Pero que aburrido, las clases de historia siempre serian a si? o se debía al profesor? Sus parpados comenzaron a cerrarse mientras bostezaba, un cabeceo, dos, tres y suelo, directo contra el pupitre.
-mierda!
Logro escuchar las risas burlonas de sus compañeros y el carraspeo del profesor, apenado se sentó derecho y la clase continuo, sus ojos se clavaron en el pupitre vació de Albafica, sin él ahi las clases eran muy tediosas y aburridas, maldito francés! como se le ocurre llevarse a su única distracción?
-jóvenes, guarden sus apuntes, tendremos un examen sorpresa.
-Mierda!
***...***...***...
-déjame ver si entendí, cuando mueres tu ropa y las pertenencias que traías contigo, en este caso mi uniforme y útiles, también se convierten en fantasmas, cierto?
-si
-y los fantasmas utilizan el ectoplasma como fuente de energía para desaparecer, mover objetos, prender y apagar luces, tec.
-así es.
Albafica y Degél se encontraban en la azotea del edificio, el peliverde le enseñaba como ser un fantasma.
-pero debes tener en cuenta algo, el ectoplasma es limitado y debes alimentarte para recargarlo, si no lo haces terminas...desapareciendo.
-desaparesco?...y si eso pasa...yo...voy al infierno...
-no, si desapareces no vas al infierno, pero tampoco al cielo, si desapareces terminas en...la nada.
El peli celeste le miro asustado, estar muerto era muy difícil...y aterrador
-para recargar tu ectoplasma debes alimentarte, no lo olvides.
-por eso me insisten todos los días para que coma?
-Albafica, tú acabas de fallecer, tal ves por ello aun no sientes hambre, pero es necesario que comas, ahora que tu hambre es normal.
-normal? que quieres decir?
-veras, cuando un fantasma se alimenta de comida humana los primeros siete días, su ectoplasma se acostumbra a ello y puede recargarse, pero si no lo haces, bueno, pues, tú te conviertes en...
-en un Poltergueis!
La sonora voz de Kardia se escucho a sus espaldas, el griego se acerco sonriente, cargando una bolsa con globos de agua. Animado se sentó entre los dos, tomando el cuaderno del menor.
-tsk! de verdad Degél tú vuelves todo aburrido, hasta estar muerto, deja de darle teoría y mejor ponlo a practicar.
-cállate! soy yo quien le esta dando la clase, no tú, así que te metas.
-Blllll! (mostrando su lengua) pues a este paso, el milenio va a terminar y el mocoso no sabra ni evaporarse, deja que use sus poderes, sera divertido.
Albafica viajaba de uno a otro, ya tenía cinco días con ellos y en ese tiempo se percato que ese par peleaba como casados, cada cinco minutos.
-de acuerdo espartaco, si de verdad te crees mejor que yo, adelante, ahi tienes a tu alumno.
-je, ya veras, te mostrare que soy un buen maestro.
Kardia se levanto de golpe, jalando a Albafica en el proceso, el griego se acerco a la orilla mientras se jactaba. Por su parte Degél solo bufo molesto y cruzo los brazos.
-bueno Albita, lo primero que te voy a enseñar es a aparecer y desaparecer a tu antojo, no es tan difícil, solo tienes que imaginar a donde quieres ir, así que, yo te arrojo al suelo y tú te concentras en aparecer a mi lado.
-Que! estas loco, yo no puedo hacer.
Pero Kardia no escucho, lo cargo en brazos dispuesto a arrojarle desde el quinto piso.
-listo
-Noooo! ni si quiera se co....
***...***...***...
Malditos examenes sorpresa, ni siquiera se acordaba de haber visto eso, mordió con fuerza la tapa del bolígrafo intentando recordar, estaba por garabatear una respuesta cuando...
AHHHHHHHHHH!
Los ojos azules se abrieron asustados al ver como Albafica caía, se paro de golpe y salió corriendo, dejando confundidos a sus compañeros y profesor, parece que los nervios le sobrepasaron.
***...***...***...
-Demonios Albita, concentrate!
-no, espera Kardia yo no....Ahhhhhh!
Degél suspiro desganado, era la sexta vez que Kardia lo arrojaba desde el techo.
-si, ahora si lo logra!....si...oh no....
Kardia desapareció y reapareció con Albafica en sus brazos, el cual temblaba más que un Chihuahua.
-vamos Albita si no es tan difícil, una vez más
Sujeto al peli celeste de la cintura y lo levanto, listo para arrojarlo.
-que haces animal!
Manigoldo llego justo a tiempo, le arrebato al joven y noqueo a Kardia con un puñetazo en la cabeza, provocandole un enorme chichón.
-Manigoldo!
Albafica se arrojo al peli azul y lo abrazo con fuerza, como si fuese un monito, agradecido por estar a salvo.
-que pasa aquí?
-nada, solo Kardia intentando enseñar a Albafica a ser un fantasma, respondió Degél muy quitado de la pena.
-Manigoldo, por que me pegaste? tsk, estaba tan cerca, Albita por poco y lo logra, bueno no importa, continuemos con...
-Nooooooo!
Albafica grito aterrado, se aferro más a Manigoldo, cortando la respiración del italiano.
-Kardia, ya comprobamos que tus métodos cavernícolas no funcionan, por que mejor no me dejas a mi.
-que! no se vale Degél, ya casi lo tengo y...
Degél tomo la bolsa llena de globos, no aprobaba ese comportamiento pero, si no hacia algo el griego terminaría matando a Albafica...otra vez.
-oye Kardia, no ibas a arrojarle esto al equipo de Fut, si no te apresuras la practica termina y pierdes tu oportunidad.
Los ojos del griego brillaron emocionados, tomo su bolsa y desapareció en el acto.
-Al fin, bien Albafica continuemos, Kardia ya se fue y...em...oye...podrías soltar a Manigoldo, ya se esta poniendo azul.
Los ojos de albafica se abrieron cual platos, el rubor cubrió sus mejillas al verse en esa pose con su compañero, se separo de golpe mientras el pobre italiano caía al suelo, semiconsiente.
-lo...lo siento.
-no te preocupes, vivirá, bien continuemos con la clase.
***...***...***...
-alguna novedad.
-no, es extraño y alarmante, es claro que no son secuestros por dinero, todo apunta a trata.
-o trafico de organos.
El castaño sintió un escalofrío ante el ultimo comentario de su compañero. Sus ojos miraron curiosos los papeles frente al pelinegro.
-que lees?
-el expediente de ese chico...ya sabes, el que se puso más pálido que el papel cuando dimos la noticia del joven Albafica.
-ah, el que salió corriendo al baño para vomitar.
-ese
-por?
-no se, una corazonada, creo que él sabe algo.
***...***....***...
-bien hecho.
-gra...gracias...ah...estoy cansado...
La hora del almuerzo había llegado, Albafica finalmente lo logro, gracias a una detallada explicación del galo, después de unos cuantos intentos logro transportarse de un lado a otro...ok, solo fueron tres metros pero ya era algo.
-vamos a comer algo, o Kardia es capaz de devorarlo todo.
Descendieron por las escaleras con toda la calma del mundo. Miro a sus compañeros invadir los pasillos, platicando, bromeando, todo tan normal, que en ocaciones dudaba estar muerto. sus orbes se detuvieron en una joven pareja, los estudiantes se encontraban tomados de la mano y secreteaban en su oído, su estomago dio un vuelco...idiota!
-Regreso en un minuto!
Albafica hecho a correr por el pasillo, Degél le miro confundido, pero no tardo en saber a donde iba tras ver a los jóvenes enamorados. Suspiro aburrido y continuo su marcha.
***...***...***...
Maldito bastardo! cuando agarrara al imbécil le pondría la madriza de su vida. Chasqueo la lengua al ver como sus amigos eran atendidos por sus respectivas parejas.
Pandora retiraba las gotas, con una pequeña toalla negra, de la barbilla de Rhadamantys, mientras Violate secaba el cabellos de Aiacos.
Se sentó en una banca y se saco la playera para exprimirla, posiblemente fue más de uno, esos malditos globos eran demaciados como para ser arrojados por uno solo, pero ya se la pagarían en cuanto los atrapara les iba a ...
-jo...joven Minos...
El peli plata levanto la vista encontrando a una hermosa jovencita de cabello castaño, la joven le ofrecía una toalla, visiblemente apenada, giro la vista para no toparse con esos enigmáticos ojos. Minos sonrío ante la actitud infantil de la chica, dio un escaneo rápido, era muy bonita con facciones delicadas y finas, de ojos brillantes y verdes, con labios delgados y rosados, no estaba muy bien dotada, pero tampoco estaba mal.
-Muchas gracia...señorita..
Sonrío de forma sensual tomando la toalla, asegurando que sus manos se rozaran, tomo la toalla y comenzó a secar su dorso, para deleite de la chica.
Albafica veía la escena furioso, ese estúpido, como se atrevía a engañarlo de esa forma.
La campana sonó y los estudiantes se apresuraron a regresar a su salon.
-muchas gracias preciosa.
Se despidió con un beso, rozando los labios de la joven.
Albafica comenzó a gritar furioso, por la falta de respeto a su memoria, pero por desgracia Minos no oía nada. Cuando regreso con sus amigos lo hizo echo una fiera, golpeo a Kardia por mojar a su novio y el resto de la tarde se la paso en el salon sin prestar atención a nada.
-entonces, no saben por que esta enojado?
-no
-ni idea
-debe andar en sus días
-Kardia!
El peli celeste se había encerrado en la habitación de Manigoldo y se negaba a salir, se sentía triste por el coqueteo de Minos, tomo los audifonos del italiano y se acostó en la cama, la canción Tutto l'amore che ho de Jovanotti comenzó a sonar, se acurruco y empezó a dormitar, ignorando el llamado de sus amigos. Pasadas un par de horas Degél y Kardia aparecieron en la habitación para asegurarse que estaba bien, lo encontraron dormido y le dejaron descansar.
Cuando Albafica despertó eran las cuatro de la madrugada, y su fantasmagorico estomago rugía. Se levanto decidido, cerro los ojos concentrandose, a su cabeza llego la imagen de una vieja alacena de madera, azulejos decorados con dientes de ajo y pimientos, una vieja mesa y una puerta blanca. Cuando abrió sus parpados estaba ahi. Sonrío orgulloso, ya empezaba a controlar su ecto...no se que.
-como te sientes?
Pego un brinco al oír la voz de Manigoldo a su espalda, el italiano le veía somnoliento, con un vaso de agua en su mano.
-Manigoldo, no me asustes así!
-yo? si el fantasma eres tu.
-GRRRRR!-
El gruñido del estomago de Albafica rompió el silencio, la risa del peli azul no tardo en oírse.
-sientate...quedo un poco de Lasagna espero te guste.
Manigoldo empezó a calentar la comida, tarareando una delas tantas canciones que Albafica oía en sus audifonos. Era gracioso, pero antes del "accidente" jamás le había prestado atención a su compañero. Manigoldo no era feo, incluso, pese a su edad, tenia un físico envidiable y una sonrisa contagiosa.
-aquí tienes.
-gracias.
Sabia delicioso, el señor Sage era un gran cocinero.
-(mega bostezo) bueno te dejo, es muy temprano y mañana no hay escuela.
Le regalo una sonrisa y se encamino a la puerta, pero antes de salir giro a verle.
-Albafica....estas mejor?
Su compañero se sorprendió por la pregunta, en especial por la preocupación reflejada en los ojos de su amigo.
-si, yo...lo siento, no debí comportarme así, perdón.
-no importa, debes tener tus motivos...pero si deseas hablar, no soy bueno dando consejos, pero si escuchando.
-yo...estoy bien, gracias.
No dijo nada más, cruzo la puerta y regreso a su lugar en el sofa. Desde que Albafica llego él y Kardia se rolaban el mueble, tenían otro pero ese era ocupado por Degél. Manigoldo sabia lo que ocurría con su compañero, pero prefirió no hablar. Al cruzar el patio para reunirse con ellos alcanzo a ver a Minos, victima de una de las bromas de Kardia, contemplo la escena que sabe afecto al chico...ah! ni en esas circunstancias tenia suerte con su compañero.
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Espero la actualización fuera de su agrado, muchas gracias por leer y nos vemos despues.