Key rápidamente ayudó a Yeon a levantarse, incluso WonSik lo guió para acostarlo en una pequeña cama hecha de fierro y paja que estaba dentro de la celda.
R— Debemos ayudarlo — dijo asustado.
K— ¿Y si llamamos a alguien? — preguntó con los nervios a flote.
R— ¡No es lo mejor Key! — exclamó — ¿Quieres que nos maten? —
K— Entonces nosotros tenemos que ser su apoyo ahora — se dio media vuelta y sostuvo la mano de HakYeon — Tienes que respirar HakYeon, así es esto — le dijo.
N— Siento que no lo soportaré — lloró — me duele mucho —
WonSik también se acercó y quitó las prendas bajas de HakYeon, lo dejaron con una playera de manga larga de seda que le llegaba hasta los muslos, abrió las piernas del moreno y luego miró a Key.
K— Necesito HakYeon... Que empujes — Yeon la miró asustado — ¡Hazlo! — el lobo obedeció, apretó la mano de Key con todas sus fuerzas y gritó por el dolor en su abdomen, volvió a hacerlo y cuando sintió que ya no podía más un lloriqueo inundó la celda.
HakYeon cayó en su espalda respirando duramente.
R— Por dios — susurró sosteniendo al pequeño bebé — Es un niño — Key le sonrió a WonSik, ambos deleitandose con el llanto del cachorro mitad vampiro.
N— ¿Un n-niño? — preguntó.
K— Sí — le dijo feliz — ¿Cómo te sientes? —
N— Siento más dolor Key — jadeo.
R— ¿Más? — la lobo rápidamente volvió a sostener la mano de Yeon y las contracciones aparecieron de nueva cuenta, el moreno sentía que no soportaría, su vista se nubló y su llanto hizo eco por los pasillos de las celdas, hasta que finalmente, después de otro esfuerzo un segundo bebé apareció. — Es una niña — dijo, Yeon estaba agotado pero alegre de poder escuchar el llanto de ambos bebés, Key ayudó al lobo a sentarse con cuidado y después de envolver a los cachorros mitad vampiro con las pocas prendas que tenían se los dieron a su madre, los pequeños calmaron su llanto una vez olieron a mamá y escucharon su corazón.
K— Son mellizos — sonrió, la pequeña niña había cerrado sus ojitos y sus puñitos, pero el niño miraba con sus tiernos y brillosos ojos a su madre.
N— Hola cariño — saludó, el bebé solo lo miraba, luego cerró sus ojitos.
WonSik no podía dejar de ver la escena, estaba más convencido de lo que había estado para sacar a Yeon de ahí.
Tan solo quince minutos habían pasado del nacimiento de los pequeños cuando el sonido de las puertas metálicas de la entrada se escucharon. Pasos seguros cada vez se acercaban haciendo que WonSik junto con Key se levantaran de donde estaban.
Frente a la celda se detuvo uno de los lobos del consejo, iba acompañado con otros seis hombres, su mirada cayó en HakYeon y las tiernas criaturas en sus brazos.
— HakYeon, mis órdenes son llevarme a esos bebés — le dijo.
N— ¡No! ¡No voy a permitirlo! — gritó molesto.
— No se te esta preguntando — contestó arrogante, uno de los hombres sacó unas llaves y abrió la celda, Yeon se asustó y abrazó a sus pequeños contra su pecho, Key enseguida se puso frente al moreno junto con WonSik. — Hagamos esto por las buenas chicos — miro a Yeon después — Entregamelos, te prometo que los llevaremos a un lugar alejado donde una loba anciana los cuide —
N— ¡Van a matarlos! — gritó — No lo voy a permitir, son mis hijos, ¡míos! —
— Esos bastardos no merecen vivir — contestó — esto sucede por haber desobedecido las reglas, es tu castigo —
K— Los cachorros no tienen la culpa de todo esto, no merecen la muerte — dijo Key.
— No voy a discutir con nadie — hizo un ademán con sus manos y los hombres a su lado entraron a la celda — Quítenselos ahora — ordena.
Cuando uno de los lobos se acercó amenazante WonSik se interpuso, lo empujó y luego le soltó un puñetazo en la mejilla, los demás licántropos tuvieron que usar la fuerza para separar a la loba y al peliplata de HakYeon. Luego uno de esos hombres puso sus manos sobre la mantita que tenía al varón.
N— ¡No! ¡Déjalo! — exclamó tratando de moverse pero el dolor en su vientre lo hizo quejarse por eso, el otro lobo le ordenó con voz de mando y cuando los brazos del moreno se aflojaron pudo quitárselos — ¡Por favor no! ¡son mis hijos! — lloró desesperadamente.
Una vez el hombre salió de la celda con los bebés los otros soltaron a Key y luego a WonSik.
— Lo siento HakYeon, pero, esto es un insulto a nuestras reglas, además, tenía una visión muy diferente de ti, que decepción — su oración parecía más una humillación hacia el lobo que un regaño — que desepción y desperdicio de lobo —
R— ¡Cállate bastardo! — le gritó al hombre totalmente enojado — culpar a dos bebés y deshacerse de ellos no los hace buenos lobos, ustedes son unos cobardes, que lástima — el lobo fuera de la celda apretó los puños.
K— WonSik, detente — le dijo Key sujetando al peliplata del hombro — no lo valen, no valen tus reclamos estos idiotas —
— Voy a matarlos, a todos — sentenció con voz dura, en esta ocasión, WonSik le sonrió de manera cínica.
R— Entonces hágalo, si eso lo hará sentir más hombre, esta bien, ambos sabemos que el cobarde en esto, es usted —
— Voy a hacer que sufras maldito — el peliplata soltó una fuerte carcajada, se estaba riendo en la cara del lobo mayor.
N— No WonSik... por favor — le pidió débilmente. Los lobos se fueron por el pasillo luego de dar la advertencia de muerte, los llantos de los cachorros fueron desapareciendo conforme a la distancia y Yeon se sentía destrozado, sus lágrimas bajando por sus mejillas y un dolor horrible en su vientre, algo no estaba bien.
K— ¿Qué haremos? —
R— Esperar — murmuró — los vampiros están viniendo Key, puedo sentirlo —
K— Ellos son nuestra última esperanza —
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Hyuk no podía dejar de admirar dichos regalos que le dio JaeHwan, eran hermosos, sostuvo el mameluco de dinosaurio y por un momento se imaginó a un bebé muy hermoso en sus brazos con eso puesto. Sonrió de tan solo pensarlo, lástima que solo lo sostendría segundos después de su nacimiento y antes de morir.
HB— Al bebé le gustarán — dijo, Hyuk se asustó, no esperaba a HongBin aquella noche y pegó el grito de su vida, lo buscó con la mirada y solo tuvo que alzarla para mirar al vampiro en el techo, de cabeza.
H— ¡Dios HongBin! — exclamó y el vampiro le enseñó los colmillos en amenaza al escuchar el nombre divino salir de la boca del castaño — No vuelvas a hacer eso, casi nos matas de un infarto —
HongBin sonrió y negó, de nuevo el pequeño castaño lo veía sonreír. Pronto bajó del techo y se acercó a mirar la maleta donde su mortal acomodaba pequeña ropa para bebé. Hyuk agarró el trajecito de vaquita y se lo enseñó al otro.
H— ¿Qué te parece? — sonrió emocionado ante la mirada seria del vampiro — ¿te gusta? —
HB— Son lindas — contestó con simpleza — le quedarán perfecto a nuestro hijo — Hyuk pareció satisfecho con ello y puso la pequeña prenda de regreso a la maleta, la cerró para dejarla después sobre el pequeño ropero a un costado.
H— Tengo hambre, ¿gustas algo? — HongBin frunció el ceño — ¡oh cierto!, ustedes no comen más que sangre —
HB— Bueno, la comida humana es buena, pero no es recomendable que nosotros la comamos — respondió — el que importa aquí eres tú Hyuk, debes alimentarte —
H— Entonces acompañanos — le dijo, el vampiro alzó y bajó los hombros siguiendo al castaño y una vez estuvieron en la cocina Hyuk cocinó un poco de kimchi y verduras, fue rápido y sencillo, pero asustó a HongBin cuando comenzó a atragantarse de comida.
HB— Come despacio — ordenó — puedes ahogarte —
H— Te había dicho que tenía hambre —
HB— Y yo que comieras más despacio — contestó en voz neutra.
H— ¿Lo oíste? — se dirigió a su vientre — papi no nos deja comer agusto — un movimiento lo hizo dar un saltito — ¡oh! ¡Se movió! — exclamó y el vampiro se levantó de su silla para acercarse al mortal.
HB— ¿De nuevo? — preguntó una vez llegó hasta el castaño.
H— Sí, es tan precioso — susurró con ilusión — muy hermoso — HongBin besó a Hyuk en la mejilla y luego en los labios.
HB— Te quiero — confesó y el mortal se sonrojó hasta las orejas. ¿Había oído bien?.
H— ¿Qué? — preguntó aún confundido.
HB— Que te quiero — repitió.
H— Yo igual — sonrió apenado.
HB— Hyuk, te tengo una propuesta, quiero que vengas al castillo, solo un par de días — dijo — ¿Te gustaría? —
H— Sí, solo empacaría una pequeña maleta y listo — dijo. Cuando Hyuk se dirigió hacia su habitación luego de comer Hong Bin sintió una extraña sensación, su piel en la yogular comenzó a picarle y de inmediato puso sus dedos en ella.
HB— ¿Qué sucede? —
V— HongBin, es hora, siento que algo sucedió, no lo sé, tenemos que ir por los lobos en este preciso momento, TaekWoon no esta bien, dice que algo malo esta pasando con su pareja —
HB— Voy enseguida —