En un verso tu alma,
tu alma en una flor,
es ella una rosa blanca,
en la rosa tu olor.
No sé sobre mucho...
la verdad no sé casi nada,
pero cuando tu voz escucho
me lleno de calma.
Hay cosas que recuerdo
y otras que olvido,
tengo sueños casi eternos
al escuchar tu suspiro.
Las noches en que te veo
me parecen tangibles,
las rocas, los ríos, el cielo...
se me hacen tan sensibles.
Hay tiempos amargos
y tiempos dulces,
y aunque los primeros sean largos
los segundos te producen
amnesia de corto plazo,
pues tus besos y abrazos
no hay nada que no embrujen.
Hace mucho que te amo,
como la cigarra al sol,
hace tanto que te canto
como bohemio risueñor.
Pienso mucho en tu encanto,
tus ojos, cabello y rubor;
tu inocencia al tacto,
tu sonrisa y primor.
cada caricia es un pacto,
cada beso tiene el sabor
de una manzana del campo;
de una diosa, el don.
La primavera te viste
con rayos de albor;
pareciese que naciste
del rocío de hoy.
La distancia a veces nos distancia,
pero a veces no;
no hay certeza ni discrepancia
que invada mi corazón.
Son cosas de la vida,
embelesos del amor;
de mi amor hacia ti no hay cosa parecida
y así será mientras viva
en mis versos tu alma, tu alma en una flor.