Scott
La frustración estaba consumiéndome, ya había pasado una hora desde que mi amada había desaparecido. Nadie había visto o escuchado algo. Nadie sabia nada.
La policía había revisado toda la casa de pies a cabeza, no había huellas, no había rastros, parecía que todo lo había hecho un profesional.
Sabia que no debí alejarme de ella, si tan solo me hubiese mantenido a su lado, nada de esto estaría pasando.
Ya anochecio, ella no esta y es mi culpa, si algo le llega a pasar no me lo perdonaré. Yo le prometí que la protegería y solo estoy aquí, de pie, como un inútil.
-¿Scott?- dijo Greg acercándome un vaso de agua -¿como te encuentras?-
-Yo le prometí que la protegería- murmuré.
-Tranquilo, estamos haciendo todo lo que podemos-
-¡No lo entiendes!- grite -¡si algo le pasa sera mi culpa!-
-Tu no sabias que esto pasaria-
-¡Pero sabia que no debía alejarme de ella! ¡¿Tu que vas a saber sobre como me siento?!- me comenzaba a alterar.
-Lose- contesto.
-Lo siento, yo...- ¡Soy un idiota!.
-La vamos a encontrar- me interrumpió y se fue con un oficial que lo llamaba.
En ese momento me sentí como la escoria de la humanidad. ¿Como pude decirle eso? Él es quien mejor sabe lo que es perder a alguien y que sin importar cuanto trates de buscar no la volverás a ver. ¡Soy un idiota!
No podía pensar con claridad, la sola idea de tener que vivir lo mismo que Greg vive día con día, me destroza por dentro. ¿Y si no la vuelvo a ver? ¿Y si en estos momentos esta herida? ¿Y si me necesita?
-Llegaron por ti- me dijo Greg acercandose y señalo a la puerta. Ahí estaba Jim esperándome.
-Greg- lo detuve antes de que se alejara -en verdad lo siento, no pensé en mis palabras-
-Tranquilo, entiendo por lo que estas pasando- dijo y fue con los demás oficiales.
Fui a llamar a la madre de mi amada, pues la policía había dicho que no era seguro que pasaran la noche en la casa, se irían conmigo a la casa de Jim. Se notaba que lo estaba pasando mal sin saber de su hija. Lo mas difícil había sido tener que mentirle al pequeño Alex, pero era lo mejor, aun no tiene edad como para entender la situación.
Nos subimos al auto, todos permanecimos en silencio.
-Scott- me dijo Greg antes de que nos marcháramos -no permitiré que lo que le sucedió a Cassie se repita- dijo y nos marchamos.
En el camino no podía dejar de pensar en todo lo que estaba pasando, tenia que hacer algo. Tenia que encontrar a mi amada y lo haría cueste lo que cueste. Pues ni la muerte podrá tocarla si yo estoy para protegerla.
Cuando llegamos a la casa de Jim, este inmediatamente le mostró su habitación a la madre de mi amada, yo trate de distraerme y juge un poco con Alex, hasta que se quedo dormido, luego lo lleve con su abuela, quien estaba devastada.
-Encontrare a si hija- le dije cuando le di en sus brazos a el pequeño Alex. Ella solo me sonrió tratando de contener las lágrimas, luego cerro la puerta.
Fui a buscar a Jim.
-Necesito tu auto- le dije.
-¿Que? Tu no puedes conducir- me dijo.
-Eso que importa- dije mientras me dirigía a donde Jim guardaba sus llaves, pero el me detuvo.
-No lo haras- dijo sujetándome del brazo.
-¡Tengo que ir a buscarla!-
-¡No estas pensando con claridad!-
-¡Ella podría morir por mi culpa!-
-No me dejas opcion- murmuro Jim y segundos después senti un pinchazo en mi brazo y mi cuerpo se debilito, mi visión se torno borrosa, mis ojos se cerraron contra mi voluntad -no pensé que tendríamos que llegar a esto- fue lo ultimo que escuche.
...
Comencé a abrir los ojos, al inició no compendia nada, pero poco a poco comencé a asimilar las cosas. Al recordar lo sucedido me puse de pie inmediatamente. Estaba en la habitación que Jim me había prestado.
Entonces tocaron la puerta y entro Jim.
-¡¿Que rayos me hicisteis?!- grite.
-Tranquilizate- dijo Jim -o me obligaras a hacerlo de nuevo- su mirada me dijo que hablaba enserio.
-¿Que me hicisteis?- dije mas calmadamente.
-Me vi obligado a cedarte-
-¿Cedarme? ¿Por que?- no recordaba mucho.
-Querías tomar mi auto e ir a buscar a Rachel, y obviamente no estabas en condiciones de hacerlo-
Comprendí la forma de actuar de Jim al instante. Y después de una revisión y tomar un medicamento, bajamos juntos a la cocina, para desayunar.
Pero vimos algo que nos sorprendió.
En la mesa había un desayuno preparado que constaba de varios platillos. Y al final de la mesa, había un oso de peluche, rodeado de flores, rosas para ser exacto, y con globos de helio en forma de corazon alrededor.
Mire a Jim confundido, pero el me devolvió la mirada.
-¿Lo haría la cocinera?- pregunte.
-No, le di libre el día a todos los empleados-
-¿Entonces seria la madre de Rachel?-
-Pase por su habitación antes de ir a la tuya, para ver si necesitaba algo, y aun dormia-
-¿Entonces quien?-
-No tengo idea-
Entonces escuchamos el sonido de una puerta, parecía ser la puerta principal.
-Quedate aquí, yo ire- dijo Jim y se fue.
Algo de todo esto me inquietaba demasiado, esto no podía ser sólo un regalo que le dejaron a Jim, mucho menos a mi.
De pronto, algo llamo mi atención. El oso de peluche sostenía una caja de regalo pequeña, de color rojo y con un listón negro. Me acerque a ver que era. Entonces vi una nota, junto al pequeño regalo. La tome y la leí:
Donde mi herida se creo, ella herida sera. Tu podrás sanarme, pero ella no sanara nunca mas.
-Mary-
Deje caer la nota. Trate de asimilar las palabras que ahí se encontraban escritas.
Mire el pequeño regalo, algo en mi interior me decía que no lo abriera, pero lo tome entre mis manos y lo abrí lentamente.
-Un dedo-
¡Tres capítulos en una semana!
No me odien.
¿Ahora comprenden el título?
Gracias por leer.
XD