Weakness

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Rachel

No podía creerlo, recibimos el mismo mensaje. Pero no lo entendía ¿a que se referia con que caerían angeles?

Entonces a mi mente vino el mensaje de medio dia, lo busque y se lo enseñe a Scott, era del mismo numero.

-Un angel con un ala rota no puede volar y cae- susurro Scott.

-¿No creeras que él... a mi pequeño...?- mi voz se corto. No puedo ni imaginar que el accidente que tuvo mi pequeño Alex, no fue un accidente. Y peor aun, esa persona estaba dispuesta a hacer aun mas daño.

-Tranquila. Él estara bien. Yo los protegere- dijo Scott tomandome de los hombros y mirandome fijamente a los ojos. Al instante sentí una sensación de paz, me sentí a salvo. Esas palabras eran una promesa.

Despues de decirme eso, el oficial Thompson le dijo a Scott que se fuera a casa a descansar pues aun no se recuperaba del todo. Scott se nego al inicio, parecía muy preocupado. Pero al final accedio y se subío a un auto del que no me había percatado.

Entre a mi casa y decidi no decirle nada a mamá, no quiero que se preocupe mas de lo necesario. Alex ya estaba dormido, asi que me lo lleve a la cama, me acoste y lo abraze fuertemente. No podía dormir. Entonces recorde las palabras de Scott "Yo los protegere" y sentí un calor muy familiar abrazarme. Me sentia segura y poco a poco el sueño se apodero de mi.

Scott

No me queria ir, no quería dejar a mi amada ante tal peligro. Pero aunque me cueste aceptarlo, Greg, tiene razón. No estoy aun en condiciones de protegerla.

Me dirigí al auto ¿por que Demian no se habra bajado?

-Sube rapido- me dijo Demian con voz seria una vez que abrí la puerta del copiloto. Le obedeci y me subí.

-¿Que pasa?- dije intrigado ante su comportamiento.

-¿Ves la banca en el parque?- la señalo con el dedo pero sin despegar las manos del volante.

Mire hacia la banca, es la misma en la que había hablado con mi amada días atras. Entonces lo ví.

-¿Desde cuando esta ahí?- dije serio.

-Desde que llegamos, y no se ha movido ni una sola vez. Perece que nos observa-

-Vamos tras él- dije y Demian encendio el auto y avanzamos lentamente hacía el parque.

Segundos antes de que la luz del auto iluminara a aquella figura siniestra, este comenzo a correr.

-¡Rapido! ¡Debemos atraparlo!- grite y Demian acelero.

Pero el sujeto entro en un callejon muy estrecho para que pudiese pasar el auto. Asi que sin pensarlo, baje del auto y corrí tras él. Detras de mi, solo escuchaba las maldiciones que salían de la boca de Demian, me gire y lo ví imitar mi accion. Ahora los dos corriamos tras el sujeto.

Se veía el final del callejon y sentí que estaba a segundos de desenmascarar a ese tipejo. Pero este giro a la derecha y cuando nosotros giramos él ya había desaparecido.

-¡Maldicion! ¡Casi lo atrapamos!- grito Demian. Yo estaba apunto de apoyar su pensamiento, pero el sonido de mi celular me interrumpio.

Ni la muerte podra tocarte (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora