al terminar, Jini se quitó las zapatillas, tendió una toalla en la orilla del muelle y se sentó en ella, sumergiendo los pies en el agua. Jimin hizo lo mismo con sus zapatos y se levantó el pantalón lo más que pudo, tomando asiento junto a ella, abrazándola y viendo juntos el fin del atardecer mientras la música de Ed Sheeran estaba de fondo.
— Tenemos que bailar.— Comentó ella.— Quiero bailar contigo.— Jimin sonrió, sacó los pies de agua y se puso de pie, dándole la mano a Jini.
— ¿Me permites esta pieza?
Jini sonrió y con la ayuda de Jimin se puso de pie. Fueron al centro del muelle, Jimin la tomó delicamente de la cintura, Jini se sostuvo de sus hombros y ambos pegaron la cabeza. Perfect recién empezaba y Jimin empezó a mover a Jini al compás de la hermosa canción.
— Siempre terminamos bailando a este hombre, ¿lo notaste?— Ella preguntó, Jimin asintió con una linda sonrisa.
— Baby, I'm...— Y cuando Jimin empezó a cantar, Jini tuvo que sostenerse más fuerte para no caer. Sin duda, su novio cantando era su debilidad.— dancing in the dark, with you between my arms, barefoot on the dock...— Jini sonrió al escuchar que Jimin cambiaba la letra por "muelle".— listening to our favorite song...— Fue inevitable para Jini.— No llores, por favor.
— Es tu culpa, idiota.— Se excusó ella, rozando apenas sus labios con los de él.— Te amo. Gracias.
— Amor, esto no es nada a comparación de lo que has hecho tú por mí.
Jini negó con la cabeza. Tanto él como ella habían aportado en esto y ayudado el uno al otro, no había un mejor en su relación, ellos eran el sostén de los dos.
Siguieron bailando hasta que la canción acabó y compartieron un lindo y largo beso hasta que necesitaron un poco de aire para seguir. Jini lo miró con una gran sonrisa, Jimin le sonrió de vuelta, entonces ella brincó, enrollando sus piernas en la cintura de Jimin y él la aseguró con un fuerte agarre.
— Anda, sé que estás hambriento por el postre.
Y la sonrisa tierna y llena de amor que tenía Jimin, cambió a una totalmente picara y malévola.
Caminó con ella al interior de la cabaña, cerrando el ventanal para que lo fresco o algún insecto no entrara. Empezaron a besarse, Jimin tomando el control inmediatamente pero sin ser un brusco, no, a comparación estaba siendo dulce, Jini jugaba con su cabello mientras. Al llegar a la cama, ella dejó que Jini tocara el piso y justo lo hizo, aprovechó para desabotonar tranquilamente la camisola de Jimin hasta deshacerse de ella, se inclinó a él, delineando su quijada con besos, bajando por el cuello hasta llegar a la clavícula. Jimin la detuvo sólo para verse a los ojos, ambos sonrieron. Él encontró la cremallera del vestido, bajó el cierre y vio en cámara lenta como la tela se deslizaba por el cuerpo de Jini hasta caer a la alfombra.
— ¡Mierda, Jini!— Maldijo al verla, ella empezó a reír.— ¡¿Por qué ese conjunto, por queeé?!
— Precisamente porque sé que es tu favorito.— Dijo y volvió a treparse en él.
Jimin subió a la cama, se sentó, recargándose en el respaldo, ella sentada a horcajadas mientras tenían una batalla de besos y una que otra risita. El castaño elevó a Jinyoung, ahora cambiando de posición dejándola bajo él, Jini desabotonó el pantalón de Jimin, él le dio un beso en los labios, después fue dando húmedos y pequeños besos por su cuello, clavícula, sus pechos y así hasta bajar al abdomen. Se detuvo un segundo para quitarse el pantalón y en ese momento, ella aprovechó y volvió a sentarse sobre él.
Jini sabía que a Jimin lo mataba que ella lo recorriera suavemente con sus manos, lo besó, mordiendo cuidadosamente su labio, Jimin sintiéndose en el cielo al sentir el tacto de su chica, sus dedos delineando cada uno de sus abdominales. Tenían tiempo sin estar así de relajados, sinceramente querían disfrutarse el uno al otro.
Él conocía perfectamente ese sostén y no tardó ni un segundo para quitárselo, tuvo una nueva vista de su novia, Jini ya tenía algunos cabellos en su cara y nunca despegaba los ojos de Jimin o los labios del mismo. Siempre que él tenía esta imagen, se sentía como la primera vez que hicieron el amor, miles de emociones acumuladas que en cualquier momento explotarían. Okay, ya no puedo estar tan tranquilo.
Shape Of You empezó y la sonrisa picara apareció de nuevo, la tomó de la cintura, girándola rápidamente en la cama, acorralándola con su cuerpo, Jini gritó pero la adrenalina llegó a ella en ese momento. Y cuando Jimin empezó a besarle todo el cuerpo, los gemidos se hicieron presentes y Jimin se emocionó más. Las manos de Jini estaban por todo su cuerpo y algo que le encantaba a Jimin es que Jinyoung podía provocar múltiples sensaciones, por ejemplo, aunque sus manos lo recorrían lentamente, Jimin podía sentir como si lo estuviera recorriendo una y otra vez sin ningún cuidado. Y cuando ella llegaba a aruñar su espalda, sentía como si fueran dulces caricias.
Jimin volvió a tomar el control, sentándose y sentándola sobre él. Jini enterró sus dedos en los hombros de Jimin y se permitió darle un rudo beso, mientras él se encargaba de masajear su trasero y por último estrellar sus palmas. Jini mordió su labio en respuesta y se separó.
— ¡¡Jimin!!
— Ups...
Jinyoung aprovechó que tenía sus manos en sus hombros y lo empujó, haciendo que su espalda chocara en el colchón. Ella seguía sobre él, frotándose y Jimin quería gritar. Y aunque quería que Jini siguiera haciendo esos buenos movimientos, prefería estar dentro ya. La cargó, haciendo que ella lo rodee con las piernas, Jimin literalmente arrancó las sabanas y de su pantalón cogió un preservativo. Dejó a Jini sobre la cama, tomó las sabanas y cubrió hasta sus cabezas, bajo la tela se sonreían el uno al otro, terminaron de desnudarse por completo y ella sonrió mientras asentía, Jimin pasó sus manos por sus piernas suavemente abriéndolas, se inclinó y dejó sus brazos encerrarla, ella apretó sus bíceps con las manos. Estaba lista. Y él también.
— Jimin-ah...— Jini dejó escapar un suspiro cuando por fin sintió a Jimin.
Él sonrió, sintiendo las mismas emociones de siempre. Sensaciones y emociones que lo volvían loco. Definitivamente, hacer el amor era mil veces mejor que tener simplemente sexo.
— Amor, allí voy
Y ese era apenas el comienzo.
*
— La recepción habló.— Jini colgó el teléfono por tercera vez.— Necesitamos salir de la cabaña ahora o cobrarán cargos extras.
— ¡¿Qué?!— Jimin salió del baño, llevaba puesto solamente su pantalón de vestir, el cual estaba desabotonado. Jini omitió un gemido.— ¡Ya no tengo dinero!
— Entonces vístete.— Dijo ella ya frente él mientras le abotonaba el pantalón y entraba al baño para lavarse la cara. Jimin sonrió.
— ¿Está bien dejar todo este desastre?— Jimin miró todo la habitación mientras esperaba la respuesta de Jini.
Ni él mismo creía lo que eran capaces de hacer en una jodida noche.
— Ya no tenemos tiempo de limpiar.— Jini salió ya con el vestido puesto y los tacones en mano.
Jimin se puso rápidamente la camisola y como pudo se metió los zapatos. Aseguró su celular, llaves y cartera, Jini ya lo esperaba en el carrito de golf. Llegaron a la recepción en pocos minutos, esta vez Jimin no entró en su papel de Rápido y Furioso: reto Golf. Dejó la llave de la cabaña rentada y del carrito y dio las gracias, Jini también lo hizo. En menos de lo que esperaron, ya se encontraban dentro del Camaro rumbo a Seúl.
Él se inclinó para darle un beso en la mejilla a su novia, Jini se giró a verlo y simplemente sonrió.
— Prometo que el próximo año será mejor.
••••
¡¡LLEGAMOS AL MILLÓN!!
Oh por Dios. OH POR DIOS. ¡Esta es mi primera historia en llegar al millón de views! ¡¡Y la verdad nunca creí que esto pasaría!! De verdad, les juro que lloré mucho.
Todo esto es gracias a ustedes, de verdad, les agradezco infinitamente el amor que le han dado ha esta historia y la saga en general; pero tanto a ustedes como a mí, That's Enough me ha marcado. En serio, no sé qué haré para mostrarles mi agradecimiento, pero algún día lo haré.
LAS AMO, GRACIAS POR TODO.
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