Los clanes fueron llegando al enorme palacio, eran recibidos por los ancianos del consejo y grandes líderes vampíricos también eran dignos de dicha bienvenida.
Viola, Hong Bin y Taek Woon no estaban para nada sorprendidos por las visitas, de hecho ellos permanecían en el salón de la muerte, los dos menores observaban el exterior por los grandes ventanales.
V- Todos los clanes han llegado - dijo ella.
HB- Si Viola todos sabemos que están llegando - obvio
V- Me refiero a que no he visto a los demás - especificó.
Taek suspiró acomodándose en el trono, tenía mucha pereza como para bajar o acercarse al ventanal.
Estaba cerrando sus ojos listo para dormir cuando una extraña presencia lo hizo ponerse alerta, se levantó del trono y miró a todos lados.
SJ- Me contaron que eras uno de los mejores pero esa pereza no ayuda en nada a tu reputación.
Todos voltearon hacia arriba y SungJae estaba ahí, de cabeza.
V- ¡Al fin te dignas a aparecer! - exclamó
SJ- Vi que nadie bajó a recibirme - dijo con sentir en su voz, desvió la mirada dramáticamente.
L- Vaya, han pasado ciento cincuenta años y SungJae aún no puede pasar desapercibido.
El peliazul lo miró seriamente.
SJ- Cuesta demasiado trabajo.
L- ¿Sabes que para tu tiempo no ayuda a tu reputación?
SH- Apenas llegamos y ya se están peleando - habló SeungHo e inmediatamente Taek Woon se levantó para darle un cordial abrazo.
SJ- Esa muestra de afecto me da celos, Taek Woon jamás me ha abrazado así.
V- ¡Ja! Dímelo a mi que he vivido con él.
MH- Saben que SungJae es muy dramático - habló MinHyuk, el pelirrojo se acercó a Viola para saludarla y después a Hong Bin.
HB- Bueno, creo que en eso es en lo único en que se llevarían bien Taek y Sung.
M- ¿Ya lo oíste? - preguntó Mir junto a SungJae en el techo.
HB- Ésta vez todos se lucieron, al parecer va a pasar algo increíble para contar con sus presencias.
MH- ¿Nos estás diciendo interesados?
HB- Sí - afirmó cruzándose de brazos.
SH- Bueno y a todo esto - habló el chico de mirada asesina - ¿Encontraste al mortal indicado Hong Bin?
HB- Sí, el mejor. No me desepcionará - aseguró.
M- Será emocionante saber con que elemento nacerá el bebé - agregó Mir desde el techo, todos lo miraron curioso.
HB- ¿Elemento? - cuestionó hacia SeungHo, pero este solo volvió a señalar a Mir para que le respondiera esa duda a Hong Bin.
M- Se dice que con cada nacimiento a través del tiempo hay una nueva cualidad, la rapidez que tenemos, la fuerza, los ojos cambiantes de color, las diferentes formas que podemos optar fueron nuevas en un determinado tiempo, en este caso el controlar algún elemento de la naturaleza a llegado para ser dominados.
HB- Impresionante - murmuró
SH- Pobre del mortal - dijo llamando la atención del vampiro menor - El parto debe ser difícil, hace cinco siglos me contaron del nacimiento en París, tuvieron que extraer al bebé por las complicaciones.
SJ- De todas formas el mortal morirá, Hong Bin podrá matarlo para evitar que sufra.
Ante ello, Hong Bin sintió miedo, ¿hacerle daño a Hyuk?, imposible, le gustaba el mortal, le había agarrado una especie de cariño que poco a poco aumentaba. No podría hacerle eso al castaño.
Ante el silencio de Hong Bin SungJae habló.
SJ- Al parecer Kong le tiene afecto al mortal, lo veo en su cara.
HB- Aunque le tenga afecto, no se podrá hacer nada.
V- Podrías sanar sus heridas al pasarle sangre después de que dé a luz.
SH- Su padre no lo permitiría - hablo Seung rodando los ojos, todos sabían la escasa y horrible comunicación que el padre de Hong Bin y él tenían, el menor lo odiaba tanto.
HB- Es mi mortal, yo decidiré su destino.
M- ¿Aunque eso conlleve la muerte? ¿Enserio desafiarás a tu padre?
MH- Se ve que está dispuesto a hacerlo - aseguró MinHyuk.
L- No Hong Bin, estarías sacrificando no solo tu vida, a ellos no les importará si le tienes cariño o no.
HB- Yo elegí al mortal, es mi desición que hacer con él, y si lo quiero... - hizo una pausa y cerró los ojos, había admitido querer a Hyuk, y todos lo miraron perplejo - Nadie tiene derecho a decirme a quién querer - su mirada cayó en Taek Woon.
L- Ahora lo entiendes - el menor desvió la mirada y suspiró, ahora comprendía al mayor en ese aspecto.
V- Mucha charla por hoy, es mejor ir a ver el banquete de bienvenida, Hong Bin, también debes prepararte, ya casi es hora.
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Aquella noche Jaehwan percibía algo anormal, sentía su piel erizarse mientras caminaba por su departamento hacia su habitación, en el trayecto extrañamente las luces comenzaron a parpadear, se detuvo a medio camino mientras miraba a todos lados.
Su pecho subía y bajaba rápido, buscaba desesperado al responsable de tal acto aterrador.
Finalmente las luces se apagaron por completo y hubo un silencio total.
Jaehwan creyó que era solo un apagón pero al girarse para salir de su casa se topó con los ojos azulados brillantes del licántropo.
K- Won Sik - jadeó del susto.
R- Es hora Jaehwan - anunció, el rubio se acercó y Won Sik una vez lo había tenido cerca acarició la mejilla del muchacho haciéndolo caer en un profundo sueño. Lo sostuvo rápidamente en sus brazos y salió hacia su dimensión.
Todos los lobos presenciaron la llegada del peliplata al palacio, mientras el caminaba por el salón principal los demás lobos se le unieron tras de sí, llegaron hasta el centro donde un hombre mayor los esperaba, Won Sik se incó y bajó la cabeza en señal de respeto, luego al sentir la caricia del hombre en su cabello se levantó y miró con seguridad al contrario.
- Ya es hora -
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Todos se encontraban reunidos en el gran salón, cuando la manecilla pequeña del reloj llegó hasta el número doce y las campanadas resonaron por todo el lugar uno de los vampiros más antiguos llamó a Hong Bin, de entre la multitud salió él y se dirigió al centro, todas las miradas estaban sobre su persona y cuando levantó su vista pudo cruzarla con la de su padre.
Sintió enojo.
-Trae a tú elegido y que la profecía de los V siglos se vea cumplida - le dijo ese hombre que tanto odiaba, el vampiro sin responderle solo se giró y salió a toda velocidad del palacio, ingresó a la otra dimensión y visualizó el edificio de Hyuk.
El pueblo había sufrido un apagón repentino, Hyuk había encendido y colocado algunas velas en diferentes puntos de las habitaciones de su pequeño departamento, ahora no podía establecer contacto con Jaehwan, quizás su celular se había quedado sin batería y por esa razón no contestaba sus llamadas.
Justo cuando se había rendido y estaba a punto de irse a dormir una fuerte ráfaga de aire abrió violentamente su ventana, las velas se apagaron y todo quedó obscuro.
H- ¿Hong Bin? - llamó. En ese momento sintió como apretaban su cuerpo, vio dos fuertes brazos rodearlo y supo de quien se trataba - Hola amor - saludó.
HB- Sabes por qué estoy aquí ¿verdad? - Hyuk asintió y llevó sus manos a su vientre - Vamos - lo alzó y sacó del edificio, el castaño se aferró al vampiro mientras lo llevaba por el bosque, luego, ingresaron a la otra dimensión, cuando llegaron al palacio no había nadie más que un par de vampiros en el gran salón, pero si la mesa de piedra donde el mortal tenía que ser puesto.
Hong Bin puso con mucho cuidado a Hyuk sobre ella y los vampiros ajenos le colocaron aquellas cadenas en sus suaves muñecas, el castaño estaba asustado, luego esas presencias se desvanecieron.
H- ¿Dolerá? - preguntó en un susurro.
HB- Te mentiría si te digo que no.
Hong Bin se despojó de toda su ropa y después rompió la de Hyuk, el menor jadeó por lo fría que estaba la piedra bajo su espalda y gimió al sentir una caricia en su rostro, luego todo su cuerpo se adormeció y sus ojos se cerraron.
Entre toda aquella obscuridad sintió ráfagas de placer, sabía que el vampiro lo estaba tomando, pero también sintió dolor, leves piquetes en su vientre y de repente una punzada que hasta su cuerpo dolía por ello.
Esos malestares iban en aumento hasta que uno de esos fue tan doloroso que se vio en la necesidad de gritar dentro de su sueño, su cuerpo en cambio solo convulsionó y una extraña sensación de hormigueo fue percibida en su vientre.
El demonio ya había sido engendrado.