Nineteen fingers

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Scott

La frustración estaba consumiéndome, ya había pasado una hora desde que mi amada había desaparecido. Nadie había visto o escuchado algo. Nadie sabia nada.

La policía había revisado toda la casa de pies a cabeza, no había huellas, no había rastros, parecía que todo lo había hecho un profesional.

Sabia que no debí alejarme de ella, si tan solo me hubiese mantenido a su lado, nada de esto estaría pasando.

Ya anochecio, ella no esta y es mi culpa, si algo le llega a pasar no me lo perdonaré. Yo le prometí que la protegería y solo estoy aquí, de pie, como un inútil.

-¿Scott?- dijo Greg acercándome un vaso de agua -¿como te encuentras?-

-Yo le prometí que la protegería- murmuré.

-Tranquilo, estamos haciendo todo lo que podemos-

-¡No lo entiendes!- grite -¡si algo le pasa sera mi culpa!-

-Tu no sabias que esto pasaria-

-¡Pero sabia que no debía alejarme de ella! ¡¿Tu que vas a saber sobre como me siento?!- me comenzaba a alterar.

-Lose- contesto.

-Lo siento, yo...- ¡Soy un idiota!.

-La vamos a encontrar- me interrumpió y se fue con un oficial que lo llamaba.

En ese momento me sentí como la escoria de la humanidad. ¿Como pude decirle eso? Él es quien mejor sabe lo que es perder a alguien y que sin importar cuanto trates de buscar no la volverás a ver. ¡Soy un idiota!

No podía pensar con claridad, la sola idea de tener que vivir lo mismo que Greg vive día con día, me destroza por dentro. ¿Y si no la vuelvo a ver? ¿Y si en estos momentos esta herida? ¿Y si me necesita?

-Llegaron por ti- me dijo Greg acercandose y señalo a la puerta. Ahí estaba Jim esperándome.

-Greg- lo detuve antes de que se alejara -en verdad lo siento, no pensé en mis palabras-

-Tranquilo, entiendo por lo que estas pasando- dijo y fue con los demás oficiales.

Fui a llamar a la madre de mi amada, pues la policía había dicho que no era seguro que pasaran la noche en la casa, se irían conmigo a la casa de Jim. Se notaba que lo estaba pasando mal sin saber de su hija. Lo mas difícil había sido tener que mentirle al pequeño Alex, pero era lo mejor, aun no tiene edad como para entender la situación.

Nos subimos al auto, todos permanecimos en silencio.

-Scott- me dijo Greg antes de que nos marcháramos -no permitiré que lo que le sucedió a Cassie se repita- dijo y nos marchamos.

En el camino no podía dejar de pensar en todo lo que estaba pasando, tenia que hacer algo. Tenia que encontrar a mi amada y lo haría cueste lo que cueste. Pues ni la muerte podrá tocarla si yo estoy para protegerla.

Cuando llegamos a la casa de Jim, este inmediatamente le mostró su habitación a la madre de mi amada, yo trate de distraerme y juge un poco con Alex, hasta que se quedo dormido, luego lo lleve con su abuela, quien estaba devastada.

Ni la muerte podra tocarte (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora